
Es pronto todavía para echar las campanas al vuelo y sacar al paciente de la UCI, podría ser solo un one night stand, pero el corazón del Madrid volvió a latir anoche en Goya. Victoria de carácter contra un rival directo, sabiendo sufrir y anotando más de 90 puntos (con prórroga). Viniendo del lodazal del último mes y medio, música para nuestros oídos.
¿Qué cambió? Por un lado, se racionalizó el uso de la línea de tres. En el primer cuarto, que vio el mejor basket del Madrid desde enero, solo se lanzó dos veces desde más allá del arco. Por comparar: en Belgrado, 48h antes, se chuscaron 37 en 40 minutos. Sé que la ecuación es mas compleja, que influye el tipo de defensa rival, que los triples también pueden estar bien lanzados y sencillamente no entrar, jugador liberado tras una circulación de balón. Pero, siendo honestos, no es el caso del Madrid en las últimas semanas. La mayoría de los lanzamientos exteriores son forzados y tras bote, recurso desesperado a final de una posesión sin ideas, así que el porcentaje es bajo por definición.
Por otro lado, el regreso de Tortuga Deck trajo agüita de mayo: es un animal competitivo y sube una marcha el nivel del equipo en ambos aros. Estando Abalde y especialmente Hanga para los leones, y con Taylor lesionado, la presencia del argentino se antoja capital: 15 puntos sin fallo y 6 rebotes anoche. Pongamos todos una vela por su salud y continuidad.
No estaba de baja, pero otro que regresó figuradamente fue Yabusele, que mantuvo un duelo de enorme nivel con Melli. Llevaba un mes desaparecido, en el diván, minada su confianza por los repasos de Mirotic. Anoche le volvieron a entrar los tiros, varios de ellos en momentos clave, además de una aportación defensiva inmensa. Se fue hasta 35 minutos, todo corazón. Este es el Yabu que se renovó hasta 2025 como ala-pívot titular del proyecto y que no habíamos visto desde la firma.
El cuarto factor fue uno con el que seguramente no contábamos: Nigel Williams-Goss. Venía hecho unos zorros, regañado con el aro y mentalmente bloqueado: su nombre en todas las quinielas de salidas en verano. Sin embargo, anoche mostró una versión muy homologable, con 12 puntos, pocos errores y un valioso trabajo en defensa sobre Delaney. Heurtel enchufó algún tiro de esos suyos, tipo Manolete, pero la ecuación con él no compensaba por el agujero atrás. Los parciales hablan claro: +15 con NWG en pista y -7 con el galo. Son perfiles complementarios y necesitamos a los dos operativos para estar arriba.
Llull de escolta
Que Heurtel sufra atrás no es sorpresa y entra en los cálculos, el que canta un poco es Poirier. Laso se jugó sin pívot los tres últimos minutos de tiempo reglamentario, en los que se remontaron 7 puntos, en lo que me pareció un castigo el pívot francés por su pobre rendimiento defensivo en los minutos previos. Antes, Tavares había sido expulsado por protestar… una vez más.
Se que es una opinión impopular, pero que pueda o no tener razón en su reclamación no justifica que se ponga hecho un basilisco cada vez que falla una canasta. Hace un flaco favor al equipo, ayer casi nos cuesta el partido. Entiendo el corporativismo de la grada, es su papel, pero el de Tavares es mantener la calma, aunque cueste, porque nos va mucho en ello. Si el club considera injusto el trato arbitral y percibe un patrón, que presente una queja formal a la Euroliga… pero Tavares que se controle y cierre el pico, que 3.5 millonacos de salario anual dan para un poco autocontrol.
Y dejo para el final a Llull, cuya chispa anotadora resultó clave en la segunda parte, en las sucesivas pelotas de break de que dispuso Milán, así como en la escapada buena de la prórroga. Asumió muchísimo protagonismo ofensivo, quizá excesivo (18 tiros en 21 minutos), pero no estamos como para sacar el metrónomo: hay que ganar por lo civil o por lo militar, y bien está lo que bien acaba. Me parece clave que tanto en Belgrado (20 puntos) como anoche (otros 20) jugase sus minutos como escolta, o segundo generador desde bote, como prefiráis llamarlo, porque al fin y al cabo no es un dos clásico de lanzar a la salida de los bloqueos, estilo Carroll-Kuric. El caso es que en ambos encuentros estuvo siempre acompañado en pista de Heurtel o Goss, que es el formato en el que Llull a esta edad me parece más interesante y aprovechable. Que dure.












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