Vuelve la navaja suiza

Las piezas van encajando en el puzzle de Laso y las victorias empiezan a caer como fruta madura, seis seguidas ya, si contamos la de Oklahoma, y que sin ser palizas de marcador sí dejan cierta sensación de suficiencia. La penúltima el domingo ante el contestón Murcia de Campazzo, convertido en un valioso activo del club en la recámara. 18pts y 14as en el Palacio, 20pts y 11as ayer en Múnich en Eurocup, y así todo… La jugada de renovarle en verano para mantener sus derechos fue una genialidad.

La prueba del algodón del buen comienzo de curso blanco era la visita a Maccabi, el equipo más reforzado de la Euroliga este verano, y que el Madrid pasa con solvencia. No hizo falta de ningún alarde individual, de hecho Llull se ausentó de su idilio con el aro marrando los 8 triples que lanzó (eso sí, repartió 11 asistencias) y el chaval Doncic enseñó su versión más sobria, no intentó ni un solo tiro de campo en 16 minutos en pista. Ahora bien, sus dos últimos actuaciones ACB, Valencia y Murcia, son para ilusionar, val 35 en 25 minutos y algunas delicatessen técnicas por el camino. Los títulos de mayor progresión, mejor sexto hombre y mejor joven de la temporada nunca tuvieron un dueño tan claro a alturas de la cuarta jornada.

Donde marca diferencias este Madrid es en la profundidad de banquillo y la variedad de recursos, aquello de la navaja suiza. Ayón, por ejemplo, muy solo en la pintura el curso pasado, se está dejando llevar en el comienzo de temporada, regulando esfuerzo, sobre todo atrás (o eso queremos pensar). En Israel firmó un señor primer cuarto, antes de ceder la batuta a Othello, el mejor en el segundo (val14 en 10mins), pero que apenas volvió a pista después, ni falta que hizo. Felipe, que al contrario de lo habitual jugó mejor de lo que dice la estadística, cortó con un 3+1 el arreón local tras el descanso. Rudy y Caroll lideraron la anotación en la segunda mitad (34 puntos entre ambos) y Randolph emergió como factor en la recta final. Su adaptación no está aún completa pero marcha más avanzada de lo que suponíamos a estas alturas, el equipo le busca en ataque de vez en cuando y él aporta en todos los rubros, por ejemplo el domingo colocó 4 tapones. Muchos nombres, que implican demasiados frentes abiertos para casi cualquier rival de Europa, a día de hoy, solo veo a CSKA a este nivel.

La segunda primavera de Carroll

Confirmado. Lo de la semana previa fue relajación y cansancio. El equipo metabolizó aún mejor de lo que suponíamos la lección del curso pasado, aquella de que no se levantan trofeos en diciembre. Un pragmatismo más propio del Barca de Pascual que del Madrid de Laso, según el cual hay partidos que sencillamente se pueden perder, como la salida a Grecia e incluso la de esta semana a Barna, y otros que no, como la visita del Maccabi al Palacio, clave para asegurar el primer puesto y un cruce de cuartos amable.

Y como tal, el Madrid lució de gala frente a los israelíes, a los que, salvo el segundo cuarto, pasó por encima sin necesidad de alardes (37%tc). Laso preparó esta vez el encuentro a conciencia, cerrando el grifo a Big Sofo, que nos hizo puré en Tel Aviv. Brilló el dúo interior Ayón-Reyes (qué bien se entienden y juegan sin balón), pero me quedo con el sprint de Carroll en este tramo de temporada, recordando al de sus primeros meses con la camiseta blanca, allá por 2011. Sigue sin saber botar y nunca será una lapa en defensa, pero en semejante estado físico y de confianza (que debido a lesiones nunca alcanzó el curso pasado) resulta un valiosísimo activo en ataque.

Una pena que su recuperación haya terminado de hundir a Rivers, cada vez más perdido y sin confianza. Si no enchufa los tiros liberados no puede jugar en el sistema de Laso, así de sencillo y por bien que me caiga. Según pasan los partidos parece más claro que KC, Mejri y probablemente Facundo saldrán en verano. En todo caso, conviene no perder la perspectiva de que son con diferencia las tres fichas más bajas de una plantilla de 13, tampoco vamos a pedir peras al olmo.

