Llullsistema

Un victoria sufrida pero de las que dejan buen sabor de boca, ante un rival de quilates, Panathinaikos, una de las plantillas más reforzadas de Europa en verano, que exigió una buena versión al Madrid. Un partido de poder a poder, igualado hasta el último minuto y que decantó Llull con su récord anotador en la Euroliga. 30 puntos en 11 canastas de todos los colores, una de ellas clave, con personal, a 50 segundos del final y marcador igualado. Promedia más de 20 puntos por partido y, si De Colo afloja un poco, podría ser, por qué no, digno candidato al galardón de MVP. De hecho, sabéis que si el menorquín fuese portugués y esto fútbol en vez de baloncesto, tendría a todo el madridismo secuestrado, haciendo lobby para su medallita. Gracias a dios no es el caso.

Si ante Tenerife se recuperaron sensaciones de juego, el triunfo ante PAO es importante en lo clasificatorio, antes de dos salidas sensibles esta misma semana, Barcelona y un enrachado Gran Canaria. Laso gestionó los cambios con más tino que en ocasiones previas, rectificando para evitar vías de agua. Por ejemplo, asumió a tiempo que no era la noche de Felipe y Doncic, que partieron de titulares. Luka venía de brillar ante CSKA y Tenerife, un mal día lo tiene cualquiera, pero el capitán encadena ya cinco partidos muy flojitos entre ambas competiciones. Una rara avis en un jugador tan regular, tendencia que de persistir debería llevar a Laso a plantearse el rol de Felipe en la plantilla, cambiarlo por uno parecido al de Nocioni, reservándolo para píldoras en situaciones concretas, especialmente al disponer de una pintura tan larga. No veo el sentido a alinear de titular 3 días a la semana a un jugador de 36 años con una manifiesta inferioridad física ante la mayoría de sus pares en Euroliga.

Se sufrió porque PAO es un rival de altura y porque solo Llull brilló en el Madrid, si bien salvo Felipe y Doncic todos cumplieron, algunos con mejor nota que otros. Randolph, que partió de la banca, se quitó la cara de mohíno y fue el único que acompañó al menorquín en doble dígito de anotación, además ante dos perros de presa como Singleton y Gist. Por su parte Ayón, pese a algunas lagunas en la defensa de ayudas, enseñó su versión 1.0, la previa a la renovación, cuando asistía y robaba balones, 5 y 4 respectivamente. Draper contribuyó en sus minutos a elevar el tono defensivo, Thompkins enchufó todo lo que pasó por sus manos y Rudy, recién salido de una gripe, fue decisivo atrás en las jugadas clave (tremendas sus defensas a Feldeine y Rivers en los dos últimas posesiones griegas). Carroll se fue a 24 minutos por el blackout de Doncic pero no produjo en sus guarismos habituales porque Xavi Pascual le tiene más visto que el tebeo y había aleccionado a sus tropas.

Ni siquiera se vistió de corto Taylor, descartado después de sus bochornosos minutos en el paseo ante el Tenerife. El sueco parece más desubicado que nunca, perdiendo los mismos balones que hace año y medio, y es a la vez más prescindible que nunca, con el repunte de juego de Maciulis y el step ahead de Doncic, que con su estirón veraniego juega buena parte de sus minutos como tres. Dudo que se corte a Taylor a mitad de curso, pues el dinero del salario se pagará igualmente y el mercado a estas alturas ofrece pocas opciones, ahora bien, espero un rol marginal y básicamente descarto su continuidad en verano. Hanga termina contrato y cuentan que la dirección deportiva le tiene entre ceja y ceja…