Las noches épicas en Goya

Era un día para despejar dudas o para confirmarlas, con mucho en juego y un peso pesado en la otra esquina del cuadrilátero. La visita de CSKA es siempre especial, dos de las grandes organizaciones deportivas de Europa, que se admiran tanto como se temen. Una rivalidad forjada de encuentros históricos, encuentros como el de hoy, un instant-classic de la EuroligaHubo momentos de duda, porque los rusos tienen arsenal para aguantar a flote. A cada arreón blanco contestaba Messina (de nuevo pitado en la previa) con tiempo muerto y parcial. Pero el Madrid, sin necesidad (o capacidad) de alardes, jugó esta vez con el empaque de los campeones, madurando la fruta, dejando que le llegue el partido. Y le llegó. Allá por el tercer cuarto, desde la defensa (13 perdidas rivales por sólo 2 propias).

Sin Carroll y Draper el Madrid pierde capacidad para grandes parciales, menos aún ante un rival de este empaque, así que los 14 puntos de average se han remontado como el que escala una pared, con cuerdas y piolet, asegurando con paciencia cada apoyo. CSKA mostró una gran versión, ya sabíamos que llegaba en forma. Luego están los intangibles, como que Weems, que acredita un 43% de campo en la Euroliga, te enchufe 11 de 14, la mayoría tiros de bajo porcentaje (sumen 6 asistencias y 5 rebotes). Ni por esas. Al final ganó el Madrid precisamente por 14, el average queda igualado y volvemos a depender de nosotros mismos para ser primeros. De paso, Maccabi pinchó en Belgrado, con lo que como poco el segundo puesto parece asegurado.

La actuación de Rudy (28pts) ha sido sencillamente épica, tórrida, la mejor que le recuerdo, sinceramente. Por la importancia y por el rival, por el liderazgo y la aportación en otros aspectos del juego, el tipo de actuación que le eleva a candidato número uno al premio de MVP de la temporada Euroliga (que recordemos, se otorga antes de la F4). En días así recuerdo a aquellos (que le tienen cruzado) que le hacen de menos por haberse quedado supuestamente a medio camino de lo que apuntaba, por volverse de la NBA con el rabo entre las piernas (como si la historia de los Spanoulis, Navarro o Jasikevicius fuese distinta). Recuerdo un pase a Mirlo en transición mirando al tendido, los robos de balón en el tercer cuarto o su ayuda en el rebote. Es todo. En días como estos, Rudy es el mejor de Europa. Lo saben aunque no lo reconozcan.

Con Mirotic y Chacho ciertamente grises (inferioridad física manifiesta con sus pares), el sonido de acompañamiento llegó esta vez de Bourousis, Darden y Llull, que sumaron consistencia y buenas decisiones. El griego aportó precisamente lo que esperábamos de él cuando le fichamos: cojones y presencia en la pintura en encuentros a cara de perro. Los minutos de Felipe y Mejri fueron dignos. También un bravo para Laso, oiga, me gustó el recurso de la zona cuando coincidía en pista el quinteto del CSKA con menos artillería. Y por último, tengo que destacar el ambiente en el Palacio, magnífico, emocionante, que puede sonar a tópico pero no lo es: hasta viéndolo por la tele desde Moscú a uno se le ponen los pelos de punta y sólo puedo sentir envidia. No se trata únicamente de llenar asientos, es la comunión con el equipo, animar al jugador no cuando acierta sino tras el error, para que sienta que no está solo, que es precisamente lo que significa en su esencia el verbo animar. Y así, entre todos, en noches como esta, nos vamos construyendo un lugar en la historia.

Topetazo en Baviera

Agarrarse al balance previo para relativizar la trascendencia de una derrota es llevarse un poco a engaño. No es que lo anterior no cuente, pero según avanza el curso crece el nivel de los rivales y la importancia clasificatoria de cada duelo. Una derrota es siempre la cristalización de unos síntomas, y en este caso tampoco nos puede coger por sorpresa. Veníamos hablando hace días, sino semanas, de la polarización del juego del Madrid, de la previsibilidad del ataque, con excesivo protagonismo de los Sergios. Veníamos avisado de que a fuerza minutadas Laso iba a acabar quemando a Llull. No sorprende que esta derrota en Munich coincida con su encuentro más flojo en dos meses: 3 canastas, 4 pérdidas. Chacho fue el mejor en Alemania, pero somos más equipo en su versión asistente que en su versión triplista (la de ayer).

