Defendiendo se sufre menos

Hoy lo vemos todo ya un poco menos negro, el Doellmanazo ya ha cicatrizado, pica pero no duele. En realidad el Madrid rayó ante Olympiakos a un nivel similar al enseñado ante el Barca, espoleado desde las mandarinas de Llull pero esta vez sin periodos de desconexión defensiva que abriesen la puerta, como el tercer cuarto hace una semana. Y defendiendo se sufre menos, lo sabemos del año pasado. Un parcial de 32-10 entre la recta final de la primera parte y el tercer cuarto lo dejaron encarrilado, el arbitraje caserete sumó, a veces también toca. Olympiakos, por cierto, asustó en la primera fase pero ahora anda cojo, suma tres derrotas seguidas y a Spanoulis se le ve pasado de forma, frustado, pagando con los árbitros su desacierto: 27% en tiros de campo en la temporada con el 0 de 6 en el Palacio. Esos 12 puntos de diferencia no son definitivos pero sí interesantes de cara a un eventual average, aunque queda tanta tela que cortar… 

Ayón no hizo demasiado ruido, pero igual fue para mí una vez más el mejor del equipo (pese al 4/11tc), porque estuvo excelso atrás, que es al fin y al cambo donde se ganó. Da gusto ver cómo reconoce la desventaja del compañero y elije el timming perfecto para la ayuda. Además, roba balones al bote del pívot por velocidad de manos y piernas, puntea tiros y 
rebaña balones sueltos del aro propio. Compensa desequilibrios, no permite canastas fáciles del rival, va limando su moral, todo contribuye y cristaliza en puntos no recibidos al final del partido, que cuentan tanto como los propios. El resultado es que Olympiakos se quedó en 72 pese al apretón final por el average, 15 menos de los que venía encajando de media el Madrid.

En ataque el protagonista fue lógicamente Llull, 18 puntos y 7 asistencias, su primer gran partido tras la lesión no pudo llegar en momento más oportuno. Esas frutas tropicales deben ser un subidón de adrenalina para la afición en el pabellón cuando entran pero, sin ánimo de aguafiestas, me parece peligroso que el muchacho se acostumbre (que aquí ya nos conocemos todos), no necesitamos un aspirante al concurso ‘Stephen Curry del viejo continente’. Recuerdo que cuando las mandarinas dejaron de entrar frente al Barca, que es lo normal, entendimos su verdadera naturaleza, el recurso desesperado tras un ataque mal planteado y peor ejecutado.

Taylor desaprovechó una buena oportunidad para reivindicarse, dada la baja de Maciulis, y Thompkins está en un círculo vicioso de desacierto y falta de confianza, que uno ya no sabe si fue antes el huevo o la gallina. Lo peor es ese destello de lo que podría ser pero no es ni será: antes de regresar al banquillo, después de fallar tres triples que podrían haber sido 10, se jugó un 1×1 dentro-fuera de libro de texto, de los que no abundan en Europa. Dribling, amago de reverso y media vuelta en suspensión, seda: se va a salir el año que viene en otro equipo, lo sabemos, es nuestro sino con los pívots. Me consuela ver la eclosión de Willy, que jugó minutos de mérito en el segundo cuarto, duro, solvente en ambos aros ante rivales de nombre, ganándose su plaza en las convocatorias cuando Lima entre en la rotación y, ¿por qué no?, quizá un puesto en la plantilla del próximo curso.

La Novena pasa por El Pireo

Llenar pabellones, copar las listas de mejores jugadas y ganar al Barca sobre la bocina. Todo eso mola mucho y rejuvenece la sección, sin embargo, para que este Madrid, el mejor que recuerdan mis ojos, se granjee un lugar en la historia tiene que legitimarse en Europa. Y gracias a la cagada en Kaunas, Europa pasa ahora por el doble campeón vigente, Olympiakos. Unos cuartos de final que, con permiso de Barca y CSKA, tendrán sabor a final adelantada. El Madrid es favorito porque los griegos han dado muestras de debilidad en la fase previa (balance 7/7), porque es mejor equipo que el año pasado y por la ventaja campo. No se trata de que estemos imbatidos en el Palacio este curso, es que de 25 partidos sólo en uno (contra Maccabi) llegó el rival con opciones al último minuto. Tranquiliza un poco.

