Rusia ha pasado por el Eurobasket con más pena que gloria, con sus cuatro derrotas por estrecho margen. La única buena nueva (aparte de haber podido finalmente competir, tras la efímera suspensión FIBA) es la eclosión del ala-pívot Andrei Zubkov (2.05m, 24 años), con 15,2 de valoración en 21 minutos, del que reconozco que apenas había escuchado antes. Quizá no apunte a estrella, de esos jugadores que no destaca en nada especialmente, pero listo y que hace de todo un poco. Igual te postea si tiene ventaja física, que te defiende a un pívot, que te clava un triple si se queda liberado. Ojo que no le acabe comiendo la tostada a Claver en Krasnodar.
Kruno Simon (medias 15pts, 5rebs, 4as), erigido en estrella de esta Croacia de supuestas estrellas, muy evolucionado desde su paso por Málaga. Entonces ya se le veía clase, pero ha mejorado en lectura de juego y selección de tiro. La madurez, vaya, que le ha sentado bien. Lo sospechaba de seguirle en Kuban, lo confirma con la selección. No me hubiese importado verle en el Madrid de sustituto de Rivers.
Había llegado a un punto, a sus 29 años, en que ya no esperaba nada de la carrera de Semih Erden, clásico bluff exNBA que Efes y Fenerbahce sufrieron los dos últimos cursos. Pero mire usted por dónde, en el Eurobasket está dominando la pintura como se le presupone con semejantes facultades (14pts, 5rebs, 73%tc), más agresivo que de costumbre, hundiéndolas con rabia, contribuyendo a una Turquía bastante más competitiva de lo que esperaba; recuerdo que ni pasó el grupo en la última edición. Compartirá pintura con Masacre en Daroussafaka, ¡que tiemblen los aros!
Grecia pasa invicta y sus números individuales son aseados, lo sé, pero esperaba mucho más de Antetokuompo tras una campaña en Bucks de canelita en rama. Esperaba un impacto como el de Vesely en República Checa, desde esa insultante superioridad física a nivel FIBA. Sin embargo, está pasando desapercibido. No le favorece el juego lento y rácano de la Grecia de Katsikaris, que al fin y al cabo es el de Grecia de toda la vida, con ataques eternos y previsibles, buscando primero a Bourousis-Koufos al poste, y terminando en 1×1 sobre la bocina de posesión de la batería de 1-2: Spanoulis, Zisis, Calathes o Sloukas. La primera parte de Rudy Fernández contra Serbia fue puro rock and roll, como nos tiene acostumbrados en las grandes citas con el Madrid. Sin embargo, desde entonces está missing, con la disculpa parcial de las molestias físicas que arrastra. Estaba llamado a liderar esta España junto a Pau, sencillamente no ha venido. Le esperamos para la Supercopa.
Lo de Hezonja empieza a ser el cuento del lobo: tantas veces anunciando su llegada a bombo y platillo, que para cuando de verdad aparezca nos costará creérnoslo. Intrascendente en la primera fase con medias de 6 pts y 40%tc en 20 minutos.Es decir, como en el Barca pero con más tiempo en pista. Desde el pelotazo de Macedonia con McCalebb en 2011, lo de naturalizar un americano exterior se ha convertido casi en acervo del basket europeo, ni disimularlo hace ya falta. El único requerimiento al estadounidense de turno es que marque diferencias, exactamente lo contrario a lo que están haciendo dos conocidos de la ACB, Dontaye Draper y Jacob Pullen, desastrosos con Croacia y Georgia, respectivamente. ¿Se acuerdan que Draper llegó a ser MVP de la Eurocup? Hoy no está ni para competirle la titularidad a Ukic, que a estas alturas de la película es como para hacérselo ver. El segundo, firma un 10/32 de campo que en realidad viene a ser un poco la historia de su carrera. Tiempo hace que quemó todo el crédito que le pudiesen comprar aquellos triples en Valladolid.