Claro que echamos de menos a los lesionados Carroll y Draper, que ayudaban a romper lo partidos con parciales, uno desde el ataque y el otro desde la defensa. No se trata ya de cuándo vuelvan a jugar, sino de cuándo recuperarán el punto de forma. Subidos en la ola de victorias, se decidió no fichar, no había mucho interés ni dinero. Así que somos los que estamos, pero es que con los que estamos da también para un poco más. Que en el mismo tiempo en pista Rudy disponga de 14 tiros de campo (pese a su evidente desacierto ayer) y Mirotic de sólo 3 (emparejado con pívots de medio pelo) sólo se explica por irracional pasión de Laso por todo lo que viene del perímetro. Felipe se llevó su habitual ración de tapones en partidos Euroliga, mientras que Slaughter está lejos del nivel de diciembre. Ya no es que no enchufe, es que en más de 13 minutos: ni un rebote, ni un tapón, ni un robo. Bourousis fue el mejor de los interiores, los encuentros Euroliga a cara de perro son su habitat natural.

Aunque el Bayern tenga poca solera en baloncesto, es un equipo dignísimo, lo pensé ya en Navidad en el Palacio. No en vano marchan 5-5 en el top16, con buenas opciones de pisar cuartos. Pesic planteó un partido marca de la casa, mucho contacto. Leo a unos cuantos quejarse de los árbitros, pero lo cierto es que lanzamos 14 tiros libres más (31/17). En todo caso, más nos vale acostumbrarnos. El Palacio es Disneylandia, pero la Euroliga se gana o se pierde en partidos así, pregunten a Olympiakos. Por cierto, me volvió a enamorar Malcom Delaney. Un talentazo en ataque, pero nada de zumbón, tiene criterio, no le veréis forzar un mal tiro, deja que el partido le llegue. Su lanzamiento en suspensión es poesía, sabe leer el juego, las ventajas y los tempos. Es junto a Langford el único combo americano al que vería en un grande de Europa. Nosotros vamos servidos con los Sergios, pero que mejoraría a Pullen o Pargo lo saben hasta en la China Popular.

A nivel clasificatorio, la derrota en Munich es también costosa. El Madrid se aleja del primer puesto, para el que en principio necesitaría ganarlo todo, incluyendo en Tel Aviv dentro de dos semanas y al CSKA el próximo jueves por más de 14. De hecho, el tropiezo abre la posibilidad de caer al tercer puesto y perder la ventaja campo en cuartos. Toca remangarse, mancharse en el barro, olvidarse de lo caminado y preparar cada uno de los cuatro partidos que quedan de grupo como si fuese una final.

A semis sin miramientos

El Madrid se plantó en la Copa con el nivel de concentración que requiere una competición de eliminatorias a partido único (Laso va aprendiendo) y barrió desde temprano a Granca en un duelo de cuartos con poca historia. Los blancos construyeron ventajas amplias en base a una magnífica defensa en la que se trabó una plantilla de recursos ofensivos limitados como Herbalife. Con ese nivel atrás más la velocidad crucero en ataque no hay quien nos tosa, así que nos fuimos 21 arriba al descanso, dejando la segunda parte como un entrenamiento con público.

Chacho, desacertado en el tiro, regaló 8 magníficas asistencias. Rudy y Mirlo fueron los mejores con 17 puntos cada uno, posicionándose de cara al galardón de MVP. Con la vuelta de Carroll (muy bienvenida, 9 puntos), Llull dispuso de menos minutos. No encontró buenas posiciones de tiro y bajó un poco su rendimiento del último mes. Felipe, ante un juego interior rocoso, hizo la ventresca de costumbre: 13 puntos y 7 rebotes en sólo 14 minutos en pista. Por su parte Bourousis, que firmó esta vez buenos números (11 rebotes y 5 asistencias), sigue haciendo all-stars a todos los pares con los que se cruza. Ayer, a Tabares, 31 de valoración. Chicos, tenemos un agujero en la defensa de pívots, los rivales lo saben y lo empiezan a castigar. Ojo que nos quedan Shermadini y Tomic.

