Campazzo a Belgrado, ¿destino puente o adiós definitivo?

Fin de la tercera temporada del serial Campazzo-Madrid, un culebrón de desamor digno de la mejor sobremesa. El base argentino ha sido anunciado oficialmente en Belgrado como nuevo jugador del Estrella Roja. No se me ocurre un destino más random de regreso a Europa, un país que no conoce, donde no habla el idioma, un equipo sin opciones de título y, lo peor de todo, con un historial reciente de impago de salarios. Tanto, como que a día de hoy y hasta donde sabemos el club serbio tiene prohibido inscribir fichajes en la Euroliga (cito textual) “por impagos y la negativa a aportar información al respecto”, comunicado del 1 de diciembre. No hablamos de flecos pretéritos, ¿por qué creéis que el Barça pudo llevarse a Kalinic a cambio una compensación irrisoria en verano cuando tenía contrato en vigor? Porque Estrella Roja le debía varias mensualidades. Suponemos que no era el único miembro de la plantilla en esa situación.

A los muy cafeteros tampoco nos pillan por sorpresa estas historias: el dinero que depende del capricho político y llega de golpe (como es el caso) cambia con el viento, como la dirección de una veleta. Pregunten al extinto Jimki. O al vecino Partizán, rey Midas el verano de 2021 y hoy en apuros: «La temporada pasada recibimos cinco millones de euros del Estado para nuestro presupuesto, este año solo 900k», ha lamentado su presidente. La situación recuerda a ese cateto del pueblo al que una vez le tocó el Gordo de Navidad, que corrió a comprarse un Mercedes para fardar y al año siguiente lo tuvo que malvender porque no se dejó ni para el cambio de neumáticos y filtros. Suponemos que los agentes de Facu saben donde le meten y habrán pedido avales…

¿Habrá cuarta temporada?

Dicho lo cual, no os voy a engañar, el desenlace resulta decepcionante, que Campazzo no recale en el club blanco de regreso a Europa dada la escasez de talento en mercado en el puesto de base, consideraciones financieras al margen. Objetivamente, Madrid era el destino lógico, un contender a la Euroliga sin un base titular claro, la ciudad donde Facu tiene casa en propiedad, el equipo que apostó por él cuando no era nadie y donde ha construido su carrera.

¿Pierde el Madrid? A corto plazo y desde un punto de vista deportivo, sí, claro, Campazzo es un gran jugador, que mejoraría el puesto de base y por tanto apuntalaría las (ya de por sí dignas) opciones al título Euroliga este curso. Financieramente, el RM se embolsará el 40% de su sueldo en concepto de pago de la deuda, es decir, unos 720k euros. La oferta de Estrella Roja contempla además un salario de 2.5M netos para el segundo curso, 2023-24, aunque tiene cláusula de escape en verano por solo 50k, que es el final abierto que han dejado los guionistas para estirar la serie una temporada más.

El Madrid en julio tendrá la ventaja de una coyuntura fiscal más amable, al poder acogerse entonces sí al tipo tributario reducido para extranjeros (24%) en su primer año. Además, Goss y Chacho, que no parecen contar demasiado para Chus Mateo, especialmente el segundo, terminan contrato el 30 de junio y podrían salir, liberando masa salarial y reduciendo el overbooking en el puesto de base. Recordemos que también termina contrato Randolph, con el que apenas echamos cuentas deportivas pero es uno de los salarios más altos del plantel. El único pero es que en verano el Madrid ya no dispondrá de la baza del derecho de tanteo sobre Campazzo fuera de la ACB.

De todos modos, la cuarta temporada está todavía por confirmar. La directiva del Madrid es orgullosa y si el equipo gana ACB o especialmente Euroliga no sentirá la necesidad de llamar a la puerta del argentino, que no dejaría de ser una cierta bajada de pantalones tal y como están las relaciones entre el dir. general y el entorno del jugador. De mismo modo, si Facu encaja en Serbia, se mete en top8 y le pagan al día las cantidades acordadas (que son formidables), bien podría optar por seguir allí.

