Hemorragia Rice

No es un drama la derrota en sí, por mucho que suponga oficialmente un título que se esfuma, pero marca los deberes, que son aún muchos, hasta cristalizar esta plantilla de bandera en un equipo acorde. Lo primero es poner algo de orden atrás, Pablo, 99 puntos encajados y algunos pasajes de verdadero despropósito, como la recta final del primer tiempo, regalando la renta de 9 puntos que tanto había costado construir. Al Barca se le notó más rodado, cinco partidos ya jugados por solo dos el Madrid. Quizá se confió un poco el club planificando una pretemporada tan raquítica. Y el rodaje al Barca se le nota en ideas más claras, todos han entendido ya su rol, saben a quien darle el balón aunque sea nuevo, y éste respondió con un recital, 30pts y 6as, en una minutada (33) por la baja de Koponen. Vale Rice cada céntimo que costó, que no fueron pocos, porque a diferencia de Satoransky imprime empaque y carácter al equipo en partidos por el título, sirva esta Supercopa como recordatorio y aviso: el Madrid tiene el techo más alto, pero el Barca ha subido el listón.

Casi tan importante como Rice, aunque no aparezca en los titulares, fue la inesperada sangría del puesto de cuatro, con 27pts y 10/12 de campo entre Claver y Doellman. Randolph cumplió sin destacar, pero más que nada sobraron minutos de Felipe en ese puesto y faltaron de Chapu, solo dos, más dotado para puntear tiros de cuatros abiertos, que desangraron al Madrid en la segunda mitad. Solo Claver le metió al capitán 12 puntos entre el final del tercer cuarto y el comienzo del último. Aunque para inesperada, la espantada de Ayón en la primera cita oficial desde su renovación millonaria. Valoración negativa en 20 minutos, fallón en ataque (4 pérdidas) y blando al poste con Tomic, -11 el equipo en sus minutos en pistaç. Su cara en el banquillo durante el partido, que le enseñó un par de veces el realizador, era de ser plenamente consciente de su noche horripilante. Esperemos le sirva el repaso como acicate y no sea una primera señal de aburguesamiento tras firmar El Contrato.

A pesar de la derrota, no se echó de menos a Chacho tanto como suponíamos, no al menos en esta ocasión, con 36 puntos entre ambos bases. Llull fue de lejos el mejor del equipo (6/8 triples) y Draper cumplió en ataque en sus minutos en pista, el problema de ambos fue la defensa de Rice, y Chacho no le hubiese contenido mejor. Rudy jugó un buen partido, al menos a tenor de las estadísticas, 15 puntos y 5 asistencias, aunque a mí me deja frío esta versión Corbacho de chuscarse 11 triples y no forzar ni un tiro libre. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Todo lo contrario que Doncic, puro entusiasmo, que jugó todos sus minutos de alero (Taylor nefasto y Maciulis ¿castigado o tocado?). Si bien no estuvo fino cara al aro (2/7), no rehuyó ninguna batalla, fue el máximo reboteador (8) y el que más faltas forzó (6), tanto así que acabó lesionado, un esguince que esperemos no pase a mayores, que sino nos jode el equipo supermamanger a media España.

Y hablando de Supermanager, aprovecho el cierre para recordaros la liga privada del blog, a la que estáis todos invitados.
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Lo llaman clase

Bronce es justo porque, aunque España sea ciertamente la segunda mejor selección tras USA, también ha mostrado sensibles altibajos de juego durante el torneo, que mira que son solo ocho partidos. Apalizó a Lituania, Argentina y Francia cuando calentaba el sol, y cayó por solo 6 puntos ante EEUU, que a diferencia del grupo sí jugó en las series con el acelerador a fondo los 40 minutos (pregunten a Argentina y Serbia). La defensa ante Australia casi nos cuesta el bronce, pero la suerte y el árbitro nos sonrieron esta vez en el cara o cruz final. Bueno, la suerte… y San Pau, 12/15 de campo, que se merendó a los Bogut, Baynes y compañía. Él es la diferencia entre estar en la orquídea de candidatos y ser los segundos mejores. Dice que no se retira aún de la selección, pero difícilmente llegará a Tokio, que le pillará con 40 años. Los mismos que Navarro, gran carrera en la roja, pero que hace ya algún tiempo que no está para estas batallas. Ya no en la selección, ni siquiera en el Barca. Pau Ribas o Quino Colom bien habrían merecido más la convocatoria, pero había que pagar los servicios prestados, lo mismo que a Calderón, aunque al menos este sin minutos.

