Con sangre, sudor y lágrimas, como viene siendo ya costumbre en estos playoffs ACB, el Madrid ganó el segundo de semifinales contra Unicaja que, todo hay que decirlo, ha llegado en un gran momento a esta serie (ayuda tener en la banca al mejor entrenador español). Se volvió a sufrir porque hemos llegado al final de la temporada con el depósito en rojo, por eso en las primeras partes no defendemos (somos así de chulos). Además ayer se juntó el ridículo en el rebote: 18 a 38. No recuerdo una estadística en contra tan vergonzante en este segmento clave del juego para el Madrid desde hace años. Lo raro es que con semejante rémora nos agarrásemos al partido y lo ganásemos.
El rebote es una labor colectiva, pero como que algunos tuvieron más culpa que otros. Que Bourousis trincase un solo rebote en 28 minutos en pista es para hacérselo ver. Y que a pesar de ello no jugase ni un segundo Mejri, también. Slaughter es como el que tiene un primo en Graná, pero tampoco nos coge ya por sorpresa. Pasó 12 minutos por el parqué y nos enteramos por la estadística: 1 rebote y 3 faltas. Por cierto, enorme la serie de Fran Vázquez, que termina contrato: el club tiene cláusula para renovación automática pero no la va a ejercer porque su sueldo de millón y pico se les sale de madre. Unicaja espera que el jugador acepte una renovación a la baja con más duración, el agente no descarta escuchar otras ofertas. Vázquez debería ser un fijo en la selección, pero descuidad que esa breva tampoco caerá. La pocha y tal.
Felipe lideró ayer la estadística de rebotes con 5, que tampoco es gran cosecha, pero algunos fueron clave cuando se decidía el duelo. 21 de valoración en 18 minutos. Está cuajando unos playoffs magníficos, igual que hace un año. Me da confianza de cara a la probable final contra el Barca. Los 11 puntos de Carroll en el tercer cuarto cuando Unicaja amenazaba fuga son su mayor contribución desde que ha regresado de la lesión, dos meses. Llull aportó durante todo el partido y Rudy decidió en los minutos finales, correspondiendo a su status de jugador franquicia. Mirotic firmó un pobre partido, que rompe la dinámica claramente ascendente que apuntaba en los playoffs. Sus cuatro actuaciones previas, sólidas, le conceden el beneficio de la duda. Y no quiero cerrar sin mencionar el partidazo de Chimpa Suárez en el Palacio, que siempre será su casa (18 puntos, valoración 25). La remontada blanca coincidió nada casualmente con su paso por el banco en el tercer cuarto. Por circunstancias no sigue de blanco (si fuese amiguito de Laso como Slaughter otro gallo hubiese cantado), pero este tipo es madridismo puro y le deseamos lo mejor allá donde vaya.
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