La Novena pasa por El Pireo

Llenar pabellones, copar las listas de mejores jugadas y ganar al Barca sobre la bocina. Todo eso mola mucho y rejuvenece la sección, sin embargo, para que este Madrid, el mejor que recuerdan mis ojos, se granjee un lugar en la historia tiene que legitimarse en Europa. Y gracias a la cagada en Kaunas, Europa pasa ahora por el doble campeón vigente, Olympiakos. Unos cuartos de final que, con permiso de Barca y CSKA, tendrán sabor a final adelantada. El Madrid es favorito porque los griegos han dado muestras de debilidad en la fase previa (balance 7/7), porque es mejor equipo que el año pasado y por la ventaja campo. No se trata de que estemos imbatidos en el Palacio este curso, es que de 25 partidos sólo en uno (contra Maccabi) llegó el rival con opciones al último minuto. Tranquiliza un poco.

Muchas caras han cambiado en Olympiakos desde entonces. Para empezar, salieron nada menos que cuatro titulares en verano: Antic, Papanikolau, Hines o Acie Law. A cambio llegaron especialistas como Lojeski o Dunston (tirador puro y saco de músculos, respectivamente), pero el paso al frente lo han dado el trío de exteriores nacionales, Peperoglu, Sloukas y Manzaris, que ya estaban, pero pintaban mucho menos. El primero es un magnífico anotador, un gran talento, aunque algo irregular. Sloukas tiene un físico de jugar a la petanca, pero un IQ altísimo, además de buena mano. Por último, Manzaris es el Víctor Sada del Pireo, con mejor visión de juego. No mete una, pero rebotea y defiende como un jabato. De los que continúan, destaca un Shermadini mejorado tras su paso por Zaragoza. Printezis sigue siendo el mismo pichichi de la zona y Spanoulis, como que no necesita presentación. Dudo que les veamos muchos minutos emparejados, pero su duelo con Chacho promete ser para el recuerdo. Olympiakos defiende algo peor que el curso pasado, recibe 4 puntos más de media (72 por 68), pero a cambio ataca mejor. Anota menos en la pintura, pero tiene más repertorio exterior, especialmente gracias a Lojeski y al mencionado trío heleno. Sea como fuere, Olympiakos sigue siendo una garrapata, un animal competitivo.

De nuestros cuatro jugadores franquicia, Chacho, Llull y Rudy llegan más o menos en forma. También atraviesa un buen momento la dupla de pívots, Bourousis y Mejri. Pero somos los que estamos. Si Carroll no jugó ni un minuto ante Estudiantes el domingo, dudo que el martes esté como para rendir a un nivel homologable. Espero poco de los tres niggas, que entre su rol y su rendimiento están cavando su propia tumba. Pero me preocupa un poco más Mirotic, distraído entre los Bulls y la selección, su rendimiento ha bajado sensiblemente en los dos últimos meses. Ya no domina, sólo hay que comparar estadísticas. En la primera fase de la Euroliga promedió 15.2ppp, 63% de campo y valoración 20.5. En el top 16 sus números han caído hasta 10ppp, 42% de campo y valoración 12.5. «Sigo, no sigo, sigo, no sigo…». ¡Que deje la margarita y se ponga las pilas! No estamos al nivel de diciembre y Mirlo es el espejo. Seguimos siendo competitivos, quizá incluso los mejores, pero el margen es ahora menor, especialmente ante vitorinos como Olympiakos. La F4 es una moneda al aire, imposible garantizar resultados cuando te lo juegas a un partido. En cambio, unos cuartos de final a cinco partidos y ante el vigente campeón son la vara de medir más precisa del nivel real de este equipo, y lo digo desde una perspectiva histórica. Aquí debe salir el mejor Madrid de la era Laso.

A Londres con paso marcial

Enfila el Madrid a Londres con paso marcial, centrifugado sin paliativos Maccabi en los dos primeros duelos de cuartos. Los blancos firman su segundo encuentro a nivel campeón de Europa. Sonará exagerado, pero a esta cota de actividad defensiva, con una rotación tan amplia y semejantes recursos de ataque, podemos mirar a los ojos a todo un CSKA en un hipotética final. Nada que ver con hace 2 años, cuando regresamos a la F4 por la puerta trasera y la lengua fuera, perdiendo el 2º en casa ante un Valencia digno, pero que no es Maccabi. No puede ser casualidad que cuando se está jugando las castañas este Madrid muestre su mejor versión, un voto de confianza para Laso y un grupo del que se dudó por una sola derrota, hace un par de meses y en 2ª prórroga. Queda la eliminatoria de cuartos Euroliga muy encarrilada, con todos los respetos para La Mano de Elías, el segundo encuentro de la serie debería haber sido el último europeo que vea este curso el Palacio.

