La vida en el alambre

Fue un drama de primera fase y lo ha sido también de top16, nos ha costado casi la salud, pero ya está el Madrid en cuartos, el mínimo homologable para el campeón vigente. Parece mentira colarse entre los ocho mejores habiendo ganado solo la mitad de los partidos (balance 12-12), pero llegado el último se puso el equipo el mono de faena para evitarse otro final dramático. La primera parte ante Jimki fue tan bonita para el espectador como irreal. El matchball se decide en el tercer cuarto y desde la fealdad, con defensa, como el año pasado, aunque sea a cuentagotas. El quinteto Llull-Rudy-Jonas-Felipe-Ayón firmó los mejores minutos del Madrid atrás en bastantes semanas, cemento armado, permitiendo solo 3 puntos rusos en los primeros ocho minutos. Soberbio en concreto Llull, que dejó en valoración -5 en el cuarto a Rice, que nos había desangrado con 29 al descanso. La mayoría, todo sea dicho, en el segundo cuarto cuando se emparejó con Chacho… También ayudó el calamitoso encuentro de Shved, que se borró él solito, 1/8 triples, irreconocible tras una estupenda temporada.

Sin ánimo de aguafiestas, el equipo me gustó bastante menos en ataque, pese al festival anotador de la primera parte. Se sigue dependiendo del triple cual equipo pequeño, lanzó 38 por solo 27 de dos, y así será difícil robar algo de Estambul. Zeljko no va a permitir tanto triple liberado como Jimki.

Carroll y Felipe tiraron del carro en ataque. Enorme mérito el capitán, 18+8, derroche de corazón pero también de cabeza. Lanzó (y acertó) de tres cuando le defendieron Davis o Augustine, y castigó al poste cuando se emparejó con Monia o Boone. ‘Reapareció’ Carroll tras un mes flojete, en su mejor versión de brazo ejecutor, enchufando de fuera las que se le suponen, pero además eligiendo bien cuando romper hacia dentro y jugar la baza de su bombita patentada (4/4). Buenas noticias que Rudy empiece a aportar también en partidos duros, ya apuntó maneras en Murcia. No desequilibra como otrora, no cuento con que lo vuelva a hacer, de hecho sus números siguen siendo muy discretos, pero ya no desentona como en los primeros encuentros tras su regreso. De hecho, va tan sobrado de baloncesto en ambos aros que su sola presencia suma, su anticipación atrás y esos pases a los pívots en estático. Además, como nos habíamos acostumbrado a (sobre)vivir sin él, cualquier cosa que aporte parece un extra.

El sacrificado es Taylor, como era de esperar, al menos para los encuentros a cara de perro, pues por muy mal que pueda estar Maciulis, que lo está, su IQ es más importante que las piernas del sueco, más útiles en remontadas. No han sido clave, pero igual sorprenden esos minutos de Willy como cuarto pívot, al que entre lesión de rodilla y asunto no-renovación dábamos casi por perdido para la causa. Unos minutos que dejaron a Lima inédito en la banca, supuestamente un perfil mucho más Laso. Quizá el brasileño arrastraba algún problema físico (no me consta), o quizá simplemente haya sido una variante táctica, alinear un pívot más pesado en los minutos que coincidió la pareja Ausgustine-Davis. Si es así, bienvenido sea un gesto de mínima flexibilidad táctica de coach-L, especialmente en lo que a juego interior se refiere.

El martes primer partido contra Fenerbahce. La baja de Vesely equilibra a priori la eliminatoria, su jugador franquicia, tras De Colo el de mayor impacto en la competición. Pero igual es una plantilla larga, con el mejor entrenador en dirección de partido, el factor cancha y el step-ahead de Datome en el top16: 15pts de media con 60% de campo. En principio favoritos los turcos, por respeto a su primer puesto y por las debilidades del Madrid, pero es imposible calibrar el verdadero nivel de Fenerbahce partiendo de un grupo tan netamente inferior. Para bien o para mal, nos seguiremos dejando la salud en las dos próximas semanas y aquí estaremos para co(me)ntarlo.

