El día de los gregarios

44_taylorDraper y Taylor son el fondo de armario de Laso, los jugadores número 11 y 12 de la plantilla. Cumplen una labor secundaria, gris y desagradecida, por eso apenas les menciono y cuando lo hago no suele ser para bien. Pero también por eso es de justicia acordarse de ellos en las raras ocasiones en que destacan y ganan partidos, como en Bilbao. Una velada que no pasará a la historia, que se llevó el Madrid, solvente y coral, con más comodidad de la que sugería a priori la clasificación. Un triunfo que deja la liga regular en bandeja, dos partidos de ventaja sobre el Barca, que volvió a pinchar. Ayón, Luka y Randolph pusieron la estadística, como corresponde, pero la victoria blanca se edificó desde la defensa, que es como se suelen ganar los títulos. Y como se ganó desde la defensa, pues destacaron los dos especialistas del roster, Draper y Taylor, que además vieron más aro que de costumbre, 5/7 triples entre ambos.

El primero se ha encontrado un rol de más peso del que conociese en su anterior etapa. El motivo es simple, que el segundo base, el que va por delante suyo en la rotación, Luka, no es base puro sino que juega también minutos de alero. Una puerta entreabierta que no dejaba Chacho. A eso hay que sumarle los recientes problemas de rodilla de Llull, que se ha perdido los dos últimos partidos. En Miribilla firmó Draper 10 puntos desde la banca y el equipo +9 en sus minutos en pista. Está por ver su continuidad o no el curso que viene, que dependerá del pasaporte italiano de Campazzo y de los centímetros que crezca Doncic, es decir, de si su puesto natural sigue siendo el de base.

43159_0Pero cuando llegue el momento de la decisión sobre Draper habría que mirar más allá de la estadística de valoración, en la que se quedan muchos aficionados, que no suele hacerle justicia por el tipo de jugador que es: no le duele en prendas gastar faltas necesarias, generoso en el esfuerzo atrás y que lanza en ataque no pocos tiros forzados a final de posesión, de esos que no suelen entrar. Es un tirador exterior bastante aceptable, pero le faltan convicción y recursos para anotar en penetración y carece de clarividencia en estático. Buen tino de Laso en Bilbao emparejándole en pista con Rudy, que puede desempeñar esa labor de creación en estático, el cabrón ve pases donde la mayoría solo ve un bosque de manos.

A Jeffery Taylor solemos achacarle su escasa inteligencia en pista y su irregularidad. Cierto que el listón con él está bajo, pero el caso es que suma ya cinco partidos consecutivos a un nivel homologable, hasta destacado, como en Miribilla. Nunca va a ser un lince, pero con que evite manos innecesarias en defensa y enchufe un porcentaje razonable de tiros liberados se convierte en un activo interesante, porque no hay alero en Europa con esas piernas. Tiene por delante en la rotación a Maciulis, que es todo lo contrario, pocas piernas, tren superior poderoso y gran conocimiento de juego. Recuerdo que temíamos en pretemporada que la plantilla se hubiese quedado coja en el puesto de alero, pero entre el estirón de Doncic y el rendimiento del dúo parece que se han salvado lo muebles. Además, visto en perspectiva, tampoco es que sea un puesto de grandes estrellas en la Euroliga a día de hoy…

Victorias como la de Bilbao ponen en valor eso que tan pocas veces aparece en titulares como la profundidad de plantilla. Y no se trata solo de número y calidad, sino de acoplarlo, y en eso hay que romper una lanza en favor de Laso, que no es el mejor gestor de partidos pero sí es un gran motivador. Consigue que jugadores como Draper y Taylor, con potencial quizá para un rol más destacado en otros clubes europeos, aparquen egos y acepten de buen grado su papel de gregario en este Madrid.

In Luka we trust

luka.pngNo hacía ni tres días que había firmado su peor partido de la temporada, apocopado en Estambul: valoración -3 en 16 minutos y superado por la responsabilidad, doble tara en un base. Por eso, si algún interés para el Madrid tenía un encuentro de trámite como la visita de Fuenlabrada, era darle tiempo en pista y balón en las manos al chaval para que recuperase sensaciones, para sentir la confianza ciega del cuerpo técnico (y el cariño de la afición). Imaginamos por cierto que para gestionar situaciones como estas, entre otros motivos, eligió la sección de técnico asistente a Paco Redondo, que trabajase con el chaval ya desde categorías inferiores. Una voz familiar para cuando viniesen curvas.