Maccabi subió de marcha respecto a la primera contienda (Logan y Hickman), pero el Madrid nunca dio opción. Intensidad y concentración. No hicieron esta vez falta alardes cuasi-heróicos como en el 2º cuarto del miércoles, la chavalada de Coach L tuvo respuesta para cada envite macabeo, lo que unido a un nuevo capítulo de defensa numantina mantuvo el partido siempre bajo control, doble mérito dado un 39% en tiros de campo (fuera prejuicios)Punto a parte merece hoy Llull, el único que sobresalió en una velada en que todos cumplieron. Mostró en plaza de primera su edición más lustrosa, la de putoamo ACB que raramente enseña en Europa: seleccionando bien los tiros y aprovechando su físico superior, un martillo con 26 puntos, en 10/13 tc y sólo un balón perdido en casi 34 minutos en pista. Tiene sus cosas, pero cuando se pone en este plan no hay quien le siga la pista, pregunten al Barca por la final de Copa’12.

Otras conclusiones que dejan los dos primeros partidos de cuartos de final de la Euroliga… El grupo de top-16 del Madrid tenía mucho más nivel. Los equipos turcos son unos losers de manual, da igual a quién fichen, cuánto dinero inviertan o con quién se crucen. Baskonia ha viajado a Moscú de turismo, el premio era estar en cuartos. Es difícil calibrar el verdadero nivel del CSKA, que en todo caso sabemos muy alto.

Diamante es una jodida leyenda de este juego, por si algún incauto aún dudaba. 1-1, los azulgrana las van a pasar realmente putas para clasificarse para la F4. Lorbek y Huertas son por ficha y traspaso dos de los jugadores más caros de la historia del baloncesto español, pero el caso es que llegada la hora de la verdad el entrenador no se fía. Del uno (Lorbek) porque le han concedido la tarjeta platino del Dunkin Donuts, del otro (Huertas) porque defiende entre poco y menos. Por otra parte, con la baja de Mickeal y aquello de que Oleson no puede jugar Euroliga, el trío exterior azulgrana es un cuadro, con Sada de capitán general. Son dos bajas muy sensibles si nos los cruzásemos en semifinales, dos jugadores históricamente muy dañinos para el Madrid: Oleson porque seca a Carroll y Mickeal porque se pone todo palote sólo de ver a la legua nuestras camisetas blancas.

Tormenta perfecta

Llegó la hora de la verdad y el Madrid retoma, como intuimos hace una semana contra Efes, las magníficas sensaciones de juego de la mayor parte de la temporada. Barrió al Maccabi en el Palacio (79-53) y se adelanta 1-0 en la serie de cuartos de final de la Euroliga. Tras un primer cuarto de zozobra, los blancos pasaron por la derecha al rival en un segundo parcial cual tormenta perfecta (24-4), jugando como legítimo candidato al título, status que al parecer perdimos en tres funestas semanas de marzo. Desde luego, el Madrid es lo mejor de la primera jornada de cuartos, junto al CSKA, que no encontró rival en un Baskonia acomplejado.

Rudy y Chacho lideradon la feria en Goya. El mallorquín, 15pts & 6rebs, sostuvo al equipo cuando al comienzo pintaban vastos, Laso con buen criterio le reservó en los minutos de la basura, que no fueron pocos. Chacho, por su parte, centrifugó con su dirección al Maccabi en el segundo acto: 10 puntos, 10 asistencias, 5 rebotes y felicidad por doquier, mucho mejor que el Prozac. Rodríguez ha experimentado este curso tramos de bastante anotación, pero su versión verdaderamente diferencial es ésta, la de asistente, catalizador. Más allá de Rudy y Chacho, la clave de la victoria es colectiva, la defensa blanca (que sigue demostrando que cuando quiere puede) ha sacado los colores a todo un Maccabi, que venía de ganar 6 de sus últimos 7 partidos Euroliga. Los israelíes se han quedado en 53 puntos (incluidos 6 de maquillaje en el último minuto), 9 menos que su anotación más baa de la temporada.

Es una serie aún larga, sí, pero el primer partido es clave y cuesta imaginar a este Maccabi ganándonos 3 de los próximos 4 partidos. Por cierto, que James Shawn me ha dejado bastante frío. Físicamente un animal, pero un zoquete con el balón en las manos. Algo que intuíamos, pero que hoy hemos constatado de primera mano y con cierto dramatismo. Le quedan 2-3 partidos para cambiar nuestra opinión y convencernos.