En manos ajenas

Llevamos todo el curso esperando, con la esperanza algunos, otros más optimistas incluso convicción, de que el equipo que lo ganó todo regresará llegada La Hora. Como en esas películas de boxeo en que el protagonista se levanta de la lona cuando la cuenta del árbitro va por nueve. En el caso del Madrid, como si todo el desarrollo de la temporada formase parte de un retorcido plan para revalidar la Euroliga (o al menos volver a la F4) con el mínimo esfuerzo y el máximo número de derrotas por el camino (vamos por 11), porque hemos aprendido que «los títulos se.ganan en mayo-junio». Pero el mito está a punto de caerse, tras una nueva hostia de realidad el jueves en Atenas, que costó hasta el average, que no era bajo (12). Aún hay opciones, sí, pero el Madrid no depende de sí mismo para estar entre los ocho mejores de Europa y eso ya no formaba parte del plan. Necesita un pinchazo de Barcelona u Olympiakos y que Brose no gane sus dos partidos.

Los catalanes viven de aquellos dos Doellmanazos. Van bastante justitos de juego, pero tienen calendario propicio: Brose baja enteros a domicilio y Kaunas es plaza abierta. No contaría con que fallen. Olympiakos es un animal competitivo, su juego viene in crescendo y, visto lo visto el viernes, no va a ceder un matchball en casa en el último partido, ni siquiera contra CSKA. No, si tuviese que apostar, las opciones del Madrid pasan el jueves por el Jimki-Olympiakos, nos jugamos probablemente más en ese partido que en el propio, la visita a Baskonia. Los rusos parece que viven en constante crisis, entrenador destituido hace 13 días, pero han ganado 4 de sus 5 en casa en el top16 (a todos salvo al Madrid) y mantienen opciones, integrantes de ese pelotón de cinco equipos empatados en balance 6-6. Si Olympiakos pinchase y el Barca cumple, al Madrid le bastaría con ganar de 1 a Jimki en el Palacio en la última jornada para pasar.

Para soñar, aparte de calculadora, carambolas y favores ajenos, haría falta que el equipo empezase a dar la talla. La victoria ante CAI el domingo rompió la racha de 3 derrotas seguidas, pero las sensaciones siguen siendo pobres. La dependencia de Ayón es ridícula, media hora en pista con la mano vendada para batir en casa al 14º clasificado de la ACB. Entiendo que Felipe y Nocioni jueguen poco por edad, que Thompkins se autodescarta con faltas tontas y que Ndour es el último de los 7 interiores, pero ¿y Lima? Dado que tácticamente es un clon del mexicano, ¿no podría asumir más minutos? Y la defensa, claro, 276 puntos encajados en los tres últimos partidos, a 92 de media. La puesta en forma de Rudy marcha bastante más lenta de lo que necesitaría el equipo en este momento de la campaña. Le hacen falta unos cuantos partidos cómodos de ACB para recuperar ritmo de competición y sensaciones, mientras tanto, casi prefiero que sus minutos en Euroliga los juegue Taylor, nuestro mejor defensor exterior por piernas y que según le da el día hasta enchufa.

Machete asalta el Palacio de Invierno

Y cuando empezábamos a dar al enfermo por desahuciado, ni 6 días hacía del bochorno en el Palacio ante Baskonia, resulta que asoma la cabeza donde menos imaginábamos, en Moscú. Cuatro años llevo viviendo en la capital rusa, todos ha venido el Madrid, a menudo más de una vez, y no es que nunca le haya visto ganar, es que nunca había ni competido. Una plaza maldita. Lo he seguido en primera fila, a escasos metros del banquillo blanco, escuchando los gritos, broncas, lamentos y finalmente celebraciones de Laso y la chavalada, que esta noche pueden brindar, no con vodka sino con tequila.

Puede que sea un punto de inflexión, muy bienvenido en puertas de la Copa, lo dudo, más bien otro coletazo de espíritu competitivo, que cada año de la era Laso más que el anterior reserva el equipo para cuando se ve contra las cuerdas. En todo caso muy bienvenido de cara a la clasificación. Para enmendar los patinazos en casa y estar en cuartos hacen falta victorias como esta, en salidas improbables. Diría más, es el triunfo más importante en lo que va de temporada, por el rival, el momento y el escenario. Uno con el equipo en cuadro y con el que, reconozcamoslo, no contábamos. Ni nosotros aficionados ni los jugadores, el cuerpo técnico y la directiva, a tenor de su reacción. Estaban exultantes, teníais que haber visto por ejemplo a Trey Thompkins, firmando autógrafos y repartiendo besos en la pista en el postpartido.