En semifinales nos cruzamos con CAI Zaragoza, que batió al anfitrión. Algunos hablan de sorpresa, para mí no lo es, pues los considero equipos de nivel parejo. Todo sea dicho, prefiero a los maños como rival en semifinales, un equipo que se nos da muy bien en las últimas temporadas. Les cojea el banquillo pero cuentan con un quinteto redondo, bastante más que el de Unicaja. Sumaría mucha estadística el curso pasado en un Estudiantes LEB, pero Jayson Granger no pasa el corte para base titular de un equipo Euroliga. Por su parte, Vázquez y Suárez no justifican los casi dos millones de euros anuales que se levantan entre ambos. Oye, se me está ocurriendo una idea casi erótica. ¿Y si cedemos otro añito a Dani Díez y fichamos a Rudez? Ha sido ponerse en forma el croata (llegó lamentable tras el Eurobasket) y empezar a repartir caramelos: 28 de 42 triples en sus últimos 8 partidos. Sus características son complementarias con las de Darden y no creo que nos sacasen los ojos por su transfer. Además, mide 2.08m, es decir, puede jugar minutos de cuatro si nos saliese rana el eventual sustituto del Mirlo.

Llull, el redentor

Confieso que subestimé a Maccabi, incluso aunque llegase a Madrid como líder invicto. Lo recordaba de los cuartos de final del año pasado, un quiero y no puedo, y atribuía ese 3-0 a un calendario amable. Tiene la misma columna vertebral, una plantilla curiosona pero limitada. Pero, claro, denle una plantilla curiosona y cierta estabilidad a David Blatt y verán la que lía. El Maccabi que pasó ayer por el Palacio es un equipo pulido: duro y compacto, que sabe a lo que juega. Y aunque diese un agua el domingo a un Unicaja que vino de turismo, al Madrid se le apareció por momentos el ‘síndrome Moscú’. El encuentro me deja sensaciones encontradas. Por una parte me preocupa que suframos tanto para sacar un partido en casa ante Maccabi. No llegamos a la Copa en nuestro mejor momento, mientras el Barca progresa adecuadamente y ha enjuagado parte de la sideral distancia que mediaba hace un mes. Por otro lado, está bien que aprendamos a sufrir, a ganar partidos en situaciones adversas, que serán cada vez más habituales según avancemos en la competición y mejore el nivel de los rivales.

Contra Maccabi llegamos a estar 8 abajo en la segunda parte y aguantamos a flote con defensa, más que otra cosa, con la testiculina de los niggas y Felipe, impagables. Los israelíes tienen poco banquillo y sus hombres llegaron al final con la lengua fuera. Rudy, sin necesidad de lucir excelso, firmó números de la estrella que es: 16 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias. Pero el mejor fue/volvió a ser Llull, decidió con esos 8 puntos en los dos últimos minutos, terminó con 20 y 4 asistencias. Y no es sólo eso, transmite desde hace 2-3 semanas muy buenas sensaciones, lo venimos comentado. Da gusto verle cuando está así, fino de tiro, concentrado en el juego y tomando buenas decisiones. Me pone la idea de ver a este Llull emparejarse con Huertas en la final de Copa.

Mirotic y Chacho, aunque siempre suman estadística, tuvieron una velada de lo más gris. Mirlo acredita 37% en tiros de campo en el top-16 y Rodríguez parece menguar según crece Llull… Y no gris sino directamente negras son las dos últimas actuaciones Euroliga de Bourousis, especialmente atrás, amplísimamente superado por Krstic y Sofo. Para estos partidos le hemos fichado, quiero que meta la mano y no rehuya el contacto. Los partidillos ACB, como el del sábado en Valladolid, ya tiramos con Mejri. Por cierto, el equipo echa de menos a Carroll, que entre lesiones y demás lleva un mes desaparecido. Sus rachas nos ayudaban a abrir parciales que sepultaban al enemigo.

Coser y cantar

«El Barcelona es un gran equipo, pero en Canarias, Murcia, Valencia o Badalona hemos tenido partidos mucho más duros». Palabras de Rudy que vienen a resumir un derbi que se desarrolló en los cauces al fin y al cabo previsibles dadas las circunstancias: victoria relativamente clara del Madrid. Lo normal cuando se cruzan un conjunto que suma 7 derrotas y otro invicto tras 24 partidos. El Barca es una plantilla de cromos, montada con sobreprecio, desde las urgencias del que ahora se sabe perseguidor.

