No podía nacer aprendido de todo. Estaba siendo el gran lunar de su soberbia temporada, la gestión de ataques finales, elegir la mejor opción desde bote. El curso pasado le recordamos una canasta ganadora a Zalguiris, pero este año estaba siendo un suplicio. Nunca dudamos de su capacidad, tiene un arsenal de juego como para ser un gran clutch player, era sólo cuestión de paciencia que encontrase el camino, ensayo y error. Ayer al fin eligió esa mejor opción: cuando llegó el aclarado en cabecera en los segundos finales, partido empatado, en vez de bajar la cabeza y forzar una penetración en busca de tiros libres, como hizo en ocasiones previas, sentó a su par con una sencilla finta, dio un pequeño paso atrás y lanzó un triple bien equilibrado, sin escorzos, de alto porcentaje.
Entró limpia y enmudeció Belgrado. Fue la guinda a un gran partido del muchacho, que se echó el equipo a la espalda ante la baja de Campazzo y volvió a sus números de MVP que, entre la lesión y un valle de forma, hacía mes y medio echábamos de menos. De Colo es favorito de ley al galardón, pero Luka recupera enteros con el partidazo y highlight de ayer.
.@luka7doncic FOR THE WIN 😲#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/ANON09qlaU
— EuroLeague (@EuroLeague) 30 de marzo de 2018
24 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, con el asterisco de esas 7 pérdidas, varias de ellas en el último cuarto, que abrieron la puerta a la remontada local (6 abajo, minuto 34). Por momentos le costó a Luka hasta subir el balón, así que hubo que echar mano del único otro base en la convocatoria, Randle, en un guión de lo más lolaso. Sí, nos jugamos media temporada con Chasson al frente de las operaciones, y funcionó, el equipo recuperó las constantes vitales en esos tres minutos y medio que jugó.
El flojo encuentro de Rudy y los problemas de personales de Tavares tuvieron mucho que ver en que el partido fuese apretado.+12 el equipo en los 12 minutos de Gigante Verde en pista. Se echaron de menos su superioridad física como referencia ofensiva y sobre todo su intimidación atrás, que se hace especialmente palpable ante equipos de clase media o baja Euroliga, como era el caso. En su ausencia, Ayón y Felipe hicieron allstar a Alen Omic, que promedia 6 puntos y se fue a 25. El mexicano forzó para jugar y se notó que no estaba.
Reyes sí que echó una mano en ataque, gracias a esa inquebrantable fe para cargar el rebote (9 capturas, 7 ofensivas). Si bien pecó por momentos de chupón, la circulación termina cuando el balón llega a sus manos, lo mismo que Randolph, se cascaron entre los dos 25 tiros sin repartir una sola asistencia. Ejem. No es casualidad que Laso se juegue los finales de partido con Thompkins en pista.
La ventaja campo depende ahora, no sólo de ganar en la última jornada en Goya al Brose, lo que damos por hecho, sino de que no haya triple empate con los griegos, que arrastraría al Madrid al quinto puesto. Para ello, Olympiakos debe dejarse de especulaciones y ganar en casa a Zalguiris, o bien Pnathinaikos pinchar en Milán, supuesto menos probable.
**Posdata: En los prolegómenos del partido aparecieron noticias acerca del futuro de Doncic, que se presentará al Draft este verano. La información no es de por sí muy noticiosa, aunque sí es la primera vez que su entorno (su madre y uno de sus agentes) lo reconoce tan abiertamente. El muchacho desmintió posteriormente haber tomado ya una decisión: «¿La NBA? Aún no he decidido nada«
Lo justo, con el metrónomo, cubriendo etapas con la ley del mínimo esfuerzo, esa parece la política del Madrid para cumplir el objetivo de top-4 de la fase regular Euroliga. Y su mérito tiene, no me entendáis mal, en este curso de ‘nos ha mirado un tuerto’, que si hoy vuelve Doncic pero se lesiona Ayón, que si Llull para enero, ah, no, espera, que nos plantamos en abril y que lo mismo es mayo. Y en ese calendario de economía del esfuerzo la visita de Zalguiris aparecía como un must absoluto y el equipo rindió acorde, concentrado, desacertado desde el arco pero apretando atrás, la fórmula de duelos similares previos, que no alcanza contra un Fenerbahce pero sí ante un rival ordenado y correoso pero de un potencial inferior como Zalguiris. El milagro Jasikevicius tiene un límite.
Mezquino e injusto es cargar tintas sobre un muchacho que cumplió el miércoles 19 años, como si su labor fuese justificarse ante los piperos por las expectativas que levantan los titulares de Marca sobre su puesto en el Draft. Paremos un momento y reflexionemos, que estoy leyendo mucha gilipollez en Twitter, que la frustración de una derrota (relativamente previsible) no nuble el juicio. No es Doncic sino Llull, recordemos, el segundo mejor clutch player de Europa tras Spanoulis, quien está llamado a jugarse las bolas calientes en este roster. Si al chaval le ha caído el marrón y estamos ahora hablando de él es porque nadie ha dado un paso al frente y por la racanería del club.
Uno con los años asume que la visita del Madrid a Moscú es poco menos que turística, un selfie en la Plaza Roja, una matrioshka en el aeropuerto y Bill Murray retransmitiendo desde Punxsutawney. Una década hace de la última victoria blanca en pista de CSKA, 
No, Rudy no «ha vuelto», como escuché a unos cuantos vecinos de tribuna en Goya. Aquel que vimos a su desembarco en Madrid, el vellocino, que dominaba cada faceta estadística, rompiendo a sus pares y jugando por encima del aro, esa versión se fue para no volver. La edad, la espalda, la vida. Sin embargo, coincidiendo con su último año de contrato y el karma de la paternidad, ha tenido la inteligencia de reinventarse, eso que tantas veces ha hecho Felipe, en su caso a base de 
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