Como Doncic va sobrado, más aún en ACB y ante un rival así, su ‘recuperar sensaciones’ lo convirtió en una exhibición, su mejor actuación como profesional, con 23 puntos, 11 asistencias y 4 rebotes para valoración 34, batiendo un rosario de récords de precocidad en la liga española, que al caso son lo de menos. Bien por cierto Laso dando minutada (34) al chaval, que la necesitaba, y dando a cambio descanso a Llull (7), que habrá jodido a muchos el equipo supermanager pero que le viene a pelo un domingo de asueto. También ‘descansaron’ Ayón y Randolph, 14 y 10 minutos respectivamente. La siguiente meta para Doncic es exportar sensaciones a Euroliga, donde promedia valoración 1 en los últimos 4 compromisos. La visita de Zalguiris el jueves con la baja de Draper parece cita propicia.

Novatada en Estambul

ayon.pngEs un error de digno de preescolar, esa mano de Carroll en el rebote de ataque a 1.7segs por jugar y el marcador empate. Colofón a una velada para el olvido del americano, 1/7 tiros de campo, varios de ellos liberados. Su error final cuesta el partido al Madrid en Turquía tras una notable actuación del equipo, que supo competir en ambiente hostil. Sabe amarga la derrota por la forma, pero visto en perspectiva, el curso pasado a estas alturas iba el Madrid coleccionando palizas en este tipo de pistas, lanzando 45 triples por velada. Como en otras salidas sí se han hecho los deberes, es el de Estambul un resbalón asumible desde el punto de vista clasificatorio, junto a Moscú la cita más exigente del calendario Euroliga, en ambos casos derrotas por solo un punto, que dejan el average más que abierto pensando en la vuelta.

Aguantó el Madrid las previsibles embestidas locales en la apertura, con Ayón en su mejor versión de la temporada. Definiendo continuaciones en ataque y abriendo contras al toque de corneta, pero sobre todo enchufadísimo atrás, segmento en que se ha ido dejando llevar desde comienzo de curso. Aguantó el envite 1×1 al mejor cinco de la competición (Udoh), metió buenas manos (3 robos) y exhibió piernas y picardía en missmatches con pequeños. Resumiendo, su versión Titán, la del año pasado, la que apenas había enseñado desde el pelotazo del verano, un motivo para la esperanza.

Otro que firma una de sus mejores actuaciones del curso en plaza grande es Rudy, que ante la baja de Draper y el apagón Doncic no se limitó a sus tonti-triples habituales sino que asumió galones en la creación desde bote, recordando días mejores. Ocho asistencias repartió desde la banca, además de secar a Datome y colar un par de triples, afeados por ese 0/5 de dos. Su principal beneficiario fue Othello, un lujo de suplente, que bien alimentado es un reloj (12pts y 7 rebs).

Y si todo estuvo tan bien, diréis, ¿como es que perdió el Madrid? Primero porque el rival juega. No es Fenerbahce subcampeón por casualidad, mantiene bloque, en casa aprieta (=presión a los árbitros), tiene a Zeljko en banda y un quinteto físicamente dominador. Arrancó el curso con dudas, pero ha encontrado ya la velocidad crucero, con Sloukas en papel protagonista ante la baja de Bogdanovic. El segundo motivo es el calamitoso 0 de 12 triples del backcourt blanco, Llull, Carroll y Doncic, un hándicap que la temporada pasada hubiese dejado sin opciones de partido. Pero hubo alternativas desde el extra pass, se encontró liberados a Randolph y Maciulis, que firmaron 6 de 7 desde el arco entre ambos. El alapívot emergió como un factor en la recta final (13pts en el último cuarto), que es precisamente para lo que se le fichó, marcar diferencias en duelos de poder a poder ante los transatlánticos de la Euroliga. Cumplió Taylor, que encadena dos partidos seguidos de mérito, y Felipe, dedicado a rebotear y contener a Vesely, asumiendo un rol ofensivo más gris que de costumbre por su manifiesta inferioridad física ante el checo.

No preocupa Carroll, es la vida del tirador tener días mejores y peores, sí preocupa algo el tembleque de Doncic, visiblemente apocopado en Euroliga en el último mes. Estaba sufriendo de verle en pista en Estambul, le costaba hasta dar los pases de circulación de balón. Era el muchacho, el más crítico consigo mismo, plenamente consciente de su horrible actuación y se le veía deseando irse al banquillo y esconderse bajo la toalla. Lógicamente está pagando la novatada, y es que no deja de tener 17 años, por eso es importante que el cuerpo técnico trabaje bien con él en los próximos días el aspecto mental, la confianza, esa que destilaba en el arranque de temporada y parece haber desaparecido en este tramo. Sabemos que llegará, va sobrado, el problema es que tal y como está configurada la plantilla del Madrid, es un hándicap en una plaza como Estambul jugar 16 minutos con un base con semejante inseguridad, los rivales lo percibían y le atacaban al bote. Es el momento de arroparle y confiar en él.

