De igual a igual

España acudió durante una década como favorita a los Eurobasket, especialmente cuando contaba con Pau. Afición y prensa nos acostumbramos mal. Ese tiempo pasó, especialmente dadas las bajas en esta edición de cuatro NBAs. Llega un nuevo tiempo, de competir en Europa como iguales, en algunos casos incluso en inferioridad. La gili-gira previa por provincias ante rivales de tercera tampoco ayuda, llegas al torneo sin referencias competitivas. Si además tu primer rival es la Serbia de Sasha, que defiende cual jauría, la hostia es todavía mayor. La pareja de bases de Unicaja (Nedovic-Markovic) secó a los Sergios, 2-17tc, Bjelica enseñó matrícula a Mirlo y Pau llegó tarde al rescate. No seamos histéricas, competimos hasta casi el último minuto, es todavía fase de grupos y Serbia es junto a Francia el rival a batir.

Turquía, que hizo los deberes ganando a Italia, se borró en las primeras rampas y propició un partido analgésico para España en la segunda jornada. Me entusiasma Cedi Osman, por momentos me recuerda a Rudy. por su influencia en ambos aros y su lectura de juego; será grande en Europa si apuntala el tiro exterior. No se ha equivocado Efes poniendo un lazo a Perperoglu (0pts, val -4 en los dos primeros partidos) para darle al chaval mando en plaza. Me decepcionó en cambio Bobby ‘Muhammad’ Dixon, clásico americano zumbón exterior, estrella para equipo mediano, mal encaje en un transatlántico como Fenerbahce, que pierde en el cambio por Goudelock.

Chacho, defendido por Dixon, recordó por fin a su versión del Madrid, mientras Willy firmó interesantes minutos de la basura (11pts y 6rebs), justificando su presencia en la convocatoria, lo que aún no han hecho Vives, Aguilar o Claver. De entre los madridistas, destacan los rústicos en los compases iniciales del Eurobasket: Felipe, impartiendo cátedra desde la banca (24 puntos, 11-18tc), y Maciulis, con 38 de valoración y 4/4 triples.

Cabrea un poco, la verdad, ver a Bourousis (que apunta al AEK) brillar con Grecia, ya no por los números, sino por verle tan implicado y en buena forma física. Culpé a Laso de desaprovechar a Suárez, Tomic y Begic, allanando su salida, pero en el caso de Bourousis señalo al jugador, que en la segunda campaña de blanco se dejó llevar, tanto física como mentalmente. Recuerdo que cobró 1,2 millones y encima se lleva un pico de finiquito.

Todos contra Francia

Por primera vez en varias ediciones España no parte como favorita al Eurobasket, honor que cede al vigente campeón, Francia, que acude con casi todo, salvo Noah y Caseur. Una equilibrada conjunción de físico y talento, experiencia y juventud, un grupo que se conoce además de varios veranos y que va repartiendo sopas con honda en la preparación, contra selecciones serias, no como España. Parker y Batum son los mejores del torneo en su puesto. Ajinca y Gobert, dos fuerzas de la naturaleza, criptonita para nuestro Pau. Otros talentos como Boris Diaw, De Colo o Fournier aportan alternativas en ataque, mientras Lauvergne y Gelabale son el pegamento. Sorprende la presencia en la convocatoria de Florent Pietrus en vez de Kim Tillie, y el descarte de Heurtel, el mejor pasador de Francia, cuyo puesto como tercer base recae en Antoine Diot, al que veremos este año en Valencia.

España es la selección con las bajas más ilustres del campeonato, Marc, Ibaka, Rubio, Navarro y Calderón. Así las cosas, la rotación de Scariolo la compondrán basicamente Pau Gasol y una amplia sucursal del Real Madrid. El quinteto integrado por Chacho, Llull, Rudy, Mirlo y Pau no tiene que envidiar a nadie, tampoco a Francia, pero la segunda unidad cojea sensiblemente. Alguien tendrá que dar un paso al frente, se me ocurren Claver o San Emeterio. La única buena nueva de las pachangas de preparación, porque no se las puede calificar de otra forma, es el soberbio estado de forma de Rodolfo, firme candidato a quinteto ideal del campeonato.

Grecia lleva tiempo alejada del cajón, no juega unas semifinales de torneo FIBA desde 2009, pero se presenta esta vez con la plana mayor al completo, una estrella, Spanoulis, y una pléyade de competidores solventes, fraguados en mil batallas: Calathes, Printezis, Sloukas, Mantzaris o Kaimakoglu. Acuden a la llamada de Katsikaris también los NBA, Koufos y Papanikolau, que aportan físico y defensa, mientras Bourousis y Perperoglu buscarán resarcirse tras sendas malas temporadas en sus equipos. Dejo para el final al matrix Antetokuonmpo, llamado a ser una de las sensaciones del torneo. En definitiva, una plantilla larga y experimentada.