No sobra que España vaya cocinando un plan renove post Pau, basado en el hermanísimo, al que aún no hemos visto su mejor versión con la selección. Lo mismo que a Llull, el otro por juego y carácter llamado a llevar la batuta y que se ha cascado una olimpiada paupérrima. Por edad y recorrido la columna vertebral la podrían completar Chacho, Rudy, Mirotic/Ibaka y los hermanos Hernangomez (Willy deja muy buenas sensaciones en Río). Mirlo ha hecho un torneo sólido, con medias de 13pts y 6rebs, abriendo el campo, para dejar más espacio a Gasol en la zona. A este nivel, en un perfil táctico tan específico y difícil de suplir, y dado el estancamiento de Ibaka, debe ser el convocado. En todo caso, guardo la esperanza de que el hispanocongoleño reconduzca su juego y carrera en Orlando, en un rol más protagonista que en Oklahoma. Con el que he perdido casi toda esperanza es con Ricky Rubio, que seguirá acudiendo a la selección, pero que se ha quedado en una mediocridad de jugador, sin la menor chispa de dirección en estático y sin puntos en las manos, no importa de lejos que de cerca. Lo siento un poco por el chaval, que no tiene la culpa de que la prensa de bandera y su propio entorno creasen en su día unas expectativas desmesuradas.

Entendemos que estos han sido los últimos JJOO de Felipe, Pau, Navarro y Calderón, una generación que ha reenganchado a España a la selección (por cierto, extraordinarias audiencias de TV una vez más), un orgullo que viene no solo de la consistencia de resultados y juego, sino por el talante en pista. El mismo, por cierto, del que carecen los De Andre Jordan o Draymond Green, con su chusco espectáculo barriobajero en la banda, celebrando cada canasta con aspavientos y teatrillos, cuando ya ganaba USA de treinta a Serbia y la final estaba decidida. Una humillación al rival desde el banquillo que, lamentablemente, no es exclusiva de la pareja, sino tendencia desde hace algunos años en la NBA, «la mejor liga del mundo». En todo caso, me sorprende y decepciona que un tipo de clase y sentido común como Mike Krzyzewski, capaz de poner a defender a semejante jungla de egos y nuevos ricos, no tuviese galones o interés en llamarles al orden en este capítulo. Son los mejores, y con cierta diferencia, pero ‘Dream Team’ solo hubo uno. Viendo cosas así me siento aún más orgulloso de la generación española saliente, lo llaman clase.

Siguen siendo los reyes

No partía como favorito de la crítica, no le adorna ningún récord este curso, de esos estamos ya descreídos, pero cuando se ha decidido el primer título de prestigio este Madrid ha vuelto a dar un paso al frente. Tercera Copa del Rey consecutiva, esa competición que, hagamos memoria, tan esquiva nos resultaba hasta la llegada de Laso. Victoria con emoción, pero de ley, sin necesidad de alardes individuales ni remontadas dramáticas. Mas bien dejando que llegasen los partidos, ese temple que te da haberte sacudido las urgencias históricas.

Un talante resumido en esos 90 segundos prodigiosos de Llull en la semifinal, su sobriedad cuando el balón quemaba, nada que ver con aquella versión emocional de hace pocos años, seleccionando sus tiros cual adolescente en la consola. Esperó su momento, leyó la ventaja y eligió la opción más sencilla, porque se trata de ganar, no de levantar al público del asiento. Dos penetraciones, una por cada lado, aprovechando corpulencia frente a su par, seguidas de un step-back tras cambio de emparejamiento para sellar a Bourousis y tiro liberado de cinco metros. Baskonia fió la respuesta a las mandarinas de Adams, las del Llull antiguo, y en esas se decidió el título, porque aquello tenía aroma a final, por mucho respeto que tenga a Granca, que mantuvo el domingo el pulso con señorío.

