Ligamento cruzado, de 7 a 9 meses de baja. Qué forma de amanecer, nos hemos quedado sin Llull este curso. Una lesión que reduce sensiblemente las opciones de Euroliga del Madrid, en una temporada en que se daban muchas circunstancias favorables, sobre todo el éxodo en rivales directos. El primer instinto es maldecir la Ñ y sus chorrigiras, que el Madrid lleve años siendo el club ACB que más expone en la selección ‘de todos’ (curiosamente no este verano).
No reaparecería Llull hasta entrado marzo, en plena vorágine. Para hacernos una idea, a primerísimos de abril termina la liga regular de la Euroliga. Y no se trata solo de cuándo sino de cómo, no vas a ponerle media hora en pista en unos cuartos de final a un jugador sin ritmo de competición, tras romperse la rodilla y pasar más de medio año inactivo. Tiene 29 y una fé a prueba de bombas, seguro volverá, pero no se puede echar cuentas con él en la temporada 2017/18. Cualquier cosa que aporte a su regreso será un extra.
¿Qué escenarios se abren?
Lo impepinable, que Doncic con 18 años va a ser el jugador franquicia. Independientemente de lo que se pueda fichar, la temporada del Madrid pasa por un nuevo step ahead de Luka, en su último año en Europa, que se centre en basket y se ponga en modo Petrovic, que puede. Sus actuaciones con la selección son por el momento esperanzadoras. Dada su facilidad estadística, las minutadas y la responsabilidad con que va a cargar en el Madrid, contaría con ver números estratosféricos, candidato firme a MVP de ambas competiciones. Por otra parte, el regreso de Campazzo se convierte ahora en sencillamente impepinable. Ya puede Florentino descolgar el teléfono y meter prisa a algún ministro para acelerar la obtención del pasaporte español. Tampoco hay que delinquir. Hace meses debería estar listo, se trata de que algún burócrata vaguete reciba un tirón de orejas para hacer su trabajo.
En todo caso, incluso en el mejor escenario de Luka y Facu, el Madrid debe fichar, no es momento para ser conservador o complaciente. La Federación tiene un seguro por el que se indemniza al club de un jugador que se lesiona con la selección. Hace una década, cuando el sonado caso Garbajosa, ese seguro cubría solo una cuarta parte del salario, aunque tras tanto tiempo es fácil que esas condiciones hayan cambiado. Sea finalmente más o menos, ese dinero debe invertirse en fichar, aparte de que el club tendrá que poner de su bolsillo.
No escatimaría en un sustituto digno, al fin y al cabo se ha gastado bien poquito este verano y si se atina el equipo mantendrá opciones de Euroliga. El timming para salir de compras es a priori espantoso, entrado agosto, con el mercado casi cerrado y solo las sobras disponibles. El primer impulso puede ser lamentarse por no haber pujado por Chacho, pero no le veo sentido a fustigarse por algo que no estaba en manos del club, las circunstancias hace un mes eran otras. Dicho lo cual, hay algunos casos aislados de jugadores de ciertas garantías que siguen sorprendentemente disponibles, sea por disputas con sus clubes o esperando una oferta NBA.
– Jayson Granger. La opción ‘facilita’/barata. Cupo nacional, llegaría gratis al ser agente libre. Cuentan con él en Baskonia, pero no hay nada firmado aún porque se está dando un tiempo por si le suena la flauta en la NBA. Su sueldo tampoco sería desorbitado, básicamente porque no es ninguna estrella. Deportivamente estancado en su paso por Estambul, mejor anotador que director.
