Las siete vidas de Felipe Reyes

felipe.pngLe hemos enterrado varias veces, en baches de forma más o menos largos, que en los 12 años y medio que lleva de blanco los ha tenido, faltaría más. Sin ir más lejos, este que firma dudó de su continuidad en la élite europea durante su declive en las dos temporadas de Messina. Inocente de mí. Llegó Laso y Felipe volvió a ser un factor. Con el tiempo uno ya aprende a no dudar. Termina contrato en verano y doy por hecho que continuará, porque su nivel lo justifica y por su calidad de cupo nacional, de los que el Madrid va a empezar a estar apurado. Se retirará cuando toque, y lo hará de blanco, pero nunca osaré darle por acabado.

Durante mucho tiempo Reyes era mejor jugador cada año, incorporando nuevas herramientas a su repertorio, limitadísimo cuando fichó allá por el verano de 2004. Esa línea ascendente ya quedó atrás, por una simple cuestión de edad y físico, pero su declive está siendo digno y sostenido, ofreciendo todavía un rendimiento muy útil al equipo desde un rol secundario. Todo lo contrario que otros compañeros de la generación de oro, como Raúl López, ya retirado, o Juan Carlos Navarro, estirando el chicle de la selección y relegado a la intrascendencia en el Barca.

Felipe firmó cinco partidos muy flojetes a comienzos de mes, pero ha remontado el vuelo en los tres últimos hasta ser el mejor en la visita del Unics Kazán, valoración 24 en 18 minutos, castigando a una de sus víctimas históricamente preferidas, Marko Banic. Los pocos detractores del capitán alegan que infla estadística en encuentros como local y ante rivales de poca enjundia, lo cual es cierto, para qué negarlo, sus limitaciones físicas son ya un hándicap frente a los grandes de Europa. Digamos que le va a meter pocas canastas al poste a Udoh. Pero tampoco lo vería como un defecto, alguien tiene que tirar del carro en los duelos sin glamour, porque si toda la plantilla mostrase la apatía de prima donna que enseñan algunos los partidos no saldrían adelante. Menos en esta Euroliga, que hasta un Kazán te sale contestón. Por eso la constancia de Felipe, su hambre de estadística bien entendida, es un valor y no un defecto.

Y hablando de hambre estadística, quizá Llull me leyó lo de su candidatura al MVP Euroliga y se lo ha tomado por el lado equivocado. Ayer se le fue la mano con los tiros de campo (4/17) y llevaba un rebote notable cuando se sentó a 2 minutos del final, con el marcador completamente decidido. Me recordó un poquito a cierto delantero portugués, que gane o pierda su equipo se sienta enfadado si no ha metido ‘su golito, y me entraron temblores fríos. Llull es nuestro jugador franquicia y está en plena forma, pero no es el Madrid con la plantilla más larga de su historia un grupo ni de lejos diseñado para que un jugador se casque 17 tiros de campo.

En otro orden de cosas, Laso castigó de nuevo a Ayón, que se quedó en 12 minutos por hacer otra vez all-star al pívot rival, en este caso el bielorruso Parajuski, que de todas formas debe tener mal agente para no militar a estas alturas en un equipo de mayor lustre. Y de postre Randolph, que sí cuajó una actuación digna, pero que incomprensiblemente se calentó más de la cuenta con Marko Banic en la última jugada, después de un partido de guante blanco. Todos los compañeros salieron a calmarle, de lo que deduje que no debe ser la primera vez que le ven cruzársele los cables. Tiene un carácter raruno, con días mohíno y otros ausente, que te puede salpicar con trifulcas sin mayor mediación como la de ayer. Habrá que mimarle, que su karma marca el techo de este equipo.