Muchas caras han cambiado en Olympiakos desde entonces. Para empezar, salieron nada menos que cuatro titulares en verano: Antic, Papanikolau, Hines o Acie Law. A cambio llegaron especialistas como Lojeski o Dunston (tirador puro y saco de músculos, respectivamente), pero el paso al frente lo han dado el trío de exteriores nacionales, Peperoglu, Sloukas y Manzaris, que ya estaban, pero pintaban mucho menos. El primero es un magnífico anotador, un gran talento, aunque algo irregular. Sloukas tiene un físico de jugar a la petanca, pero un IQ altísimo, además de buena mano. Por último, Manzaris es el Víctor Sada del Pireo, con mejor visión de juego. No mete una, pero rebotea y defiende como un jabato. De los que continúan, destaca un Shermadini mejorado tras su paso por Zaragoza. Printezis sigue siendo el mismo pichichi de la zona y Spanoulis, como que no necesita presentación. Dudo que les veamos muchos minutos emparejados, pero su duelo con Chacho promete ser para el recuerdo. Olympiakos defiende algo peor que el curso pasado, recibe 4 puntos más de media (72 por 68), pero a cambio ataca mejor. Anota menos en la pintura, pero tiene más repertorio exterior, especialmente gracias a Lojeski y al mencionado trío heleno. Sea como fuere, Olympiakos sigue siendo una garrapata, un animal competitivo.

De nuestros cuatro jugadores franquicia, Chacho, Llull y Rudy llegan más o menos en forma. También atraviesa un buen momento la dupla de pívots, Bourousis y Mejri. Pero somos los que estamos. Si Carroll no jugó ni un minuto ante Estudiantes el domingo, dudo que el martes esté como para rendir a un nivel homologable. Espero poco de los tres niggas, que entre su rol y su rendimiento están cavando su propia tumba. Pero me preocupa un poco más Mirotic, distraído entre los Bulls y la selección, su rendimiento ha bajado sensiblemente en los dos últimos meses. Ya no domina, sólo hay que comparar estadísticas. En la primera fase de la Euroliga promedió 15.2ppp, 63% de campo y valoración 20.5. En el top 16 sus números han caído hasta 10ppp, 42% de campo y valoración 12.5. «Sigo, no sigo, sigo, no sigo…». ¡Que deje la margarita y se ponga las pilas! No estamos al nivel de diciembre y Mirlo es el espejo. Seguimos siendo competitivos, quizá incluso los mejores, pero el margen es ahora menor, especialmente ante vitorinos como Olympiakos. La F4 es una moneda al aire, imposible garantizar resultados cuando te lo juegas a un partido. En cambio, unos cuartos de final a cinco partidos y ante el vigente campeón son la vara de medir más precisa del nivel real de este equipo, y lo digo desde una perspectiva histórica. Aquí debe salir el mejor Madrid de la era Laso.

Milán, nos vemos en 5 meses

Hablamos la semana pasada de la versión 2.0 de Rudy en el Madrid, haciendo mejor al equipo sin forzar estadística, cediendo a Mirlo el testigo imaginario de jugador franquicia. Pues así, a la chita callando, con menos titulares y tiros de campo por partido que el curso pasado, el mallorquín está firmando una primera fase de Euroliga estratosférica, siendo ya el jugador blanco más valorado (20 de media), por encima incluso de Mirotic (19). Si no fuese por lo mal que cae también entre muchos periodistas, diría que es claro candidato al MVP, una puja en la que por ahora, dados los resultados colectivos, estarían también Spanoulis, Bogdanovic y Mirotic.

