Un derbi del siglo XXI

Hubo un tiempo en que el vecino era un rival digno y el derbi de la capital una cita con solera justificada. Ese tiempo ha quedado atrás. Después de varios años de errores concatenados en los despachos, Estudiantes es un equipillo que no alcanza a dar partido a un Madrid adulto. En concreto, con la baja de English & Gabriel, los colegiales tienen a día de hoy un nivel como de media tabla en la LEB, la categoría que en realidad les correspondía esta temporada… Así que el derbi dominical quedó en una pachanga de buenrollismo y guanteblanco, con jugadores rivales caminando abrazados al túnel de vestuarios ya en el descanso. Vidorreta dio más minutos que nunca a los canteranos (una coartada para la afición), los mismos con los que apenas contaba cuando hace dos meses Estu aún competía por algo y los jugadores franquicia estaban sanos.

El mayor desprecio que puede hacer el Madrid al vecino es afrontar el derbi con la indiferencia que da la infinita superioridad. Para los blancos el partido fue básicamente el enésimo y ya último banco de pruebas de cara a la Final Four. Punto primero, no hubo lesiones. Los 12 jugadores de la plantilla dispusieron de un mínimo de 9 minutos siendo Mirotic, como de costumbre, quien más tiempo pasó en pista con 23. Mirlo aprovechó la mañana apacible para inflar estadística a base de faltas recibidas y tiros libres (9 y 8 respectivamente) con que asegurar un MVP igualmente merecido e indiscutible. Suárez volvió a firmar otro buen partido en ACB, donde pese a críticas y rumores promedia unos números dignos en la segunda vuelta: valoración 9 y 45% en triples. No se a Laso, pero a mí para reserva de cuarto de hora me sirve. Lo mismo pienso de Begic, pero ese ya tiene pie y medio fuera, así que paso de hacerme mala sangre.

Dado que el Madrid no se juega nada en los dos partidos que restan de liga regular, no sobra poner un ojo a la lucha por el octavo puesto, de la que saldrá nuestro rival, que ahora mismo sería Unicaja, tras hacer el movimiento de la semana ganando en Galicia. De los cuatro equipos inmersos en la lucha por la 7º y la 8º plaza, el malagueños son los últimos a los que querría ver en una serie a tres partidos. Pero antes de todo eso nos vamos a Londres, el miércoles publicaré previa. El Barca ganó este domingo al Joventut con Oleson como jugador más valorado, su ausencia el viernes es un alivio. Espero que Laso esté entrenando el ataque contra zona. Por cierto, el Madrid espera entre 1.500 y 2.000 aficionados blancos en la Final Four, una hombrada, la verdad.

Una Final Four de teletienda

Euroliga sigue con su particular sprint para llenar el O2 londinense en la F4, o por lo menos acercarse y evitar un ridículo manifiesto tras la barrabasada del precio de los abonos. Pero no levanta cabeza. Este jueves publicaba una nota de prensa en su web en un tono publicitario digno de tómbola de fiestas del pueblo: “corra a comprar, oiga, que nos las quitan de las manos”. La agresividad creciente del mensaje corre en paralelo a la desesperación de la organización. El de la nota de prensa es un tono optimista que choca de lleno con los números que presenta a poco que se sepan interpretar porcentajes. A saber…

Para curarse en salud, la organización ha reducido un 25% la capacidad habitual del pabellón, de 20k a 15k. Los 5.000 asientos ‘desamortizados’ se pierden en prensa y seguridad, que nunca habrán estado tan cómodos y holgados… Si multiplicamos 5.000 asientos por la media de precios de los abonos, hablamos de que los plumillas y las medidas de seguridad anti-griegos suponen 1,5 millones de euros de lucro cesante. Según nota de prensa se han vendido ya 6.000 entradas, de las cuales unas 2.000 son a público local, suponemos que a expatriados más que a ingleses, a los que básicamente les resbala esto de la canasta. Por cierto, veréis como los rusos pudientes que viven en Londres acapararán los asientos VIP, nuevos ricos, pivones de pasarela jugando con el móvil en primera fila.