Llullsistema

Un victoria sufrida pero de las que dejan buen sabor de boca, ante un rival de quilates, Panathinaikos, una de las plantillas más reforzadas de Europa en verano, que exigió una buena versión al Madrid. Un partido de poder a poder, igualado hasta el último minuto y que decantó Llull con su récord anotador en la Euroliga. 30 puntos en 11 canastas de todos los colores, una de ellas clave, con personal, a 50 segundos del final y marcador igualado. Promedia más de 20 puntos por partido y, si De Colo afloja un poco, podría ser, por qué no, digno candidato al galardón de MVP. De hecho, sabéis que si el menorquín fuese portugués y esto fútbol en vez de baloncesto, tendría a todo el madridismo secuestrado, haciendo lobby para su medallita. Gracias a dios no es el caso.

Si ante Tenerife se recuperaron sensaciones de juego, el triunfo ante PAO es importante en lo clasificatorio, antes de dos salidas sensibles esta misma semana, Barcelona y un enrachado Gran Canaria. Laso gestionó los cambios con más tino que en ocasiones previas, rectificando para evitar vías de agua. Por ejemplo, asumió a tiempo que no era la noche de Felipe y Doncic, que partieron de titulares. Luka venía de brillar ante CSKA y Tenerife, un mal día lo tiene cualquiera, pero el capitán encadena ya cinco partidos muy flojitos entre ambas competiciones. Una rara avis en un jugador tan regular, tendencia que de persistir debería llevar a Laso a plantearse el rol de Felipe en la plantilla, cambiarlo por uno parecido al de Nocioni, reservándolo para píldoras en situaciones concretas, especialmente al disponer de una pintura tan larga. No veo el sentido a alinear de titular 3 días a la semana a un jugador de 36 años con una manifiesta inferioridad física ante la mayoría de sus pares en Euroliga.

Se sufrió porque PAO es un rival de altura y porque solo Llull brilló en el Madrid, si bien salvo Felipe y Doncic todos cumplieron, algunos con mejor nota que otros. Randolph, que partió de la banca, se quitó la cara de mohíno y fue el único que acompañó al menorquín en doble dígito de anotación, además ante dos perros de presa como Singleton y Gist. Por su parte Ayón, pese a algunas lagunas en la defensa de ayudas, enseñó su versión 1.0, la previa a la renovación, cuando asistía y robaba balones, 5 y 4 respectivamente. Draper contribuyó en sus minutos a elevar el tono defensivo, Thompkins enchufó todo lo que pasó por sus manos y Rudy, recién salido de una gripe, fue decisivo atrás en las jugadas clave (tremendas sus defensas a Feldeine y Rivers en los dos últimas posesiones griegas). Carroll se fue a 24 minutos por el blackout de Doncic pero no produjo en sus guarismos habituales porque Xavi Pascual le tiene más visto que el tebeo y había aleccionado a sus tropas.

Ni siquiera se vistió de corto Taylor, descartado después de sus bochornosos minutos en el paseo ante el Tenerife. El sueco parece más desubicado que nunca, perdiendo los mismos balones que hace año y medio, y es a la vez más prescindible que nunca, con el repunte de juego de Maciulis y el step ahead de Doncic, que con su estirón veraniego juega buena parte de sus minutos como tres. Dudo que se corte a Taylor a mitad de curso, pues el dinero del salario se pagará igualmente y el mercado a estas alturas ofrece pocas opciones, ahora bien, espero un rol marginal y básicamente descarto su continuidad en verano. Hanga termina contrato y cuentan que la dirección deportiva le tiene entre ceja y ceja…

Recaída en Murcia

Cayó el Madrid en Murcia, rompiendo una racha de 10 triunfos consecutivos en ACB y sembrando alguna duda sobre la solidez de su línea ascendente tras la eliminación europea. Se notó la ausencia de dos de los tres jugadores más caros de la plantilla. Ayón, expulsado en el minuto 2 por un exabrupto, y Rudy, que ha recaído de su espalda. Quiero pensar que tendrá el suficiente sentido común como para darse de baja en los JJOO (como hacen los jugadores del Barca a la menor molestia) y dedicar el verano a preparar la 2016/17 con el Madrid, para no pasar un nuevo curso en blanco con el club que le paga 2,7 millones anuales. Lo contrario lo tomaría como un insulto. Hemos tenido paciencia con él, con sus malas rachas de tiro y sus gestos antideportivos ocasionales, pero lo que no le perdonaríamos sería una muestra tan evidente de falta de compromiso. Llegó como vellocino de oro, esperemos que no acabe convirtiéndose en un lastre económico para la sección, como desde luego ha sido este curso. Dos años de contrato le quedan…

