Una mano de pintura blanca

Batiendo al Barca en un ensayo de la F4 el Madrid cierra el capítulo liga regular ACB, campeón matemático a 3 jornadas por jugar. No es que te den ningún trofeíllo, pero 7 partidos de diferencia con los azulgrana en 31 debe ser motivo de orgullo. Con esta victoria blanca el balance en los duelos directos esta temporada se equilibra (2-2), una inyección de autoestima a falta de 15 días de Londres. El Madrid, liderado por un Felipe inmenso, demostró que puede ganar al Barca sin acierto exterior (4/18 triples), pero con buena defensa en la pintura como argumento alternativo. Parece que Laso tomó nota del encuentro de Copa, cuando el equipo permitió 36 canastas de 2 con un 63% de acierto. Hoy la cosa se ha quedado en 19 canastas por debajo del 50%, gracias a ayudas interiores bien trabajadas.

Faltó Navarro, sí, pero tampoco se le echó tanto de menos, Oleson e Ingles fueron lo mejor del Barca. En un encuentro de bajos vuelos el australiano hizo 18 puntos con buenos porcentajes, tampoco Navarro hubiese hecho mucho más. Oleson coló un par de triples y, sobre todo, volvió a anular a Carroll (2/10 tc). Me preocupa un poco este tema pensando en la final ACB. En el otro lado de la balanza está la superioridad de nuestros bases, especialmente sobre Marcelinho, punto débil de la falange azulgrana. Chacho le hizo 9 puntos en el último cuarto. La prensa catalana puede excusarse en la siempre mediática ‘baja’ de Navarro (operación formol), pero la diferencia estuvo en la mencionada batalla en la zona. El juego interior blanco sumó esta vez 13 puntos y 12 rebotes más que el azulgrana, al que se le supone más físico y talento, como se intuyó en los cuartos de Copa, cuando el balance fue al revés en 23 puntos y 6 rebotes. En duelos ajustados como los derbis de los últimos años esta es una diferencia enorme.

El principal responsable del paso al frente de la pintura blanca fue Felipe Reyes, mosca cojonera en el rebote ofensivo y acertado desde la media distancia, que cuaja su mejor partido ante el Barca de los últimos 5 años: 18 puntos y 7 rebotes para valoración 25… ¡en menos de 17 minutos! Slaughter y Mirotic firmaron números menos vistosos, pero su trabajo fue igualmente digno de mención en defensa y rebote, respectivamente. Puede que el encuentro clasificatoriamente tenga poco valor, pero Xavi Pascual no escondió nada, eligó forzar 35 minutos a un desacertado Lorbek (4 de 14tc) antes que conceder la alternativa a Todorovic, ese mancebo por cuyo tránsfer se pagó cuarto de millón en verano. Los experimentos con gaseosa.

El regreso de Tomic a la capital quedó en un segundo plano. Hubo sonora pitada 
en la presentación desde el sector pipero, un recibimiento que respeto pero no comparto. Se pita a un Tomic que dio dos temporadas de buen baloncesto y no se fue, sino que le echaron, pero luego dedicamos homenajes a por ejemplo un mediocre como Hervelle, que no perdóno ni un céntimo de 1.7 millones de finiquito pero «es que le echaba cojones».

Who cares?!

Parece que nos quedamos también sin Milicic. Estuvo realmente cerca. Resulta frustrante saber que el impedimento final, más que el dinero (el jugador bajó su caché a lo largo del verano y la negociación llegó a un punto en que las diferencias eran salvables con mínima voluntad), fue el miedo al que dirán. Prejuicios y mediopensionismo. Descartamos al mejor pívot calidad-precio que queda en el mercado por unas declaraciones que realizó hace 5 años. Who cares?!

Laso ‘todo me vale’ y su sistema flower-power se apaña con pívots baratitos, sin ego y de escaso talento: el equipo de «la ilusión». Felipe y sus amigos de la prensa palanganera también andarán felices con este juego interior de micropito a medida. Tras la salida de Tomic las aguas parecían haber vuelto a su cauce, a los de tiempos de Vistalegre, tampoco era cuestión de remover la mierda con otro macho alfa en la zona. El negocio queda así: Felipe como 5 titular, primera opción ofensiva en la pintura, rodeado de un par negritos la mar de simpáticos y Begic para 15 minutos porsiaca. Mirotic, infrautilizado, con cara larga y ganas de Chicago. Con los cojones y los contraataques, Europa es nuestra.

Otro por el que se negoció y se ha caído es Hilton Armstrong (rumbo a Panathinaikos), cuya baja tampoco es que vayamos a llorar, pues era de lo más flojito de entre lo mucho que ha sonado ya. Realmente es que descartados Julián (por lesión) y Darko (por miedo), quedan sólo las sobras de las sobras, verdadera morralla. La lista de pívots NBA agentes libres a estas alturas es para mear y no echar gota. Zagales atléticos sin talento ni experiencia o ex-jugadores en busca de un último primo al que engañar (Chris Andersen, Okur, Kenyon Martin o Diop). Los descartados de octubre tampoco serán mejores (perfil segunda ronda del draft). En otros puestos quizá, pero el kilo de pívot es y siempre ha sido el más cotizado. Lo sabían cuando dieron puerta a Tomic, así que ahora que demuestren diligencia o respondan de sus actos.