El Madrid ganó por 14 y se fue a 98 puntos frente a un equipo de Xavi karate Pascual sin ofrtecer ninguna exhibición: lanzando 6 tiros libres menos que el rival y con un 50% raspado de campo. Y esta vez no había excusas de lesiones para hacer de menos, como en la final del curso pasado. Pascual contaba con los 14 jugadores, descartó a Hezonja y Todorovic, este último al parecer tocado. Froto los ojos para creérmelo. El Madrid termina el año imbatido (25-0) y con la liga regular ACB prácticamente solucionada, el Barca a 4 partidos más un generoso average.

En orden cronológico, grande Rudy en el primer cuarto, con 11 puntos, camino de 18. Ya sabemos, luna llena y tal. Buena también la labor de Darden, siempre crecido ante el Barca de un fantasmagórico Papanikolau. La ruptura llegó en el segundo cuarto, con Slaughter quitándole rebotes a Tomic con 15 centímetros menos (sin comentarios) y un Felipe completamente desatado, valoración 16 en 12 minutos!, cuyo arreón, todo sea dicho, coincidió con la presencia en pista del abúlico Lampe, que bien podría empezar a quedarse fuera de las convocatorias a poco que espabile Todorovic. El Barca, en una versión homologble, me dejó sensación de equipo apañado pero limitado. Navarro sano y en forma suma pero ya no desequilibra. La mayor amenaza es Huertas por lo que produce en 2×2.

No me gustó nada Llull, del que me volvieron a sobrar minutos (28). ¿Carroll? anulado, como de costumbre en el emparejamiento con Oleson. Diferencias marcaron Chacho, Mirlo y Bou, sin necesidad de grandes alardes. Rodríguez anotó pero dirigió peor que de costumbre, mientras Mirotic despertó en la reanudación tras una primera mitad indigna. Además de fiesta de final de año, el derbi sirvió para que 8 feligreses del blog nos pusiésemos cara en la previa con unas cañas. Gracias por venir. Feliz 2014!

Barbeando por Europa

10-0 cierra el Madrid la primera fase la Euroliga, ganando a Efes a domicilio con 6 de 6 triples de Chacho. Quizá el resultado final, +25, fue más abultado de lo que correspondió al devenir del encuentro, pero igualmente el Madrid dominó con relativa comodidad durante toda la segunda parte. Los turcos bajaron los brazos en la recta final, plantilla con talento pero sin orden ni concierto. Como casi todos los años, vaya.

Aunque igual de cierto es que Efes tiene gente de clase y salió muy enchufado, la necesidad apremiaba. Pese a que el Madrid no se jugaba nada y acudía con las bajas de Carroll y Bourousis (cuento a este segundo porque apareció 10 minutos por la pista enmascarado, pero como si se hubiese quedado en España), aguantó el envite local, una demostración de carácter y compromiso. Y una vez domada la vaquilla, salió el Chacho a torearla. 24 puntos y 5 asistencias en 23 minutos para valoración 30. Yo veo a este Chacho y le comparo con Ricky, un año más peleado con el aro, y me queda claro que a los yankees les colamos ‘el malo’.

Con el que no se van a equivocar es con Mirotic, otros 17 puntos a la buchaca en una hermosa demostración de recursos. Recuerdo como le azuzaba el curso pasado porque no siempre elegía bien cuando jugaba 1×1, un escalón que le quedaba por trepar. Bien, este año os digo con orgullo que da gusto verle tomar decisiones en ataque, vaya evolución. Rudy, el que más minutos pasó en pista, estuvo algo más apagado que en anteriores citas de Euroliga, pero siempre suma: 10 puntos, 4 asistencias, 3 robos… Me sobró algún tiro de campo de Felipe, pero en general hizo bastante daño (13 puntos, 10 rebotes), como casi siempre que tiene a Savanovic enfrente. La baja de Carroll obligó a Llull a jugar hasta 19 minutos de escolta, y el mallorquín cumplió con corrección, otros 13 puntos.

… Y en estas nos hemos plantado en 22 victorias del tirón. Hay cálculos de todo tipo, pero la versión más extendida dice que el récord de victorias consecutivas de la sección está en 23, así que jugaremos para igualarlo este domingo en Valencia, ante uno de los mejores equipos de Europa a día de hoy. El duelo Doellman-Mirlo promete.