Cuando el Madrid levantó marejadilla en el segundo cuarto, los israelíes no opusieron ninguna resistencia, se desnudaron al primer envite, algo escasos de recursos, dicho sea de paso. El Real no ha ganado, ha apabullado, insuflado congoja en las filas rivales. Aunque oficialmente la serie está 1-0 y el viernes hay partido nuevo, soy de los que piensa que las sensaciones crean poso. Maccabi regresa al hotel abrumado, con ese segundo cuarto en la retina, con los triples en transición, la barba desaliñada de Chacho y el jolgorio del Palacio. Buenas noches.

Con ventaja campo y por la puerta grande

Objetivo conseguido: el Real Madrid jugará los cuartos de final de la Euroliga con ventaja campo, el rival será el Maccabi. Los blancos se sacudieron la empanada de los 2-3 últimos meses y firmaron un triunfo sin ‘peros’ contra el Efes en el Palacio (86-66) para corroborar el segundo puesto de grupo en el top-16. Las sensaciones fueron magníficas, un partido redondo de principio a fin. En la velada más trascendente de lo que va de temporada (junto a los cuartos de Copa y la final de Supercopa), el Madrid recuperó su mejor versión, la de los primeros meses de competición y que había aparcado tras la derrota copera, que sucumbió al equipo en un periodo de irregularidad y zozobra.

No se trata de que entren o dejen de entrar los triples (8 de 20 es otro día en la oficina), sino de fluidez y convencimiento en el método. Los blancos  jugaron esta vez sí con corazón e intensidad desde el minuto 1, y destrozaron al Efes ya en la primera mitad. Una vez quedó claro que la victoria no corría peligro, allá por el segundo cuarto, el encuentro sirvió como catarsis colectiva y concurso de highlights, un regalo para los sentidos (manque pese a la Euroliga).

Del castillo de fuegos artificiales que fue el Madrid destaca una pieza sobre el resto, la que pone el reloj en hora, nuestro vellcino de oro se llama Rodolfo Fernández. Se come 2.7 millones anuales de presupuesto pero vale cada céntimo que cuesta, como demuestra en cada partido de los que cuenta, como el de hoy. Suma 56 de valoración entre Moscú y Efes. Destaco a propósito su valoración y no su anotación porque a diferencia de Navarro, con el que sus detractores (que no son pocos) le suelen comparar, Rudy es un jugador total: el que mejor asiste a Begic, el mejor ladrón de balones de la plantilla y un currante del rebote. Reencontrado con el sentido común en la selección de tiro exterior se convierte en diferencial a nivel FIBA. Que Rudy llegue sano y enchufado al tramo decisivo de la temporada es un motivo claro de optimismo.

Mirotic mantuvo un animado duelo con Savanovic y, al revés de lo que viene siendo costumbre, brilló más de lo que dicen sus números. Demostró que cuando quiere, puede: todos sus puntos llegaron cuando aún contaba, algunos para abajo (vaya mate remontando línea de fondo) y hasta colocó algún tapón (la defensa, su segmento de juego más cuestionado). Llull fue el tercer destacado claro, 16 puntos, 6 rebotes y una notable defensa sobre la estrella rival, Farmar.

Tras 5 partidos a buen nivel podemos afirmar en voz alta que lo de Begic no es flor de un día. Sabíamos que era un jugador diesel, al que le cuesta horrores coger la forma y que además empezó el curso con un tobillo maltrecho, pero una vez dentro se trata de un jugador bastante aprovechable, incluso para un equipo nivel F4 como el Madrid. Puede que nos arrepintamos, pero mucho me temo que su suerte en el Madrid ya está echada: Mejri ya firmó y para sustituir a Hettsheimeir se busca otro perfil (¿Hamilton?). Los actores de reparto cumplieron todos con creces: Slaughter, Carroll, Felipe o Chacho. El único borrón de la noche fue la lesión de Suárez que, al igual que Begic, se había reenganchado a la temporada y cotizaba al alza en las últimas semanas, más por sensaciones que por números. Por suerte, es un gople más aparatoso que grave y sólo será baja unos pocos días.

Queda mucho por comentar sobre el cruce con el Maccabi y los otros duelos de cuartos, pero habrá tiempo en los próximos días / semanas. Hoy es un día para celebrar uno de los objetivos cumplidos: clasificarse para cuartos de final de la Euroliga con ventaja campo y por la puerta grande.