Al Madrid post Facu le llega la cuesta de enero

No os voy a engañar, me deja con la mosca detrás de la oreja. El balance del Madrid desde la marcha de Facu era un sólido 12-3, con los únicos pinchazos asumibles de Milán, CSKA y Barca, compitiendo en los tres. Pero esta derrota en Goya contra Estrella Roja se sale totalmente de guión, rompe la buena dinámica y genera dudas. Bastó que Tavares bajase el listón de excelencia para que al equipo se le viese el cartón. Una derrota de ley frente a un rival limitadísimo, tras ir casi toda la velada por detrás en el marcador: fatal en defensa en la primera parte y negados en los momentos bisagra de la segunda.

La resiliencia del grupo parece haber llegado a su límite: se metabolizó la baja sin cubrir de Mickey, la fuga de Campazzo y la lesión de Randolph, pero ha sido romperse Llull unas semanas y el equipo hacer click. Él estaba siendo (junto al mencionado Tavares) el último dique de contención: su paso al frente en el regreso al puesto de base ha tapado durante semanas las vergüenzas de la planificación de plantilla y la racanería del presi. Pero faltando él, recordemos, escolta hasta diciembre, lo que queda es la peor pareja de bases de los 18 equipos de la Euroliga, que se dice pronto, con casi 40 millones de presupuesto.

Y lo más sangrante es que esta situación no pilla a nadie por sorpresa, que hasta en la Polinesia sabían desde el verano de la marcha de Facu, para la que el club se preparó haciendo exactamente nada. Culpando al virus, a la crisis y al mal timing, pasando de largo de oportunidades de mercado como Sloukas, libre como un taxi, con Lapro ya colocado en el Pao.

A vueltas con el puesto de base

Con el argentino lo que se ve es lo que hay, sencillamente ha tocado techo en el sistema Laso, en el que en realidad nunca ha terminado de encajar (fichaje de directiva). Y Alocén, por su parte, está pidiendo a gritos una cesión (del estancamiento de Garuba hablaré otro día). Lo de Abalde como director es un recurso de emergencia, un parche, y como tal funciona. El gallego, que tan bien arrancase la temporada, firmó contra los serbios su peor partido de blanco, valoración -6, enganchando una mala decisión tras otra, cortocircuitado en un puesto que no le viene natural, por mucho que de cadete jugase minutos.

Lo preocupante es que la situación tampoco tiene demasiada buena pinta a medio plazo, porque las lesiones de Llull no son noticia. Al contrario, desde su regreso de la rotura de ligamentos es cristal de bohemia: dos años lleva encadenando frecuentes bajas de varias semanas por problemas musculares, y eso este curso es un hándicap aún mayor viendo la dependencia del equipo. Por eso creo que es momento de que la sección se replantee la estrategia, aún está a tiempo, a casi un mes para la Copa del Rey. De que se sacuda la racanería y la autocomplacencia, y otee el mercado de bases (Mudiay sigue libre…) para tratar de afrontar con algo más de garantías estos seis meses. Seguramente sea predicar en el desierto, pero igual lo dejo por escrito, que al menos conste en acta. Todo lo demás nos condena a poner velas a la salud de Llull, a los milagros de último cuarto de Carroll y a la capacidad de resistencia de Tavares.