Volviendo a las cifras, quedan 9.000 entradas por vender a aficiones que ya han comprado 4.000. Y aquí llega la pregunta del millón: ¿a quién se las colocas? Con el Maccabi fuera de combate, la Euroliga pierde a su cliente más fiel y pudiente, el único que garantiza no menos de 4 o 5 mil aficionados en la F4 independientemente de precio y localización. Por comparar, el Barcelona llevó sólo 600 seguidores el año pasado a Estambul, cifra que raramente aumentaría este año en caso de que finalmente se clasifique (como mucho me temo tras ganar cómodamente el 4º en Atenas).

El CSKA es más de lo mismo, ¿qué puedes esperar de un equipo que congrega menos de 4.000 aficionados de media en su pabellón en los partidos de cuartos de final? Su problema no es económico sino de pura falta de masa social, algo que llevo dos años constatando en primera persona. Calculo que desde Moscú no viajen más de 500 valientes. Luego está Olympiakos que, aunque será probablemente el contendiente que más afición desplace, su número está muy condicionado por el precio abusivo de los abonos. ¿Cuántos griegos están para gastarse con la que está cayendo 1.000 euros en un fin de semana de baloncesto, “por si vuelve a sonar la flauta”? 

Y así llegamos al Madrid, al que por momento histórico y masa social potencial veo como termómetro del ticketing de la F4. Después de 3 lustros de mediocridad en la sección y un regreso por la puerta trasera hace dos años, hay mucho optimismo en la afición alrededor del equipo este año y, a diferencia de Barca y CSKA, el Madrid sí firma asistencias en 5 dígitos a su pabellón en cada partido importante de la temporada. En el otro lado de la balanza está el precio de los abonos (prohibitivo para el currito medio madrileño) y la expectativa de una final de Champions. Ésta no deja de ser la sección de baloncesto de un club de fútbol, hay mucho abonado a ambos deportes y en caso de elegir hacer un esfuerzo económico por asistir a una de las dos finales no dudaría ni un minuto en ir a Wembley (lógica que aplica también al Barcelona). Mi apuesta es que el Madrid desplazará 1.500 aficionados,  y ya me parecería una hombrada.

Recapitulando, da igual las técnicas de teletienda que pueda desplegar en las 3 semanas que quedan para el evento. Euroliga, que patinó en la elección de escenario y precios, enfila un batacazo organizativo memorable. Ya no es sólo el dinero que va a dejar de ganar por las entradas que irremediablemente se va a comer, es la pérdida de reputación de la empresa, la sensación de distancia con la realidad del baloncesto europeo y sus gentes. ¿Qué imagen proyectan 3-4 mil asientos vacíos en la gran fiesta anual de la competición? ¿Qué pensará el aficionado que se quedó en casa porque se le salía de presupuesto?

Volamos a Londres

15 años tardó el Madrid en volver a la Final Four de la Euroliga, pero sólo 2 ha necesitado para repetir. Esta vez por la puerta grande, sobrado, asombrando a Europa tras centrifugar 3-0 a todo un Maccabi en cuartos de final: +49 en el total de la serie, las tres victorias por 12 puntos o más. Con el billete para Londres, que implica sillón por derecho propio en la élite continental, el Madrid cumple con uno de los dos objetivos de la temporada (a sumar el título ACB). Llegar es siempre un premio, pero si mantiene el estado de forma, este equipo no irá a la F4 de turismo como hace 2 años sino como favorito claro junto al CSKA. Luego ya se sabe, a este nivel y a un partido no hay garantías, es una lotería. Claro que cuantas más veces y mejor llegues, más papeletas tendrás en la rifa.