Otro título con los rústicos como referentes: Ayón adorna su año grande con un MVP, Maciulis firma un increíble 9/11 triples en el torneo y Nocioni recordó viernes y sábado al de la F4. Meto en el grupo a Lima, que aporta ya dividendos en intendencia, y a KC Rivers, fondo de armario de lujo, que se redimió con una muy sólida final de dos flojos encuentros previos. Por otro lado, Felipe ante rivales ACB sigue siendo una ventilador de estadística (valoración media 15 en 19 minutos) y Carroll corrobora su buen momento. En realidad casi todo ha funcionado en Coruña. Incluso Willy, relegado en la rotación con la llegada de Lima, cumplió con su papel en los escasos minutos de que dispuso, confirmando que pocos como él defienden a Bourousis en Europa.

Cuando juegas sobre el alambre como el Madrid este año, dosificando esfuerzos, fías la suerte de toda la temporada a un puñado de fechas señaladas. Los aficionados no ganamos para cardiólogos, pero este grupo tiene el talento, el carácter y el crédito, no puede ser casualidad que los cuatro matchball hasta la fecha (Múnich, Fenerbahce, Jimki y Coruña) hayan salido todos cara. Con Lima ya en convocatoria Euroliga, solo Rudy en la enfermería y la inercia de esta Copa, afronta el equipo y el aficionado con otro espíritu y confianza esa segunda vuelta de aúpa en el top16. Y aquí estaremos para sufrir juntos y contarlo porque, como dice mi hermano, «la vida es lo que pasa entre selfie y selfie de Llull».

Posdata: nuevo chorreo del Madrid en la Minicopa, esta edición personificado en Usman Garuba, 201m, 13 años, con una media de valoración de 35 en 24 minutos.

Destellos rústicos

La vida nos la jugamos el viernes en Belgrado ante 16.000 «yihadistas» (expresión cariñosa de nuestro añorado Turpin para los aficionados serbios), pero no está de más romper ya desde antes la espiral negativa. Badalona era una salida sensible, rival de nivel Eurocup, tercero en la clasificación con balance 5-1. Fue sin embargo una victoria de ley, incluso cómoda, con la misma receta de la campaña pasada, la que el Madrid parece haber olvidado en el arranque de curso: defensa y rústicos. Se dejó al Joventut en 69 puntos (24 al descanso!), 37% de campo y más pérdidas que asistencias. Por comparar, somos la segunda peor defensa de los 24 equipos de la Euroliga, con 84 puntos encajados por partido…

Y la defensa llega resultado del compromiso de todos y el retorno a la rotación útil de los rústicos, Maciulis y sobre todo Nocioni. «Le falta un poco de pimienta a mi juego. Llevo todavía un poco de resaca de la competición internacional, promedié 35 minutos y eso a mi edad pasa factura», reconoció Chapu hace unos días. El argentino presentó en Badalona la mejor estadística +/- del partido (+12) en solo 14 minutos en pista, sus puntos e intensidad en el tercer cuarto dejaron el duelo visto para sentencia. Quiero pensar que entiende el delicado momento que atraviesa el equipo y dará un paso al frente. Le necesitamos como el comer en las cuatro finales que nos quedan de grupo Euroliga. 

Felipe, un ventilador de estadística en ACB, donde su desventaja física es menor, brilló con 16+9, bien secundado por Ayón, erigido sin discusión en el mejor del equipo en lo que va de temporada. Chacho y Taylor contribuyeron en lo suyo. Desconcertados me tienen Rudy y Llull. Ante la Penya defendieron bien, pero siguen negados con el aro, 35% y 31% de campo en siete jornadas ACB, respectivamente. Quiero pensar que, como a Nocioni, simplemente les dura la resaca FIBA, de lo contrario el problema es cojonudo, pues por talento, experiencia, galones y salario son los jugadores franquicia. Además, Willy, Carroll y Thompkins firmaron minutos muy flojitos, aunque el mayor lunar fueron las pérdidas de balón, hasta 20, muy repartidas, eso sí.

No entendí que con el marcador tan a favor, 17 arriba al final del tercer cuarto, ni compareciese en pista Lukita. Lo que ha enseñado en lo que va de curso ha sido bastante positivo, más desentona por ejemplo Willy y solo se ha quedado sin jugar un partido de 13. Puedo comprender que Doncic no salga contra Jimki o Fenerbahce, pero debería ser un fijo en ACB. Si solo va a tener minutos en casa contra Manresa quizá sea mejor una cesión (miren a Campazzo qué bien le va) y se busque un base defensivo experimentado.