Con 16 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias para valoración 26, Rudy lideró la victoria en Milán con la que el Madrid se asegura matemáticamente el liderato del grupo y se queda a un solo encuentro comprometido (el de Estambul la última jornada) de firmar el pleno en la primera fase de Euroliga. Un pleno, por cierto, del que también va camino Olympiakos, reiventado un año más alrededor de Spanoulis pese a importantes bajas en verano (Papanikolau, Hines, Shermadini o Antic). El partido de Milán fue un poco como el de Bamberg pero al revés, el marcador no refleja el desarrollo del encuentro, que el Madrid dominó con notable superioridad: 14 arriba al descanso y 17 al final del tercer cuarto. Los italianos, con la obligación moral ante su público, no bajaron los brazos, dejando la diferencia final en sólo 7.

Como ya es costumbre, Chacho lideró la escapada en el segundo acto. Digna de mención también la actuación de Llull, sólido en ambos lados de la pista, aportando 7 asistencias y dejando a Keith Langford en 1/8 tiros de campo. El Madrid notó la baja por lesión de Bourousis, sin su concurso el equipo pierde un recurso ofensivo en la pintura y eso que los americanos llaman IQ, inteligencia en pista (la que no posee Mejri). Se notó especialmente su baja por el flojo partido de Felipe y Mirotic. Sí cumplió Mejri, titular en Euroliga por primera vez en su carrera: 10 puntos, 7 rebotes y 4 tapones en sólo 13 minutos en pista. Claro que también perdió 4 balones y cometió alguna falta tonta.

Paradojas del calendario, el Madrid juega mañana en Tenerife su cuarto partido seguido fuera de casa. Por cierto, que el equipo lleva 18 victorias consecutivas en encuentros oficiales, está a sólo cinco del récord de la sección, que estableció en 1960 dirigido por Ferrándiz. El partido para igualar el récord (23) lo jugaríamos en Valencia el 22 de diciembre…

Euroliga 13/14: mismos nombres, nuevas camisetas

A remolque por ese eterno y tardío Eurobasket comienza de sopetón el curso baloncestístico. El Madrid debutaba en ACB a menos de 24 horas del arranque de la Euroliga. No me detendré demasiado en la pachanga contra el Valladolid, principalmente porque no lo pude ver (gracias Orange). Leo en la planilla estadística que los 12 miembros de la plantilla jugaron 11 minutos o más cada uno. Destacaron (a su manera) Mejri, Díez y Slaughter, que deberían acostumbrarse a tirar del carro en estos encuentros chusqueros de liga doméstica. El viernes debutamos en Kaunas ante un Zalguiris en el chasis, creo que durante la presentación los gemelos Maciai van a salir al centro del pabellón a dar un abrazo fraternal a Rudy..

El mercado estival no ha cambiado demasiado el horizonte de la Euroliga, mercadeo de cromos entre la oligarquía que no altera el status quo. Por madurez de proyecto y equilibrio de plantilla veo a nuestro Real como candidato número uno al título, aunque con tan poco margen que ni siquiera me atrevería a utilizar la palabra favorito. Olympiakos consiguió finalmente renovar a Spanoulis pero a cambio hipotecó la casa. Ve marchar a Papanikolau, Pero Antic, Hyle Hines y Shermadini. Mirando la plantilla fríamente no le daría ninguna opción al título, pero tengo siempre presente la voz de Rudy Tomjanovich: «Never underestimate the heart of a champion».

¿Kyle Hines al CSKA? Lo siento, me pueden los prejuicios, no veo qué pinta en un equipo de 47mill de presupuesto un pívot stopper de 1.96m cuando ya tienes a Jriapa, Kaún y Krstic en el roster. Son ganas de gastar por gastar, importar soluciones de equipo pequeño, sobre todo cuando tienes en el mismo puesto a Vorontsevich, uno de las grandes promesas del basket ruso. Pero ya sabemos de su época en Madrid que la gestión de talento joven no está en el repertorio de Messina. La llegada de Pargo (4 mill por 2 temporadas) me genera también más dudas que certezas, un fichaje cuanto menos innecesario, uno de esos americanos que requiere mucho tiempo de balón. No entiendo qué pinta junto a Teodosic y Aaron Jackson, otros que tal bailan. Al final la incorporación que me convence es la de Fridzon, un magnífico competidor. Igualito es jugarte un final de partido apretado con Fridzon en pista que con Micov. Sea como fuere, CSKA volverá a estar en la terna, lo mismo que el Barca, sobre el que no me voy a detener hoy.

