In Luka we trust

luka.pngNo hacía ni tres días que había firmado su peor partido de la temporada, apocopado en Estambul: valoración -3 en 16 minutos y superado por la responsabilidad, doble tara en un base. Por eso, si algún interés para el Madrid tenía un encuentro de trámite como la visita de Fuenlabrada, era darle tiempo en pista y balón en las manos al chaval para que recuperase sensaciones, para sentir la confianza ciega del cuerpo técnico (y el cariño de la afición). Imaginamos por cierto que para gestionar situaciones como estas, entre otros motivos, eligió la sección de técnico asistente a Paco Redondo, que trabajase con el chaval ya desde categorías inferiores. Una voz familiar para cuando viniesen curvas.

Como Doncic va sobrado, más aún en ACB y ante un rival así, su ‘recuperar sensaciones’ lo convirtió en una exhibición, su mejor actuación como profesional, con 23 puntos, 11 asistencias y 4 rebotes para valoración 34, batiendo un rosario de récords de precocidad en la liga española, que al caso son lo de menos. Bien por cierto Laso dando minutada (34) al chaval, que la necesitaba, y dando a cambio descanso a Llull (7), que habrá jodido a muchos el equipo supermanager pero que le viene a pelo un domingo de asueto. También ‘descansaron’ Ayón y Randolph, 14 y 10 minutos respectivamente. La siguiente meta para Doncic es exportar sensaciones a Euroliga, donde promedia valoración 1 en los últimos 4 compromisos. La visita de Zalguiris el jueves con la baja de Draper parece cita propicia.

Las siete vidas de Felipe Reyes

felipe.pngLe hemos enterrado varias veces, en baches de forma más o menos largos, que en los 12 años y medio que lleva de blanco los ha tenido, faltaría más. Sin ir más lejos, este que firma dudó de su continuidad en la élite europea durante su declive en las dos temporadas de Messina. Inocente de mí. Llegó Laso y Felipe volvió a ser un factor. Con el tiempo uno ya aprende a no dudar. Termina contrato en verano y doy por hecho que continuará, porque su nivel lo justifica y por su calidad de cupo nacional, de los que el Madrid va a empezar a estar apurado. Se retirará cuando toque, y lo hará de blanco, pero nunca osaré darle por acabado.

Durante mucho tiempo Reyes era mejor jugador cada año, incorporando nuevas herramientas a su repertorio, limitadísimo cuando fichó allá por el verano de 2004. Esa línea ascendente ya quedó atrás, por una simple cuestión de edad y físico, pero su declive está siendo digno y sostenido, ofreciendo todavía un rendimiento muy útil al equipo desde un rol secundario. Todo lo contrario que otros compañeros de la generación de oro, como Raúl López, ya retirado, o Juan Carlos Navarro, estirando el chicle de la selección y relegado a la intrascendencia en el Barca.

Felipe firmó cinco partidos muy flojetes a comienzos de mes, pero ha remontado el vuelo en los tres últimos hasta ser el mejor en la visita del Unics Kazán, valoración 24 en 18 minutos, castigando a una de sus víctimas históricamente preferidas, Marko Banic. Los pocos detractores del capitán alegan que infla estadística en encuentros como local y ante rivales de poca enjundia, lo cual es cierto, para qué negarlo, sus limitaciones físicas son ya un hándicap frente a los grandes de Europa. Digamos que le va a meter pocas canastas al poste a Udoh. Pero tampoco lo vería como un defecto, alguien tiene que tirar del carro en los duelos sin glamour, porque si toda la plantilla mostrase la apatía de prima donna que enseñan algunos los partidos no saldrían adelante. Menos en esta Euroliga, que hasta un Kazán te sale contestón. Por eso la constancia de Felipe, su hambre de estadística bien entendida, es un valor y no un defecto.

Y hablando de hambre estadística, quizá Llull me leyó lo de su candidatura al MVP Euroliga y se lo ha tomado por el lado equivocado. Ayer se le fue la mano con los tiros de campo (4/17) y llevaba un rebote notable cuando se sentó a 2 minutos del final, con el marcador completamente decidido. Me recordó un poquito a cierto delantero portugués, que gane o pierda su equipo se sienta enfadado si no ha metido ‘su golito, y me entraron temblores fríos. Llull es nuestro jugador franquicia y está en plena forma, pero no es el Madrid con la plantilla más larga de su historia un grupo ni de lejos diseñado para que un jugador se casque 17 tiros de campo.