El Tiro

Qué triple el de Llull, señores, creo podemos bautizarlo como El Tiro. Una brutalidad de acierto y confianza, desde más de 7 metros, tras un dribling cual látigo a izquierdas y pese a la clamorosa falta de Nedovic no pitada. Fue el colofón a un partido trepidante, como espectador, sin duda el mejor de la temporada ACB 2014/15. Como aficionado blanco, sin embargo, el duelo solo vino a corroborar las dudas que despertó el segundo de la serie: fragilidad defensiva, Chacho cenizo, dependencia absoluta del triple y Bou-Mejri como simples figurantes. Además, los secundarios, Carroll, Rivers o Maciulis, no aportaron como en otras citas.

Valencia, de nuevo sin Loncar ni Ribas, tuvo al Madrid contra las cuerdas todo el choque salvo el primer cuarto, con una receta ya conocida de intensidad defensiva y soluciones sencillas en ataque: balones a Dubljevic cerca del aro y tiros liberados de Harangody (5 triples coló). Van Rossom y Vives se merendaron por momentos a nuestros Sergios, la que se supone la mejor dupla de bases del continente.

Cuando pintaban bastos, ya en el último cuarto, la templanza de Felipe desde el tiro libre (6 sin fallo en los últimos 90 segundos) y los destellos de Rudy mantuvieron a flote la barca. Aunque esta crónica sería distinta si los dioses no nos hubiesen venido a ver, si la mandarina de Harangody para cerrar el partido hubiese entrado en el tiempo de posesión.
La eliminatoria queda ahora franca para el Madrid, pero mucho habrá que mejorar para optar al título.

Con un ojo en las islas

Ganó el Madrid en Zaragoza modo completamente rústico, jugando mal (menos valoración que el rival), tirando de oficio y pese a las importantes bajas de Rudy (se retiró tocado de la espalda) y Felipe (asuntos familiares). Carroll y especialmente Maciulis fueron clave cuando calentaba el sol, además de los Sergios, what else? Ayón aportó los rebotes de Felipe (10) y Rivers no desentonó esta vez, al enchufar las que debía. En el otro lado de la balanza, Campazzo (2pts, 0as), el único de los 11 en cuyos minutos en pista (8) el parcial fue negativo, estadística especialmente significativa para los bases. No es nuevo y no creo que sea una cuestión únicamente de falta de rodaje por la edad, que también, sino más bien de falta de condiciones (altura y tiro exterior) para un equipo top Euroliga. Aplaudí en verano la apuesta por talento joven que supuso su contratación para ese puesto de tercer base, para el que tampoco se podía exigir demasiado dada la masa salarial disponible.

Sin embargo, con lo que ha demostrado por ahora Campazzo, no entendería su continuidad el curso que viene, especialmente dado que este junio termina contrato Tomás Bellas: caché asumible, canterano, cupo y consolidado en la clase meda-alta ACB. Tampoco le haría ascos a su compañero Walter Tavares, ya sea por Mejri o por Bourousis, que ninguno de los dos parece que vaya a seguir, especialmente el primero. Aunque por éste sí habría que pasar por caja, al renovar el verano pasado por tres temporadas. Estas operaciones se complicarían, por cierto, si el Granca se clasificase para Euroliga, de lo que está realmente cerca, virtualmente en la final de la Eurocup tras ganar de 13 en Kazán la ida de semifinales.

No me detengo demasiado en la derrota en Barcelona, tan previsible como intrascendente si se hacen los deberes esta semana ante Zalguiris en casa. El Madrid cumplió el trámite: ralló a un nivel homologable (destacados Rudy y Llull), forzó un final igualado en el que ganó quien más lo necesitaba. Mario «nº1 del Draft» Hezonja, que venía de firmar valoración acumulada -1 en los últimos 6 partidos ACB, nos coló 5 de 6 triples. Por último Huertas, al que le quedan dos telediarios de azulgrana (Granger llamando a la puerta), volvió a dar un ejemplo de valores y sencillez, insultando a gritos a los árbitros en su cara durante dos minutos. Es el Barca, es el Palau, es la Euroliga… una tecniquilla y pelillos a la mar.