Animales competitivos: Carroll y Rudy asaltan Estambul

Victoria de quilates del Madrid en Turquía, décima en los últimos 11 partidos de Euroliga, para terminar el año segundo en la tabla, una hombrada partiendo del penúltimo puesto hace solo dos meses y habiendo perdido a la estrella del equipo por el camino. Precisamente en Estambul pinchó hace una semana el mismo Barca que ganó en Goya el domingo. Un recordatorio de que, por mucha polvareda que levanten los derbis, cubiertos profusamente por los medios no especializados, no dan lugar a grandes conclusiones en el fragor de este sobrecargado calendario. Menos aún los de fase regular ACB.

No tenía buena pinta el encuentro en Estambul en la primera parte, con Tavares agotado física y mentalmente, esperando como agua de mayo el descanso que pueda ofrecer Alex Tyus, cuyo fichaje se hará oficial en las próximas horas y al que dedicaré una entrada a parte.

Laprovittola se erigió en principal y casi único argumento ofensivo blanco en esa primera mitad, camino de 10 puntos y 6 asistencias, el más valorado de entre los dos equipos. Nunca venderá una camiseta en Madrid pero está cumpliendo, haciendo un digno papel desde la marcha de Facu. Creo que en la vara con la que le medimos influye lo mal que nos habían acostumbrado sus predecesores, Chacho, Doncic, Campazzo y tiro porque me toca. No todo el monte va a ser orégano, pero con Lapro por ahora va saliendo el guiso. Lo digo también por mantener la cabeza fría respecto a la posibilidad de fichar a Heurtel, no confundir el morbo de la situación con el interés de la sección.

Puede que tengamos en la memoria alguna exhibición del galo en derbis, a mí personalmente me encanta verle jugar, pero lleva año y medio casi en blanco entre lesiones y el divorcio con Saras. Ha sido muy bueno y lo puede volver a ser, pero asumamos que sería una apuesta de cierto riesgo. Al margen de que defiende como mi abuela, claro.

Si surge la oportunidad de ficharle antes del 6 de enero y a un precio asequible, como el inicialmente pactado, adelante con los faroles, faltaría más. Pero si ficharle implica subir esa oferta inicial tanto en salario como en duración, en otras palabras, hipotecarse para que al jugador le salga a cuenta renunciar al finiquito del Barca (1.1M), entonces habría que pensárselo bien. Preguntarse si es solo una oportunidad de mercado, y la ocasión para trolear a Nacho Rodríguez y a Soler, o si realmente Heurtel sería una apuesta estratégica para el Madrid, el base al que queremos entregar el timón del equipo a medio plazo.

Laso: «Sujétame el cubata»

Pero regresemos al Sinan Erden, partido áspero y trabado al que los blancos se tuvieron que aferrar con piolet: a los condicionantes conocidos se unió la ausencia de Llull y Deck durante casi toda la segunda mitad por problemas físicos cuyo alcance estamos pendientes de conocer. Así las cosas, ante la falta de efectivos interiores, con Garuba superado por las circunstancias, como el domingo ante Mirotic, Laso se marcó un «sujétame el cubata» y alineó a Rudy como ala-pívot unos 15 minutos, incluido el último cuarto. Y salió bien, de entrada porque la mera heterodoxia del planteamiento desorientó al rival. Que el protagonista sea Rudy pues también ayuda: igual se marca un día un Tik-Tok con la Helen que te seca a Moerman al siguiente. Es un animal competitivo y como tal le ponen los retos, se crece, y si son en plaza grande pues más cachondo aún.

A decir verdad, este Madrid de Laso es todo él un animal competitivo, en concreto un reptil, por su capacidad de regenerar extremidades, de enjuagar una baja tras otra y seguir compitiendo, y por ahora casi siempre ganando. Los puntos de Llull los suplió en la segunda parte Causeur (15), canchero e incisivo, y digno también de mención el trabajo atrás de Taylor y Abalde, menos vistoso para el aficionado pero clave para recuperar el pulso al partido en el tercer cuarto. Que no creáis que Larkin y Micic se quedan en 0/12 triples solo por desacierto.