Me chirría el pronóstico de algunas casas de apuestas online que sitúan a Panathinaikos en el primer peldaño de candidatos, junto a BAR, RM & CSKA. Vuelven a OAKA Fotsis y Batiste tras lamentables pero lucrativos periplos por Italia y Turquía, respectivamente. Unidos a Lasme, Mavrokefalidis y Gist completan un juego interior escaso de centímetros pero majetón. El problema está en la alas, veo muy poco talento más allá de Diamantidis, que el hombre tiene ya sus 33 años. El enésimo megaproyecto turco (Fenerbahce) para colocar un equipo en la F4 me convence más por el entrenador, Zelko, que por los fichajes estrella: Kleiza, Bjelica y Zoric, competitividad bajo sospecha. A todo esto, en verano salieron Andersen, Sato y Batiste, todos con finiquito bajo el brazo, para mayor gloria de sus agentes.

Ojo al debut del Lokomotiv Kuban, que puede aterrizar en Euroliga repartiendo sopas con hondas, especialmente dado el nivel de algunos equipos en primera fase: Zielona Gora, Strasburgo, Kiev, Nanterre…  Lo cual me recuerda las dos claras ausencias de esta edición, el Jimki (cayó en la previa, manda huevos) y el Valencia basket, equipos de nivel top-16 con la chorra, que a 15 de octubre puedo apostarme una mano a que volverán a jugar la final de la Eurocup dos años después, si los cruces no lo remedian antes. Es lo que tiene el formato de club endogámico de la Euroliga, que condiciona también a la segunda división con la presencia de equipos muy por encima del resto.

Compuestos y sin novia

Por mucho que algunos se empeñasen en lo contrario, la prioridad de Spanoulis siempre fue seguir en Olymiakos por eso, a falta de rubrica, acepta una oferta sensiblemente inferior en lo económico, un millón de euros menos cada año. A diferencia de la rusa (CSKA), la prensa catalana ha caído en todos los anzuelos del agente, haciendo el trabajo sucio para sacarle la panoja a los hermanos Angelopoulos, que es de lo que se trataba todo este circo. Que si la calidad de vida, que si el proyecto deportivo, que si la importancia de Nike, que si jugar a las órdenes de Pascual, que si fichado al 95%… «Leed, lo tenemos casi hecho con el Barcelona por esta pasta. Si no queréis que pase, ya podéis rascaros el bolsillo», debió soltarles ayer viernes Raznatovic a los dueños del club griego… Y por lo visto funcionó. Spanoulis deja al Barca compuesto y sin novia, era la piedra angular del nuevo proyecto azulgrana. Queda Teodosic como plan B, que evidentemente no es igual, pero además CSKA no le soltará hasta que no tenga atado un sustituto de garantías, que esperaba que fuese precisamente Spanoulis. Aquí es donde Bobby Brown y especialmente Planinic podrían entrar en escena.

Hasta aquí lo que se cuece en la primera división del mercado europeo de fichajes. En la segunda está el Madrid, con su nueva rebaja presupuestaria y el lamentale despido de Suárez para ahorrarse tres perras mal contadas. El glamour de los grandes fichajes europeos murió con el mendozismo. En tres temporadas el presupuesto del Madrid de basket ha bajado de 30 a 20 millones, esa no es decisión de Laso ni de Herreros, sino de Florentino Pérez. Los resultados han acompañado últimamente, pero de tanto apretar la cuerda se va a romper. Por segundo verano consecutivo nos vemos saliendo al mercado de pívots sin el dinero suficiente, de tal forma que fichar un Faverani o renovar a Begic nos parece casi un triunfo. La próxima semana tendremos novedades, pues el sábado vence el plazo para que Fenerbahce diga esta boca es mía y supere nuestra oferta de renovación por Begic. No sería mal momento para avanzar en la negociación por el trasnfer de Faverani, amparados en un plan B.

