Novatada en Estambul

ayon.pngEs un error de digno de preescolar, esa mano de Carroll en el rebote de ataque a 1.7segs por jugar y el marcador empate. Colofón a una velada para el olvido del americano, 1/7 tiros de campo, varios de ellos liberados. Su error final cuesta el partido al Madrid en Turquía tras una notable actuación del equipo, que supo competir en ambiente hostil. Sabe amarga la derrota por la forma, pero visto en perspectiva, el curso pasado a estas alturas iba el Madrid coleccionando palizas en este tipo de pistas, lanzando 45 triples por velada. Como en otras salidas sí se han hecho los deberes, es el de Estambul un resbalón asumible desde el punto de vista clasificatorio, junto a Moscú la cita más exigente del calendario Euroliga, en ambos casos derrotas por solo un punto, que dejan el average más que abierto pensando en la vuelta.

Aguantó el Madrid las previsibles embestidas locales en la apertura, con Ayón en su mejor versión de la temporada. Definiendo continuaciones en ataque y abriendo contras al toque de corneta, pero sobre todo enchufadísimo atrás, segmento en que se ha ido dejando llevar desde comienzo de curso. Aguantó el envite 1×1 al mejor cinco de la competición (Udoh), metió buenas manos (3 robos) y exhibió piernas y picardía en missmatches con pequeños. Resumiendo, su versión Titán, la del año pasado, la que apenas había enseñado desde el pelotazo del verano, un motivo para la esperanza.

Otro que firma una de sus mejores actuaciones del curso en plaza grande es Rudy, que ante la baja de Draper y el apagón Doncic no se limitó a sus tonti-triples habituales sino que asumió galones en la creación desde bote, recordando días mejores. Ocho asistencias repartió desde la banca, además de secar a Datome y colar un par de triples, afeados por ese 0/5 de dos. Su principal beneficiario fue Othello, un lujo de suplente, que bien alimentado es un reloj (12pts y 7 rebs).

Y si todo estuvo tan bien, diréis, ¿como es que perdió el Madrid? Primero porque el rival juega. No es Fenerbahce subcampeón por casualidad, mantiene bloque, en casa aprieta (=presión a los árbitros), tiene a Zeljko en banda y un quinteto físicamente dominador. Arrancó el curso con dudas, pero ha encontrado ya la velocidad crucero, con Sloukas en papel protagonista ante la baja de Bogdanovic. El segundo motivo es el calamitoso 0 de 12 triples del backcourt blanco, Llull, Carroll y Doncic, un hándicap que la temporada pasada hubiese dejado sin opciones de partido. Pero hubo alternativas desde el extra pass, se encontró liberados a Randolph y Maciulis, que firmaron 6 de 7 desde el arco entre ambos. El alapívot emergió como un factor en la recta final (13pts en el último cuarto), que es precisamente para lo que se le fichó, marcar diferencias en duelos de poder a poder ante los transatlánticos de la Euroliga. Cumplió Taylor, que encadena dos partidos seguidos de mérito, y Felipe, dedicado a rebotear y contener a Vesely, asumiendo un rol ofensivo más gris que de costumbre por su manifiesta inferioridad física ante el checo.

No preocupa Carroll, es la vida del tirador tener días mejores y peores, sí preocupa algo el tembleque de Doncic, visiblemente apocopado en Euroliga en el último mes. Estaba sufriendo de verle en pista en Estambul, le costaba hasta dar los pases de circulación de balón. Era el muchacho, el más crítico consigo mismo, plenamente consciente de su horrible actuación y se le veía deseando irse al banquillo y esconderse bajo la toalla. Lógicamente está pagando la novatada, y es que no deja de tener 17 años, por eso es importante que el cuerpo técnico trabaje bien con él en los próximos días el aspecto mental, la confianza, esa que destilaba en el arranque de temporada y parece haber desaparecido en este tramo. Sabemos que llegará, va sobrado, el problema es que tal y como está configurada la plantilla del Madrid, es un hándicap en una plaza como Estambul jugar 16 minutos con un base con semejante inseguridad, los rivales lo percibían y le atacaban al bote. Es el momento de arroparle y confiar en él.

