Chacho, Hanga, Melli… Pajiplantillas y efecto dominó

hanga.pngEstamos en días de trasiego en despachos y para nosotros, como aficionados, son jornadas de pajiplantillas, una actividad refrescante y veraniega, especialmente bienvenida tras un decepcionante final de temporada. Empecemos con los hechos consumados, que son siempre los menos: Randolph ya tiene pasaporte esloveno, es oficial. Apostaría a que nunca ha pisado Ljubliana, pero igual está «feliz por la oportunidad, un gran reto». Hipocresía al margen, a Eslovenia se le queda una selección como para luchar por medalla en el Eurobasket y al Madrid se le arregla medio juego interior. Lo dice David Manzano, «los pasaportes son los nuevos fichajes».

La condición de comunitario de Randolph activa para competiciones nacionales a Thompkins, cuya amenaza ofensiva se echó de menos en la final ACB. Quizá la noticia no tenga el glamour de un fichaje con todas sus letras, con su sesión de fotos en Sanitas y su rueda de prensa, pero no despreciaría su impacto: permitirá distribuir mejor los minutos en una temporada tan larga y contar con el roster completo en los partidos por el título, además de lo que supone de confianza para un jugador de moral tan frágil. La clásica ventresca de estadística de la matinal de domingo le sube a cualquiera la autoestima tras una derrota Euroliga, un comodín del que apenas ha disfrutado Thompkins en dos años de blanco.

Y tras los hechos consumados entramos en el terreno de la rumorología, la especulación y el pajiplantilleo… Algunas fuentes me insisten en que el fichaje de Nicolo Melli por el Madrid es inminente, lo que no me termina de cuadrar con el recién adquirido pasaporte esloveno de Randolph y la activación por consecuente de Thompkins (con contrato en vigor) para las competiciones nacionales. Lo que la rotación interior necesita como el comer es un center defensivo, rocoso, un anti-Shermadini-Dubljevic, y no otro cuatro tirador. Puede que Laso cuente con Randolph para jugar bastantes minutos de cinco, experimento que le ha dado buen resultado en momentos puntuales de la recién concluida temporada. En todo caso, me parece improbable, por eso mantengo en cuarentena la información del presunto fichaje de Melli, podría tratarse del clásico rumor de agente para estirar la cuerda en una negociación con otro club, en este caso con Fenerbahce.

Me llega, y me cuadra más, que el Madrid tiene bastante colgados los cambios en la plantilla a la espera de lo que pueda deparar el mercado NBA, en una suerte de efecto dominó. El club sigue de cerca la situación del pívot español Sebas Sáiz, que no ha sido elegido en el Draft tras terminar periplo universitario. Aunque la verdadera ficha clave del puzle es Chacho, al que el Madrid mantiene la puerta abierta de par en par, sobre todo tras echar de menos su creación desde bote en la final ACB, con Doncic desactivado y Llull muy solo. Su continuidad en América dista de estar garantizada, por mucho que públicamente insista en que es su primera opción. No deja de ser agente libre en uno de los puestos mejor cubiertos de la NBA, su temporada pasada no fue lustrosa y la franquicia para la que jugó acaba de elegir a un base con el nº1 del Draft…

En el eventual escenario de que Chacho regrese al Madrid, Campazzo se quedaría colgado, pues no tendría hueco en la plantilla, o no al menos los minutos de calidad que reclama. Sin embargo, para el Madrid sería una valiosa moneda de cambio en el mercado. Querejeta le quiere para Baskonia, que salvo sorpresa pierde a su base titular, Larkin, que apunta a Barcelona. Sin embargo, aún podría haber sorpresas y el destino de Teodosic, su marcha a a NBA o continuidad en Moscú, será un factor clave en esta partida de dominó.

¿Qué ofrecería Josean a cambio de la cesión de Facu? No entrar al tanteo por Adam Hanga, cuya marcha a la NBA dábamos por supuesta hace un par de semanas pero que hoy no está nada clara. Los Spurs, la franquicia que posee sus derechos, le han presentado una oferta bajísima, 500.000 dólares por la primera temporada, muy lejos de las cifras que le podría ofrecer un Madrid si se quedase en Europa. Una situación similar a la de Tomic hace dos veranos, cuando tenía bastante decidido marcharse a la NBA pero cambió de idea al encontrarse con una oferta económica de los Jazz muy lejos de sus expectativas.