Por cierto, contabilizado el voto de casi 200 personas diferentes, la encuesta del blog ha dado un vuelco. Faverani ha superado a Begic y a Bourousis como el pívot preferido para completar el juego interior blanco. De todas formas, reina la igualdad.

Begic o Faverani, he ahí la cuestión

Dando por hecho el fichaje de Mejri, que estos día entrena movimientos al poste en un gimnasio de la capital, las dos opciones más claras sino únicas para completar el juego interior blanco son la continuidad de Begic o el fichaje de Faverani (lo de Bourousis me suena a humo del agente para sacar más dinero a otros). Eurohoops y Encestando coinciden en apuntar que Madrid y Valencia negocian por el brasileño, mientras el chaval anda cazando gamusinos de gira americana. Las diferencias económicas son notables, pues el Madrid no está dispuesto a pagar ni de lejos el millón que dice su cláusula y al que remite el Valencia, pero si el jugador expresa deseo inequívoco de vestir de blanco (= dispuesto a incluir en su contrato una cláusula anti NBA de vigencia 2-3 años), estoy convencido de que se llegaría a un acuerdo. A estas alturas uno ya no sabe si Begic es plan A o B. Mirza quiere seguir y, aunque hay diferencias sobre el monto de la renovación pues en Turquía ofrecen más, no me cabe duda de que se llegaría a un acuerdo si su permanencia es verdadero deseo del Madrid. Habrá nueva rebaja de presupuesto en la sección, pero como para eso espero que nos alcance.

Dicho lo cual me planteo, ¿y cuál me gusta más? Por su relativa experiencia en la élite, su solidez defensiva y su apañada producción al poste fui firme defensor de la continuidad de Begic como única grúa del equipo, definitivamente me gusta más que Mejri. Begic ha rendido a buen nivel cuando ha estado sano y en forma (2ª mitad de curso), más que suficiente dado el nivel general de pívots en Europa. Comenzó la temporada mermado por una importante lesión de tobillo y después le costó coger la forma, como a la mayoría de jugadores de su tamaño. Sucede sin embargo que Mejri ya está fichado, es irremediable, y a su lado prefiero un jugador más móvil y atlético que Begic, un cuatro y medio, es decir, Faverani. Miedo me da, os reconozco, su gira por USA. Si en la NBA están tan desesperados por pívots que Nogueira es un 15 del draft, cuando vean entrenar a Faverani serían tontos de dejarlo escapar. Sus principales defectos, cabecita loca y tendencia a la juerga nocturna, no se perciben en un entrenamiento privado.

El Barca, perseguidor

Dado su recién estrenado papel de perseguidor, el Barca pica alto este verano, Chichi no quiere volver a dar en el palo. Como planteamiento de partida me parece correcto, pero debes estar preparado para esuchar muchas negativas por respuesta y guardar planes de contingencia en la nevera. Barcelona no es el centro del universo ni si quiera el destino prioritario de los mejores jugadores, a los que parece que aspira el Barca este verano. Spanoulis está muy difícil, su prioridad es seguir en Grecia y si se trata de dinero, CSKA ofrece algo más (200k anuales brutos). En todo caso, el Barca le pone 11 millones de euros brutos en 3 años, ya se sabe, cantera y humildad. Bogdanovic enfila a América, como es su deseo hace tiempo, y Chris Copeland no tiene intención (ni necesidad) de dejarla, lo mismo que Ayón: «no pagué millón y medio de cláusula para volverme a los dos años». Así las cosas, empiezan a sonar nombres más de andar por casa, como David Moss, alero de nivel y perfil similar al de Darden, al que le queda un año de contrato, así que el Barca tendría que pasar por caja (el transfer no sería alto, pues es conocido que en Siena andan de rebajas). Lampe y Bjelica, que también suenan, son dos que tampoco me dan ningún miedo, losers con clase. Para ellos las revoluciones.