La Copa mas rústica

Enhorabuena, chavalada, tercer título de Copa en cuatro temporadas. Es el triunfo de Rudy, nombrado MVP pese al ejército de haters, también entre la prensa, que es la que lo vota. Se confirma como nuestro vellocino de oro, por si quedaban dudas, y se gana pasito a paso un espacio en la historia de la sección, ni más ni menos que lo que esperábamos cuando llegó. Ha cuajado un febrero esplendoroso, dominando en los cinco partidos importantes del mes, los tres de Copa y los de Euroliga en Kaunas y ante el Barca, con una valoración media de 26. En plan Petrovic, vaya.

Este triunfo copero viene también a justificar de pleno las tres incorporaciones de relieve del pasado verano: Ayón, Nocioni y Maciulis, el ‘trío de rústicos’, que no enamoran desde la estética ni la estadística, pero aportan el plus de competitividad que le faltaba el año pasado al equipo (Mirlo?) en partidos a cara de perro, los que deciden títulos. Primoroso verlos rebozados por el suelo por cada balón suelto, o esos cuatro taponazos (y 7 rebotes) de Nocioni, a sus 35 años y con el tobillo tocado de semifinales. Su mejor actuación de blanco en el escenario más importante, haciendo olvidar a un Felipe lastrado todo el partido por problemas de personales. Esa experiencia y carácter que aportan ‘los rústicos’ es al final lo que decanta la balanza ante un Barcelona ya sin bajas y probablemente con un punto más de talento puro.

Fue una final igualadísima, con escaso acierto exterior (tras el récord de triples del sábado), con un par de pelotas de break desaprovechadas por cada equipo, para al final jugarse el trofeo en los últimos dos minutos. Ahí emergió Chacho, que compensó la estrepitosa actuación de Llull (0/8tc para valoración -9), superado por Satoransky, una actuación que nos recuerda irremediablemente a su sonado gatillazo en Milán y deja un poco con la mosca detrás de la oreja. El principal lunar del Madrid en la Copa es el rebote, batalla perdida en los tres partidos (-8, -5 y -7), una deficencia que no es nueva este curso.

El título consolida tanto a Laso en el banquillo blanco, tras un final de 2014 que lo empujó al borde del precipicio, como la notable mejoría del equipo, que compite con criterio y corazón. El Barca, por su parte, enseña excesiva dependencia de Tomic (soberbio en la final, val40!), quedando Pleiss de figurante a precio de oro. Resulta sospechoso además que pese al nivel de ex jugador de Navarro (valoración negativa en 4 de las últimas 5 finales de Copa), Pascual prefiriese jugarse con él la recta final, sin bases natos, con Satoransky y Huertas en la banca. El techo del equipo azulgrana es alto, pasa por Hezonja y Abrines, que sin embargo tienen billete rumbo a América para más pronto que tarde, sombra que no amenaza a la columna vertebral blanca. El ahora pertenece a este Madrid rústico, que ha ganado 3 de los 4 duelos directos en lo que va de curso, incluyendo dos palizas y dos títulos.

La falacia del buenismo en el basket

Puede que a veces cortocircuite, que sea un hijo de puta, pero en todo caso es nuestro hijo de puta. Personalmente, no necesito que imparta lecciones de moral o que sea un ejemplo para mis niños. Con Garbajosa tuve suficiente. Aquello de los deportistas modelos es otra falacia del buenismo, como recordó Arbeloa la semana pasada. Por poner dos ejemplos rápidos, Garnett y Petrovic han sido dos hijos de puta en la pista y sus pósters han decorado millones de habitaciones de la chavalada. Si por el buenismo fuese, nunca hubiesen existido los Rolling Stones. Yo a Rudy le exijo por aquello por lo que le paga el Madrid, que es jugar al basket, y resulta que este curso lo está bordando, me remito al MVP de la Euroliga que probablemente reciba esta semana. No en vano es el jugador más valorado (17,2 de media) de los 48 que se han clasificado para la F4 de Milán. Eterna promesa y tal. A mí de sus exabruptos (que por cierto no son tantos ni tan graves como le atribuyen desde provincias los mismos que, por cierto, hacen la vista gorda al vergonzante flopping en filas propias) sólo me preocupan cuando le sacan del partido, como en la pachanga con público y arbitraje casero del sábado en el Palau. En realidad, dentro del propio Madrid, Rudy ni siquiera es el rey de los cortocircuitos sino Mejri, pero a él no vende tanto atizarle, «éste no nos traicionó».