La traca final estaba reservada para Carroll, inédito durante toda la velada pero que clavó en el último minuto dos triples estratosféricos que decantaron el partido y agrandan un poco más su leyenda. Un broche dulce al que seguramente haya sido el año más raro de la historia de la sección.

¡Feliz 2021, parroquia!

Un Madrid cual montaña rusa

Carroll berlin Jaycee Alba EuroleagueSi el Madrid está en crisis, dadme muchas crisis de estas. Victoria en Berlín y se pone con dos partidos más average ya de ventaja sobre el cuarto clasificado, CSKA, que volvió a palmar. El triunfo en Alemania, eso sí, fue de frenopático, un encuentro de plusmarcas y extremos como no recuerdo, un ejercicio de irregularidad, resiliencia e inconsistencia. Por resumir la montaña rusa lo más rápido posible, para los rezagados: exhibición colectiva histórica en el primer cuarto (41 puntos anotados, récord de la Euroliga), seguido de un descalabro bíblico en el segundo (-26, el peor parcial del Madrid en la historia de la competición). Tavares desactivó al Alba en el tercero y Campazzo igualó el récord de asistencias de la competición en un partido (19). Randolph las metió de colores (27 puntos), Taylor hizo su partido más completo del curso y Carroll se reencontró con el baloncesto (27 puntos). Dejo a Jaycee para el final porque es la mejor noticia: no hace falta que enchufe 27 cada partido, con que recupere su nivel de acierto habitual será el mejor fichaje del equipo para la Copa, pues alivia el problema más acuciante a día de hoy, que es la falta de puntos de las alas.

Pero hoy he venido a hablar de Llull, que ha sido el principal tema de debate esta semana. Llevamos días dándole vueltas a su estado de forma y sus consecuencias en el devenir del equipo. Se han leído análisis tácticos sesudos sobre el problema del segundo base en el Madrid, que si al equipo se le apagan las luces cuando el menorquín dirige en solitario, que si encima Laprovittola no alcanza… Principalmente escucho soluciones de manager de consola, o sea, fichar. «Será por dinerooooo». Siento advertir que para eso habrá que esperar (como poco) hasta el verano, pues no se va a traer otro base a mitad de curso teniendo ya tres en nómina (y no precisamente baratos). Somos los que estamos, y viendo los dos últimos encuentros de Llull creo podemos aparcar el debate táctico, porque el 80% del problema ahora mismo está en su coco, más que en sus piernas o muñeca.

Es una penita verle, resta al equipo, y lo digo desde el máximo respeto y cariño que le tengo, como leyenda del madridismo que es. El descalabro del segundo cuarto en Berlín coincidió puntualmente con su paso por pista, lo cual se está convirtiendo en hábito en las últimas semanas, dicho sea de paso, acompañado ayer por Trey, Lapro o Causeur, entre otros, que parte de culpa también tuvieron. Pero era Llull quien dirigía la nave y se cascaba chufas posesión tras posesión. Malos lanzamientos que no son en muchos casos el problema en sí mismo, sino el síntoma, el resultado de un ataque sin ideas, de sistemas ejecutados tarde y mal, de incapacidad para generar soluciones para el resto ni en 2×2 ni, sobre todo, en 1×1. Está para los leones desde que ha regresado de la lesión (¡2 de 15 tiros de dos!), y resultan ridículos los esfuerzos de los periodistas y tuiteros que, por corporativismo mal entendido, se empeñan en descalificar a cualquier hijo de vecino que ose constatar la evidencia. «¡Traidores!». No, oiga, la crítica (constructiva) es el ADN del madridismo, siempre lo decía Turpin. De periodistas amigos de los jugadores españoles está la profesión llena, pero quizá no sean el faro más desinteresado por el que guiarse.

Viendo el vaso medio lleno, resulta imposible que Llull siga así de mal mucho más tiempo. No es realista, hace dos meses era un jugador útil, con sus altibajos, pero en dinámica y sumando. En algún momento, más pronto que tarde, recuperará confianza y dejará de restar al equipo para volver a sumar, en mayor o menor medida. Y recuperar la confianza pasa por darle minutos y oportunidades, a costa incluso de encajar parciales negativos en los segundos cuartos. Una inversión que esta haciendo Laso a corto-medio plazo para recuperar a un jugador importante en la rotación y clave para el estado anímico del grupo.