Estudiantes en casa fue el trámite (+26) que siempre deberían ser los encuentros como local ante el vecino, dado su nivel de los últimos años, y pese a que este curso en concreto se vaya a librar de esa cosa que llaman ‘descenso’. El más valorado fue de nuevo Felipe, un martillo, cuyo rendimiento a los 35 ya sólo me explico porque cayese de niño en la marmita de la eterna juventud. Mirando la estadística y el récord del equipo, Todorovic (Bilbao) es la única competencia real para el MVP de la ACB. Además estas cosas las votan no sólo los entrenadores, sino también prensa y público, y sabemos que Reyes tiene su favor.

Posdata. Seguimos de reojo las informaciones sobre la posible marcha de Llull a Houston en verano. El general manager de la franquicia tejana ha desmentido la supuesta oferta de 17mill$ por tres temporadas, con la que el Madrid no podría en ningún caso competir. Recordamos que Sergio tiene contrato hasta 2018 a razón de unos 1.8mill de euros anuales y una elevada cláusula de salida. Por cierto, los Rockets también quieren a M. Todorovic, que es agente libre en verano. Sería cómico que, con la espantada que se espera en el juego interior azulgrana, Chichi no pudiese retener al montenegrino, por el que recordemos, pagó cuarto de millón de cláusula al Joventut.

Un Madrid para ilusionar

A veces necesitas verte en una situación límite para reaccionar, para tomar una decisión y comprometerte con ella. El Madrid se vio en una en los últimos días de 2014. No eran sólo las derrotas, era la falta defensa, que traslucía un problema de compromiso de la plantilla con el entrenador, algo que no era nuevo, que se arrastraba desde la derrota en la F4 de Milán. Con un empujón de los jugadores Laso no habría llegado a Reyes, pero al verse ante el abismo algo cambió. No sabremos nunca el motivo, pues no tenemos cámaras en el vestuario. Quizá fue simplemente la inercia de un par de resultados favorables con el calendario de cara o quizá se conjuraron los capos del vestuario (Felipe, Rudy y los Sergios) para tirar del resto y salvar el proyecto Laso, que por distintos motivos tanto ha traído a los cuatro.

El resultado es que desde comienzos de año el equipo viene creciendo a pasos agigantados y el cambio llega desde la defensa, el segmento del juego que más depende de la actitud. Como en ataque somos muy buenos, si los rivales se quedan en el barrio de los 60-70 puntos, es muy difícil que nos ganen. Así, la única derrota en la primera vuelta del top16 fue en Tel Aviv, único partido en el que se encajaron más de 80 puntos. Un Maccabi, por cierto, que pinchó ayer en casa contra el Alba y despeja para el Madrid el camino al primer puesto del grupo.

La última víctima de este renacido Madrid fue Zalguiris a domicilio. Se llegó igualados al descanso merced al elevado acierto lituano en tiros de bajo porcentaje, bien defendidos, pero esos nunca duran. Llegó el tercer cuarto y Rudy se sacó la chorra. Está firmando un top16 de campanillas, va directo a repetir quinteto ideal Euroliga por tercera vez en tres años. Nocioni (15pts en 16mins) tomó el testigo en el último acto, pero no se trataba sólo de acierto individual, el balón fluía en ataque, lo que se traducía en tiros liberados. De hecho, jugando así lo normal era haber metido más de 88. Pero la clave, siento repetirme, fue la defensa… un espectáculo, sólo 24 puntos recibidos en la 2ª parte. Ayón por los suelos, KC y Rudy robando balones y lanzando al séptimo de caballería.

Y qué decir de Slaughter. Impartió un verdadero clinic atrás en la segunda parte: igual le aguantaba el envite a robocop Javtokas al poste que te secaba a J. Anderson a 7 metros del aro tras un cambio después de un bloqueo. Se le ve en un estado físico primoroso que recuerda al primer Slaughter en el Madrid, el que te cambiaba partidos desde su actividad defensiva contagiosa. Su estadística +/- debe ser espectacular en el top16. Que no se despisten Mejri y Bourousis, que al parecer Marcus está a punto de conseguir un pasaporte Cotonou…

El camino hacia la Novena

Tras una victoria cómoda en San Sebastián, con los Sergios al frente y detallazos de KC (y Dani), el Madrid arranca el viernes lo importante, el camino hacia La Novena, recibiendo a Zalguiris a las 19:30h en el Palacio. Si el dicho es cierto y a la tercera va la vencida, este es necesariamente El Año, tras dos derrotas consecutivas en la final. Los ingredientes están ahí, un proyecto rodado, una plantilla completa y la ventaja campo. Veo a priori como rivales directos a CSKA, Barca, Fenerbahce y, en bastante menor medida, a Olympiakos y Efes.  

