El plumero

«¿Nos vamos con Ettore a Moscú?»

En algo menos de tres días, la encuesta de este blog ha recogido el voto de 193 personas. Especifico lo de personas porque sólo se puede votar una vez por ordenador = IP dinámica. Naturalmente es una muestra modesta en comparación con los principales portales, pero una muestra significativa, pues me consta que todos los lectores del blog son seguidores fieles de la sección, y una buena parte incluso abonados. En fin… Preguntados sobre quién debería ser el damnificado del juego interior por la llegada de Slaughter: el 48% votó que nadie (no debe venir pues no mejora lo presente), el 29% apuntó a Felipe Reyes y Begic-Nole-Tomic se repartieron el 23% restante a parte casi iguales. Mirotic sólo tuvo un voto. Conclusión: que no se toque el juego interior, y si tiene que salir alguien, que sea Felipe.

En las últimas horas se ha lanzado una encuesta similar desde AS.com, ese periódico que tiene por redactor de baloncesto a Juanma Rubio, conocido detractor de Tomic, del que sólo le ha faltado publicar que sale por Chueca y su grupo musical predilecto son Village People. Sin embargo, ni por esas engaña al personal, ni siquiera a los futboleros iletrados que inflan el tráfico de su web. Algo más de la mitad de los votos piden la continuidad del pívot croata, incluso en medio de esta corriente de opinión propicia, alimentada desde la prensa palanganera. Nole, otro que corre peligro, sale muy bien parado, casi un 70% pide su continuidad. Curiosamente, la afición reclama únicamente la cabeza de Begic (64%). Pero como ya explicamos, fue fichaje de Herreros y su salida sería la asunción de un error directivo… Antes muerto que sencillo.

Como «se nos ve el plumero», acudimos a una voz autorizada para que nos informe sobre Marcus Slaughter, más allá de sus vídeos de mates en Youtube. Draft Express (gracias LAE por el cable) viene a ser la biblia del scouting. De Slaughter viene a decir: «carece de juego de pies al poste y de tiro de media distancia; su izquierda no existe, ni en manejo ni en definición»… Vamos, como Tomic pero al revés. Vaya por delante que no tengo nada personal contra Slaughter, que de hecho me parece buen jugador y mejor persona. Simplemente no tiene hueco en este Madrid.

Posdata. Trabajar a la rusa implica no sólo negociar antes de que termine la temporada… sino  hacerlo en silencio, una discreción incompatible con las filtraciones. Hoy se ha presentado Aaron Jackson en CSKA, fichaje que se anunció hace semanas y se cerró hace meses, según confirma entre líneas el propio jugador hoy en Solobasket: «El peor momento fue la derrota contra el CajaLá en estos playoffs, sabiendo que sería mi último partido en Bilbao». La discrección ha evitado pagar sobreprecio (pues no dio lugar a terceros clubes meter las narices), hacer de menos al damnificado (en este caso, Jamont Gordon) y malentendidos al fichado con su club de origen (que la afición le pueda tildar de traidor o pesetero en plena competición, etc).

Tampoco a la quinta

Las heroicidades postreras de Carroll y Singler que alargaron la agonía no maquillan el hecho de que el Madrid fue peor. Por segundo partido consecutivo, cuando la temporada se decide, Xavi Pascual dio un repaso táctico a Laso, más en la preparación de partido que en la propia gestión. Los jugadores parecían superados por cada cambio defensivo azulgrana, forzando un acierto paupérrimo (34% en tiros de campo) y un partido en guarismos azulgrana. Fran Vázquez, incapaz en el 1×1 pero un definidor feroz, castigó sin piedad la candidez blanca en el rebote defensivo. Lorbek, justísimo MVP, su probable salida en verano será un dolor de muelas menos.

Son ya 5 años del Madrid sin ganar la ACB. La excusa de la plantilla joven y prometedora no sirve eternamente. Este debía ser el ‘Año I’ del nuevo orden, pero el Madrid perdió como un novato una final que venía de cara. Regaló el primer encuentro y no supo cerrarlo en casa en el cuarto, demasiadas vidas para un Barcelona venido a menos pero todavía competitivo.