Al Madrid se le hace de noche en Miribilla

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Igualada pero justa la derrota del Madrid en Miribilla, que le cuesta la imbatibilidad en ACB, que no el liderato en solitario. No es el tipo de canchas donde teóricamente cuentas con pinchar, pero Bilbao no ocupa puesto de playoff por casualidad. Balvin es un valladar bajo el aro (16 rebotes y 3 tapones) y Bouteille uno de los jóvenes de mayor proyección de la ACB, 24 años, seguramente el mejor fichaje de la competición este verano. Un robo.

A falta de ideas en ataque, con Campazzo especialmente espeso en estático, abusó el Madrid del recurso del triple (38 lanzó), a menudo en situaciones sin ventaja. El resultado fueron bajos porcentajes, a destacar Rudy y Facu, que se quedaron en un inaudito 0 de 15. Entre todo el equipo solo se repartieron 10 asistencias en 45 minutos, literalmente se hizo de noche. La intendencia de Tavares y Garuba disimuló muchas miserias, así como el regreso de Carroll a la rotación (20 puntos), por la ausencia de Causeur en la convocatoria. Se echaron en falta más minutos del americano en la recta final, pero Laso apostó por la defensa y el manejo de balón.

También se echó de menos a Randolph y sobre todo a Deck, el mejor del equipo en lo que va de ACB. Tortuga salió de la convocatoria para que pudiese entrar Thompkins, que reapareció finalmente, fino de figura pero muy falto de ritmo y fallón cual escopeta de feria. Mucho trabajo por delante con él para meterle en dinámica, y la logística no es nada favorable, con ese hándicap de la limitación de extracomunitarios en el laboratorio de ensayos de la ACB.

Al respecto, creo que Laso erró con la convocatoria y la rotación interior volvió a quedarse corta, como contra el Barca. Si se queda fuera Deck (que puede jugar de ala-pívot), no debería faltar también Randolph, porque entonces se quedan solo 4 efectivos interiores, uno un chaval de 17 años y otro Trey, en su primer encuentro oficial desde junio, una incógnita que salió cruz.

Llull ACB Bilbao Rafa Martínez Real Madrid

La valentía de Llull

Llull apareció de nuevo en un último cuarto para liderar la remontada y salvar los muebles: 24 puntos en el tiempo reglamentario, el único que supo qué hacer con el balón en las manos. Algunos centrarán su análisis en los 14 tiros de campo que falló, pero alguien se los tiene que tirar y Llull es el más valiente, el que nunca se esconde en los momentos de zozobra, que en Bilbao fueron unos cuantos. Sin Carroll en pista, ¿quién se lo iba a jugar? Contra el Barca no le entraron y desde esta tribuna se le defendió, un día puntual de desacierto no empaña su buen momento de forma. El problema en la prórroga es que se le secó la pólvora, a él y a todo el equipo: 1 de 13 tiros. Así es realmente difícil ganar.

El menorquín parece más cómodo como segundo base, de puñal ejecutor más que de director, pero Laso apenas puede permitirse últimamente esa alternativa táctica dado que Laprovittola ya no da la talla ni en ACB. Ha sido llegar un tramo un poco más exigente de calendario (Baskonia, Unicaja y Bilbao) y desaparecer el argentino también en competición doméstica. Sus minutos al timón están siendo una calamidad, se hace previsible porque juega andando. Transcurridos 19 partidos oficiales es hora de empezar a preguntamos: ¿es solamente un mal momento o es que no es jugador para un grande? ¿hasta cuándo le aplicamos la excusa del periodo de adaptación y la descompresión post-Mundial? El problema en su caso es que a su muy pobre rendimiento se une la enorme exigencia del puesto de base en el sistema Laso. En otras posiciones puede uno disimular un poco (pregunten a Causeur o Taylor), pero al que genera y dirige se le pide la excelencia, y Lapro ahora mismo está evidentemente en las antípodas.