En otro orden de cosas, Laso castigó de nuevo a Ayón, que se quedó en 12 minutos por hacer otra vez all-star al pívot rival, en este caso el bielorruso Parajuski, que de todas formas debe tener mal agente para no militar a estas alturas en un equipo de mayor lustre. Y de postre Randolph, que sí cuajó una actuación digna, pero que incomprensiblemente se calentó más de la cuenta con Marko Banic en la última jugada, después de un partido de guante blanco. Todos los compañeros salieron a calmarle, de lo que deduje que no debe ser la primera vez que le ven cruzársele los cables. Tiene un carácter raruno, con días mohíno y otros ausente, que te puede salpicar con trifulcas sin mayor mediación como la de ayer. Habrá que mimarle, que su karma marca el techo de este equipo.

El Chapu como ejemplo

Después del maracanazo del Palau, ganar en Gran Canaria por solo 8 y anotando 76 igual puede saber a poco, pero no deja de ser una de las salidas más exigentes del calendario ACB, que venían además los insulares de recuperar el pulso, con cuatro victorias seguidas. Cierra el Madrid así su semana fantástica, con cuatro triunfos de quilates e importancia clasificatoria, la más sufrida ante Panathinaikos, que tiene mucho veterano con la mili hecha, empezando por el entrenador. Aunque para boina verde Chapu, cuya renovación a la baja (cobra este año la mitad que el pasado, unos 800k) pudo despertar alguna duda en verano por aquello de la edad, pero se está demostrando un acierto directivo y no un plan de prejubilación.

De repente y antes de lo esperado ha elevado de forma sensible su nivel de juego. Un lujo a dosificar en el fondo del interminable armario que es la pintura del Madrid este año, ya decíamos a comienzo de curso, la mejor que ha visto la sección. Nocioni decantó el partido en Granca con 4 triples, adornados con 7 rebotes. Primoroso verle rebozarse por el parquet con cada balón suelto a sus 36 palos, 37 a final de mes… reserva espiritual del madridismo. Ojalá contagiase a Rudy un poco de su entusiasmo.

Curiosamente se ganó el duelo atrás el día que faltaron dos de los mejores argumentos defensivos de la plantilla, Othello y Draper. Dejó el Madrid a los insulares 18 puntos por debajo de su media del curso, una demostración de compromiso y concentración dignos de halago siendo ACB, a domicilio y tras semejante semana de pasión. Randoph, eso sí, se tomó la tarde libre (valoración negativa en 15 minutos) y Jaycee pareció jugar aún de amarillo (-9 el equipo en sus minutos en pista). Pero no importó porque fue un duelo de mínimos, tan igualado como feo de ver, 38% de dos el Madrid. Laso concedió 18 minutos a Taylor, al que destacó en sus declaraciones postpartido por su defensa en el último cuarto. Qué bajo debe estar ya el listón con el sueco si se le destaca por cumplir mínimamente atrás, en otra velada de faltas innecesarias y tiros libres marrados.

Se viene una semana para descomprimir, con Kazán y Manresa en el Palacio, para dar descanso a los titulares y minutos a Doncic y Thompkins, que de aquí al jueves esperamos se haya recuperado del costalazo ante PAO.

Llullsistema

Un victoria sufrida pero de las que dejan buen sabor de boca, ante un rival de quilates, Panathinaikos, una de las plantillas más reforzadas de Europa en verano, que exigió una buena versión al Madrid. Un partido de poder a poder, igualado hasta el último minuto y que decantó Llull con su récord anotador en la Euroliga. 30 puntos en 11 canastas de todos los colores, una de ellas clave, con personal, a 50 segundos del final y marcador igualado. Promedia más de 20 puntos por partido y, si De Colo afloja un poco, podría ser, por qué no, digno candidato al galardón de MVP. De hecho, sabéis que si el menorquín fuese portugués y esto fútbol en vez de baloncesto, tendría a todo el madridismo secuestrado, haciendo lobby para su medallita. Gracias a dios no es el caso.

