Pulso débil, pero pulso

El Madrid vuelve a tener constantes vitales, tras varias semanas en la UCI que habían dejado a Laso al borde del despido. El pulso es aún débil, pero al menos hay pulso, lo mostró el equipo en el partido más importante de lo que va de temporada, ante un Efes correoso, con el primer puesto del grupo en juego, que sirve para tener un gallo en vez de dos en el corral del top16, lo cual no es asunto baladí. La defensa sigue siendo el talón de Aquiles. Nos colaron 25 puntos en el 1º cuarto sin necesidad de un solo tiro forzado y en el 2º hicimos all-star a Klicic (5/5tc), ese chaval que sólo había metido dos canastas en toda la temporada.

Ahora bien, el grupo mostró, esta vez sí, compromiso y constancia acorde a la relevancia de la cita. En esas aparecen siempre Bourousis y Rudy. Inmenso el griego, valoración 31, que vuelve por los fueros del curso pasado: pereza en las etapas llanas y demarrando cuando vienen rampas. Rodolfo firmó su primer gran partido tras la lesión. El equipo le necesitaba como el comer, también mentalmente, su liderazgo, su mala hostia y su alergia a la derrota. Dio la cara, forzando faltas y asistiendo cuando al comienzo no le entraron los tiros, y desangrando a los turcos cuando por fin vio aro.

Me gustó la paciencia del equipo en ataque, circulando hasta encontrar el desajuste, receta que propició ventajas para Ayón y Felipe, que entre ambos firmaron un 10 de 12 de campo. Las casualidades no existen. Muy apreciada también la ‘reaparición’ de Rivers, 10 puntos en el segundo cuarto, y el momento Carroll, que propició la escapada buena.

Sin embargo, no todos los síntomas invitan al optimismo. Laso parece haber puesto una cruz a Maciulis, que sólo ha jugado 13 minutos entre los dos últimos partidos. No es un alero titular de ensueño, eso ya lo sabíamos, pero igual puede dar juego. Si contamos con que a Mejri se le ha salido la cadena y Slaughter está para agitar la toalla, la plantilla de 13 se nos queda en 10. Por cierto, hablando de Masacre, parece que salvo milagro navideño in extremos nos le comemos (es decir, su salario de 800k) hasta final de curso. Maccabi se ha olido el timo y se ha echado atrás a última hora. Con su continuidad, el posible fichaje de Erceg (que sospechosamente no jugó ni un minuto ayer) queda en un sueño de verano. Somos los que estamos.

Un Madrid más "rústico"

Estrena el Madrid curso ACB con una victoria relativamente cómoda, deslucida en lo ofensivo (70 puntos, 37% tiros de campo), pero igual interesante, en tanto que enseña alternativas. Los fichajes han configurado una plantilla menos fina, pero a primera vista más amplia, experimentada y rocosa. Parafraeando al Chapu: «En este sistema yo soy un rústico». Sirva como prueba del repris defensivo esos míseros 2 puntos en que dejamos a Granca en el tercer cuarto, después de una primera parte relajadita atrás. Buena culpa tuvo Ayón (11 puntos, 13 rebotes), que aporta muchísimo en ambos tableros. El mexicano parece confirmarse como cuatro titular, empujando a Nocioni a partir desde la banca y a jugar parte de sus minutos como alero. Nada que objetar, el tipo de licencias que permite una plantilla con tanto jugador versátil. Ayón fue el mejor junto a Bourousis (14 puntos y 7 rebotes en sólo 16 minutos), que brilla en los partidos que requieren mancharse en el barro. Entre ambos eclipsaron al resto de interiores… de ambos equipos. 