Un eventual desembarco de Hanga implicaría necesariamente la salida de Maciulis o Taylor. El club prefiere renovar al sueco, con cuya evolución y rendimiento está Laso satisfecho, una ecuación en la que además emerge Panathinaikos, interesado en repescar a Jonas. El Madrid le mandaría a Atenas con un lazo, porque se ahorraría el finiquito por el año que le quedaba de contrato: «soldado, gracias por los servicios prestados».

Un Madrid petrificado en la Fonteta

carrollHa llegado el Madrid roto a este final de curso, está viendo consumirse ante sus ojos una campaña prometedora, baloncestísticamente superado por un rival de quilates y venido arriba, Valencia. Si la derrota en el segundo se justificaba por lo apretado del marcador y el acierto visitante en la recta final, el repaso en el tercero no tiene explicación que invite al optimismo. Queda el Madrid al borde de cerrar con suspenso alto una temporada que hace apenas tres semanas iba todavía para sobresaliente. Con una de las mejores plantillas de más potencial que recuerdo y ante la incomparecencia del Barcelona, una Copa del Rey por los pelos sería un bagaje discreto.

De alguna forma el equipo sigue de resaca desde Estambul, lo cual no entiendo, pues caer en semifinales con el campeón en su feudo, sin opciones pero dando la cara, no es ya que sea homologable sino que es hasta lógico.

Transcurridos 16 minutos el Madrid controlaba el tercer partido, 21-30, gracias a un paso al frente en defensa y a la reaparición del muchacho Doncic. Pero entonces reaccionó Valencia, su ya comentada resilencia, que no solo igualó el duelo sino que pasó al Madrid por la derecha, un Madrid de repente petrificado, sin fé ni acierto, que deja unas sensaciones catastróficas de cara al cuarto.

Solo tres se salvan de la quema, y con asterisco. El de siempre, Llull, que subió 16 puntos, si bien repartió solo una asistencia en media hora (Sikma dio 5…). Ayón, que jugó con la agresividad que requería la cita, pero asumió quizá más tiros de los que le corresponden (12), quedando por momentos en evidencia su escasez de recursos en 1×1, aún más dolorosa en el contraste con Dubljevic. Y por último se salva el mencionado Doncic, 13 puntos y 8 rebotes, uno de los pocos resquicios para la esperanza en la serie.

«Si no ponemos orgullo, dureza y cojones vamos a ver cómo Valencia nos gana el cuarto», advirtió Felipe en la zona mixta. Efectivamente el Madrid no igualó la intensidad local en la segunda mitad, pero no todo es testiculina, se trata también de tener un plan y algo de acierto. No dudo de la entrega de los dos viejos rockeros, Chapu y Felipe, pero firmaron 0 puntos con 0/7 de campo, ampliamente superados por el dúo Thomas/Sikma, que no son precisamente las estrellas de este Valencia. Especialmente costoso fue el naufragio de Reyes y Nocioni porque se ven cargados con gran responsabilidad en esta serie, ante la baja de facto de Randolph. Parece que la norma ACB no permite convocar a nuevos jugadores durante los playoffs, por eso Thompkins sigue de chándal. Una norma que, dicho sea de paso, me parece una gilipollez.

Los secundarios volvieron a ser una calamidad, Maciulis u Othello, a los que en esta serie se puede sumar a Carroll, 1/8 de campo ayer, secado una vez más por Rafa Martínez. Jaycee es otro de los pocos en los que confío para despertar y devolver la serie a Madrid.

Escucho voces que piden la cabeza de Laso en caso de derrota. No caería esa breva, tiene aún carrete por los logros pasados, pero igual no sobraba una autocrítica severa y más cambios en la plantilla de los previstos inicialmente.

Concierto para solista

monstruo.png«Puedo parar el partido, colapsar a tres defensores sobre él, pero cuando coge la moto… es puro talento, entre todos hemos creado un monstruo», dijo resignado Joan Plaza, su primer entrenador en el Madrid. No era para menos, lo ganó Llull solito, una expresión algo exagerada a veces, típico recurso periodístico para personalizar el titular y hacerlo más vendible, pero que sí resume este primero de semifinales: 28 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes en un duelo a 65/70 puntos. Es la misma competición pero pareciera otro deporte, si contra Andorra todas las jornadas eran de puertas abiertas (el Madrid promedió 93), ante Unicaja espera una serie de cemento, en la que cada canasta es un triunfo, de ahí el valor añadido de esos números del menorquín.