El título de Copa del Rey no justifica la temporada. El Madrid cayó en el Top-16 Euroliga por detrás del Bilbao, regaló la liga regular ACB y luego en la final, claro, se hace cuesta arriba ganar un 5º a domicilio. Había plantilla para más. Pero la prensa palanganera, vendida a un entrenador nacional que siempre responde el teléfono, guardará sus cuchillos esta vez, en un ejercicio de complacencia interesada. Obradovic, Messina, Pesic y quizá Panigiani están en el mercado, pero sin una corriente de opinión adversa, Laso continuará incuestionable y la directiva deshará a placer. Felipe renovado, Slaughter por Tomic y ‘todos’ contentos. No sigo que me caliento…

Cuarto menguante

Pudo la presión. Ante la posibilidad de ganar el título en casa, 15.000 espectadores, el equipo se hizo pequeño, firmando el peor encuentro de la temporada en los duelos directos ante el Barcelona (y van 8). El Madrid cayó de ley. Se olvidó de todo lo bueno que demostró en el resto de la serie, que tan superior se había mostrado. Queda el 5º en el Palau, que ya no asusta como otrora en una serie en la que el factor pista ha demostrado escasa influencia. Los blancos han ganado 2 de 4 encuentros en Barcelona este curso…

El Madrid defendió mal, permitiendo tiros liberados al primer extra-pass. Lorbek y en menor medida Mickeal fueron un martillo al poste, las ayudas llegaron siempre tarde, si llegaron. Que Congoleño Wallace suba 16 puntos sin apenas fallo y JayZ Carroll haga 0/5 en triples es más cosa de la virgen de Lourdes. Igual que no todos los días vas a atrapar 25 rebotes más que el rival, como en el 3º encuentro.

Ningún jugador blanco destacó en ataque en realidad, se ve que gastaron toda la pólvora el lunes. Tomic, Mirotic y Singler rallaron a buen nivel, sin alardes. Llull firmó 12 puntos, pero no repartió ni una sola asistencia en media hora en pista, de los que 20 minutos fueron como base. Sea por lo que fuere, Begic y Pocius están completamente out, dos buenos jugadores de fondo de armario menos. Gratuitamente nos vemos con una rotación corta y nos ponemos al nivel del Barca.

Los árbitros no colaboraron con la causa, desde luego a la ACB no le disgusta la idea de otro partido más de tan mediática serie. Pero tampoco fueron decisivos. Esperemos, eso sí, que sean tan dignos, ecuánimes y valientes el sábado en el Palau, con los molinillos de Navarro y los aspavientos de Pascual.

Baño generacional

Hacía falta una función maestra para despejar cualquier duda y escenificar ante notario el cambio de ciclo en el baloncesto nacional. El Madrid inflige al Barca el mayor agua de la era Pascual, una vejación pública y notoria: ante las cámaras de TVE-1, en prime time y ante casi dos millones de espectadores. Los minutos de la basura dejaron en 26 una diferencia que llegó a picar la treintena. Pero más allá de los números, el encuentro ante todo plasma una sensación de superioridad baloncestística absoluta que ya sospechábamos tras los duelos en el Palau (se olía la sangre), incluso durante todo el curso. Tras varias temporadas de recurrentes palizas azulgrana al Madrid, cambian los papeles. Los que en su día las dieron ahora las toman.

Dos apartados estadísticos clave dibujan la sinfonía blanca en el 3º: el rebote (48 a 23) y el juego colectivo (19 a 6 en asistencias). La igualdad del primer acto fue artificial, pues un sospechoso arbitraje permitió al Barcelona sostenerse a cuenta de tiros libres. Pero en el segundo cuarto no hubo asidero. Felipe destrozó el partido con 8 minutos en modo ventilador (val.17), de esos que suele despachar en mañanas de domingo y ante rivales intrascendentes. Desde su evidente desventaja física ante los pívots azulgrana, castigó con recursos alternativos, como la movilidad fuera-dentro y el tiro de 5 metros. Magnífico Chacho, deleitando al personal con 9 asistencias rollo Bugs Bunny. También el dúo Carroll y Llull, que subieron 29 puntos cuando todavía importaban. Todos sumaron en realidad, que es lo que suele pasar cuando juegas como equipo.

El Barca está tocado, casi hundido. No defiende como otrora y en ataque comienza a aflorar egoísmo (sólo 6 asistencias todo el equipo). La fuerza de su colectivo mengua cada minuto que avanza la serie, así como la salud de sus veteranos (N’Dong y Navarro) y la confianza de hombres clave: Eidson, Huertas y Vázquez sumaron 4/21 tc y valoración -10. Este Barca pende de un hilo, sólo necesita un empujón para cruzar la laguna. La serie no debe ver un 5º partido.