En un día importante como hoy quiero destacar a Coach L, al que habitualmente atizamos desde esta tribuna, pero al que considero principal artífice de unos cuartos de final impecables del equipo. Su preparación y dirección de los partidos durante toda la serie ha sido primorosa, ganando por la mano el duelo a uno de los grandes estrategas del basket continental como es David Blatt. El Madrid ha jugado siempre concentrado, agresivo en defensa y solidario en ataque, síntomas de un gran trabajo colectivo.

Algún Laso-escéptico se agarrará quizá a la entidad del rival para hacer de menos lo obtenido, pero no me vale el argumento, este Maccabi venía como una moto tras ganar 6 de los últimos 7 partidos del top-16, promediando por cierto 83 puntos. No es que sean malos, sino no hubiesen quedado por delante de Jimki, Baskonia, Siena o Fenerbahce, es que los chicos de Laso les ha hecho parecer malos con una defensa superlativa. Cuando se remanga, este Madrid practica quizá la mejor defensa de Europa, ha dejado a Maccabi en 57 puntos por partido en la serie, 26 menos que su promedio en esa segunda vuelta del top-16.


El tercer partido de la serie se pareció más al segundo, con una versión sobria del Madrid, construido desde la defensa, sin necesidad de alardes sino con la paciencia de quien se sabe superior. Con rebote ofensivo aguantó la envestida israelí en el tercer cuarto y con triples destrozó el partido en el último. Puestos a mencionar, me quedo con Chacho, Llull y Carroll, no sólo hoy, sino en la serie. 46 tiros de campo de los jugadores exteriores hoy por sólo 14 de los pívots, de los que podríamos descontar 4 de los triples de Mirotic. En fin, la heterodoxia es el camino de los equipos limitados pero no de este Madrid, que tiene más variantes que una navaja suiza. Londres nos espera.

Posdata. Al Barca le tiemblan las piernas y ya se asoma al abismo. Tomic ha fallado dos tiros libres claves a falta de 50 segundos y a Sada se le ha escapado la bola el último saque de fondo. Y a todo esto, Lorbek en modo Dunkin Donuts, viendo los finales de partido desde el banquillo, junto a Marcelinho, por el que se pagaron 1,7 millones de transfer.

Con ventaja campo y por la puerta grande

Objetivo conseguido: el Real Madrid jugará los cuartos de final de la Euroliga con ventaja campo, el rival será el Maccabi. Los blancos se sacudieron la empanada de los 2-3 últimos meses y firmaron un triunfo sin ‘peros’ contra el Efes en el Palacio (86-66) para corroborar el segundo puesto de grupo en el top-16. Las sensaciones fueron magníficas, un partido redondo de principio a fin. En la velada más trascendente de lo que va de temporada (junto a los cuartos de Copa y la final de Supercopa), el Madrid recuperó su mejor versión, la de los primeros meses de competición y que había aparcado tras la derrota copera, que sucumbió al equipo en un periodo de irregularidad y zozobra.

No se trata de que entren o dejen de entrar los triples (8 de 20 es otro día en la oficina), sino de fluidez y convencimiento en el método. Los blancos  jugaron esta vez sí con corazón e intensidad desde el minuto 1, y destrozaron al Efes ya en la primera mitad. Una vez quedó claro que la victoria no corría peligro, allá por el segundo cuarto, el encuentro sirvió como catarsis colectiva y concurso de highlights, un regalo para los sentidos (manque pese a la Euroliga).

Del castillo de fuegos artificiales que fue el Madrid destaca una pieza sobre el resto, la que pone el reloj en hora, nuestro vellcino de oro se llama Rodolfo Fernández. Se come 2.7 millones anuales de presupuesto pero vale cada céntimo que cuesta, como demuestra en cada partido de los que cuenta, como el de hoy. Suma 56 de valoración entre Moscú y Efes. Destaco a propósito su valoración y no su anotación porque a diferencia de Navarro, con el que sus detractores (que no son pocos) le suelen comparar, Rudy es un jugador total: el que mejor asiste a Begic, el mejor ladrón de balones de la plantilla y un currante del rebote. Reencontrado con el sentido común en la selección de tiro exterior se convierte en diferencial a nivel FIBA. Que Rudy llegue sano y enchufado al tramo decisivo de la temporada es un motivo claro de optimismo.