De regreso al partido en Murcia, huérfano el Madrid de Ayón y Rudy se vuelve aún más dependiente del acierto exterior de los Sergios y Carroll, que firmaron un 2/16 triples. Además se volvió a defender mal, y en este capítulo destaco a Felipe, que jugó más minutos que de costumbre por la ausencia del azteca. Firmó una gran estadística merced a tiros libres y rebotes ofensivos, pero fue un coladero atrás, especialmente en las ayudas en penetraciones de los exteriores rivales. Tampoco me gustó su actitud en ataque, la circulación terminaba en el momento que la tocaba él, en plan Cristiano en fútbol. 0 asistencias y 12 tiros de campo lanzados en 19 minutos, la mayoría mal seleccionados, por eso metió solo 5. Y como no hay balones para todos, Maciulis y Nocioni sumaron 31 minutos y no lanzaron ni una sola vez. Quizá sorprenda que critique a Felipe precisamente en un día de tanta estadística. Vaya por delante que su temporada, aunque lejos del nivel de la pasada, es perfectamente homologable. Sencillamente me queda la sensación que si no lo hacemos desde tribunas independientes nadie lo hará, pues los narradores de la TV parecen auténticos groupies.

Homologable estuvo Thompkins, gris en ataque, cumplió en rebote (7) y defensa, contuvo a Antelo y colocó dos tapones a los bases en posesiones finales clave, aunque sirvieran de poco. Y hablando de bases, Campazzo volvió a firmar una magnífica actuación, está confirmando en la serie todo lo bueno que había apuntado durante el curso. Para su desgracia, no parece que tenga hueco en la plantilla mientras continúen los Sergios y Luka, que parece tienen para largo. Dado el caso, quizá habría que plantearse hacer caja con el argentino. Me dicen que le quiere Querejeta para sustituir a Darius Adams, que muy probablemente ponga rumbo al Barca.

Por último, confieso que da rabia ver a Willy Hernangomez jugar solo en circunstancias excepcionales, como la expulsión ayer de Ayón y el hijo que le estaba haciendo Faverani al poste a Lima. Cumplió con creces, detuvo la hemorragia Faverani y sumó 16 de valoración en 14 minutos. Se va a la NBA y es su decisión, tampoco se lo reprocho, dada la poca cancha que le da Laso (ya antes de rechazar la renovación), que claramente prefiere a otro perfil de pívot. Da igual que seas el interior joven más prometedor del baloncesto español, además de canterano. El rodillo de Laso con los pívots natos no hace excepciones. Me responden algunos que Willy no está preparado para la NBA: sospecho que siguen poco la liga americana y desconocen el bajísimo nivel general en el puesto de pívot. ¿Acaso estaban Biyombo e Ibaka más preparados cuando dieron el salto?

Oficio de campeón

Segunda victoria consecutiva en la carretera y empieza el Madrid a ver algo de luz en este campo de minas de top16. Puede que el marcador fuese siempre ajustado, pero reinó la sensación de que los blancos guardaban una marcha más. No en vano, y aunque Brose sea un competidor dignísimo, hay bastante diferencia de plantilla, especialmente una vez el Madrid cuenta ya solo con la baja de Rudy. El desenlace no fue glamouroso, pero suma igual: varios errores locales castigados por cuatro tiros libres de Felipe, que desequilibraron el empate a 86. Se dirá que la Copa del Rey fue el punto de inflexión, pero en realidad llegó una semana antes, la victoria en Jimki, clave, en cuadro y contra pronóstico. La inercia desde entonces ha cambiado, el equipo ha salido de la barrena de aquellas dos dolorosas derrotas en casa ante Barca y Baskonia.