Serbia acude sin Krstic ni Marjanovic por lesión, pierde también el factor sorpresa, pero igual es una potencia emergente. El mismo bloque de la plata mundial del pasado verano, a la que sumar un año de experiencia en la élite Euroliga de varios de sus jóvenes talentos (Kalinic, Bogdanovic, Mitrovic). Nemanja se ha graduado como estrella continental, pero el techo de la selección pasa impepinablemente por la inspiración y concentración de Teodosic. Puestos a sacar punta, me genera dudas el banquillo en los puestos exteriores.

Italia, por primera vez desde que me alcanza la memoria, se presenta con toda la dinamita. Por novedad y estilo, quizá el equipo más atractivo del campeonato para el espectador, un chorreo de talento ofensivo, con Gallinari, Belinelli, Bargnani, Datome y Gentile. El problema es que al baloncesto se juega a dos aros y con solo un balón. Esas cinco estrellas tienen un perfil similar, sus puntos llegan desde el perímetro, defienden poco y no son muy de compartir el balón. Incluso los secundarios tienen aroma de prima donna, Hackett, Aradori y Melli, siendo el tosco center Marco Cusin el único que aporta brega y rebote. Un déficit que puede lastrar la competitividad azzurra.

Hasta aquí los equipos que pueden aspirar a medalla, porque hace tiempo que dejé de creer en Croacia. Bogdanovic volverá a tirarse las zapatillas, cuando lo mejor de la plantilla es la pareja interior Saric-Tomic. Las bajas de los nacionalizados Draper y Lafayette dejan el puesto de base como un solar, en manos del intrascendente Ukic y de Stipcevic, novato a este nivel, por lo que veremos minutos del ex Unicaja Kruno Simón en la dirección. Curiosidad por ver a Hezonja a las órdenes de un entrenador distinto a Pascual.

A Lituania no le doy opciones de metal por el desequilibrio en su plantilla. Los puestos de alero (Kuzminskas, Maciulis), ala-pívot (Sabonis, Jankunas) y pívot (Valanciunas, Javtokas) son dignos, competitivos, pero con semejantes bases y escoltas, con Seibutis como estrella y referente, los cuartos de final son non plus ultra. Vuelve Nowitzki a Alemania, pero a los 37 años ya no está como antaño para marcar diferencias casi en solitario. El juego exterior germano es de los peores del torneo. Tampoco doy ninguna opción a selecciones de cierto renombre, como Rusia, Eslovenia o Turquía, que van con lo puesto. Apostaría por Georgia como equipo revelación, porque lo de Finlandia ya no sería una sorpresa.

Mundial en clave blanca

El Madrid es el equipo de Europa que más jugadores aporta al Mundial. Concurrirán 8 de los 12, es decir, todos menos Mejri, cuya selección se quedó fuera, y los tres americanos, por motivos evidentes. Bourousis llega a la cita como una moto, a tenor de sus promedios en los partidos de preparación (12.3pts y 5.6rebs en 20 minutos). Referencia de una selección con buena pinta. Pese a las bajas de Spanoulis, Diamante, Koufos, Sofo o Perperoglu, Katsikaris dispone de una plantilla compensada. Ojo a Antetokounmpo, que bien podría ser una de las revelaciones del torneo. Nuestro futuro alero titular, Maciulis, ha estado irregular con Lituania, igual que todos sus compañeros de perímetro. Sus números en 9 encuentros previos dan como para hacerse pocas ilusiones. 6.1 puntos, 3.6 rebotes y valoración 6.6 en unos 20 minutos de media. Pereza. Hablando de alero titular, ya sabéis que el Barca anda buscando uno tras la espantada Papanikolau. Creus llegó a ofrecer 1.5 millones al Milán por el transfer de Gentile (dinero que no falte), pero recibió calabazas. Ya con los pies en la tierra, suenan Ingles, Vasileiadis y cosas de esas. En mayo y con los bolsillos llenos Chichi es un buen general manager, a mediados de agosto le quiero ver yo.