Una estadística que a primera vista pareciera esquizofrénica, 37 minutos y 22 tiros lanzados, pero básicamente necesaria, por el absoluto apagón del resto del backcourt. Entre Rudy, Doncic, Carroll y Draper (este último ni jugó) sumaron exactamente 0 puntos y 0/9 tiros de campo para valoración 0. Una sequía mucho más grave que la del dúo de aleros, Taylor y Maciulis, de los que no se espera producción ofensiva.

Jaycee sabemos que sufre ante rivales con entrenadores sesudos, como Plaza, que preparan con bisturí la defensa de su mortal pero limitado repertorio. Luka, por su parte, atraviesa un momento de forma muy bajo en este final de curso, a lo que se suma un rival incómodo, con dos bases muy defensivos (Díaz y Lafayette), que presionan bien el bote, una de las áreas aún por pulir del esloveno. Por cierto, -15 con Lafayette en pista y +12 con Díaz, viva el producto nacional.

Que Rudy termine un partido sin meter una sola canasta hace tiempo que dejó de ser noticia. Tan resignada está la grada, que incluso le despidió hoy con tímidos aplausos por echarle ganas en defensa. Sean las lesiones o su ética de trabajo (me dicen que no echa ni una hora extra), o probablemente la suma de ambas, el caso es que recién cumplidos los 32 ha caído en la más absoluta intrascendencia, defensor voluntarioso y con manos rápidas, punto. Queda ya poco para el verano y la directiva debe sopesar si tiene aún sentido la idea inicial de ofrecerle más años a cambio de una bajada de salario. Y es que quizá para verano de 2018 Rudy sencillamente no tenga ya nivel para el Madrid, es duro decirlo para alguien que apuntó tan alto, pero un escenario que no debiera perder de vista el club, que bastante paciencia ha tenido con él.

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A pesar del apagón exterior, el Madrid dominó casi todo el encuentro, excepción de un tramo del tercer cuarto, en que Unicaja se llegó a poner tres arriba (40-43, min 24), ante la pasividad de Laso, con esa manía de dejar jugar por si acaso y pedir tiempo muerto varias posesiones tarde. Que puede tener sentido en una liga regular, para dar confianza a los jugadores e incentivar su autogestión, pero pierde toda gracia en playoffs. Llull encontró aliados en la pintura: la pareja de pívots (22 puntos entre Ayón y Othello) y Chapu, con 11 puntos y otro tapón antológico a la colección, aunque para mi gusto algo pasado de revoluciones por momentos, en un pique innecesario con Brooks. Sorprende que el argentino adelantase a Felipe en la rotación, después de una buena eliminatoria del capitán ante Andorra, aunque la apuesta le salió bien a Laso.

Por último, quiero pensar que Randolph está jugando estas semanas tocado (no me consta), que es a uno de los que se refiere Laso cuando dice que si detallase todos los problemas físicos que arrastra la plantilla «las ruedas de prensa durarían una hora». Lo digo porque, si revisáis la hemeroteca, veréis que su bajón de juego coincide exactamente en tiempo con el anuncio oficioso de su renovación, subida salarial del 50% incluida…

A semifinales sudando tinta china

_1RM1779ThumbSudando tinta china se clasifica el Madrid para semifinales ACB, un tercer encuentro que dominó con rentas de un solo dígito, incluso saltaron las alarmas con el 71-71 con 8 minutos por jugar. Apareció entonces Llull con siete puntos seguidos, que maquillaron otra actuación chuchera, de 2 asistencias y demasiados tiros salvapatria en 29 minutos en pista. Los 95 puntos finales resultan engañosos, fue un Madrid de escaso lustre, sostenido en gran medida por el baño en el rebote (43 a 28), especialmente sangrantes los 7 ofensivos que atrapó Felipe.

