Ya tenemos servida otra final Madrid-Barca. Así a botepronto, los antecedentes invitan al optimismo, los blancos han ganado en los últimos cinco cruces eliminatorios, es decir, dos semifinales de Euroliga, final ACB, de Copa y de Supercopa. El Madrid tiene además el factor cancha, que se ha demostrado clave en las últimas temporadas. Será, eso sí, una final de mínimos, pues ningún equipo llega bien (ojo, sin quitar mérito a Valencia y Unicaja, que han recortado distancias este curso, como prueba unas semifinales de vértigo). Los chicos de Laso con la lengua fuera, sin la chispa del primer trimestre, y el Barca renqueante aún del palo en Milán, sin confianza, con varios jugadores importantes más fuera que dentro, además del propio entrenador, para el que por primera vez suenan ya recambios.
¿Qué se puede esperar del Barca? Buena preparación táctica de los partidos, el martillo pilón del pick&roll Huertas-Tomic, buenos minutos de Dorsey desde la banca y destellos intermitentes de Navarro y Oleson. Punto. El dúo de ala-pívots (Lorbek-Nachbar) está para el desguace, para mayor gloria de Felipe. Otro flanco débil puede ser el de base. Huertas, que ya de por sí no es un defensor excelso, va a tener que cascarse minutadas corriendo tras Llull y Chacho por aquello de que Sada y Pullen básicamente no cuentan para Pascual en partidos trascendentes. Papanikolau, el cuarto mejor pagado de la ACB, está cuajando unos playoffs tan intrascendentes como el resto de su temporada. No es descartable que se enchufe para la final, pues como buen griego es animal competitivo, pero se diría que tiene la cabeza en la NBA.
Tampoco el Madrid es un páramo. El regreso del Mirotic dominador que intuimos en los tres primeros partidos de playoffs se desvaneció según Unicaja aumentó la exigencia y su reserva, Felipe, emergía como dominador de la pintura. El resto de pívots está como está: Slaughter aporta poquísimo, Bourousis no anda demasiado católico y Mejri (valiosos minutos en el 4º partido en Málaga) apenas cuenta para Laso, sus minutos dependerán de las faltas del griego y el grado de ventresca que haga Tomic. En el juego exterior, Chacho y Rudy (que se nos casa en julio’15) no atraviesan picos de forma, pero suman porque son muy buenos. Llull sí que anda fino, 17 puntos de media en semis, se sacó la chorra en la prórroga del cuarto. Y aunque promedió también 6 asistencias, está rindiendo mejor de escolta que de director. Darden suele hacer sus mejores partidos contra el Barca y de Carroll no sé qué pensar, aunque intermitentemente, parece que algo va aportando.