No me he olvidado del campeón, Maccabi, pasa no le doy opciones reales al título en tanto que pierde a los dos MVP de la F4, el de la pista (Tyrese Rice jugará Eurocup en Jimki) y al más importante, el del banquillo, David Blatt, que dirigirá en Cleveland al trío lalalá. Tampoco incluyo a PAO, que desde que se marchase Zeljko tiene cada año peor plantilla (¡su fichaje estrella este verano ha sido Batista!), top-16 es non plus ultra. Sí concedo alguna opción a Olympiakos, que básicamente mantiene el bloque (cambia a Perperoglu por Darden), al que añade un par de americanos conocidos de la ACB, como Lafayette y Othello Hunter.

CSKA no se ha reforzado copiosamente este verano, De Colo, Nichols y Markoishvili por Pargo, Micov y Krstic. Así dicho pesa más la balanza del talento saliente, si bien ninguno de los tres rindió como se esperaba en Moscú. Tampoco es que el problema de los rusos fuese de recursos de plantilla, sino más bien de gestión. A veces un poco menos puede ser más. Si una vez liberados de Messina, Teodosic se centra (modo Mundial es el mejor jugador del continente) y Vorontsevich da por fin un step-ahead, la plantilla es igual la más potente de Europa. Será clave el papel de Itudis, un entrenador poco experimentado pero que, a diferencia del Messina 2.0, sí habla el mismo lenguaje que los jugadores. 

El otro gran plantel (Madrid y Barca aparte) es Fenerbahce, no incluirlo en la terna de candidatos sería un sacrilegio. Ha sumado a dos anotadores exteriores de campanillas, como Bogdanovic y Goudelock, además de a Jan Vesely, que en Euroliga puede ser un factor en ambos tableros. Se marchan Kleiza y BojanB, cuya competitividad queda bajo sospecha tras el pertardazo del curso pasado en el top16. Cambios también en el puesto de base, con la llegada de Hickman por McCalebb y en el de center, con la adquisición del sólido Samih Erden. Sin olvidar a los que siguen, Bjelica y Preldzic, que son caviar. Si esta gente, dirigida por Zeljo, no llega lejos, pensaré que lo del baloncesto turco y la F4 es verdaderamente un mal de ojos. 

Los otros reyes midas del basket europeo este verano han sido Efes y Barca. Los otomanos han fichado nada menos que a Saric, Krstic, Lasme, Peperoglu y Draper, al frente de los que se pone Dusan Ivkovic. El Barca, a mi juicio principal candidato junto al Madrid, ha derrochado dinero en el juego interior. El mayor gasto fueron esos casi 3 millones de euros a Lorbek para que se vaya. El sustituto, Doellman, ha firmado por otros 2 millones anuales. Pleiss cobra el triple (1.8mill) que Dorsey, al que sustituye, además de los 600k que se pagaron al Baskonia en concepto de traspaso. Por último, veo a Milán, Valencia, Unicaja y Kazán como alternativas para colarse hasta en cuartos de final.

En cuanto a nombres propios, seguiré este curso con interés los muletazos en Kazán del dúo Jerrels-Langford, así como la evolución de la chavalada de Milán, Gentile-Melli, y el debut Euroliga de Darío Saric.