Cuatro de los ocho madridistas en el Mundial nutren las filas de la anfitriona España, favorita al título con permiso de USA. Su dinamita en el perímetro contra nuestras torres. Nos vemos en la final. Orenga ha dosificado a Rudy por precaución en los encuentros amistosos. Alguno lo ha visto en vaqueros. Felipe estaba fino hasta que se lesionó, todo lo contrario que Llull, desubicado, como de costumbre con la selección. Sus defectos con el Madrid se multiplican con la camiseta roja. Chacho, por su parte, bien podría erigirse en base titular, dado el lamentable momento de Calderón y la inacción absoluta de Ricky. Sin embargo, dudamos que Orenga se atreva a cambiar los roles, pese a la evidencia de los parciales con cada director en pista. El seleccionador es un mandado y le faltan galones para asumir riesgo. Lo conservador es la mentalidad ‘Bienvenido Mr Marshall’, según la cual una mala temporada en la NBA da más pedigree que un MVP de la Euroliga. Chacho se medirá esta noche a su nuevo compañero de puesto, Campazzo, la sorpresa agradable para el Madrid en estos encuentros de preparación, como ya comentamos en la entrada previa. Nocioni, en cambio, no tiene nada que demostrar en este Mundial, sólo esperamos que no se lesione.

La redención de Parker… y de Llull

Primero de todo, felicitar a Francia, una generación que se merecía un oro, aunque sea el del Eurobasket con más bajas de la historia. Con la única ausencia reseñable de Noah, Francia contaba con la mejor plantilla del torneo, por extensión y por una mezcla equilibrada de talento y físico. Pese a algún tumbo en los grupos, enjuagado en este interminable calendario, se ha cepillado en los cruces a las tres mejores selecciones en liza: Eslovenia, España y Lituania. Nada que objetar. Por cierto, lo mismo a la FIBA le toca reflexionar sobre el formato, ¿merece la pena un Eurobasket maratoniano con gradas vacías por ordeñar la vaca un poco más?

Sobre España, entiendo que haya debate, nos habíamos acostumbrado a ganar, pero tampoco hay que ponerse histéricas. Visto con perspectiva, perder con esta Francia en semifinales y volvernos con el bronce no me parece ningún drama. Por el mismo precio podíamos haber ganado a Francia y llevarnos el oro, lo tuvimos en la mano. Con las bajas, especialmente la de Pau, no estábamos para ir dando palizas a nadie. Marc es top, pero aún le quedan algunos cereales que desayunar para ser su hermano. La peor noticia es que amateur-Orenga pueda seguir en el cargo, algo que empiezo a temerme según pasan las horas y no escucho tambores de guerra en la prensa palanganera.

Desde la perspectiva madridista la conclusiones del Eurobasket se mantienen positivas. Puestos a destacar un nombre, me quedo con Chacho. Pese a algún tiro forzado de más en la prórroga de semifinales (para fallarlos hay que tener los cojones de tirárselos), el campeonato ha supuesto la consagración a nivel selección del nuevo status de Sergio. A día de hoy me parece incluso ligeramente por encima de Ricky o Calderón, a los que ha pasado por la derecha en el campeonato. No lo digo como desprecio a estos, merecidamente clase burguesa de la NBA, sino por remarcar la suerte que tenemos de que Sergio juegue para el Madrid. El Chacho de este punto de su carrera, en perfecto momento de cocción, habría cuajado sin problemas en la NBA, jugaría 20-25 minutos en cualquier franquicia (Prigioni con 36 años promedia 20mins en los Knicks) y se estaría levantando 4-5 mill$ anuales, tirando por lo bajo. Pero hizo las maletas antes de tiempo, y fue el Madrid, en concreto Laso, quien confió en su talento, y ahora le tenemos feliz y atado bajo un contrato por debajo de su caché (1mill de euros bruto redondo). Una lujo para los madridistas. 

Se ha hablado bastante de Rudy, en mi opinión ha hecho bastante buen campeonato, con medias de 12 puntos y 4 rebotes, superada definitivamente la pájara de tiro de la segunda mitad del curso pasado: 44% en triples en el Eurobasket. Algún detractor, al calor de la eliminación en semifinales, entonó el «esto con Navarro no hubiese pasado». Con Navarro ya pasó, nos quedamos fuera de las medallas en el Eurobasket de 2005 y el Mundial de 2010. Navarro es muy bueno, pero sin Pau no ha ganado nunca nada en la selección, conste en acta. De los madridistas, quizá el que más flojo ha estado haya sido Llull, condicionado por molestias físicas y por el evidente overbooking de talento en los puestos de base-escolta. A falta del protagonismo ofensivo que no le correspondía por status, se ha dedicado a defender con generosidad y a tirar cuando estaba sólo. Y para callar algunas bocas se cascó en el partido por el bronce 21 puntazos, 14 en la primera parte, cuando aún contaban.

