Relevo generacional invertido

El fichaje de Gasol por Bulls y la posible salida de Laso abrieron la semana pasada una ligera esperanza de que siguiese, pero era llevarse a engaño, su marcha estaba escrita. Mirlo hace las maletas y vuela a Chicago, donde será el rookie mejor pagado de la historia de la NBA, 17 millones de dólares por tres temporadas. Unos 12.5 si hablamos en euros, de los que 2.5 irán para el Madrid, en dos plazos. El primero a pagar en septiembre. Un dinero que, por orden de Florentino, no se reinvertirá en presupuesto de la sección. Qué majo él. Con Mirotic se va uno de los mejores canteranos de la historia del baloncesto blanco. Deja dos copas del rey y una liga ACB en las vitrinas, aunque nunca llegó a dominar el basket europeo, como algunos esperábamos antes de que volará del nido. Deja también el regusto amargo del mediocre rendimiento en sus últimos 5 meses en el equipo, abúlico, regañado con el entrenador por no recibir trato de prima donna. Sea como fuere, Mirotic ya es pasado.

El presente (si se puede llamar así a un tipo de 34 años) pasa por Andrés Nocioni, que probablemente será anunciado esta semana. El acuerdo es total, tanto con Baskonia como con el jugador. El club vasco recibe una ‘compensación’ de 200k por no acudir al derecho de tanteo y el jugador firma por dos temporadas, con un salario de 800k netos anuales, es decir, 1.5 millones brutos. Como comentamos en entradas previas, es una incorporación cortoplazista. Nocioni es jugador top, pero que ya dio su mejor baloncesto y sólo se puede esperar que posponga su ocaso. 11 años más viejo que Mirlo, un relevo generacional invertido. El otro movimiento confirmado es la renovación de Rudy hasta 2018, que no por esperada es menos importante. En cuanto a confección de plantilla, no hay nada más por ahora. Necesitamos un alero, pero cada vez quedan menos en el mercado. Podemos tachar de la lista a Micov. que harto de esperar al Madrid ha terminado firmando por Galatasaray (2 años, 1.3mill). Y dejo para el final lo del entrenador, que sigue siendo un boudeville. En vista de que la indemnización es un palo y que no se podría presentar a Katsikaris a corto plazo (pues su contrato con la selección griega expira tras el Mundial), ahora parece que Laso podría seguir. No sabemos si hasta el viernes, hasta septiembre que se pueda incorporar Katsikaris o hasta diciembre, cuando enganche dos derrotas seguidas. Un error, en todo caso, mantener al frente del equipo a un técnico sin la confianza del presidente y del director de la sección. Walking dead.

Laso, herencia e hipoteca

Salvo dramático giro de guión, Laso tiene las horas contadas en el Madrid, Florentino habría dictado sentencia. Su marcha está cantada desde hace algunos días, cuando el club enseñó la puerta a sus asistentes (Hugo López y J. Cuspinera), que terminaban contrato. Desde esta tribuna hemos defendido que el ciclo del técnico vitoriano en el banquillo blanco tocaba a su fin, pero no cuesta tanto cuidar un poquito las formas y los tiempos. ¿Qué es eso de cepillarse a los asistentes vía burofax después de tres años de buen servicio? ¿Y a qué viene tener a Laso 12 días ‘walking dead’? Tenemos la confección de la plantilla paralizada y salimos tardísimo al mercado. Pero el asunto se torna boudeville al conocer que Katsikaris ha interrumpido sus vacaciones en Creta. La explicación más verosímil que he leído a este impás es que el club está intentando desgastar a Laso para que renuncie a la mayor cantidad posible de dinero de la indemnización que le corresponde. Recordemos que se le renovó en noviembre por dos temporadas más, a razón de unos 600.000 euros cada. El desenlace está escrito, su confirmación es cuestión de horas, o como mucho días. Quizá la pospongan hasta final de semana, para que no se solape con los fastos por don Alfredo.

No sería justo juzgar los tres años de Laso en el Madrid sólo por el regusto amargo de las dos recientes finales perdidas. Hemos disfrutado en este tiempo de picos de gran baloncesto, que han contribuido a aumentar la masa social. Eso queda en su haber. Pero los resultados no han llegado, no al menos al nivel exigible con la plantilla más redonda que ha juntado la sección en dos décadas, y pese a coincidir en tiempo con un Barca en reconstrucción y un Navarro crepuscular. Todos tienen parte de culpa en los resultados, faltaría más, pero Laso el que más. Por una parte, patina con asiduidad en la gestión de partidos/eliminatorias, y por otra, su política de protegidos (Llull, Carroll y Slaughter) le ha acabado costando el respeto del vestuario. Hemos llegado al desenlace de la temporada con los jugadores franquicia quemados de minutos y la plantilla dividida.

Se va (probable destino Baskonia), pero deja un buen pufo a la sección, esa hipoteca de 4.5 millones garantizados a sus amiguetes Slaughter y Carroll (hasta 2016 y 2017, respectivamente), especialistas cuyo valor de mercado es muy inferior, dado que sólo lucen en el ecosistema Laso (y ni eso). Insisto en el dinero, no por gusto, sino porque con la nueva reducción presupuestaria decretada por Flopper (1 millón) nos queda poco margen para fichajes. Necesitamos hilar fino, que cada euro cuente. Sin embargo, volvemos a la política de planes de pensiones, que nos retrotrae un lustro en el tiempo, a los años negros de Antonio Martín, cuando firmábamos por ejemplo 5 millones garantizados a Hervelle por 3 temporadas. La principal herencia de Messina y Maceiras fue modernizar la sección en ese sentido. Todo al garete.