Tavares y Llull ponen al Madrid en velocidad crucero

Sergio Llull Real Madrid Unicaja ACBEl Madrid recibe el jueves en Goya al Barcelona, una de esas citas con más impacto anímico que clasificatorio. Y llega razonablemente bien, superado ese bache Euroliga que se saldó con 3 derrotas seguidas, todas a domicilio y dejando una imagen muy discretita. Recupera el pulso a la temporada coincidiendo con el ‘regreso’ de la versión ‘Gigante Verde’ de Tavares, tras un periodo de inexplicable hibernación. Quizá fuese ansiedad, por justificar la apuesta estratégica del club por él, quizá nunca lo sepamos, físico seguro que no era. Lo importante es que, tras mes y medio de interludio, lo ha retomado donde lo dejó, tapones, tiros cambiados y mates mastuerzo, business as usual. Jordan Mickey será versátil y tendrá clase, pero su influencia en el juego es limitada, no cambia partidos. Tavares sí: el mejor contra Unicaja y en Belgrado. Y si el caboverdiano está, las victorias se abaratan, el rebote deja de ser un problema y los rivales parecen peores, su porcentaje de 2 se desploma: 44% Unicaja y 38% Estrella Roja.

En Serbia estuvo bien secundado por la Llull&Rudy Limited Company, amigos fuera de la pista y motor ofensivo del sistema Laso desde hace casi una década. Nunca les valoraremos lo suficiente hasta que se jubilen. Uno que está en puertas de esa jubilación parece ser Carroll, al que ha superado por Causeur en la rotación y cuya esposa (Baylee) ya se ha mudado con los niños de regreso a USA, una vez concluida la construcción del rancho en Utah. Jaycee es tipo familiar, cumple 37 en abril y termina contrato en junio. Podría seguir, aún está para sumar, pero no todas las leyendas tratan de alargar el chicle y arrancar giras de despedida. No olvidemos, además, que el Madrid tiene cedido a un jugador de perfil similar, Prepelic, 2º máximo anotador de la ACB hasta la fecha (21,4 de media), con un notable 44% en triples.

Volviendo a Llull, este curso acapara menos titulares que antaño porque ya no es el jugador franquicia. Pero, que ya no sea el que fue, aquel pico de nivel de 2016-17, no significa que no pueda asentarse como una pieza muy útil, de hecho, importante del equipo. Está cuajando una sólida campaña, infinítamente mejor que la pasada, decisivo en varios últimos cuartos de encuentros ajustados. Ha cambiado el rol de go-to-guy por el de desatascador, microondas desde el banquillo, generador ofensivo con licencia. Su evidente mejoría física le permite alternar tiro desde bote con alguna canasta en penetración, así como emparejarse en defensa con la estrella exterior rival cuando Facu y Taylor pasan por el banquillo.

Su sólido momento de forma viene a enjuagar el valle que atraviesa Campazzo, tras el subidón con el que regresó del Mundial, y la aportación de Laprovittola, por el momento por debajo de las expectativas. Olvidémonos por un momento de los porcentajes de tiro y de la valoración, y fijémonos en la estadística +/-de Llull, los parciales del equipo con él en pista. En uno de cada tres partidos ACB el año pasado esa estadística fue negativa, mientras que este curso ha sido positiva en cada uno de los 10 disputados (si contamos la Supercopa), con una media de +12, la mejor del equipo a la par con Tavares. «Una alegría volver a verle disfrutar del baloncesto». No es la primera vez que escribo una frase similar sobre Llull desde el regreso de su lesión en mayo de 2018, pero sí la primera que responde a una tendencia consolidada de juego y no a una velada de acierto puntual.

Apagón en Goya, alerta naranja

pero-antic-crvena-zvezda-mts-belgrade-eb17Hay una docena de factores atenuantes bien conocidos, pero no cambian el hecho de que el Madrid ha entrado en crisis en lo que cuenta, la Euroliga, 5 derrotas en los últimos 6 encuentros. Y más allá de las rachas está el coste clasificatorio, se queda a dos partidos de distancia ya del cuarto puesto (la referencia), que bien pueden convertirse en tres la semana que viene, que visita la pista del líder, Olympiakos. Alerta naranja. Muchos deberes se va a dejar pendientes para la segunda vuelta como no frene un poco la sangría desde ya. Y es que al final hay derrotas en el calendario con las que cuentas, pero con lo que seguro no cuentas es con caer en el Palacio ante Estrella Roja, el presupuesto más bajo de la competición, lo que para nada significa que sea mal equipo.

