Vuelvo de vacaciones coincidiendo con los JJOO, con el desastroso comienzo de España, en la que me cuesta poner nota por jugadores, pues no se salva ni el apuntador. Ni san Pau, al que secó Lima, reencarnado por momentos en Rodman. Repito para que conste en acta: nuestro Lima, el que no vale a Laso ni de fondo de armario, secó al mismísimo Pau Gasol. No sé vosotros, pero creo que el brasileño y Campazzo tendrán algún día cabida en la plantilla blanca.
Lima sale cedido a Zalguiris, donde gozará de minutos Euroliga, mientras sigue pendiente el anuncio que oficialice la contratación de Othello Hunter, con quien se cerrará la plantilla blanca. Hace dos meses y medio que el propio Hunter reconoció en una entrevista su incorporación, pero me dicen que los servicios jurídicos del club están mirando con lupa su pasaporte Cotonou para que no se repita un caso Slaughter (¡que tenía el mismo número de pasaporte que Panko!). En su caso no debería haber demasiada controversia, pues su familia es efectivamente de origen liberiano, por eso no entendemos la tardanza. De resolverse, Laso dispondrá de 8 de los 13 jugadores del primer equipo para la pretemporada completa, una rareza y lujo en comparación con veranos previos, cuya factura ya conocemos.
Seguimos por supuesto de reojo los movimientos del Barca, rival directo, que ha reventado el mercado europeo para compensar la marcha de Abrines y Satoransk, los dos que estaban llamados a marcar el techo del equipo. Su salida deja 3,5 millones en caja, si bien en estos casos es habitual el pago a plazos, con lo que el Barcelona no cobrará íntegro ese dinero hasta como poco el año que viene. Ante el fin de ciclo del entrenador y la salida de sus dos jóvenes más valiosos, el club que hace bandera de la cantera y lleva años prometiendo una rebaja presupuestaria ha tirado por el camino de en medio, 5 millones se ha gastado aproximadamente entre el despido de Pascual, la libertad de su clon Barztokas y el tránsfer de Claver y Rice. Un dinero que, este sí, se acostumbra a abonar en el acto. Las comparaciones ofenden, los dos millones por Claver frente a los cero euros que pagó el Madrid por Randolph…
Tras los fuegos artificiales le queda al Barca una plantilla todavía muy coja, a falta de entre dos y tres jugadores, sustitutos para Abrines, Arroyo y probablemente Samuels, que apunta a Turquía. Y a alturas de mediados de agosto solo hay dos opciones. Una, pasar por caja, sabiendo los vendedores que estás desesperado y andas pagando sobreprecio. Valencia se ha cerrado en banda por Vives y sacar a Hanga de Vitoria no saldría por menos de 1-1,5 millones. La segunda opción es pescar entre los descartes de la NBA, que es una ruleta rusa por adaptación y estado físico. En concreto me dicen que el Barca está barajando seriamente para el puesto de pívot físico a JJ Hickson y para el de alero a Lance Stephenson, malabarista y bipolar, ambos sin equipo actualmente, jugadores de bastante recorrido pero una carrera en sospechoso declive prematuro.