No fue el día del juego exterior. Llull, desacertado (2/9tc) tras una pretemporada de campanillas, jugó prácticamente todos sus minutos de escolta por la baja de Rudy. Base titular fue Chacho, que cumplió sin nota. 
Campazzo contó con 13 minutos en pista y volvió a dejar destellos esperanzadores: pasando los bloqueos por en medio, rompiendo eléctrico hacia el aro y doblando buenos pases. Desapercibidos Rivers y Maciulis, trabajo de intendencia. A Carroll (que ayer ni fú ni fá) le volvieron a poner un tapón humillante en el triple, algo que se está convirtiendo en rutina. En fin, una victoria que no pasará a la historia, pero que enseña una vía diferente para cuando la carretera se empine.

Posdata: Buenas nuevas de nuestros chavales cedidos. Dani Díez firmó 18 puntos y 7 rebotes (4 de 4 triples) y Willy Hernandomez 16 puntos y 8 rebotes. Es el año del step ahead.

Una Supercopa para renovar la ilusión

Gran victoria del Madrid en la Supercopa (3ª consecutiva) para arrancar la temporada con buen pie. Un balón de oxígeno para Laso, que compra crédito hasta por lo menos la Copa del Rey. Pese a los cambios en a plantilla, las señas de identidad del equipo siguen intactas: ritmo ofensivo alto (99 puntos), dependencia del juego exterior (Sergios+Rudy) e intensidad defensiva. En este último punto (y en el rebote) es en el que más aportan las nuevas caras. Ni si quiera se sufrió en la final contra el Barca, gracias en buena parte a la soberbia actuación de Llull, que atraviesa un estado de forma exuberante. Al menorquín hay que quererle por lo que es, un base top, si bien bastante irregular. Igual que no metió ni un punto en la final de la Euroliga, media Supercopa se la debemos a él, igual que los dos últimos títulos de Copa. El baño hoy a Huertas y Satoransky ha sido antológico, no sólo por su acierto, sino por su interpretación del juego (5 asistencias), sus cambios de ritmo, su selección de tiro (¡9 de 11!), su lectura de las ventajas… Todo ello en sólo 20 minutos en pista, y es que a veces menos es más. Olvídense de sus minutadas de treintaitantos del curso pasado. Aquí sale a relucir una de las principales virtudes de la plantilla este curso, la extensión. Alternativas desde el banquillo significan minutos más repartidos y jugadores clave frescos en los finales de partido.

Rudy no le va a la zaga, ha rayado a gran nivel en ambos partidos: el más valorado del torneo con 43. Chacho, con 7 asistencias desde la banca, ha mostrado mejoría, antes incluso de lo que esperábamos. El sacrificado ha sido lógicamente Campazzo, que como tercer base le corresponderán pocos minutos en las finales. Bourousis no está físicamente (3 rebotes en 25 minutos), pero ha sacado a relucir toda su clase en ataque (17 puntos), como siempre cuando nos jugamos algo y ante rivales de entidad. Este no es sospechoso de inflar estadística los domingos por la mañana ante rivales de baja estofa, más bien al contrario. Su gran partido, unido a la sólida aportación de Ayón, ha limitado a la mínima expresión los minutos en pista de Mejri, que ha salido de titular y se ha visto muy superado por Tomic. En los exteriores, KC Rivers brilló de menos a más, dejando destellos de mucha clase en el último cuarto, en el que anotó 11 puntos. No ha sido el día de Maciulis, relegado a una labor muy gris (sólo 1 tiro de campo intentado en 16 minutos), si bien ha contribuido al buen nivel defensivo general. En este caso, y sin que sirva de precedente, se puede decir lo mismo de Carroll, que se ha emparejado con Satoransky, al que ha mantenido bajo control.

El Barca sigue dependiendo de la conexión Tomic-Huertas, si bien se nota la presencia de Ayón en la defensa de situaciones de 2×2. Thomas ha enseñado detalles interesantes, pero a Navarro le caen los años como losas. Satoransky, por su parte, se ha llevado una lección de baloncesto de Llull y en menor medida de Chacho. Barcelona no es Sevilla, donde su estadística importaba igual o más que las victorias. Doellman es muy bueno, pero debe definir aún su rol en semejante plantillón (1º, 2º, o 3º espada). Lo mismo que Pleiss, pero en su caso no es tan bueno, y si Lampe se confirma a este nivel, le corresponden pocos minutos. En fin, ha sido sólo el primero de los duelos en la cumbre entre estos equipos que nos esperan este curso, pero las sensaciones son muy buenas para el Madrid.