En su caso Jimki sirve además de reivindicación, porque muchos le dábamos por perdido para la causa, sobre todo mentalmente. Titular por la baja de Felipe y Chapu, ha cuajado (pese a problemas de faltas) su mejor actuación de 2016, lo cual tampoco es mucho decir, pero ha sido útil, abriendo el campo, ayudado en rebote defensivo y cumpliendo atrás, que suele ser lo que más le cuesta. Si hasta ha robado un balón siendo el primero en bajar a defender una contra rusa. Enchufar el primer tiro resulta clave, porque su problema al final es de confianza, en ningún caso de facultades. Sigo pensando que tira demasiado de tres (7), la única que se ha jugado al poste ha vuelto a ser canela. No espero una estrella, nunca lo será en el sistema Laso, pero con destellos como hoy puede ser útil de aquí a final de curso.

En todo caso el héroe es sin duda ‘Machete’ Ayón, su mejor actuación en el baloncesto europeo, valoración 41, una salvajada más propia de Pau en el Eurobasket que de un encuentro de mortales. Dominó el partido de cabo a rabo, 23 puntazos, muchos ante un espejo, otro duro de pelar como Augustine. Qué manera de moverse sin balón el mexicano, de rebotear y robar, impresionantes sus ayudas atrás, su concentración y fondo físico para aguantar 35 minutazos en pista con semejante despliegue. Es además un líder contagioso, un ganador: sus arengas en los tiempos muertos se escuchaban nítidas por encima del murmullo del pabellón, sus gritos de ánimo a Thompkins y sus enfados con cada canasta cómoda rival, que esta vez han sido pocas, especialmente en la segunda parte.

El momento clave llegó justo tras la reanudación, cuando el equipo mantuvo el tipo con pelota de break para Jimki. Destacado Llull, que venía de varios partidos flojos, especialmente en la dirección, 11 asistencias y una selección de tiro cabal, plantando cara al backcourt de mayor talento de la competición. Rivers y Maciulis lucen poco pero son cemento, ha llovido desde que hicieron la mili, siempre los querrás de tu lado en trincheras como Moscú. Ndour se ha cascado 17 minutos porque no había otro, por las faltas de Thompkins y porque Laso no concibe juntar en pista a Ayón con Willy. Estos minutos corresponden a partir de la próxima semana a Lima, del que me fío bastante más.

Houston, tenemos un problema

… Y no de los pequeños. Derrota en el Palacio ante Jimki y balance 2-4 que, no es que nos garantice un siguiente grupo bien cargadito, es que directamente nos complica de forma seria la presencia en el top16. Hacen falta dos victorias más para pasar de fase. En condiciones normales no sería problema, pero estamos como estamos, nos cuesta un mundo ganar cada partido. Queda Belgrado, Fenerbahce en casa, Munich y Estrasburgo en casa para cerrar. A este nivel competitivo veo difícil ganar a los turcos, que son otro vitorino, y la visita a Munich es también un hueso. Estrasburgo en el Palacio debe ser asequible, pero igual nos obliga a ganar la semana que viene en Belgrado ante 16.000 espectadores. Un Estrella Roja que, sí, le dimos un agua en la ida, pero que viene de ganar en Baviera…

Más con corazón que con cabeza, conscientes de lo que nos jugábamos y al calor de la afición, pero al menos esta vez se defendió. Pasa que ante determinados rivales solo con testiculina no alcanza. Jimki es uno de los 5-6 mejores equipos de la competición, te puede jugar de tú a tú en el Palacio porque tiene el talento en la plantilla suficiente como para meter tiros con la mano del defensor en la cara, como Rice en el tercer cuarto o Monya en la recta final. Y cuando eso pasa, necesitas que alguien se salga del guión para dar réplica, pero esa nunca llegó. Al contrario, nos quedamos en un paupérrimo 36,7% de campo, más 10 tiros libres fallados, algunos en momentos clave.

Con la cantinela de que los titulos se ganan en mayo, olvidamos que algunos se pueden perder mucho antes. En diciembre pasado, el peor momento de La Temporada, el Madrid se dejó 4 derrotas en ACB, donde la liga regular cuenta verdaderamente poco, pero sabía que con la Euroliga no se juega, pues por formato casi cada partido importa. Es más, los últimos tres años hemos llegado a la final apabullando en estos encuentros, como el de Jimki, de grupo en casa ante grandes rivales, mandando un mensaje. Se suponía que teníamos aún mejor plantilla esta temporada y estamos con el agua al cuello en la primera fase, regalando el prestigio que tantos años nos costó recuperar.

