Así como el que no quiere la cosa nos hemos dejado media final ACB, cuanto menos hemos tirado el trabajo de 34 partidos de liga regular, es decir, el factor campo. Y tampoco nos puede coger por sorpresa, porque llegábamos como llegábamos. Hace tiempo que decidimos no defender en los primeros cuartos, eso para la prole. Y contra el Barca no vamos sobrados como para ir regalando minutos de puertas abiertas. Además, tampoco es que mutásemos en lobos tras el primer cuarto. A un Barca que promedió 68 puntos contra Valencia le concedimos 98, a un ritmo sostenido de al menos 22 por parcial. Para no perder las buenas costumbres, el martillo Huertas-Tomic continuó funcionando a pleno rendimiento, con Nachbar de invitado sorpresa. Navarro estuvo más molinillos que nunca. Enchufar sigue sin enchufar (2/7tc), pero juega con maestría esa sobreprotección arbitral de la que goza para sacar faltas rigurosas en ataques espesos. Lampe y Abrines aportaron minutos valiosos desde la banca.
Con un Barca en onda nos costó un mundo escalar la montaña, pero la escalamos liderados por el Rudy excepcional de las grandes ocasiones (16 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, val. 27), todo talento y carácter. Carroll en el segundo cuarto y Darden-Bou en el tercero aportaron sus cositas. Pero nos lastró el puesto de ala-pívot, que a priori era el que veía más desequilibrado a nuestro favor. Resultó todo lo contrario, la batalla se saldó 30 puntos a 10 favorable a los azulgrana. Felipe compitió aunque distó de ser el de Málaga, pero quien merece capítulo aparte es Mirlo.
Desaparece según llegan las primeras rampas, esto ya no es coyuntural sino tendencia: 7/19tc y valoración 5 en los últimos cuatro partidos, y gracias a Dios que la estadística no refleja la defensa, porque ayer hizo all-star a Nachbar, como antes a Sanikidze y Medley. Ya paso de analizar los motivos, sus neuras, sólo sé que como no se enchufe esto no lo remonta ni la virgen de Lourdes. Poniendo las cosas en perspectiva, sus últimos 5 meses de baloncesto, salvo contadas excepciones, son como para replantearse bastantes cosas. Mucho madridismo por twitter, pero su actitud e intensidad en pista son indignas de un chaval de 23 años que se quiere comer el mundo. Es duro decirlo, pero lo mismo nos conviene que efectivamente se marche este verano a Chicago, pasando por caja en vez de irse el que viene de gratis. Nos dejarían una verdadera fortuna para encontrar sustituto: 2.5mill de cláusula más 1.2mill que libera de masa salarial. Los 3.7 millones suyos más 800k de Slaughter (que no cabe en mi cabeza que siga) son 4.5mill para remodelar la pintura, pensadlo.
Pero si hubo un culpable máximo ayer, ese fue Coach L, por su gestión del partido, especialmente dolorosa en el último cuarto. Cuando los teníamos en la mano tomó catastróficas decisiones, como sentar a un Mejri en estado de gracia o no contar con Chacho (4/4 triples) para el final del partido. Laso sólo le devolvió a pista en los últimos segundos, para el imposible, no me vale. Entregó la batuta durante los minutos de la verdad a un Llull que ya comentamos tras la serie contra Unicaja que había lucido mucho más de escolta que en la dirección. Nos tiramos del minuto 33 al 37 perdiendo los 10 primeros segundos de cada posesión en campo contrario buscando a su amigo Carroll, que no se pudo levantar ni una sola vez porque está más visto que la música de los caballitos. Al final, comienza a crecer la sensación de que se resquebraja la fe y el compromiso del grupo en el proyecto Laso, condicionada por esta política de protegidos. Sería un palo no ganar Euroliga ni ACB tras meses de récords y de jogo bonito, con una plantilla cuyos magníficos jugadores franquicia se encuentran en el pico de sus carreras… Como para plantearse muy seriamente la continuidad del técnico. El sábado jugamos sin red.