Tavares y Llull ponen al Madrid en velocidad crucero

Sergio Llull Real Madrid Unicaja ACBEl Madrid recibe el jueves en Goya al Barcelona, una de esas citas con más impacto anímico que clasificatorio. Y llega razonablemente bien, superado ese bache Euroliga que se saldó con 3 derrotas seguidas, todas a domicilio y dejando una imagen muy discretita. Recupera el pulso a la temporada coincidiendo con el ‘regreso’ de la versión ‘Gigante Verde’ de Tavares, tras un periodo de inexplicable hibernación. Quizá fuese ansiedad, por justificar la apuesta estratégica del club por él, quizá nunca lo sepamos, físico seguro que no era. Lo importante es que, tras mes y medio de interludio, lo ha retomado donde lo dejó, tapones, tiros cambiados y mates mastuerzo, business as usual. Jordan Mickey será versátil y tendrá clase, pero su influencia en el juego es limitada, no cambia partidos. Tavares sí: el mejor contra Unicaja y en Belgrado. Y si el caboverdiano está, las victorias se abaratan, el rebote deja de ser un problema y los rivales parecen peores, su porcentaje de 2 se desploma: 44% Unicaja y 38% Estrella Roja.

En Serbia estuvo bien secundado por la Llull&Rudy Limited Company, amigos fuera de la pista y motor ofensivo del sistema Laso desde hace casi una década. Nunca les valoraremos lo suficiente hasta que se jubilen. Uno que está en puertas de esa jubilación parece ser Carroll, al que ha superado por Causeur en la rotación y cuya esposa (Baylee) ya se ha mudado con los niños de regreso a USA, una vez concluida la construcción del rancho en Utah. Jaycee es tipo familiar, cumple 37 en abril y termina contrato en junio. Podría seguir, aún está para sumar, pero no todas las leyendas tratan de alargar el chicle y arrancar giras de despedida. No olvidemos, además, que el Madrid tiene cedido a un jugador de perfil similar, Prepelic, 2º máximo anotador de la ACB hasta la fecha (21,4 de media), con un notable 44% en triples.

Volviendo a Llull, este curso acapara menos titulares que antaño porque ya no es el jugador franquicia. Pero, que ya no sea el que fue, aquel pico de nivel de 2016-17, no significa que no pueda asentarse como una pieza muy útil, de hecho, importante del equipo. Está cuajando una sólida campaña, infinítamente mejor que la pasada, decisivo en varios últimos cuartos de encuentros ajustados. Ha cambiado el rol de go-to-guy por el de desatascador, microondas desde el banquillo, generador ofensivo con licencia. Su evidente mejoría física le permite alternar tiro desde bote con alguna canasta en penetración, así como emparejarse en defensa con la estrella exterior rival cuando Facu y Taylor pasan por el banquillo.

Su sólido momento de forma viene a enjuagar el valle que atraviesa Campazzo, tras el subidón con el que regresó del Mundial, y la aportación de Laprovittola, por el momento por debajo de las expectativas. Olvidémonos por un momento de los porcentajes de tiro y de la valoración, y fijémonos en la estadística +/-de Llull, los parciales del equipo con él en pista. En uno de cada tres partidos ACB el año pasado esa estadística fue negativa, mientras que este curso ha sido positiva en cada uno de los 10 disputados (si contamos la Supercopa), con una media de +12, la mejor del equipo a la par con Tavares. «Una alegría volver a verle disfrutar del baloncesto». No es la primera vez que escribo una frase similar sobre Llull desde el regreso de su lesión en mayo de 2018, pero sí la primera que responde a una tendencia consolidada de juego y no a una velada de acierto puntual.

Luka se reconcilia con el último tiro

imagen-sin-titulo.jpgNo podía nacer aprendido de todo. Estaba siendo el gran lunar de su soberbia temporada, la gestión de ataques finales, elegir la mejor opción desde bote. El curso pasado le recordamos una canasta ganadora a Zalguiris, pero este año estaba siendo un suplicio. Nunca dudamos de su capacidad, tiene un arsenal de juego como para ser un gran clutch player, era sólo cuestión de paciencia que encontrase el camino, ensayo y error. Ayer al fin eligió esa mejor opción: cuando llegó el aclarado en cabecera en los segundos finales, partido empatado, en vez de bajar la cabeza y forzar una penetración en busca de tiros libres, como hizo en ocasiones previas, sentó a su par con una sencilla finta, dio un pequeño paso atrás y lanzó un triple bien equilibrado, sin escorzos, de alto porcentaje.