Defensa, supervivencia y heroísmo

Nunca subestimes el corazón de un campeón, dijo una vez Tomjanovich. Y con eso, corazón, pese a las baja sensibles de Rudy y Thompkins, logró el vigente campeón alargar su vía crucis europeo, batiendo a Fenerbahce tras varias desventajas alrededor del doble dígito en distintos tramos del partido.

Se defendió al fin, no en el primer cuarto, que se encajaron 28, pero sí el resto de la velada, a rebufo de la afición y con el eliminación en el retrovisor. Un ejercicio de supervivencia, presionando el bote y punteando tiro, para dejar en 40% de campo y 73 puntos finales a uno de lo gallos del continente, 13 puntos por debajo de la media que veníamos recibiendo. Y en el capítulo defensa sobresale un nombre, Jeffery Taylor, sobrio en ataque y soberbio en cancha propia, sirva como botón de muestra esa estadística de +15 el equipo en su minutos en pista. Apagó la luz a Datome, que se zampó en cambio a Maciulis en el arranque del partido. Dada la lesión de Rudy y el vergonzante estado de acierto y confianza de Jonas, Taylor está para no sentarse salvo para mear.

Ayón (15pt) cumplió en su línea de referente interior desde que comenzase el curso, fajándose con quizá el interior más determinante del continente si sumamos ambo aros como es Vesely.

Heroica la segunda parte de Llull, en la que metió todos sus 17 puntos, enseñando quién es el jugador franquicia, pese a jugar tocado (el entrenamiento previo lo tuvo que hacer a medio gas). Acierto, sí, pero contagió al equipo de compromiso y actitud, madridismo puro. Y no olvido a la chavalada, Doncic y Willy, que prendió la mecha de la ilusión en un mágico arranque de segundo cuarto.

Doy por hecho la victoria en casa en la última jornada ante Estrasburgo, con lo que el top16 pasa por ganar el próximo viernes en Múnich al Bayern, que encima es rival directo. Los precedentes no invitan al optimismo, pues no solo no hemos ganado aún a domicilio… es que ni siquiera hemos competido. Para ello habría que volver a defender, esta vez sin el aliento del Palacio, a enseñar carácter de campeón.

Así se han reforzado los rivales del Madrid

Entramos en agosto y las plantillas de los gallos Euroliga están prácticamente cerradas, Madrid incluido. Podemos ya analizar cuáles han ganado potencial este verano, cuáles lo han perdido o mantenido.
BAJAN

– CSKA de Moscú. Con el actual tipo de cambio, sus 2.300 millones de rublos de presupuesto para la temporada 2015/16 ‘se quedan’ en 33,6 millones de euros, casi 10 menos que en cursos previos. Cede al Madrid el honor de mejor plantilla del continente y a Fenerbahce el de primer presupuesto Euroliga. Una rebaja que se nota en la confección de plantilla. Salen Kaun, Weems y Kirilenko, los dos primeros jugarán en la NBA y el tercero se retira para (intentar) presidir la federación rusa. Llegan en su lugar Joel Freeland y Corey Higgins, alero anotador procedente de Turquía (plan B a James Anderson, ex de Zalguiris), con lo que la balanza de talento es ciertamente negativa. Aterriza también, por cierto, un escolta ruso joven al que os recomiendo echar un ojo, Dimitri Kulagin, estrella el año pasado del recién creado Zenit de San Petersburgo.