Con drama sabe mejor

No fue premeditado, pues no quedaban tiempos muertos. De hecho, a punto estuvo Chacho de comerse el balón, pero lo cierto es que no pudo caer en mejores manos. Las de un Llull que, pese a un partido gris, atraviesa un idilio con el aro. Más o menos así lo narraremos en unos años. Un tiro que da un título, en el último segundo de una final y contra el Barca, ingredientes más que suficientes para acceder directamente a la iconografía histórica de la sección. El desenlace dramático a un encuentro tremendamente igualado, que el Madrid debió haber cerrado dos minutos antes, con la colaboración, todo sea dicho, de la empanada azulgrana desde el tiro libre. Apareció el Mirotic que todos queremos ver, dominante y agresivo: 17 puntos y 11 rebotes para 32 de valoración, un MVP de ley.

Rozó por momentos el galardón Rudy (19 puntos, 4/5 triples), al que condicionaron las faltas en la recta final. Que salgan ahora los que siempre le hacen de menos en la comparación con Navarro. La Bomba, 31 minutos, 1/9 tc, valoración -3. Diríamos que es un traspiés, pero resulta que es el mismo del año pasado en la misma cita (0/8tc, para val -6). Suena duro decirlo, pero cada vez resultan más un alivio sus minutos como primera opción ofensiva, en detrimento de Huertas-Tomic-Oleson. El Madrid agradeció la contribución atrás de Draper en el arreón del 3º acto, pero también echó de menos al mejor Chacho durante todo la velada (-8 en sus minutos en pista!), cuya defensa Pascual preparó esta vez a conciencia, tras la berena del Palacio. Así consiguió llevar el partido a sus guarismos y acortar la enorme distancia que mediaba entre ambos equipos hacía sólo 45 días. Quedan más batallas por venir y se antojan también duras. Sea como fuere, estamos líderes ACB invictos y con dos títulos en la vitrina. Que amanezca cuando quiera, que esta noche los madridistas estamos de fiesta.

Pornografía baloncestística

Es que ya no es el 30-0, es el cómo, con la chorra, asombrando a Europa casi todas las semanas. Por ejemplo, metiendo 41 puntos en un cuarto a un equipo de Pesic. camino de 111, la anotación más alta en Euroliga desde noviembre de 2007. Fue pornográfico y tuve la suerte de vivirlo en directo, de disfrutar de la comunión equipo-afición, que por la tele desde Moscú no se percibe igual. Detalles. La gente de pie para despedir a Draper, para reconocer su contribución clave a ese tercer cuarto de ensueño, pese a que no metió ni un punto en 11 minutos. Y todo este sarao ante un Bayern Munich dignísimo (14/28 triples!), que venía con balance 2-0, que llegó empate al descanso y al que veo opciones reales de colarse en cuartos.

Por cierto, creo firmemente que Rudy va a ser elegido MVP de la Euroliga esta temporada. Su partido fue soberbio, y van unos cuantos. Amplios sectores de dos de los tres grupos que votan el premio MVP de la ACB, aficionados y periodistas, le tienen cruzado por X o por Y. Pero fuera de nuestras fronteras, por mucho que una revista francesa de tres al cuarto se empeñe en lo contrario, sólo ven baloncesto y Rudy es, manque pese, el mejor del mejor equipo. Si el Madrid se mete en la F4, momento hasta donde contabiliza el MVP, nuestro Rudolf bien debería recibir el galardón.

Milán, nos vemos en 5 meses

Hablamos la semana pasada de la versión 2.0 de Rudy en el Madrid, haciendo mejor al equipo sin forzar estadística, cediendo a Mirlo el testigo imaginario de jugador franquicia. Pues así, a la chita callando, con menos titulares y tiros de campo por partido que el curso pasado, el mallorquín está firmando una primera fase de Euroliga estratosférica, siendo ya el jugador blanco más valorado (20 de media), por encima incluso de Mirotic (19). Si no fuese por lo mal que cae también entre muchos periodistas, diría que es claro candidato al MVP, una puja en la que por ahora, dados los resultados colectivos, estarían también Spanoulis, Bogdanovic y Mirotic.