Finalmente buen Eurobasket de Draper, de menos a más, importante en el 4º puesto de una Croacia huérfana de Tomic. Tiene toda la pinta de que el efecto cascada de la salida de Suárez le abrirá la puerta a bastantes más minutos en el Madrid el curso 2013/14, con Llull jugando la mayoría de sus minutos de escolta y Rudy de alero. El fichaje de Bourousis son bonos del Estado de Suiza, un animal competitivo, uno de los mejores cincos de Europa… y a precio de saldo, 1.2mill brutos anuales, viendo lo que se está pagando en el mercado por el kilo de pívot.

No country for young men

Sólo este maratoniano formato a 24 equipos y dos grupos permite a la renqueante España de Orenga seguir viva en el Eurobasket tras haber perdido ya tres partidos. Accede a cuartos de final como cuarta de grupo y de rebote, gracias al favor de Croacia. Marc y Chacho remaron en solitario (60 de valoración entre ambos por 17 del resto) frente a una Italia que, sí, mucho run&gun, pero venía de perder los dos encuentros previos y traía tocado a Datome. Orenga estuvo sembrado, claro que sí, lleva pleno de derrotas en partidos apretados. Con Mirotic en el Europeo sub-20 no sufría tanto el hombre.

Contra Italia, pobre gestión de los cambios y de los tiempos muertos en un duelo que estaba ganado a 4 minutos del final, insisto, es lo que tienen los entrenadores amateur, que les comen la merienda. Manda huevos que con la cantidad de buenos entrenadores que habitan últimamente el basket nacional tengamos a un rookie de seleccionador. San Emeterio y Mumbrú se cascaron 14 minutos más que Rudy y el resurgido Claver. En fin, que Bourousis (21pts & 9rebs a Croacia) ya vuela rumbo a Madrid, que es donde debe estar, y el trío español se le sumará más pronto que tarde.

Los chicos de Orenga se enfrentan a Serbia el miércoles a las 17:45h. Las casas de apuestas deportivas conceden favorita a España, el beneficio de la duda por dos oros consecutivos, difícilmente por lo demostrado en estas dos semanas. Serbia carece de los nombres de antaño, pero ha crecido mucho a lo largo del torneo, tiene los roles bien definidos, varios efectivos muy enchufados (Nedovic, Bogdanovic, Krstic) y defiende como una jauría (la mano de Ivkovic). Lo que es un equipo, vaya. En caso de pasar, nos veríamos en semifinales con el ganador de un Eslovenia-Francia que huele a final adelantada, non plus ultra.

Rudy, ¿antideportividad o carácter competitivo?

Definitivamente a Rudy le está viniendo bien el Eurobasket, principalmente para reencontrarse con su lanzamiento exterior. En realidad, más que con el triple, se ha reencontrado con una selección de tiro homologable, lejos de esas mandarinas en escorzo que frecuentó la pasada temporada de blanco, con la excusa de ser la estrella. Contra Grecia se cascó 20 puntazos, una pena que Orenga le olvidase en el último cuarto, que pasó gran parte en el banquillo o en la esquina sin recibir ni un sólo balón, Marc-sistema manda. Así nos luce el pelo.

Rudy tiene muchos detractores, también cuando juega para España. Como no le pueden reprochar su rendimiento en el torneo, le reprochan su actitud en pista. Para empezar, a mí esas cosas me la traen al pairo, la caballerosidad para conquistar a las damas. Yo en mi equipo querré siempre gente con garra y carácter, eso a veces conduce a piques e incluso trifulcas. Me parece hasta buena señal, dentro de un orden. Segundo, hay bastante de hipocresía en la crítica a Rudy. Sus piques en pista y las miradas desafiantes al banquillo son los mismos de, por ejemplo, Reggie Miller o Drazen Petrovic, a los que nadie niega un lugar en el Olimpo, con o sin valores. No estoy comparando el rendimiento deportivo de Rudy con leyendas como Reggie o Drazen, Dios me libre, sino su comportamiento en pista. Algunos tertulianos todavía piensan que el baloncesto de élite es Disneylandia, una abadía de valores y humildad. El doble rasero de otros responde sencillamente a que Rudy dejó plantado al Barca, y eso todavía escuece…

Hablando de todo un poco. El juego de Ricky Rubio tiene grandes claros, defiende y pasa que da gusto, pero tras 7 años en la élite y suponemos que no pocas horas extras de práctica, todavía no enchufa con la regularidad mínima exigible a un base top. Contra Grecia erró tres tiros clamorosos en el último cuarto que resultaron mortales de necesidad, el tipo de tiros liberado que todo base top (digamos Spanoulis) mete sí o sí. A Ricky le quedan muchos cereales que desayunar para parecerse al griego.