A Rudy hay que pedirle más. Ya no está lesionado, ya no está en la selección, aquí no hay un Gasol, él debe ser nuestro Pau. Recordemos que este mismo Rudy, el sueldo más alto de la historia del club, se paseaba por Europa en sus dos primeros cursos tras regresar de América, dominaba en ambos aros, cambiaba partidos; echad un ojo a mis crónicas de entonces y a los comentarios de Turpin. Hoy cumple en los encuentros de Euroliga (en ACB ni se digna a presentarse), firma estadísticas potables, pero no marca diferencias, ni se acerca. ¿Qué ha sido de nuestro vellocino de oro?

Y no es el único. Hay un tío de 1,6mill de salario que no está ni para jugar 10 minutos, que es Nocioni. No nos sirve suponer que dará un paso al frente en los partidos por el título si no llegamos a jugarlos porque nos quedamos por el camino. El puesto de alero no suma: a Taylor le secó su némesis, Honeycutt, mientras Maciulis sigue regañado con el aro, con los árbitros y con el mundo general. A Felipe en ataque le cuesta mucho más producir en Euroliga (45%tc frente a 50% en ACB) y Willy sencillamente no está aún para estas lides, lo que nos deja en manos de Ayón, titánico con 14pts y 15rebs. Restan 42 días para que termine el año, que espero sean los mismos que queden para el desembarco de Lima que, por cierto, ha puesto velocidad crucero en Murcia tras un comienzo titubeante. No cuento con que sea ningún mesías, pero sí al menos una quinta pieza presentable de rotación interior para los partidos más duros, la que por ahora no es Willy.

Y hoy se lleva también un pescozón Laso. Tiene la mala suerte de que la televisión ha mostrado dos de sus últimos tiempos muertos, clave, con el partido en el alambre. No hay lugar a interpretaciones, el sonido era cristalino… Y ha dado penita. La mitad del minuto de tiempo muerto, farfullando, sin decir nada coherente, sobando la pizarra, para terminar colocando a la guardia pletoriana (los Sergios, Rudy, Felipe y Ayón) cual tablero del Battle Master. «Pero Mister, es que nos van a hacer falta», le ha replicado Rudy, de perogrullo, verbalizando lo que estaban pensando todos. No ha dado tiempo a más, la bocina de final de tiempo muerto había sonado hacía ya 10 segundos. Total, que a falta de un plan estábamos en manos de la virgen de Lourdes, y esta noche no apareció por el Palacio.

Moscú no cree en lágrimas

¿Se acuerdan de la gran pretemporada de Carroll? Yo tampoco, es como si se la hubiese llevado el viento. Hace exactamente un mes le coló 33 puntos a este mismo Jimki, pero claro, era un amistoso. Cuando la tripleta exterior del Jimki (Rice, Shved, Koponen) se pone las pinturas de guerra es mucha tela, más si cuentan con el viento a favor de un arbitraje caserete. ¿Se acuerdan del Eurobasket de Chacho? Yo tampoco. De entre las estrellas blancas es la que peor ha empezado el curso, lamentable en ambos aros tanto en Moscú como el domingo ante Valencia. Sin ninguna chispa en la creación desde bote, que al fin y al cabo es lo suyo (6 asistencias en 44 minutos).

Todo lo contrario que Tyrese Rice, 12pts, 8rebs, que es muy bueno, sí, (menos mal que no cayó en el Barca, que le pretendió en verano), pero además me consta que tiene cruzado al Madrid por cierto roce en la F4 de Milán. Al parecer fue un comentario de Carroll en el túnel de vestuarios en el entrenamiento del día previo a la final, un comentario inofensivo pero que el base se tomó a mal, como un hacer de menos al Maccabi. Rice, animal competitivo, juró venganza, y hasta hoy.

Maciulis, Ayón y Llull fueron los únicos que le echaron bemoles en Moscú, pero ni eso sirvió para dar partido, nunca hubo opciones. Nos falta ahora mismo una marcha, probablemente dos, para optar a sacar algo positivo de una plaza del nivel del Jimki de este curso (roster de campanillas, paga Usmanov, el hombre más rico de Rusia). A Thompkins se le vio algo más implicado en intendencia que en ocasiones previas, especialmente en la segunda parte (5 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones), pero en cambio pinchó en lo suyo, anotar. Le secó, tanto a él como a Felipe, un Augustine que cada año me gusta más. Verle en directo impresiona, defensor y reboteador durísimo, una roca, en ataque no es manco, pero sabe limitarse estrictamente a su jurisprudencia. Me consta que el Madrid preguntó en su día por él, pero su sueldo de 800k netos (en Rusia solo se paga un 13% de impuestos) era inalcanzable para lo que el club estaba dispuesto a gastarse por un perfil así.