Con 16 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias para valoración 26, Rudy lideró la victoria en Milán con la que el Madrid se asegura matemáticamente el liderato del grupo y se queda a un solo encuentro comprometido (el de Estambul la última jornada) de firmar el pleno en la primera fase de Euroliga. Un pleno, por cierto, del que también va camino Olympiakos, reiventado un año más alrededor de Spanoulis pese a importantes bajas en verano (Papanikolau, Hines, Shermadini o Antic). El partido de Milán fue un poco como el de Bamberg pero al revés, el marcador no refleja el desarrollo del encuentro, que el Madrid dominó con notable superioridad: 14 arriba al descanso y 17 al final del tercer cuarto. Los italianos, con la obligación moral ante su público, no bajaron los brazos, dejando la diferencia final en sólo 7.

Como ya es costumbre, Chacho lideró la escapada en el segundo acto. Digna de mención también la actuación de Llull, sólido en ambos lados de la pista, aportando 7 asistencias y dejando a Keith Langford en 1/8 tiros de campo. El Madrid notó la baja por lesión de Bourousis, sin su concurso el equipo pierde un recurso ofensivo en la pintura y eso que los americanos llaman IQ, inteligencia en pista (la que no posee Mejri). Se notó especialmente su baja por el flojo partido de Felipe y Mirotic. Sí cumplió Mejri, titular en Euroliga por primera vez en su carrera: 10 puntos, 7 rebotes y 4 tapones en sólo 13 minutos en pista. Claro que también perdió 4 balones y cometió alguna falta tonta.

Paradojas del calendario, el Madrid juega mañana en Tenerife su cuarto partido seguido fuera de casa. Por cierto, que el equipo lleva 18 victorias consecutivas en encuentros oficiales, está a sólo cinco del récord de la sección, que estableció en 1960 dirigido por Ferrándiz. El partido para igualar el récord (23) lo jugaríamos en Valencia el 22 de diciembre…

Tiempo de rotaciones

Laso reservó el domingo a Rudy con buen criterio. Dado un calendario de 75-80 partidos entre todas las competiciones, su importancia en el equipo y la fragilidad de su espalda, no está de más guardarle en los 5-10 partidos ACB en casa más cómodos. Claro que puestos a darle descanso, preferiría que no se vistiese de corto. Lógicamente el equipo perdió algo de fluidez sin Rudy, pero igual se bastó y se sobró para enjuagar a un Bilbao en horas bajas (colista ACB con balance 0-4). Mirotic levantó el pie del acelerador en su carrera al MVP, pero los Sergios sumaron 29 puntos-17 asistencias y Felipe-Bourousis otros 23 puntos-20 rebotes. Más que suficiente. 

Me gustaron bastante los minutos de Dani Díez, cuando todavía contaban, y eché en falta más tiempo en pista de Mejri. Pese a momentos de empanada, se ganó por 17 y se volvió a superar los 90 puntos. En los 9 partidos oficiales de temporada, todos victoria, el Madrid promedia 92.1 puntos, el equipo más anotador de Europa. A lo bueno se acostumbra uno en seguida, pero merece la pena detenerse de vez en cuando un minuto para valorar dónde estamos teniendo en cuenta de dónde venimos. Empiezan a sonar comparaciones con el Maccabi de Parker-Saras-Vujcic. A todo esto, el Barcelona pierde en el Palau contra Nanterre y pasa las de Caín contra el Gipuzkoa. Jason Robinson le pintó la cara a Papanikolau en duelo directo, enchufó 26 puntos por 0 del heleno. El descartado Joe Ingles, que cobraba un tercio que Papa, promedia valoración 25 en Euroliga.

El viernes pasó por el Palacio CAM el AJMilán, un equipo deshilvanado pero con bastante talento en la línea exterior (su pintura está desierta tras la salida de Bou). Vino a dar igual, Mirlo y Rudy no concedieron opción. Por cierto, alguno hizo de menos al Brose para justificar la abultada victoria de la semana pasada. Pues ahí tenéis a los alemanes, se cepillaron al Efes y nos despejan el camino (si es que hace falta) al primer puesto del grupo. Se barrunta otra semana relajadita, propicia para seguir con rotaciones: Estrasburgo y Manresa.