El amargo despertar

Ya os imagináis que no me apetecía nada sentarme a escribir hoy estas líneas, pero he pensado que es precisamente en una noche aciaga como esta cuando uno más agradece tener un lugar de encuentro, donde analizar los motivos o simplemente desahogarse. No prometo consuelo, pero sí al menos compañía. Y es que tiempo ahora nos sobra para sublimar juntos la debacle de hoy, por lo pronto estas son sólo algunas conclusiones para abrir fuego, a botepronto y con el corazón roto. Roto porque siempre es un palo caer en la final de la Euroliga, pero es que las circunstancias son agravantes, en prórroga y tras perder también la del año pasado. Más cuando van 19 cursos de sequía, cuando sabes que jugaste un gran baloncesto todo el curso, el mejor de los 24 en liza, y que tienes una plantilla casi redonda, equilibrada y de gran talento. Pero en última instancia el título se decide en cuarenta minutos de intensidad y defensa, un escenario donde nos cuesta.

Y nos cuesta más aún porque no hemos llegado bien a la F4. La semifinal contra el Barca fue un poco espejismo (ellos pusieron de su parte más de lo que nos pareció en primera instancia), un flashback al mes de diciembre. Pero estamos en mayo y nos cuesta sacar los partidos, la final no es excepción. Pecamos de soberbia cuando, embriagados por la racha de victorias, decidimos en su momento no fichar para cubrir las bajas por lesión. Esa va en el debe de Laso. Al final, hemos llegado al partido más importante de la temporada con cuatro jugadores operativos para los tres puestos exteriores (a Carroll no le cuento). Así que en cuanto uno falla (como Llull en la final, desconocido, 0 puntos en 36 minutos), nos quedamos cojos. Luego está la defensa, que ha hecho aguas cuando calentaba el sol. Este Maccabi de Blatt es una bestia competitiva y Tyreese Rice parecía reencarcado en Isiah Thomas, pero no justifica el coladero en que nos convertimos en el último cuarto y la prórroga. Lo mismo que contra Olympiakos hace un año. Rudy y Chacho salen reivindicados de la final, lo contrario que Mirotic, cuyos números no maquillan su incapacidad para marcar diferencias emparejado con Blu y Pnini, el puesto más flojo de los israelíes.

La derrota del año pasado se justificaba por la novatada y la categoría del rival, campeón vigente. Pero este curso no hay excusa, el proyecto Laso llegaba en el punto máximo de madurez. Sí, la temporada está amortizada si ganamos la ACB, pero ni un triplete nacional podrá borrar el agrio recuerdo de esta noche en Milán, una deuda con la historia que suma ya dos décadas.

100-62, acariciando La Novena

Debe ser la primera vez en las más de siete primaveras de historia del blog que escribo un resultado en el titular, pero estaréis conmigo en que la ocasión lo merece. Para que no os perdáis cuando busquéis la entrada dentro de unos años, como el que abre un album de fotos para recordar los tiempos mejores. No son los gintonic, no, son +38 al Barcelona en una semifinal de Euroliga. Resulta que no estábamos en baja forma, simplemente en hibernación. Llegada La Hora hemos retomado el nivel de diciembre (¡¡100 puntos en una semifinal!!), el equipo que mejor juega colectivamente y la plantilla más redonda relación calidad/precio/equilibrio, lo que me recuerda que en esta hermosa tarde de baloncesto han caído dos de los tres mayores presupuestos de Europa (el otro es Fenerbahce, que se apeó tiempo atrás). Espera el domingo un Maccabi de recursos limitados. Respeto sus cojones, el partido que han remontado al CSKA, admiro el trabajo de Blatt… pero juegan otra liga. Defensa y concentración. Con carburar un tercio que hoy nos traemos la copa, les hemos ganado los últimos seis duelos directos.

Grande Mirlo contra el Barca, rehabilitado para la causa, cerrando bocas (la primera la mía), con una gran defensa y esos 
19 puntos, todos cuando calentaba el Sol, tras un comienzo titubeante. De Chacho, que se ha cascado 21 puntos, luciendo MVP en plaza mayor, me quedo con la estadística de +/-. En sus 20 minutos en pista, +35, en sus 20 minutos en la banca, sólo +3. Pero más allá de los nombres brilla el colectivo, un alarde de baloncesto. Ocho jugadores subieron al menos un triple. Exceptuando el primer cuarto, el Madrid firma un encuentro digno de los grandes del basket moderno en Europa, como el Maccabi 2003-05. Regresamos a la final dejando impronta, arrasando al Barca (el rival más en forma del continente) y encandilando al espectador. El domingo, final de trayecto, estación La Novena.