– Nemanja Nedovic. 26 años, comunitario, sin sueños NBA, ha encontrado un punto de madurez muy interesante. Insistió en renovar por solo un año en Málaga, aunque el club le ofrecía dos, pensando en ser el sustituto de Luka el próximo verano. Está deseando vestir de blanco, debe ser más merengón que Bernabéu. El problema es el dinero. Robar en agosto al jugador franquicia de un equipo Euroliga no saldría barato, habría que poner encima de la mesa una cifra mareante para que Unicaja tan siquiera se sentase a negociar. Hablamos de un buyout por encima del millón, y ya sabemos que Florentino desde que regresó a la presidencia tiene alergia a pagar cláusulas en basket. En este caso, sería además por un jugador que de todas formas iba a llegar gratis en 11 meses…
– Tyrese Rice. Todo o nada. Fue el primero en desear lo mejor a Llull en redes sociales en cuanto vio la lesión. El Barca está deseando quitársele de encima, ha configurado la plantilla contando con su salida. La operación pasa por que Rice acepte una rebaja en su finiquito (2.5 millones garantizados para este curso) y firme con el Madrid como agente libre. Tiene 30 años, está a tiempo de reengancharse. Sus problemas extradeportivos le preceden, pero es un ganador y un superclase, además de comunitario. Le tiene ganas al Barca, necesita una oportunidad para reivindicarse y es bien conocida la buena mano de Laso con los bases.
– Adam Hanga. La apuesta a medio-largo plazo, comunitario, 28 años y un perfil muy Laso. Querejeta se puso digno e igualó la oferta del Barca, por un sueldo que es un disparate en el equilibrio salarial vitoriano. Ahora Baskonia quiere/necesita vender y los azulgrana están regateando. Las últimas cifras filtradas son de 300k que ofrece el Barca por 600k que pide Baskonia. El acuerdo está cercano pero no cerrado y si por algo se caracteriza Querejeta es por su pragmatismo. Si el Madrid llega y ofrece más que el Barca, se lo lleva, punto. La suma de salario (2.5 millones brutos) y buy-out (digamos 600) se pone en un ojo de la cara y queda por aclarar si, dada la normativa de tanteo, podría fichar por otro equipo ACB distinto al Barca.
– Brad Wanamaker. Le perdimos la pista a comienzos de julio, estaba «muy cerca» de firmar por Denver, pero aquello no cuajó y sigue esperando una llamada de la NBA, cada vez menos probable. Mientras tanto, Fenerbahce ha cogido posiciones para su incorporación, que no está cerrada. Competir con el mayor presupuesto de la Euroliga y un tipo impositivo bajo como el turco supondría un esfuerzo financiero notable, solo merecería la pena si se cuenta con él a medio-largo plazo en un rol importante. Uno de los mejores 1×1 desde bote de la Euroliga, aunque a mitad de camino entre base y escolta, lo cual tampoco es mayor problema dada la versatilidad de varios exteriores blancos: Doncic puede jugar de base y Rudy-Causeur de aleros. Su caso, a diferencia de los tres anteriores, tiene un importante asterisco y es su pasaporte extracomunitario. Prescindir de Trey en ACB es más arriesgado este curso, se quedarían las convocatorias con solo cuatro interiores, uno de ellos de 37 años. Es en días así en que te acuerdas de la reticencia de Ayón a obtener la doble nacionalidad. Gracias, Titán.
Llevo todo el verano recetando tranquilidad y perspectiva a los que pedisteis demoler el proyecto en pleno calentón por las derrotas ante Fenerbahce y Valencia. El Madrid partirá de nuevo en la terna de favoritos a la Euroliga el próximo curso, por plantilla y continuidad de proyecto, pero también hay espacio a una crítica constructiva de los movimientos del club, que transmiten dejadez, relajación y exceso de confianza. Demasiada tras una temporada reguleras. Con poca inversión extra y bastantes más ganas se podía haber hecho mejor.
Los lamentos apocalípticos del madridismo al comienzo de verano por el
Estamos en días de trasiego en despachos y para nosotros, como aficionados, son jornadas de pajiplantillas, una actividad refrescante y veraniega, especialmente bienvenida tras un decepcionante final de temporada. Empecemos con los hechos consumados, que son siempre los menos: Randolph ya tiene pasaporte esloveno, es oficial. Apostaría a que nunca ha pisado Ljubliana, pero igual está «feliz por la oportunidad, un gran reto». Hipocresía al margen, a Eslovenia se le queda una selección como para luchar por medalla en el Eurobasket y al Madrid se le arregla medio juego interior. Lo dice David Manzano, «los pasaportes son los nuevos fichajes».

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