Un nuevo pinchazo en final igualado, así han llegado 4 de las 5 derrotas (por 7 puntos o menos), todas salvo el viaje turístico a Vitoria. «Si Doncic y Trey hubiesen metido los triples finales ante Jimki y PAO estaríamos hablando de otra película», recordaba Laso esta semana. Cierto, pero el desenlace ante Estrella Roja fue mucho mucho menos épico, condicionado por 4 faltas consecutivas absurdas de Carroll y Campazzo en el último minuto y medio, regalando tiros libres cuando más sufría Estrella Roja para anotar, con Rochestie en el banquillo con la botella de oxigeno. El Madrid también pagó una defensa voluntariosa pero desordenada, porosa, concediendo infinidad de tiros abiertos tras la menor circulación de balón del rival, que se tradujeron en la friolera de 17 triples anotados. Por cierto, exhibición de Rochestie mediante.

Doncic volvió a estar tremendo (20 puntos, 32 de valoración) y lo estuvo pese a dos líneas de perros de presa, que los rivales ya se saben la lección ante este Madrid en cuadro. Sin embargo, y pese a toda la clase del mundo que atesora, carece al menos por ahora de la estrella de Llull en las posesiones finales, esa que arreglaba partidos así en cursos previos. Rudy jugar otro señor partido en ambos aros, intendencia y triples, y eché en falta minutos de Causeur en la segunda mitad.

Campazzo está en cuarto menguante, incomprensible tras su esperanzador arranque de curso, y del juego interior se puede pedir bien poco, con la baja de los dos titulares. Felipe y Trey sin brillo dieron al menos la cara, pero a Maciulis le cuesta un mundo comprar una canasta y a Tavares en Euroliga le va a llevar más tiempo adaptarse. Al final me he ido a poner un gintonic tras el partido y resulta que no me quedaba tónica en casa. Ese tipo de noches…

Desmadre en Goya

636320364181453217.jpgCon una atronadora lección de baloncesto en el segundo de semis (+29) despeja el Madrid parte de las dudas surgidas tras la F4 y se reafirma como gran favorito a la ACB. Es el primera actuación redonda del equipo desde Estambul, porque en cuartos se promediaron muchos puntos pero no necesariamente por méritos propios, que Andorra defiende de aquella manera.

Unicaja en cambio es una de las mejores sino la mejor defensa de la ACB, por ese camino se ha clasificado para la Euroliga y casi dio un susto al Madrid 48 horas antes. Desde que Plaza tomase las riendas del equipo en 2013 solo ha recibido tres veces más de 100 puntos, una en Moscú en 2014 y dos en el Palacio esta temporada, la de hoy y la de septiembre, en la primera jornada de liga.

Estuvieron los blancos sólidos en el primer cuarto, con Llull y Ayón a velocidad crucero, pero no hizo falta esta vez machada del menorquín, que de hecho se quedó en 18 minutos. Pudo descansar porque los grandes desaparecidos el miércoles, Carroll y Doncic, desataron una tormenta perfecta en el segundo acto y dejaron el duelo visto para sentencia al descanso. El americano firmó la salvajada de 21 puntos en ese segundo cuarto, con 6/7 triples (terminó con 8/11, igualando su récord personal), una de las grandes exhibiciones de tiro de la historia de los playoffs ACB. Como para guardarla en vídeo.

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Pero los triples de Carroll no surgen por generación espontánea, por muy letal que sea, sino que necesita recibir en condiciones razonables, y es ahí donde entra el muchacho, Luka, que se reencontró en la dirección tras un primer partido para olvidar. Enseñó su versión más completa, 23 de valoración con solo 3 tiros lanzados, reboteando y asistiendo, rompiendo a sus pares a discreción y dejando algún highlight para la hemeroteca.

Luka es el Rudy de hace 2/3 años, el termómetro del equipo. Cuando está a gusto el Madrid saca la escoba y es una apisonadora, como hoy, porque hace mejores a sus compañeros, los implica, y en esta plantilla hay grandes definidores (tanto en la pintura como en las alas). En cambio, cuando el rival encuentra la tecla para frenarle, para que no levante la cabeza, otee el horizonte y cree baloncesto, entonces tenemos al Madrid de por los pelos, encomendado a Llull.