Llull lideró el ataque en Baviera con seis triples, los más importantes los primeros, cortando la sangría inicial (12-0), pero me gustó especialmente Reyes, su mejor actuación Euroliga de la temporada a domicilio, cuando le cuesta especialmente. Soberbio en el segundo cuarto, abriendo la pista con tres triples, y el oficio desde la línea en la recta final. Valiosa la aportación de Maciulis, que son bonos suizos, Taylor, ¿welcome back?, y también de Lima, en su debut Euroliga con el Madrid.

El brasileño cuajó en el segundo parcial sus mejores minutos de blanco hasta la fecha, explotando una prometedora sociedad con Chacho, que se fue hasta 10 asistencias, si bien volvió a cantar en defensa. Y mucho, paso de odiarle a volver a quererle lo que tarda el balón de ir de un lado a otro de la cancha. Y no fue el único, se sumaron sospechosos habituales como Carroll y Thompkins, a los que esta vez además incluyo a Ayón, que estuvo en sus númer(az)os, sí, pero hizo All-star a Radosevic y consintió muchísimas canastas de sus pares cuando hubo cambio.

Estamos terceros en solitario con balance 5-3 y las sensaciones son de que el equipo empieza a repuntar. Quizá me esté viniendo arriba por el gintonic de los caros que me he echado al coleto, pero a estas horas no me parece ya descabellado empezar a pensar, pese al calendario de aúpa que aún queda, no solo en la clasificación sino en el tercer puesto, para evitar al único coco del otro grupo, Fenerbahce, que pese a pinchar en Atenas va a ser primero y con factor cancha sería un rival temible.

A 40 minutos de La Novena

Un estratosférico segundo cuarto de semifinales, 35-14, coloca al Madrid a ya solo 40 minutos de baloncesto de La Novena, del santo grial. Los ‘Rústico Brothers junto a Rivers abrieron la brecha, justificando de nuevo cuando calienta el sol los movimientos de despachos del pasado verano. El primer tiempo finalizó con una sublime estadística colectiva de 18 asistencias y cero pérdidas. Poesía, vaya.

Machete Ayón, que ya decíamos que llegaba a la cita en plena forma, reventó a la cacareada pintura turca con sus atributos ya conocidos: colocación, intensidad, buenas manos, anticipación… Durante muchos minutos apareció siempre en el momento adecuado en el sitio adecuado, fuese con un robo, un palmeo o una asistencia. Salió por la puerta grande del Palacio con esos 30 de valoración (¡27 al descanso!), las dos orejas y el rabo.

Clave también para romper el encuentro en ese mágico segundo cuarto, que no olvidar, se comenzó por debajo en el marcador, fue ‘Chapeau’ Nocioni, que impartió una lección de baloncesto a su ex compañero, MVP Bjelica (que perdió el duelo… y las formas). Los ‘Rústico Brothers’ dejaron en un segundo plano la calamitosa actuación del capitán, Felipe, que se vio físicamente superado por la exigencia del partido, y cuyo -6 de valoración es la peor marca de su carrera Euroliga (11 temporadas y 230 partidos).

El tercer puntal blanco de la noche fue KC Rivers (val 21), que destrozó desde el arco con 5 de 6 triples, cuatro de ellos en el segundo acto. Siga o no el curso que viene, su serie de cuartos y este partidazo de semis justifican el medio millón de su ficha. Los Sergios fueron el combustible colectivo con 18 asistencias entre ambos, y Rudy (12 puntos y 4 rebotes) cumplió aunque no brilló de otras grandes citas.

El rival por el título será un temible Olympiakos, que batió a CSKA en otro final ajustado y tiene los mismos ingredientes que en los títulos de 2012 y 2013. Spanoulis hizo de Spanoulis, decisivo tras 35 minutos negado con el aro (empezó con 0 de 11 tiros de campo). La final no podría tener más morbo. Fue ante Olympiakos la última final de Euroliga que ganó el Madrid, hace 20 años en Zaragoza, y la penúltima perdida, la de 2013 en Londres. Pero los griegos también nos tendrán ganas, tras apearles el curso pasado.

