Estrena el Madrid curso ACB con una victoria relativamente cómoda, deslucida en lo ofensivo (70 puntos, 37% tiros de campo), pero igual interesante, en tanto que enseña alternativas. Los fichajes han configurado una plantilla menos fina, pero a primera vista más amplia, experimentada y rocosa. Parafraeando al Chapu: «En este sistema yo soy un rústico». Sirva como prueba del repris defensivo esos míseros 2 puntos en que dejamos a Granca en el tercer cuarto, después de una primera parte relajadita atrás. Buena culpa tuvo Ayón (11 puntos, 13 rebotes), que aporta muchísimo en ambos tableros. El mexicano parece confirmarse como cuatro titular, empujando a Nocioni a partir desde la banca y a jugar parte de sus minutos como alero. Nada que objetar, el tipo de licencias que permite una plantilla con tanto jugador versátil. Ayón fue el mejor junto a Bourousis (14 puntos y 7 rebotes en sólo 16 minutos), que brilla en los partidos que requieren mancharse en el barro. Entre ambos eclipsaron al resto de interiores… de ambos equipos.
No fue el día del juego exterior. Llull, desacertado (2/9tc) tras una pretemporada de campanillas, jugó prácticamente todos sus minutos de escolta por la baja de Rudy. Base titular fue Chacho, que cumplió sin nota. Campazzo contó con 13 minutos en pista y volvió a dejar destellos esperanzadores: pasando los bloqueos por en medio, rompiendo eléctrico hacia el aro y doblando buenos pases. Desapercibidos Rivers y Maciulis, trabajo de intendencia. A Carroll (que ayer ni fú ni fá) le volvieron a poner un tapón humillante en el triple, algo que se está convirtiendo en rutina. En fin, una victoria que no pasará a la historia, pero que enseña una vía diferente para cuando la carretera se empine.
Posdata: Buenas nuevas de nuestros chavales cedidos. Dani Díez firmó 18 puntos y 7 rebotes (4 de 4 triples) y Willy Hernandomez 16 puntos y 8 rebotes. Es el año del step ahead.






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