Barca. Siete nuevos fichajes que resumiría en una palabra: desamortización. La directiva ha cortado parcialmente el grifo a Chichi tras varios años de tiros al palo y errores costosos. Este verano, muchos nombres biensonantes pretendidos (Rice, Weems, Calathes, etc) para fichar finalmente planes B o hasta C. Calculando a ojo de buen cubero, la diferencia entre los salarios salientes y los entrantes (especialmente acuciada en la pintura) supone una rebaja de unos 2 millones de euros. Por otra parte, lo ingresado por Hezonja se gasta casi íntegramente en la subida de salario a Tomic, este año aún más jugador franquicia, al que se rodea en la pintura de músculo y movilidad sin talento 1×1: Lawal, Samuels y Diagne. Este último está llamado a simplemente completar convocatorias ACB por su condición de cupo de formación. Condición, por cierto, que también cumplía Marko Todorovic, jugador más valorado de la pasada ACB, por el que se pagó en su día cuarto de millón pero cuyo regreso ni se ha barajado. Otro capítulo más en la errática gestión de talento joven del Barca en el último lustro. Los fichajes en el juego exterior de Arroyo con 36 años y Perperoglu, descarte de Efes tras una muy mediocre temporada en Turquía, empeoran lo que ya había. Una plantilla con un juego interior más equilibrado pero con menos talento y un juego exterior sin sentido, con cuatro escoltas puros (Abrines, Navarro, Oleson y Ribas).

SE MANTIENEN

– Fenerbahce. El club que más ruido ha hecho y más dinero ha gastado en fichajes este verano, con los que arma una plantilla más larga si bien un quinteto, en mi humilde opinión, menos desequilibrante. MVP Nemanja es insustituible y Goudelock rayó a un nivel altísimo. En su lugar desembarcan Bobby Dixon y Datome, jugadores de talento pero novatos en la élite Euroliga. Una merma en el quinteto que se compensa con la profundidad de plantilla, carácter y experiencia que deben aportar Antic y Sloukas, además de Hickman, que se perdió el curso pasado casi completo por lesión (está por ver el nivel al que vuelve). Por último, Udoh en Europa es un melón por abrir, sustituye a Erden, que también despertó gran expectación cuando regresó de la NBA. Es un roster a priori de campanillas, pero de esos en equipos turcos estamos curados de espanto. Lo que sabemos es que Fenerbahce encontró la tecla el año pasado para clasificarse por fin para la F4 y ahora pone la casa patas arriba. Estamos en agosto, sé que es tiempo de pajiplantillas, pero no recuerdo ningún equipo que ganase la Euroliga tras cambiar media rotación en verano.

– Olympiakos. Sobra con decir que mantiene la columna vertebral con la que ha llegado a tres de las últimas cuatro finales de la Euroliga, animales competitivos como Spanoulis, Printezis, Lojeski o Mantzaris. Las principales novedades este curso son Patrick Young, Daniel Hackett y DJ Strawberry, que suplen las salidas de Dunston, Sloukas y Lafayette. No descartaría, además, que pujasen por Bourousis, que este fin de semana selló su desvinculación del Madrid.

SUBEN

Efes. Quizá el equipo que mejor se ha reforzado de Europa, mantiene a todos sus jugadores clave y los rodea bien, con gente de competitvidad demostrada. Se deshace de Draper, Perperoglu y Lasme, que rindieron por debajo de lo esperado, e incorpora cinco activos de gran nivel. Derrick Brown (ex Lokomotiv), al que he podido seguir de cerca en Rusia los dos últimos años, bien podría ser el cuatro de mayor talento ofensivo de la competición. Complementos de lujo son Bryant Dunston (mejor defensor de la Euroliga los dos últimos cursos) y Alex Tyus (maestro en el 2×2), con sólido bagaje en la élite Euroliga. Cubrirán la ausencia de Krstic, que será baja hasta diciembre-enero por una lesión de ligamento, pero que recordemos se salió en el top-16 y los cuartos de final contra el Madrid el pasado curso cuando en circunstancias similares muchos le daban por jubilado. Mantiene Efes a dos jóvenes de gran recorrido como Dario Saric (pospone el salto a la NBA) y Cedi Osman. El club espera mucho del segundo, al que este curso (con 20 años) se le concederán minutos y galones. A cambio de Draper llega Jayson Granger, más completo, que cada año juega mejor, consagrado el curso pasado en la burguesía continental y que formará con Heurtel una de las mejores parejas de bases de Europa. Por Matt Janning, al que se le encogiese la muñeca en momentos clave la temporada pasada, aterriza Jon Diebler, escolta tirador americano que despuntase en el Pinar Karsiyaka (medias de 14,5 puntos y 4 rebotes en Eurocup) sorprendente campeón de la liga turca.