Mirotic mantuvo un animado duelo con Savanovic y, al revés de lo que viene siendo costumbre, brilló más de lo que dicen sus números. Demostró que cuando quiere, puede: todos sus puntos llegaron cuando aún contaba, algunos para abajo (vaya mate remontando línea de fondo) y hasta colocó algún tapón (la defensa, su segmento de juego más cuestionado). Llull fue el tercer destacado claro, 16 puntos, 6 rebotes y una notable defensa sobre la estrella rival, Farmar.

Tras 5 partidos a buen nivel podemos afirmar en voz alta que lo de Begic no es flor de un día. Sabíamos que era un jugador diesel, al que le cuesta horrores coger la forma y que además empezó el curso con un tobillo maltrecho, pero una vez dentro se trata de un jugador bastante aprovechable, incluso para un equipo nivel F4 como el Madrid. Puede que nos arrepintamos, pero mucho me temo que su suerte en el Madrid ya está echada: Mejri ya firmó y para sustituir a Hettsheimeir se busca otro perfil (¿Hamilton?). Los actores de reparto cumplieron todos con creces: Slaughter, Carroll, Felipe o Chacho. El único borrón de la noche fue la lesión de Suárez que, al igual que Begic, se había reenganchado a la temporada y cotizaba al alza en las últimas semanas, más por sensaciones que por números. Por suerte, es un gople más aparatoso que grave y sólo será baja unos pocos días.

Queda mucho por comentar sobre el cruce con el Maccabi y los otros duelos de cuartos, pero habrá tiempo en los próximos días / semanas. Hoy es un día para celebrar uno de los objetivos cumplidos: clasificarse para cuartos de final de la Euroliga con ventaja campo y por la puerta grande.

¿Cuánto cuesta un asiento vacío?

El precio de las entradas para la Final Four de Londres es un despelote, y no es el primer año que sucede. Los abonos de 160 euros son poco más que un mito urbano, porque en noviembre ya no quedaban. Es decir, sacaron a la venta 4 mal contados para curarse en salud (6 filas en el gallinero), por si alguien como yo reprochaba los precios abusivos. Pero lo cierto es que el precio medio de las entradas no baja de 300 euros, es decir, que estás pagando como media no menos de 100 euros el partido, más que en una final de la NBA. Teniendo en cuenta que tres de los principales mercados de la Euroliga atraviesan crisis económicas siderales (España, Grecia e Italia), se trata de precios astronómicos, alejados de la realidad. Un evento exclusivo, pues, orientado a turcos pudientes y a israelíes acomodados.

Si estáis pensando en Rusia, olvidadlo. El CSKA lleva 4.000 personas de media al pabellón en Euroliga y el Jimki ni eso. En Rusia hay pasta pero el basket interesa bastante poco. Acudirán a Londres 10 familias pijas del CSKA a palcos VIP y para de contar. Recuerdo con indignación cuando hace 2 años Bertomeu echó en cara a la afición del Real Madrid que no llenase su sector en la F4 celebrada en Barcelona. Con semejantes precios y en esta coyuntura económica (que él como español debería conocer), lo raro es que hubiese varios miles de primos que colasen.

Ya pueden freirnos a publicidad intrusiva-spamer en la web y en la app de la Euroliga, que como no se clasifiquen Maccabi o Efes para la F4, el O2 de Londres no se llena ni de coña, el precio justo es cuestión de oferta y demanda. Por eso prefiero la filosofía de la ACB con la Copa del Rey: precios populares, gradas llenas aseguradas. En la última edición hubo 15.000 aficionados en el Buesa Arena. Entiendo que el ticketing de la F4 es la principal vía de financiación directa de la organización al cabo del año e intente maximizar beneficios, pero se equivoca inflando tanto los precios, la situación económica de Europa está cambiando y estas son cifras fuera de mercado. La asistencia y el ambiente dignifican la competición, aportan reputación. ¿Cuánto cuesta un asiento vacío?