No es con Spanoulis con quien tenemos una cita el domingo, sino con Turpin, que nos mira desde su Cibeles del cielo.

La última cruzada

Arranca la semana de pasión, la cita con la historia del baloncesto blanco. Toda la temporada, diría que hasta el proyecto a varios años de la sección, gira entorno a lo que pase en esta, nuestra F4. Tengo 31 años y recuerdos muy vagos de Zaragoza’95, por eso la odisea hacia La Novena se ha convertido el leitmotiv de este blog en sus más de 8 años de historia, el camino de regreso a una grandeza perdida, la búsqueda de nuestro particular santo grial… Y ya hemos llegado al templo. Estamos a solo dos pruebas, a 80 minutos de baloncesto de levantar el cáliz.

… Puede que el Madrid no esté alcanzando los picos de excelencia en el juego del curso pasado pero, repasando los resultados, ha cubierto con nota todas las etapas previas: títulos nacionales de Copa y Supercopa, primer puesto de la regular ACB, así como de ambos grupos en la Euroliga. Sabemos competir, agarrarnos a partidos espinosos, eso me da confianza, unido al factor cancha y a la experiencia adquirida en las dos finales previas. Las principales casas de apuestas, que no regalan duros a pesetas, dan también favorito al Madrid, si bien con escaso margen sobre CSKA.



El problema es que esta edición de la F4 es la de más nivel de los últimos años, no hay invitados ni cenicientas, los cuatro contendientes son verdaderos vitorinos con plantillas de incuestionable talento y experiencia. El CSKA de este curso, por ejemplo, a diferencia de los dos previos con Messina, no es un equipo de mínimos sino de máximos. Llega a Madrid con el mejor balance de la competición (24-3), como equipo más anotador (87,8) y más valorado (107 de media). Ha sido el mejor hasta aquí, y si la F4 se jugase a campo neutral sería claramente el rival a batir. La adquisición y puesta en forma de Kirilenko (valoración media 19 en la serie de cuartos) abre alternativas en ambos aros y apuntala la rotación en la pintura, que andaba algo corta con la lesión a largo plazo de Jriapa.

Olympiakos, al que pocos dan opciones de título, llega en mi opinión en igual o hasta mejor momento que cuando ganó en 2012 y 2013, tras eliminar de ley a todo un Barcelona. Tienen el culo pelado y a los dos mejores clutch players del continente, Spanoulis y Printezis.

De la semifinal del Madrid, bajando al detalle, el juego interior y el rebote son lo que más me preocupa. No importa que Ayón esté como una moto (con su palmeo ante Andorra el domingo finiquitó por cierto el liderato ACB), andamos cortos de centímetros en la pintura, dado que de los dos jugadores de la plantilla por encima de 2.10m, uno no llega a la cita en un estado homologable (Bou) y con el otro hace tiempo que no cuento (Mejri). 
Tampoco puedo obviar que no atraviesa su mejor momento Felipe (enhorabuena por su incursión en el quinteto ideal, aunque creo que se lo merecía más Rudy), tras una serie flojita ante Efes y tres partidos ACB por debajo de sus prestaciones habituales. 
Enfrente esperan dos fuerzas de la naturaleza como Vesely y Erden. Los turcos cuentan además con el probable MVP de la temporada, Bjelica (que llegará muy justo por una lesión), y con la experiencia y talento de Obradovic en la gestión de partidos bajo presión.

En el otro lado de la balanza, el perímetro del Madrid está varios peldaños por encima. Los Sergios y Rudy con la aportación de Carroll 2.0 y rústico Maciulis no tienen parangón en Europa, así de sencillo. Goudelock y Bogdanovic, referentes exteriores de Fenerbahce, tienen talento pero son harto irregulares en el tiro, no me parecen de fiar en estas lides. Al final, Zeljko se suele jugar los minutos de la verdad con Zizis en pista, que no es elite Euroliga. Además, Preldzic, tras maravillar en los dos cursos previos, ha dado un paso, desempeñando un rol bastante gris.