Jimki. Regresa a la Euroliga por todo lo alto, se ve que los problemas económicos de la 2012/13 quedaron felizmente atrás. Mantiene intacta la columna vertebral del año pasado, con la que ganó de calle la Eurocup, los Tyrese Rice, Koponen, Honeycutt, Paul Davis, Augustine y Monia. Con gran sobreprecio, pero suma un talentazo exterior como Alexey Shved, que firma 9 millones de euros por 3 temporadas. Además, apuntala la rotación interior con Marko Todorovic, tras su gran campaña en Bilbao, que suple a un Claver cuya permanencia ni se planteó.

Panathinaikos. PAO recupera el pulso tras varios años de decadencia desde la marcha de Obradovic. El cambio empieza desde el banquillo, con la incorporación de uno de los entrenadores jóvenes más pujantes de Europa, un ganador nato como Sasha Djordjevic, que compaginará el cargo con el de seleccionador serbio. Diamantidis podrá dosificar sus minutos con la llegada de un nuevo mariscal en pista, Nick Calathes, 7mill$ por 3 años. La crisis económica griega no parece haber salpicado al baloncesto. Se deshacen de un cáncer como Batista e incorporan a tres ex NBA, los pívots Raduljica y Kuzmic, y el veterano alero Sasha Pavlovic. Mantiene además al combo Nikos Papas, 25 años, uno de los jugadores de mayor progresión de la pasada Euroliga (promedió 16,3ppp en la serie de cuartos ante CSKA). 

A 40 minutos de La Novena

Un estratosférico segundo cuarto de semifinales, 35-14, coloca al Madrid a ya solo 40 minutos de baloncesto de La Novena, del santo grial. Los ‘Rústico Brothers junto a Rivers abrieron la brecha, justificando de nuevo cuando calienta el sol los movimientos de despachos del pasado verano. El primer tiempo finalizó con una sublime estadística colectiva de 18 asistencias y cero pérdidas. Poesía, vaya.

Machete Ayón, que ya decíamos que llegaba a la cita en plena forma, reventó a la cacareada pintura turca con sus atributos ya conocidos: colocación, intensidad, buenas manos, anticipación… Durante muchos minutos apareció siempre en el momento adecuado en el sitio adecuado, fuese con un robo, un palmeo o una asistencia. Salió por la puerta grande del Palacio con esos 30 de valoración (¡27 al descanso!), las dos orejas y el rabo.

Clave también para romper el encuentro en ese mágico segundo cuarto, que no olvidar, se comenzó por debajo en el marcador, fue ‘Chapeau’ Nocioni, que impartió una lección de baloncesto a su ex compañero, MVP Bjelica (que perdió el duelo… y las formas). Los ‘Rústico Brothers’ dejaron en un segundo plano la calamitosa actuación del capitán, Felipe, que se vio físicamente superado por la exigencia del partido, y cuyo -6 de valoración es la peor marca de su carrera Euroliga (11 temporadas y 230 partidos).

El tercer puntal blanco de la noche fue KC Rivers (val 21), que destrozó desde el arco con 5 de 6 triples, cuatro de ellos en el segundo acto. Siga o no el curso que viene, su serie de cuartos y este partidazo de semis justifican el medio millón de su ficha. Los Sergios fueron el combustible colectivo con 18 asistencias entre ambos, y Rudy (12 puntos y 4 rebotes) cumplió aunque no brilló de otras grandes citas.

El rival por el título será un temible Olympiakos, que batió a CSKA en otro final ajustado y tiene los mismos ingredientes que en los títulos de 2012 y 2013. Spanoulis hizo de Spanoulis, decisivo tras 35 minutos negado con el aro (empezó con 0 de 11 tiros de campo). La final no podría tener más morbo. Fue ante Olympiakos la última final de Euroliga que ganó el Madrid, hace 20 años en Zaragoza, y la penúltima perdida, la de 2013 en Londres. Pero los griegos también nos tendrán ganas, tras apearles el curso pasado.