Si ante Tenerife se recuperaron sensaciones de juego, el triunfo ante PAO es importante en lo clasificatorio, antes de dos salidas sensibles esta misma semana, Barcelona y un enrachado Gran Canaria. Laso gestionó los cambios con más tino que en ocasiones previas, rectificando para evitar vías de agua. Por ejemplo, asumió a tiempo que no era la noche de Felipe y Doncic, que partieron de titulares. Luka venía de brillar ante CSKA y Tenerife, un mal día lo tiene cualquiera, pero el capitán encadena ya cinco partidos muy flojitos entre ambas competiciones. Una rara avis en un jugador tan regular, tendencia que de persistir debería llevar a Laso a plantearse el rol de Felipe en la plantilla, cambiarlo por uno parecido al de Nocioni, reservándolo para píldoras en situaciones concretas, especialmente al disponer de una pintura tan larga. No veo el sentido a alinear de titular 3 días a la semana a un jugador de 36 años con una manifiesta inferioridad física ante la mayoría de sus pares en Euroliga.

Se sufrió porque PAO es un rival de altura y porque solo Llull brilló en el Madrid, si bien salvo Felipe y Doncic todos cumplieron, algunos con mejor nota que otros. Randolph, que partió de la banca, se quitó la cara de mohíno y fue el único que acompañó al menorquín en doble dígito de anotación, además ante dos perros de presa como Singleton y Gist. Por su parte Ayón, pese a algunas lagunas en la defensa de ayudas, enseñó su versión 1.0, la previa a la renovación, cuando asistía y robaba balones, 5 y 4 respectivamente. Draper contribuyó en sus minutos a elevar el tono defensivo, Thompkins enchufó todo lo que pasó por sus manos y Rudy, recién salido de una gripe, fue decisivo atrás en las jugadas clave (tremendas sus defensas a Feldeine y Rivers en los dos últimas posesiones griegas). Carroll se fue a 24 minutos por el blackout de Doncic pero no produjo en sus guarismos habituales porque Xavi Pascual le tiene más visto que el tebeo y había aleccionado a sus tropas.

Ni siquiera se vistió de corto Taylor, descartado después de sus bochornosos minutos en el paseo ante el Tenerife. El sueco parece más desubicado que nunca, perdiendo los mismos balones que hace año y medio, y es a la vez más prescindible que nunca, con el repunte de juego de Maciulis y el step ahead de Doncic, que con su estirón veraniego juega buena parte de sus minutos como tres. Dudo que se corte a Taylor a mitad de curso, pues el dinero del salario se pagará igualmente y el mercado a estas alturas ofrece pocas opciones, ahora bien, espero un rol marginal y básicamente descarto su continuidad en verano. Hanga termina contrato y cuentan que la dirección deportiva le tiene entre ceja y ceja…

Cura de humildad

Y de repente, tras varias semanas de ver crecer al equipo y empezar a creérnoslo, viene Baskonia y baja al Madrid de la nube de un guantazo, el tipo de derrota como local con la que en principio no cuentas al mirar el calendario, pero bien merecida en la cancha. Especialmente con una primera mitad horrenda, sin el más mínimo rigor defensivo, consintiendo 11/12 tiros de dos en el primer cuarto, bajo el aro en su mayoría. Tampoco es ya nuevo lo de salir relajaditos, dejar escaparse al rival para luego alcanzarle, contando con que 40 minutos son molto longo en el Palacio. Enjuagaron los blancos una desventaja de 17 y hasta 8 arriba se llegaron a poner en el último cuarto (81-73), pero la recta final fue un despropósito, repleta de fallos de los jugadores (en ambos aros) y con una discreta gestión de Laso, que mareó a los interiores con un innecesario carrusel de sustituciones y sentó a Doncic cuando estaba en vena. El muchacho fue el mejor del equipo (val. 24), a lo que nos deberíamos ir ya acostumbrando, el primero el coach, que no se atrevió a darle el timón en el desenlace (como sí hacía con Chacho), pese a ser el más clarividente de la noche con el balón en las manos, especialmente con Llull cenizo

Tres jugadores se encuentran más fuera de la rotación que dentro cuando empiezan las primeras rampas, y el problema es que dos de ellos comparten puesto, Maciulis y Taylor. El tercero es Thompkins, que está donde estaba el curso pasado a estas alturas, es decir, sin confianza ni propia ni del técnico, pero con el añadido de un Randolph por delante en la rotación. La temporada es larga y aún puede reengancharse para aportar, como demostró en mayo-junio, pero necesita como agua de mayo tiempo en pista en ACB para coger confianza, es difícil entrar en dinámica jugando 10 minutos por semana ante vitorinos Euroliga.