Las siete vidas de Felipe Reyes

felipe.pngLe hemos enterrado varias veces, en baches de forma más o menos largos, que en los 12 años y medio que lleva de blanco los ha tenido, faltaría más. Sin ir más lejos, este que firma dudó de su continuidad en la élite europea durante su declive en las dos temporadas de Messina. Inocente de mí. Llegó Laso y Felipe volvió a ser un factor. Con el tiempo uno ya aprende a no dudar. Termina contrato en verano y doy por hecho que continuará, porque su nivel lo justifica y por su calidad de cupo nacional, de los que el Madrid va a empezar a estar apurado. Se retirará cuando toque, y lo hará de blanco, pero nunca osaré darle por acabado.

Durante mucho tiempo Reyes era mejor jugador cada año, incorporando nuevas herramientas a su repertorio, limitadísimo cuando fichó allá por el verano de 2004. Esa línea ascendente ya quedó atrás, por una simple cuestión de edad y físico, pero su declive está siendo digno y sostenido, ofreciendo todavía un rendimiento muy útil al equipo desde un rol secundario. Todo lo contrario que otros compañeros de la generación de oro, como Raúl López, ya retirado, o Juan Carlos Navarro, estirando el chicle de la selección y relegado a la intrascendencia en el Barca.

Felipe firmó cinco partidos muy flojetes a comienzos de mes, pero ha remontado el vuelo en los tres últimos hasta ser el mejor en la visita del Unics Kazán, valoración 24 en 18 minutos, castigando a una de sus víctimas históricamente preferidas, Marko Banic. Los pocos detractores del capitán alegan que infla estadística en encuentros como local y ante rivales de poca enjundia, lo cual es cierto, para qué negarlo, sus limitaciones físicas son ya un hándicap frente a los grandes de Europa. Digamos que le va a meter pocas canastas al poste a Udoh. Pero tampoco lo vería como un defecto, alguien tiene que tirar del carro en los duelos sin glamour, porque si toda la plantilla mostrase la apatía de prima donna que enseñan algunos los partidos no saldrían adelante. Menos en esta Euroliga, que hasta un Kazán te sale contestón. Por eso la constancia de Felipe, su hambre de estadística bien entendida, es un valor y no un defecto.

Y hablando de hambre estadística, quizá Llull me leyó lo de su candidatura al MVP Euroliga y se lo ha tomado por el lado equivocado. Ayer se le fue la mano con los tiros de campo (4/17) y llevaba un rebote notable cuando se sentó a 2 minutos del final, con el marcador completamente decidido. Me recordó un poquito a cierto delantero portugués, que gane o pierda su equipo se sienta enfadado si no ha metido ‘su golito, y me entraron temblores fríos. Llull es nuestro jugador franquicia y está en plena forma, pero no es el Madrid con la plantilla más larga de su historia un grupo ni de lejos diseñado para que un jugador se casque 17 tiros de campo.

En otro orden de cosas, Laso castigó de nuevo a Ayón, que se quedó en 12 minutos por hacer otra vez all-star al pívot rival, en este caso el bielorruso Parajuski, que de todas formas debe tener mal agente para no militar a estas alturas en un equipo de mayor lustre. Y de postre Randolph, que sí cuajó una actuación digna, pero que incomprensiblemente se calentó más de la cuenta con Marko Banic en la última jugada, después de un partido de guante blanco. Todos los compañeros salieron a calmarle, de lo que deduje que no debe ser la primera vez que le ven cruzársele los cables. Tiene un carácter raruno, con días mohíno y otros ausente, que te puede salpicar con trifulcas sin mayor mediación como la de ayer. Habrá que mimarle, que su karma marca el techo de este equipo.

El Chapu como ejemplo

Después del maracanazo del Palau, ganar en Gran Canaria por solo 8 y anotando 76 igual puede saber a poco, pero no deja de ser una de las salidas más exigentes del calendario ACB, que venían además los insulares de recuperar el pulso, con cuatro victorias seguidas. Cierra el Madrid así su semana fantástica, con cuatro triunfos de quilates e importancia clasificatoria, la más sufrida ante Panathinaikos, que tiene mucho veterano con la mili hecha, empezando por el entrenador. Aunque para boina verde Chapu, cuya renovación a la baja (cobra este año la mitad que el pasado, unos 800k) pudo despertar alguna duda en verano por aquello de la edad, pero se está demostrando un acierto directivo y no un plan de prejubilación.

De repente y antes de lo esperado ha elevado de forma sensible su nivel de juego. Un lujo a dosificar en el fondo del interminable armario que es la pintura del Madrid este año, ya decíamos a comienzo de curso, la mejor que ha visto la sección. Nocioni decantó el partido en Granca con 4 triples, adornados con 7 rebotes. Primoroso verle rebozarse por el parquet con cada balón suelto a sus 36 palos, 37 a final de mes… reserva espiritual del madridismo. Ojalá contagiase a Rudy un poco de su entusiasmo.