Entró limpia y enmudeció Belgrado. Fue la guinda a un gran partido del muchacho, que se echó el equipo a la espalda ante la baja de Campazzo y volvió a sus números de MVP que, entre la lesión y un valle de forma, hacía mes y medio echábamos de menos. De Colo es favorito de ley al galardón, pero Luka recupera enteros con el partidazo y highlight de ayer.

24 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, con el asterisco de esas 7 pérdidas, varias de ellas en el último cuarto, que abrieron la puerta a la remontada local (6 abajo, minuto 34). Por momentos le costó a Luka hasta subir el balón, así que hubo que echar mano del único otro base en la convocatoria, Randle, en un guión de lo más lolaso. Sí, nos jugamos media temporada con Chasson al frente de las operaciones, y funcionó, el equipo recuperó las constantes vitales en esos tres minutos y medio que jugó.

El flojo encuentro de Rudy y los problemas de personales de Tavares tuvieron mucho que ver en que el partido fuese apretado.+12 el equipo en los 12 minutos de Gigante Verde en pista. Se echaron de menos su superioridad física como referencia ofensiva y sobre todo su intimidación atrás, que se hace especialmente palpable ante equipos de clase media o baja Euroliga, como era el caso. En su ausencia, Ayón y Felipe hicieron allstar a Alen Omic, que promedia 6 puntos y se fue a 25. El mexicano forzó para jugar y se notó que no estaba.

Reyes sí que echó una mano en ataque, gracias a esa inquebrantable fe para cargar el rebote (9 capturas, 7 ofensivas). Si bien pecó por momentos de chupón, la circulación termina cuando el balón llega a sus manos, lo mismo que Randolph, se cascaron entre los dos 25 tiros sin repartir una sola asistencia. Ejem. No es casualidad que Laso se juegue los finales de partido con Thompkins en pista.

La ventaja campo depende ahora, no sólo de ganar en la última jornada en Goya al Brose, lo que damos por hecho, sino de que no haya triple empate con los griegos, que arrastraría al Madrid al quinto puesto. Para ello, Olympiakos debe dejarse de especulaciones y ganar en casa a Zalguiris, o bien Pnathinaikos pinchar en Milán, supuesto menos probable.

**Posdata: En los prolegómenos del partido aparecieron noticias acerca del futuro de Doncic, que se presentará al Draft este verano. La información no es de por sí muy noticiosa, aunque sí es la primera vez que su entorno (su madre y uno de sus agentes) lo reconoce tan abiertamente. El muchacho desmintió posteriormente haber tomado ya una decisión: «¿La NBA? Aún no he decidido nada«

Apagón en Goya, alerta naranja

pero-antic-crvena-zvezda-mts-belgrade-eb17Hay una docena de factores atenuantes bien conocidos, pero no cambian el hecho de que el Madrid ha entrado en crisis en lo que cuenta, la Euroliga, 5 derrotas en los últimos 6 encuentros. Y más allá de las rachas está el coste clasificatorio, se queda a dos partidos de distancia ya del cuarto puesto (la referencia), que bien pueden convertirse en tres la semana que viene, que visita la pista del líder, Olympiakos. Alerta naranja. Muchos deberes se va a dejar pendientes para la segunda vuelta como no frene un poco la sangría desde ya. Y es que al final hay derrotas en el calendario con las que cuentas, pero con lo que seguro no cuentas es con caer en el Palacio ante Estrella Roja, el presupuesto más bajo de la competición, lo que para nada significa que sea mal equipo.