Favorito legítimo

Una victoria con solera, no, lo siguiente, un ‘instant classic’, que dicen los americanos. Cambiando el escenario, así es como se ve una final de la Euroliga, un mano a mano entre los dos mejores equipos del continente, de hoy y de siempre, la mayor concentración de talento que se puede disfrutar en una pista de baloncesto fuera de los EE.UU., no en vano son los dos favoritos al título de todas las casas de apuestas. La victoria cayó para el Madrid, en la prórroga, de la que a última hora se lleva de paso 8 puntos de diferencia que lo mismo acaban contando para el basket-average. 


El Palacio se llenó hasta la bandera,13k espectadores y Floro en el palco, del que por cierto bajó tras el partido para saludar a Messina. El ambiente de las grandes galas pues, y es que enfrente había un rival de enjundia, el CSKA de los 40 millones, que llegaba invicto como visitante, a sumar el morbo añadido del reencuentro con Messina. El triunfo no sólo catapulta al Madrid al primer puesto de grupo, sino que le legitima por si quedaban dudas como favorito nº1 al título, a 13 semanas de la Final Four de Londres que, para muchos de los seguidores de este blog, especialmente los jóvenes entre los que me cuento, me atrevo a calificar de cita generacional.

Aunque el partido acaba de terminar, a Rudy y Carroll me referiré en pasado perfecto, como hacen los libros de historia. Enchufaron la Stratocaster y se marcaron un dueto de guitarra para los anales, combinando 51 puntos, 18 rebotes, 9 triples y 7 asistencias para 64 de valoración. Los otros 10 fueron sonido de acompañamiento, claro que algunos desafinaron más que otros. Lo ‘niggas’ cumplieron con los suyo, el defender y robar balones en el último cuarto como si no hubiese un mañana. Los queremos. Chacho y Begic patinaron sobremanera ´(1/13 tc) y el resto pasó desapercibido, que no es poco ante semejante transatlántico.

Puede que este CSKA deje siempre la sensación de coitos interruptus, de que hay hechuras para más, pero igual de cierto es que viendo cómo está el patio en el otro grupo, el CSKA a este nivel podría ganar la Euroliga sin mayor sorpresa. Teodosic, Weems y Krstic sumaron sin destacar, os mejores del cuadro moscovita resultaron Erceg, felizmente recuperado de una grave lesión, y Kaun, que sería titular en los otros 23 equipos de la Euroliga. Sólo decepcionó Jriapa, en su primer partido de la temporada (disputados 16) en que baja del doble dígito de valoración.

La afición que paga la entrada es soberana, pero me entristecen un poco los pitos a Messina en la presentación. Los resultados no le acompañaron por errores propios de gestión y circunstancias ajenas (¿el mejor Barca ever?), pero Ettore tuvo una valiosa contribución en la modernización-profesionalización de la sección que hoy disfrutamos. Puso veto a la barra libre de agentes y prensa palanganera, limpió la casa de los ominosos contratos firmados por Martín/Herreros (Papadopoulos, Oleson, etc) y jugó un papel decisivo en la eclosión de dos estandartes de la sección (Mirotic y Suárez). Pita a Messina la misma afición que elevó a la categoría de mártir a por ejemplo Hervelle, ese pívot de 2.03m que se dejaba los huevos, sí, y que también se llevó casi 2 millones de euros de finiquito, sin perdonar ni un céntimo.

No quiero cerrar con el tema Messina, porque hoy es un día de ‘consenso’, para soplarnos un ginToniS y celebrar, para escuchar guitarrazos y soñar con Rudolf & Jaisi…