Lo único positivo del debut Euroliga es que pone fin al arranque de temporada, es decir, a esta tachuela del calendario que ha enseñado todas, toditas las vergüenzas del equipo a estas alturas, que son bastantes. Tres partidos oficiales, tres derrotas, dos estrepitosas y la otra en el Palacio. Nos aguarda una semana reconstituyente, con tres duelos a priori asequibles, Tenerife y Estrella Roja en casa, más la visita este domingo a San Sebastián, por plantilla una de las cenicientas de la competición. Aunque, desde la perspectiva y sabiduría que me aporta este Bombay Sapphire, la verdadera buena nueva de la jornada es que las cheerleaders del Jimki hayan recuperado su mítico número con música de Depeche Mode (Personal Jesus) al final del tercer cuarto. Verlo en primera fila ha justificado más el safari en transporte público a Jimki que el despropósito de nuestros chicos de blanco. Llevo casi cuatro años viviendo en Rusia, vienen cada año y nunca les he visto ganar. Moscú no cree en lágrimas.

Así se han reforzado los rivales del Madrid

Entramos en agosto y las plantillas de los gallos Euroliga están prácticamente cerradas, Madrid incluido. Podemos ya analizar cuáles han ganado potencial este verano, cuáles lo han perdido o mantenido.
BAJAN

– CSKA de Moscú. Con el actual tipo de cambio, sus 2.300 millones de rublos de presupuesto para la temporada 2015/16 ‘se quedan’ en 33,6 millones de euros, casi 10 menos que en cursos previos. Cede al Madrid el honor de mejor plantilla del continente y a Fenerbahce el de primer presupuesto Euroliga. Una rebaja que se nota en la confección de plantilla. Salen Kaun, Weems y Kirilenko, los dos primeros jugarán en la NBA y el tercero se retira para (intentar) presidir la federación rusa. Llegan en su lugar Joel Freeland y Corey Higgins, alero anotador procedente de Turquía (plan B a James Anderson, ex de Zalguiris), con lo que la balanza de talento es ciertamente negativa. Aterriza también, por cierto, un escolta ruso joven al que os recomiendo echar un ojo, Dimitri Kulagin, estrella el año pasado del recién creado Zenit de San Petersburgo.

Barca. Siete nuevos fichajes que resumiría en una palabra: desamortización. La directiva ha cortado parcialmente el grifo a Chichi tras varios años de tiros al palo y errores costosos. Este verano, muchos nombres biensonantes pretendidos (Rice, Weems, Calathes, etc) para fichar finalmente planes B o hasta C. Calculando a ojo de buen cubero, la diferencia entre los salarios salientes y los entrantes (especialmente acuciada en la pintura) supone una rebaja de unos 2 millones de euros. Por otra parte, lo ingresado por Hezonja se gasta casi íntegramente en la subida de salario a Tomic, este año aún más jugador franquicia, al que se rodea en la pintura de músculo y movilidad sin talento 1×1: Lawal, Samuels y Diagne. Este último está llamado a simplemente completar convocatorias ACB por su condición de cupo de formación. Condición, por cierto, que también cumplía Marko Todorovic, jugador más valorado de la pasada ACB, por el que se pagó en su día cuarto de millón pero cuyo regreso ni se ha barajado. Otro capítulo más en la errática gestión de talento joven del Barca en el último lustro. Los fichajes en el juego exterior de Arroyo con 36 años y Perperoglu, descarte de Efes tras una muy mediocre temporada en Turquía, empeoran lo que ya había. Una plantilla con un juego interior más equilibrado pero con menos talento y un juego exterior sin sentido, con cuatro escoltas puros (Abrines, Navarro, Oleson y Ribas).