Curiosamente se ganó el duelo atrás el día que faltaron dos de los mejores argumentos defensivos de la plantilla, Othello y Draper. Dejó el Madrid a los insulares 18 puntos por debajo de su media del curso, una demostración de compromiso y concentración dignos de halago siendo ACB, a domicilio y tras semejante semana de pasión. Randoph, eso sí, se tomó la tarde libre (valoración negativa en 15 minutos) y Jaycee pareció jugar aún de amarillo (-9 el equipo en sus minutos en pista). Pero no importó porque fue un duelo de mínimos, tan igualado como feo de ver, 38% de dos el Madrid. Laso concedió 18 minutos a Taylor, al que destacó en sus declaraciones postpartido por su defensa en el último cuarto. Qué bajo debe estar ya el listón con el sueco si se le destaca por cumplir mínimamente atrás, en otra velada de faltas innecesarias y tiros libres marrados.

Se viene una semana para descomprimir, con Kazán y Manresa en el Palacio, para dar descanso a los titulares y minutos a Doncic y Thompkins, que de aquí al jueves esperamos se haya recuperado del costalazo ante PAO.

Llullsistema

Un victoria sufrida pero de las que dejan buen sabor de boca, ante un rival de quilates, Panathinaikos, una de las plantillas más reforzadas de Europa en verano, que exigió una buena versión al Madrid. Un partido de poder a poder, igualado hasta el último minuto y que decantó Llull con su récord anotador en la Euroliga. 30 puntos en 11 canastas de todos los colores, una de ellas clave, con personal, a 50 segundos del final y marcador igualado. Promedia más de 20 puntos por partido y, si De Colo afloja un poco, podría ser, por qué no, digno candidato al galardón de MVP. De hecho, sabéis que si el menorquín fuese portugués y esto fútbol en vez de baloncesto, tendría a todo el madridismo secuestrado, haciendo lobby para su medallita. Gracias a dios no es el caso.

Si ante Tenerife se recuperaron sensaciones de juego, el triunfo ante PAO es importante en lo clasificatorio, antes de dos salidas sensibles esta misma semana, Barcelona y un enrachado Gran Canaria. Laso gestionó los cambios con más tino que en ocasiones previas, rectificando para evitar vías de agua. Por ejemplo, asumió a tiempo que no era la noche de Felipe y Doncic, que partieron de titulares. Luka venía de brillar ante CSKA y Tenerife, un mal día lo tiene cualquiera, pero el capitán encadena ya cinco partidos muy flojitos entre ambas competiciones. Una rara avis en un jugador tan regular, tendencia que de persistir debería llevar a Laso a plantearse el rol de Felipe en la plantilla, cambiarlo por uno parecido al de Nocioni, reservándolo para píldoras en situaciones concretas, especialmente al disponer de una pintura tan larga. No veo el sentido a alinear de titular 3 días a la semana a un jugador de 36 años con una manifiesta inferioridad física ante la mayoría de sus pares en Euroliga.

Se sufrió porque PAO es un rival de altura y porque solo Llull brilló en el Madrid, si bien salvo Felipe y Doncic todos cumplieron, algunos con mejor nota que otros. Randolph, que partió de la banca, se quitó la cara de mohíno y fue el único que acompañó al menorquín en doble dígito de anotación, además ante dos perros de presa como Singleton y Gist. Por su parte Ayón, pese a algunas lagunas en la defensa de ayudas, enseñó su versión 1.0, la previa a la renovación, cuando asistía y robaba balones, 5 y 4 respectivamente. Draper contribuyó en sus minutos a elevar el tono defensivo, Thompkins enchufó todo lo que pasó por sus manos y Rudy, recién salido de una gripe, fue decisivo atrás en las jugadas clave (tremendas sus defensas a Feldeine y Rivers en los dos últimas posesiones griegas). Carroll se fue a 24 minutos por el blackout de Doncic pero no produjo en sus guarismos habituales porque Xavi Pascual le tiene más visto que el tebeo y había aleccionado a sus tropas.

Ni siquiera se vistió de corto Taylor, descartado después de sus bochornosos minutos en el paseo ante el Tenerife. El sueco parece más desubicado que nunca, perdiendo los mismos balones que hace año y medio, y es a la vez más prescindible que nunca, con el repunte de juego de Maciulis y el step ahead de Doncic, que con su estirón veraniego juega buena parte de sus minutos como tres. Dudo que se corte a Taylor a mitad de curso, pues el dinero del salario se pagará igualmente y el mercado a estas alturas ofrece pocas opciones, ahora bien, espero un rol marginal y básicamente descarto su continuidad en verano. Hanga termina contrato y cuentan que la dirección deportiva le tiene entre ceja y ceja…