
Campazzo lo retoma exactamente donde lo dejó cuando se fue a hacer las Américas, levantando títulos colectivos y trofeos individuales: campeón de Supercopa y MVP del torneo. Y es que, cuando uno está donde de verdad encaja, el talento fluye y los resultados llegan por decantación. Su regreso pasó relativamente desapercibido este verano, quizá por esperado, porque los aficionados somos unos yonkis de la novedad y Facu parecía ‘sopita recalentá’. Preguntado en una entrevista esta semana, antes de la Supercopa, Hezonja en cambio lo tenía clarinete: «Hemos fichado al mejor jugador que había en mercado». Con Micic allende el mar resulta difícil negarle a Campazzo el status de mejor base del continente, para muestra un botón. 36 puntos, 10 asistencias y 44 de valoración el fin de semana en Murcia.
Durante sus casi tres años de ausencia y sin invertir el Madrid en un verdadero recambio de élite, se encontraron vías para competir, mucho mérito, hasta se ganó la Euroliga este mayo. Pero con Facu todo es más sencillo, no hay que parchear. El quinteto es equilibrado, la rotación más lógica, con un base que no cojea en ninguno de los dos aros y que libera a Musa de responsabilidad en la generación desde bote. Sus soluciones a sistema roto tapan parte de las carencias de la pizarra de Chus en ataque estático, uno de los grandes déficits del equipo el curso pasado. Lo único, eso sí, que nadie olvide poner una vela por su salud, porque se vienen minutadas semanales en Euroliga y hay muchos huevos puestos en esa cesta.
Balón de oxígeno para Chus

Del título de Supercopa digo lo de todos los septiembres (y van seis seguidos!), que será el menos relevante de los cuatro torneos de la temporada pero que a nadie amarga un dulce. Sobre todo a Chus Mateo, al que le compra unos meses de confianza de la directiva tras el desenlace tan feo del curso pasado, con ese baño del Barca en la final ACB. Aunque también os digo que mientras Scariolo siga en mercado, sin equipo (España al margen), escucharemos el murmullo sobre el banquillo a poco que se pierdan dos partidos seguidos.
Volviendo a la Supercopa, los marcadores no fueron abultados pero el equipo blanco transmitió en los dos partidos cierta sensación de superioridad, de disponer de una marcha más que los rivales cuando hizo falta, sobre todo atrás. Estamos empezando y tienen más caras nuevas que el Madrid, pero el Barca (rival directo en todas las competiciones) encara una montaña de trabajo por delante. A botepronto diría que la marcha de Jasikevicius es un alivio para el RM, como lo fue en su día la de Xavi Pascual. Con sus defectos, que también los tienen, es gente que ponía bastante alto el listón competitivo y te obligaba siempre a dar una buena versión para ganar. Grimau es un novato absoluto en la élite y algunos fichajes son de más ruido que de nueces.

Willy Hernagómez ha firmado 2.4M netos anuales (casi cinco brutos), el salario más alto de la ACB y top-5 Euroliga, un sobreprecio enorme por el factor morbo, puro laportismo. WHG es un pichichi de la zona, un jugador de nivel, faltaría más, pero ni era la posición donde el FCB necesitaba romper el cerdito ni con esas carencias puede ser referente a tiempo completo de un contender a la Eurolga, lo que pide ese salario. Porque esto se sigue jugando a dos aros y el basket FIBA exige un mundo en defensa de los pívots, no solo contener a su par, sino por ejemplo emparejarse con un pequeño a siete metros si hay cambio y hacer ayudas / intimidar cuando un rival desborda a un compañero. Willy no tiene nada de eso, nunca lo ha tenido y canta por soleares contra rivales top. Facu olió esa debilidad y la martilleó en semis, entrando por la zona como Pedro por su casa, que por allí se decidió el partido. 56 puntos recibidos en la pintura el Barça.
Poirier y Musa, reforzados