Un nuevo pinchazo en final igualado, así han llegado 4 de las 5 derrotas (por 7 puntos o menos), todas salvo el viaje turístico a Vitoria. «Si Doncic y Trey hubiesen metido los triples finales ante Jimki y PAO estaríamos hablando de otra película», recordaba Laso esta semana. Cierto, pero el desenlace ante Estrella Roja fue mucho mucho menos épico, condicionado por 4 faltas consecutivas absurdas de Carroll y Campazzo en el último minuto y medio, regalando tiros libres cuando más sufría Estrella Roja para anotar, con Rochestie en el banquillo con la botella de oxigeno. El Madrid también pagó una defensa voluntariosa pero desordenada, porosa, concediendo infinidad de tiros abiertos tras la menor circulación de balón del rival, que se tradujeron en la friolera de 17 triples anotados. Por cierto, exhibición de Rochestie mediante.

Doncic volvió a estar tremendo (20 puntos, 32 de valoración) y lo estuvo pese a dos líneas de perros de presa, que los rivales ya se saben la lección ante este Madrid en cuadro. Sin embargo, y pese a toda la clase del mundo que atesora, carece al menos por ahora de la estrella de Llull en las posesiones finales, esa que arreglaba partidos así en cursos previos. Rudy jugar otro señor partido en ambos aros, intendencia y triples, y eché en falta minutos de Causeur en la segunda mitad.

Campazzo está en cuarto menguante, incomprensible tras su esperanzador arranque de curso, y del juego interior se puede pedir bien poco, con la baja de los dos titulares. Felipe y Trey sin brillo dieron al menos la cara, pero a Maciulis le cuesta un mundo comprar una canasta y a Tavares en Euroliga le va a llevar más tiempo adaptarse. Al final me he ido a poner un gintonic tras el partido y resulta que no me quedaba tónica en casa. Ese tipo de noches…

Estrella Roja paga los platos rotos

gus.pngCon virulencia se sacudió el Madrid el conato de crisis de tres derrotas seguidas, pendiente de corroborar tan pronto como mañana ante Barca. El damnificado fue Estrella Roja, al que le cayeron chuzos de punta en una primera mitad redonda de los blancos, 63 puntos fruto no solo de un acierto puntual sino de picos de excelencia colectiva, encontrando siempre al hombre liberado tras extra pass (19 asistencias en los primeros 20 minutos). Al final los jugadores a estos niveles enchufan en un porcentaje alto cuando lanzan abiertos, miren a Maciulis, 4/6 ayer, que sigue al frente de la Euroliga en % de triples (55). El mejor fue Ayón, dio una exhibición de librillo del pívot moderno, que ya no pasa (o no solo) por lanzar ganchos con ambas manos, sino por ser agresivo en aro propio, buscando los espacios en el ajeno, poniendo buenos bloqueos a los exteriores, cortando rápido a canasta y doblando el balón de primeras al jugador abierto si tiene mejor posición.

Llull repartió 10 asistencias pero debió haber jugado menos de esos 24 minutos, estando el partido resuelto tras el primer cuarto y a 44 horas de la visita del Barca. Muy poca confianza debe tener Laso en Draper para no alinearle ni un minuto ayer, pues no consta ningún problema físico del jugador. Quien sí jugó pero solo 6 minutos fue Felipe, al fin reserva y que cada vez está para menos, lógico por otra parte dada su edad, cumple 37 el jueves.

Doncic y Randolph dejaron perlitas de su talento, Othello se hinchó (val 20), pero la mejor noticia fue ver a Taylor (ya sin mechitas) recuperar la confianza. Su descompresión postcopera fue de las más pronunciadas, el equipo le necesita a un nivel homologable para los duelos más exigentes, como se demostró en Vitoria. Especialmente aplaudido fue Rudy Fernández, que luchó a tumba abierta cada balón dividido, un entusiasmo contagioso tanto a los compañeros como a la grada. Como viene ya siendo habitual, sus números de intendencia (3 puntos en 20 minutos) no reflejan su contribución en pista. Cuesta más de lo que vale, en cuanto a salario, pero igual nos gusta y mucho esta versión 2.0.