No es con Spanoulis con quien tenemos una cita el domingo, sino con Turpin, que nos mira desde su Cibeles del cielo.

La última cruzada

Arranca la semana de pasión, la cita con la historia del baloncesto blanco. Toda la temporada, diría que hasta el proyecto a varios años de la sección, gira entorno a lo que pase en esta, nuestra F4. Tengo 31 años y recuerdos muy vagos de Zaragoza’95, por eso la odisea hacia La Novena se ha convertido el leitmotiv de este blog en sus más de 8 años de historia, el camino de regreso a una grandeza perdida, la búsqueda de nuestro particular santo grial… Y ya hemos llegado al templo. Estamos a solo dos pruebas, a 80 minutos de baloncesto de levantar el cáliz.

… Puede que el Madrid no esté alcanzando los picos de excelencia en el juego del curso pasado pero, repasando los resultados, ha cubierto con nota todas las etapas previas: títulos nacionales de Copa y Supercopa, primer puesto de la regular ACB, así como de ambos grupos en la Euroliga. Sabemos competir, agarrarnos a partidos espinosos, eso me da confianza, unido al factor cancha y a la experiencia adquirida en las dos finales previas. Las principales casas de apuestas, que no regalan duros a pesetas, dan también favorito al Madrid, si bien con escaso margen sobre CSKA.



El problema es que esta edición de la F4 es la de más nivel de los últimos años, no hay invitados ni cenicientas, los cuatro contendientes son verdaderos vitorinos con plantillas de incuestionable talento y experiencia. El CSKA de este curso, por ejemplo, a diferencia de los dos previos con Messina, no es un equipo de mínimos sino de máximos. Llega a Madrid con el mejor balance de la competición (24-3), como equipo más anotador (87,8) y más valorado (107 de media). Ha sido el mejor hasta aquí, y si la F4 se jugase a campo neutral sería claramente el rival a batir. La adquisición y puesta en forma de Kirilenko (valoración media 19 en la serie de cuartos) abre alternativas en ambos aros y apuntala la rotación en la pintura, que andaba algo corta con la lesión a largo plazo de Jriapa.

Olympiakos, al que pocos dan opciones de título, llega en mi opinión en igual o hasta mejor momento que cuando ganó en 2012 y 2013, tras eliminar de ley a todo un Barcelona. Tienen el culo pelado y a los dos mejores clutch players del continente, Spanoulis y Printezis.

De la semifinal del Madrid, bajando al detalle, el juego interior y el rebote son lo que más me preocupa. No importa que Ayón esté como una moto (con su palmeo ante Andorra el domingo finiquitó por cierto el liderato ACB), andamos cortos de centímetros en la pintura, dado que de los dos jugadores de la plantilla por encima de 2.10m, uno no llega a la cita en un estado homologable (Bou) y con el otro hace tiempo que no cuento (Mejri). 
Tampoco puedo obviar que no atraviesa su mejor momento Felipe (enhorabuena por su incursión en el quinteto ideal, aunque creo que se lo merecía más Rudy), tras una serie flojita ante Efes y tres partidos ACB por debajo de sus prestaciones habituales. 
Enfrente esperan dos fuerzas de la naturaleza como Vesely y Erden. Los turcos cuentan además con el probable MVP de la temporada, Bjelica (que llegará muy justo por una lesión), y con la experiencia y talento de Obradovic en la gestión de partidos bajo presión.

En el otro lado de la balanza, el perímetro del Madrid está varios peldaños por encima. Los Sergios y Rudy con la aportación de Carroll 2.0 y rústico Maciulis no tienen parangón en Europa, así de sencillo. Goudelock y Bogdanovic, referentes exteriores de Fenerbahce, tienen talento pero son harto irregulares en el tiro, no me parecen de fiar en estas lides. Al final, Zeljko se suele jugar los minutos de la verdad con Zizis en pista, que no es elite Euroliga. Además, Preldzic, tras maravillar en los dos cursos previos, ha dado un paso, desempeñando un rol bastante gris.