SE MANTIENEN

– Fenerbahce. El club que más ruido ha hecho y más dinero ha gastado en fichajes este verano, con los que arma una plantilla más larga si bien un quinteto, en mi humilde opinión, menos desequilibrante. MVP Nemanja es insustituible y Goudelock rayó a un nivel altísimo. En su lugar desembarcan Bobby Dixon y Datome, jugadores de talento pero novatos en la élite Euroliga. Una merma en el quinteto que se compensa con la profundidad de plantilla, carácter y experiencia que deben aportar Antic y Sloukas, además de Hickman, que se perdió el curso pasado casi completo por lesión (está por ver el nivel al que vuelve). Por último, Udoh en Europa es un melón por abrir, sustituye a Erden, que también despertó gran expectación cuando regresó de la NBA. Es un roster a priori de campanillas, pero de esos en equipos turcos estamos curados de espanto. Lo que sabemos es que Fenerbahce encontró la tecla el año pasado para clasificarse por fin para la F4 y ahora pone la casa patas arriba. Estamos en agosto, sé que es tiempo de pajiplantillas, pero no recuerdo ningún equipo que ganase la Euroliga tras cambiar media rotación en verano.

– Olympiakos. Sobra con decir que mantiene la columna vertebral con la que ha llegado a tres de las últimas cuatro finales de la Euroliga, animales competitivos como Spanoulis, Printezis, Lojeski o Mantzaris. Las principales novedades este curso son Patrick Young, Daniel Hackett y DJ Strawberry, que suplen las salidas de Dunston, Sloukas y Lafayette. No descartaría, además, que pujasen por Bourousis, que este fin de semana selló su desvinculación del Madrid.

SUBEN

Efes. Quizá el equipo que mejor se ha reforzado de Europa, mantiene a todos sus jugadores clave y los rodea bien, con gente de competitvidad demostrada. Se deshace de Draper, Perperoglu y Lasme, que rindieron por debajo de lo esperado, e incorpora cinco activos de gran nivel. Derrick Brown (ex Lokomotiv), al que he podido seguir de cerca en Rusia los dos últimos años, bien podría ser el cuatro de mayor talento ofensivo de la competición. Complementos de lujo son Bryant Dunston (mejor defensor de la Euroliga los dos últimos cursos) y Alex Tyus (maestro en el 2×2), con sólido bagaje en la élite Euroliga. Cubrirán la ausencia de Krstic, que será baja hasta diciembre-enero por una lesión de ligamento, pero que recordemos se salió en el top-16 y los cuartos de final contra el Madrid el pasado curso cuando en circunstancias similares muchos le daban por jubilado. Mantiene Efes a dos jóvenes de gran recorrido como Dario Saric (pospone el salto a la NBA) y Cedi Osman. El club espera mucho del segundo, al que este curso (con 20 años) se le concederán minutos y galones. A cambio de Draper llega Jayson Granger, más completo, que cada año juega mejor, consagrado el curso pasado en la burguesía continental y que formará con Heurtel una de las mejores parejas de bases de Europa. Por Matt Janning, al que se le encogiese la muñeca en momentos clave la temporada pasada, aterriza Jon Diebler, escolta tirador americano que despuntase en el Pinar Karsiyaka (medias de 14,5 puntos y 4 rebotes en Eurocup) sorprendente campeón de la liga turca.

Jimki. Regresa a la Euroliga por todo lo alto, se ve que los problemas económicos de la 2012/13 quedaron felizmente atrás. Mantiene intacta la columna vertebral del año pasado, con la que ganó de calle la Eurocup, los Tyrese Rice, Koponen, Honeycutt, Paul Davis, Augustine y Monia. Con gran sobreprecio, pero suma un talentazo exterior como Alexey Shved, que firma 9 millones de euros por 3 temporadas. Además, apuntala la rotación interior con Marko Todorovic, tras su gran campaña en Bilbao, que suple a un Claver cuya permanencia ni se planteó.

Panathinaikos. PAO recupera el pulso tras varios años de decadencia desde la marcha de Obradovic. El cambio empieza desde el banquillo, con la incorporación de uno de los entrenadores jóvenes más pujantes de Europa, un ganador nato como Sasha Djordjevic, que compaginará el cargo con el de seleccionador serbio. Diamantidis podrá dosificar sus minutos con la llegada de un nuevo mariscal en pista, Nick Calathes, 7mill$ por 3 años. La crisis económica griega no parece haber salpicado al baloncesto. Se deshacen de un cáncer como Batista e incorporan a tres ex NBA, los pívots Raduljica y Kuzmic, y el veterano alero Sasha Pavlovic. Mantiene además al combo Nikos Papas, 25 años, uno de los jugadores de mayor progresión de la pasada Euroliga (promedió 16,3ppp en la serie de cuartos ante CSKA).