La final contra Unicaja dejó una estadística curiosa, ese -11 del Madrid con Tavares en pista. No que Edy jugase mal, que lo hizo a su nivel, pero acabó exhausto tras una minutada del tirón en la segunda parte, emparejado con Osetkowski que le sacaba de la zona. Pasa que Chus es más bien amarrategui, ya lo sabemos, y siendo una final le costaba sentarle y meter a Poirier, como pedía el partido a gritos. Bien, fue salir el francés fresco en el último cuarto y romperse la final, a medida que empezó a combinar con los bases. +12 en sus minutos, esperemos que CM tome nota. No dispone este curso de tantos recursos desde el banquillo (ahí se nota la mordida de la desinversión) como para desaprovechar el más valioso, los minutos de Vincent a poco que le respete la salud más que el año pasado.
Y otro que arranca con buen pie el curso es Musa, despejando de un plumazo casi cualquier duda por su nivel en primavera, a la que llegó exhausto física y mentalmente. Abrió al Barca en canal el sábado con 22 puntacos en la segunda parte, lanzando de tres según recibía y entrando como cuchillo. Desde un rol más de ejecutor y con menos bote, el que permite Campazzo, y cumpliendo mejor atrás. Ese trabajo físico en verano que se note. Hay escolta titular para años… si conseguimos renovarle, que acaba contrato en junio, como Edy y Mario. Sinceramente, no veo mayor prioridad en la sección que amarrar la continuidad de los tres. Con ellos más el dúo argentino los títulos pueden ir cayendo como fruta madura los próximos años, sirva de aperitivo esta Supercopa.


Si algo ha venido a enseñarnos esta Copa del Rey de Málaga es que el Madrid continúa teniendo una marcha competitiva más que el resto en ACB, también este curso, pese a la mastodóntica inversión del Barca en verano. Un reprís por oficio, carácter, profundidad de plantilla, conjunción y defensa, ingredientes que además de dinero requieren paciencia y estrategia. Ante el aluvión de fichajes rutilantes del rival directo, la dirección técnica blanca mantuvo la calma y apostó por continuidad. Una continuidad expresada en fichajes discretos, incluso decepcionantes en la comparación con el vecino, pero también y sobre todo en las millonarias renovaciones de largo plazo de Campazzo y Tavares, blindados ante la tentación NBA y señalados como líderes naturales del equipo para los próximos años.
Con Facundo Stockton se le agotan a uno los adjetivos, confirmadísimo mejor jugador de la ACB, manque pese a Mirotic y a los enamorados de la estadística de valoración en ligas regulares. A ver quién puede siquiera toser al argentino, MVP de las tres últimas competiciones nacionales (final ACB, Supercopa y Copa). 31 asistencias por solo 3 pérdidas en el torneo, y 9/15 triples. Es paradójico que las mayores dudas respecto al juego de Campazzo cuando regresó a Madrid tras la cesión en Murcia fueran precisamente la inconsistencia de su tiro exterior y su excesivo ratio de pérdidas. Su caso es un recordatorio de cómo el talento, la confianza del cuerpo técnico y trabajo, mucho trabajo, pueden cincelar una estrella. Remarco lo del trabajo porque, en el caso de Facu, tras esa imagen de prestidigitador canchero se esconde un workaholic casi enfermizo. Milagros a Lourdes.
La Copa viene también a desmentir la idea extendida de que el Madrid sigue siendo muy dependiente de Rudy y Llull. El equipo ha jugado un torneo extraordinario pese a que el primero apenas ha podido aportar por problemas físicos y el segundo solo ha jugado un partido bueno de tres. De todas formas, en el caso del menorquín, el balance es positivo, teniendo en cuenta de lo bajo que partía: tuvo un papel destacado en el único duelo igualado en la Copa, contra Bilbao. El sábado patinó y el domingo para cuando salió a pista ya no había partido. Se reservó en la segunda parte por molestias, isquios, en principio nada grave.
El Madrid recibe el jueves en Goya al Barcelona, una de esas citas con más impacto anímico que clasificatorio. Y llega razonablemente bien, superado ese bache Euroliga que se saldó con 

Sus padres, Mustapha y Betty, huyeron de Nigeria en los noventa y se asentaron en Madrid, previo paso por Bélgica. Usman, el primero de tres hermanos (el segundo también juega en la cantera), nació en el hospital 12 de octubre, en Usera, y se ha criado en Azuqueca de Henares, más madrileño imposible. Lo que no es madrileño, ni seguramente africano sino de Marte, es su físico para los 16 años que tiene. 203cms y complexión física de 25, muscularmente desarrolladísimo, hasta con un poco de culo pollo, que hunde al poste incluso a los mayores.
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