A flote desde la defensa

Nos mantenemos a flote y recuperamos parcialmente sensaciones, sobre todo atrás, dejando en 30 puntos al descanso a un Barca que salió con los deberes hechos y actitud de domingueo. Eso, o que este es su nivel real, más que el del atípico jueves de puertas abiertas que brindamos. Sea como fuera, si el Madrid defiende como ayer creo que la serie debería regresar y decidirse en el Palacio. Antes de entrar en detalles, y aunque le demos caña a menudo, destacar el esfuerzo y compromiso de Laso ayer, por el simple hecho de estar en la banca pese a una rotura en el talón de Aquiles, imagino que con notable dolor (hoy domingo pasa por el quirófano).

Ya en lo deportivo, Rudy volvió a rayar a nivel superstar (17pts, 5rebs, 3as), pese a problemas en un tobillo y también de personales. Dejó para la galería un par de acciones de putoamo, hasta sus haters saben a estas altura que el MVP será suyo si el título es blanco. También lucieron ayer Chacho, en su versión que más nos gusta, la de director (8as), y Darden, que le tiene cogida la medida a Papanikolau (12pts). Llull, que contó con menos minutos que de costumbre, pasó de nuevo desapercibido, pero el exterior más flojito volvió a ser Carroll, humillado por Oleson de mala manera en ambos lados de la pista. Aún así, le correspondieron 17 minutazos, la tarifa Laso-Herreros.

Los interiores blancos se zamparon esta vez sí a los azulgrana (57 a 13 en valoración), pese a un nuevo partido de Mirlo en el diván. Menuda posible despedida del Palacio… Laso ha cedido finalmente ante la evidencia, Mejri se merece un puesto en la rotación en detrimento de su colega Slaughter. Tercer partido consecutivo en que destaca el tunecino, aportando intimidación atrás como pocos pueden en Europa y sumando también en ataque, principalmente en conexión con Chacho. Mejri se repartió a pachas los minutos de pívot con Bourousis (val23), algo irregular últimamente, pero que ayer le ganó el duelo a Tomic por KO técnico.

"En caso de duda, dásela a un Sergio"

Lo primero es un mensaje tranquilizador, «no os pongáis histéricas, putitas», que diría nuestro Turpin. Hicimos 2 de 5 tiros libres en el minuto final (el último de Llull a posta no lo cuento) y perdimos por la mínima en pista del campeón de Europa. Quedan dos strikes, uno en el Palacio imbatido. En cuanto al futuro de la serie, sigo viendo el vaso medio lleno. Ahora bien, el segundo mensaje debe ser de autocrítica. Hoy toca atizar a Laso, un poco superado por las circunstancias. Sabemos que es mejor motivador que gestor de partidos, ayer se le notó. No entiendo lo de ordenar falta en vez de defender, con el marcador empatado y diez segundos por jugar. Si hubiésemos forzado que recibiesen Simmons o Dunston tras saque de banda, pues vale. ¿Pero así? ¿indiscriminadamente? No entiendo. Defiendes y lo ganas en la prórroga. El cagómetro disparó sus niveles, miedo a que te hagan el póster de la canasta sobre la bocina. Pero es que, oiga, al final esas son estadísticamente minoría. Que Sloukas (84% y nervios de acero) te meta los dos tiros libres, eso es lo estadísticamente probable.