Ni nos acordaríamos de estos tres si Llull siguiese tocado por los ángeles, compensando desajustes colectivos de asistencia en triplazo. Pero ha perdido el karma de repente, lleva 17 triples fallados de forma consecutiva y ese desacierto al final afecta a su confianza en la dirección y a las decisiones con el balón en las manos, evidente en la recta final ante Baskonia. Una cuestión de confianza pero también física, un dispendio esos 31 minutos que promedia en Euroliga ya a estas alturas de curso. Minutos que se echan de menos de otro de los jugadores franquicia, al menos según su nuevo salario, Ayón. No llegó ni a 15, pese a su buen rendimiento en ataque, con 16 puntos, tan resolutivo como de costumbre en las continuaciones, eso sí, tan blando atrás como desde que dio el pelotazo.

El otro llamado a tomar las riendas sería Rudy, del que sinceramente cada vez espero menos. Fue una velada europea a cara de perro en casa, con el público caliente y el marcador apretado, del tipo que antes le ponían cachondo, en las que sacaba su mejor versión, pero ni apareció, ya no por desacierto sino por omisión. 25 minutos de intrascendencia aburguesada, de tiritos de media y larga distancia dejándose caer, destellos de prima dona venida a menos. Una versión Corbacho de la que lamentablemente hace algún tiempo que venimos ya hablando, un declive proporcional a su creciente alergia a la zona. Tendrá días más lustrosos, claro, de hecho este curso ya los ha tenido, según le entren los lanzamientos a corriente alterna, pero no tira ni mucho menos tan bien como para marcar diferencias haciendo solo eso. De justificar salario ya ni hablamos.

Vuelve la navaja suiza

Las piezas van encajando en el puzzle de Laso y las victorias empiezan a caer como fruta madura, seis seguidas ya, si contamos la de Oklahoma, y que sin ser palizas de marcador sí dejan cierta sensación de suficiencia. La penúltima el domingo ante el contestón Murcia de Campazzo, convertido en un valioso activo del club en la recámara. 18pts y 14as en el Palacio, 20pts y 11as ayer en Múnich en Eurocup, y así todo… La jugada de renovarle en verano para mantener sus derechos fue una genialidad.

La prueba del algodón del buen comienzo de curso blanco era la visita a Maccabi, el equipo más reforzado de la Euroliga este verano, y que el Madrid pasa con solvencia. No hizo falta de ningún alarde individual, de hecho Llull se ausentó de su idilio con el aro marrando los 8 triples que lanzó (eso sí, repartió 11 asistencias) y el chaval Doncic enseñó su versión más sobria, no intentó ni un solo tiro de campo en 16 minutos en pista. Ahora bien, sus dos últimos actuaciones ACB, Valencia y Murcia, son para ilusionar, val 35 en 25 minutos y algunas delicatessen técnicas por el camino. Los títulos de mayor progresión, mejor sexto hombre y mejor joven de la temporada nunca tuvieron un dueño tan claro a alturas de la cuarta jornada.

Donde marca diferencias este Madrid es en la profundidad de banquillo y la variedad de recursos, aquello de la navaja suiza. Ayón, por ejemplo, muy solo en la pintura el curso pasado, se está dejando llevar en el comienzo de temporada, regulando esfuerzo, sobre todo atrás (o eso queremos pensar). En Israel firmó un señor primer cuarto, antes de ceder la batuta a Othello, el mejor en el segundo (val14 en 10mins), pero que apenas volvió a pista después, ni falta que hizo. Felipe, que al contrario de lo habitual jugó mejor de lo que dice la estadística, cortó con un 3+1 el arreón local tras el descanso. Rudy y Caroll lideraron la anotación en la segunda mitad (34 puntos entre ambos) y Randolph emergió como factor en la recta final. Su adaptación no está aún completa pero marcha más avanzada de lo que suponíamos a estas alturas, el equipo le busca en ataque de vez en cuando y él aporta en todos los rubros, por ejemplo el domingo colocó 4 tapones. Muchos nombres, que implican demasiados frentes abiertos para casi cualquier rival de Europa, a día de hoy, solo veo a CSKA a este nivel.