Doncic, Ayón y (‘sorpresa!) Rudy cuajaron actuaciones completas, mientras que Randolph, salvo minutos puntuales del tercer cuarto, sigue en el mismo modo hibernación de las últimas semanas. Me detengo en Maciulis, ya no solo por lo que queda de curso sino pensando en el que viene, para el que creo (/temo) que tiene aún contrato en vigor. Tipo noblón, ojito derecho de Laso, dan ganas de abrazarle, pero ha llegado el momento de reconocer que no genera absolutamente nada, y mira que ayer se le buscó con insistencia al poste en los compases iniciales, para castigar su ventaja física sobre Walker. El rédito fue escaso, 1/5 de campo y 1 rebote en casi 18 minutos, más de lo habitual por la baja de mechitas. Con la nueva y parece definitiva versión de Rudy, ‘intendencia y gracias’, el juego exterior, en concreto el puesto de alero, se queda cojo de puntos, pues Taylor es especialista defensivo y Jonas, como hemos dicho, no crea nada. Que tomen nota en los despachos, aunque tampoco esperaría milagros, pues de aleros en el mercado hay poco que rascar.

El dominio del rebote no sirvió al Madrid para granjearse un encuentro plácido, porque le lastran sus conocidos problemas defensivos, que además encuentran en el Andorra la horma de su zapato, al tener un center dominante (Shermadini 21 puntos, otro día en la oficina). El conjunto del Principado es un rival bien digno, atractivo de ver, con unos automatismos ofensivos que ya quisiesen para sí algunos equipos Euroliga (24 asistencias ayer). Le afea sin embargo un entrenador inmaduro y picajoso, Peñarroya, que pareciera primo de Pedro Martínez, Valencia, de estos catalanes que ven conspiraciones mesetarias según cruzan Calatayud.

peña

Ayer, tras una primera mitad de guante blanco, soltó a Milena un: «tiene narices que el Madrid se queje del arbitraje, cuando tienen a Shermadini como saco de boxeo». En la reanudación Andorra se vio beneficiado por un par de técnicas a los locales bastante discutibles, así que en la entrevista post partido no había ya espacio para más lamento arbitral y cambió de tercio: «Es una satisfacción que la afición de una entidad tan grande como el Madrid nos cante ‘era campo atrás'». Muy digno él. Antes, en los compases finales del duelo, con el marcador ya resuelto, se giró hacia un aficionado en las primeras filas, le miró fijamente y se agarró los testículos, un gesto señorial, no creáis, deseando al Madrid toda la suerte para semifinales.

Empiezan ya el miércoles (2030h), ante Unicaja que, por suerte, carece de una amenaza clara en el puesto de cinco, el conocido agujero blanco. Lo sería Musli, pero ha llegado a los playoffs en un terrible estado de forma, recién salido de una lesión, mientras Omic es un culo pelado sin puntos en las manos.

La madre de todas las batallas

batallaEspera un olla a presión de turcos citados con la historia, un arbitraje casero y un equipazo. Es el más difícil todavía, la madre de todas las batallas, y eso nos pone. Pese a que el Madrid fue primero de la regular no debe caerse ningún anillo por reconocer que Fenerbahce es claro favorito. Llega como un tiro, tras recuperar a todos los lesionados, y se le da bastante mal a los blancos, con ese estilo pestoso de Zeljko, siempre al límite de la falta y tratando de influir en el criterio arbitral, que ya ha tenido de su lado toda la temporada.

Jugar una F4 en casa tiene también sus contrapartidas, lo sabemos por experiencia reciente. Es la atención de los medios, no solo los habituales que cubren basket sino los generalistas, que aparecen como un mono en una cacharrería. Es el ruido que genera el entorno, o sea, la llamada el miércoles de tu primo el de Ankara para para pedirte invitaciones. Y es sobre todo la enorme presión histórica de no haber ganado nunca un equipo turco la Euroliga, pese al ingente dinero invertido en la última década.

El Madrid acude en ese sentido con la tranquilidad de los deberes hechos, la Novena fue un alivio histórico, y este año tiene ya la Copa del Rey en el buche y ha sido primero de ambas fases regulares pese a dosificar esfuerzos. Muestra de carácter en entornos hostiles es el balance 11-6 como visitante, con diferencia el mejor este curso en Euroliga, incluidas victorias en pistas tan exigentes como Olympiakos, Efes o Baskonia. Deja el Madrid cierta sensación de tener estrella en los finales apretados de partido y de guardar una marcha para las grandes citas, personificada sobre todo en Randolph y Ayón.