Por otra parte, Bourousis, que venía de ser el mejor el jueves, cuando firmó 7/10 tiros de campo para 19pts, no dispuso ayer ni de un mísero tiro de dos en todo el partido. Faltan balones al poste a poco que nos aprietan, nos volvemos previsibles. Vale que los locales defendieron como mastines las líneas de pase y que los árbitros (Lamónica es ETA) permitieron un nivel de contacto altísimo en la zona helena, pero esas circunstancias, previsibles, se palian con buenos sistemas. Miren como a Tomic nunca le faltan balones en el Barca, llueve o granice. El problema es que no hay esos sistemas o están poco trabajados, porque ya se sabe que cuando la cosa se pone fea Laso lo fía todo a los Sergios (¡29 tiros de campo ayer!). Daría igual que fichásemos a Olajuwon con 25 años, al final se nos ven las costuras. También pinchamos en la pintura atrás. Seguimos haciendo all-stars a pívots limitados. Si Alex Tyus (Maccabi) nos hizo 9 de 9 tiros de campo el mes pasado, ayer consentimos 9 de 10 a su clon, Dunston, supercachas 2.03m que define pero con nulos recursos en 1×1. Slaughter se cascó un cuarto de hora en pista pero ni le vio.

En el lado positivo, destacar la labor de Rudy, de nuevo en su versión de las grandes citas. 18 puntos, todos en canastas de gran mérito. También brillaron los Sergios, que mantuvieron el barco a flote en el último cuarto. Valiosa, esta vez sí, la brega de Felipe, pero estuvo muy solo en la pintura. Mejri debe aprender a modular su temperamento en la tormenta. Se calienta y cortocircuita, así nos resulta de utilidad relativa. Slaughter lleva semanas missing, ayer no fue excepción. Bourousis no rascó bola y a Mirotic le faltó carácter. Una nueva actuación flojita en escenario adverso, no es noticia. Por último Carroll no está ni cerca del ritmo que requiere un partido así. 

El Madrid tiene a su propio Spanoulis

Durante algunos minutos del segundo cuarto nos entró un poco de miedo escénico, reconozcámoslo, a nosotros, los espectadores, pareciese un deja vu de la final de Londres, con el Madrid bordando el inicio pero Olympiakos subiéndose por momentos a las barbas de la mano de Spanoulis, porque 40 minutos contra el campeón de Europa son muchos minutos. Pero este año somos más equipo, y cuando los helenos igualaron el marcador no nos descompusimos, al contrario. Un pequeño arreón al final del segundo cuarto nos devolvió a la pista de baile y después Rudy, que desató la tormenta perfecta en la reanudación, cuajando unos estratosféricos minutos de baloncesto en el tercer parcial.

Sí, Olympiakos tiene a Spanoulis que es muy bueno como demostró ayer, pero nosotros tenemos a Rudy, que nada tiene que envidiarle cuando está por la labor. Y cuando llegan las grandes citas suele estarlo. No debe ser casualidad que sus dos mejores partidos del curso hayan llegado contra los equipos más fuertes de Europa: CSKA y Olympiakos, valoración 33 y 34, respectivamente. En realidad ya avisó el domingo, desangrando a un Estudiantes voluntarioso. Llegado el desenlace del curso brilla el vellocino de oro: Rudy vale cada euro que cuesta, y ojo que son muchos.

El partidazo de Rudy no ensombreció a los otros líderes del equipo, Mirotic, Chacho y Llull, que jugaron los tres a muy buen nivel. Mirlo, desacertado en el triple, pero activo en defensa (5 robos!!), atento al rebote y sabiendo leer el pick n’ roll. Dejó, por cierto, un par de 1×1 al poste de canelita en rama, ahí se nota el trabajo en verano con el maestro Pai Mei. Llull, al que le tocó la más fea, defender a Spanoulis, provocó 5 pérdidas del astro de Larisa. Sumó, además, 12 puntos y 4 asistencias. Por último Chacho, que perdió algún balón más de la cuenta, pero anotó e impuso un ritmo de juego alto imposible de seguir para Olympiakos. Suena a tópico, pero su triple al final del primer tiempo resultó clave para romper tendencia.

Es un comienzo esperanzador, sobre todo porque el Madrid recuperó un gran nivel de juego, digno de campeón de Europa, pero cuidado que Olympiakos tiene más vidas que un gato, todo lo que no sea un 2-0 sería jugar con fuego.