Se me antoja una de las claves la defensa a Bogdanovic, catalizador del ataque en estático y que abriese en canal a Panathinaikos en los dos partidos en OAKA, con 70 de valoración sin lanzar un solo tiro libre. A modo de pista recordemos que en Madrid hace mes y medio, recién salido aún de su lesión, eso sí, se quedó en 5/16 de campo, defendido por Taylor y Rudy. El mallorquín con poco mejora mucho al equipo, tiene en Estambul una ocasión de oro para reivindicarse en esta pobre campaña suya. Confieso que estoy un poco descreído a estas alturas, pero igual he puesto una vela por si sonase la flauta.

Laso ha destacado estos días la importancia del acierto, que en principio suena a tópico pero tiene sentido ante un rival tan defensivo. Los tres puntales exteriores blancos no aparecieron en ninguno de los dos duelos ante Fenerbahce este curso: Llull obcecado, 9/30 de campo, Doncic apocopado (2/9, val 3) y Carroll maniatado (0/6 triples). En esas coordenadas será muy difícil asaltar el Ulker Arena. Bien enchufan en porcentajes más potables, lo que implica anotar tiros punteados, para lo que sabemos que están capacitados por talento, bien suman opciones secundarias, pienso en Maciulis, Rudy o Thompkins.

Festín para sellar el 1º puesto

gifHablábamos hace dos semanas de las etapas de la temporada, que el Madrid este año sí está cubriendo con nota. Etapas que no suponen necesariamente títulos pero hablan de la consistencia del equipo y se debieran tener en cuenta en el balance del curso, independientemente de las vitrinas. A la consecución de la Copa del Rey, el primer puesto en la regular de la Euroliga y la clasificación para la F4, se sumó ayer el primer puesto en la fase regular ACB. Un liderato pese a dosificar esfuerzo, sin victorias de récord y con (al menos) siete derrotas, dos más que el año pasado y cinco más que hace tres, cuando al final ni siquiera ganó el título. Digo al menos, porque el domingo juega el Madrid en Andorra, una cancha de por sí exigente y a la que debe acudir poco menos que de turismo, con esa F4 a la vuelta de la esquina.

Certificaron los blancos el primer puesto con un cómodo triunfo en el Palacio ante Joventut. Sirvió el partido para una nueva perla de Luka y para que mechitas Taylor se soltase la melena en ataque, 15 puntos, su 2ª máxima anotación de blanco en ACB. Llull infló estadística (21 puntos, valoración 33) para redondear su más que probable MVP de la regular. Dobla al segundo en la votación popular (Campazzo) y no espero sorpresas en el voto de jugadores, prensa y entrenadores, siendo el menorquín el cuarto más valorado de la liga (16.7 de media) y jugando en el mejor equipo.

Felipe aprovechó la velada para reivindicar su presencia en la convocatoria para Estambul, tema que abordé la semana pasada y levantó bastante polvareda. En los últimos 8 partidos ACB, Reyes promedia valoración 18 en 17 minutos. Chapu, a priori el otro candidato a quedarse fuera de la lista, firmó 0/5 de campo para su 15º encuentro en valoración negativa este curso. Entiendo que la valoración dista de ser una estadística perfecta y que la F4 no es ACB sino Euroliga, con pívots más grandes y árbitros esquivos, donde los números de Felipe son mucho más discretos. Sin embargo, el momento de forma del capitán me parece innegable y, por muy bien que nos caiga Chapu, su convocatoria sería un acto de fe a tenor de su rendimiento.

En una encuesta que publiqué en Twitter, solo el 15% abogaba por descartar a Nocioni, un 39% a Reyes, mientras que el 46% pedía un descartado distinto. Espero que Laso no se plantee descartar a Thompkins, en pleno pico de forma, así que la otra única alternativa posible es Draper, que no fue convocado en 3 de los 4 partidos del curso ante Fenerbahce y CSKA. En todo caso, me parecería temerario que por cuestiones políticas se plantase el Madrid en Estambul con un solo base puro (Doncic jugará minutos de alero) y cuatro ala-pívots.