El camino hacia la Novena

Tras una victoria cómoda en San Sebastián, con los Sergios al frente y detallazos de KC (y Dani), el Madrid arranca el viernes lo importante, el camino hacia La Novena, recibiendo a Zalguiris a las 19:30h en el Palacio. Si el dicho es cierto y a la tercera va la vencida, este es necesariamente El Año, tras dos derrotas consecutivas en la final. Los ingredientes están ahí, un proyecto rodado, una plantilla completa y la ventaja campo. Veo a priori como rivales directos a CSKA, Barca, Fenerbahce y, en bastante menor medida, a Olympiakos y Efes.  

No me he olvidado del campeón, Maccabi, pasa no le doy opciones reales al título en tanto que pierde a los dos MVP de la F4, el de la pista (Tyrese Rice jugará Eurocup en Jimki) y al más importante, el del banquillo, David Blatt, que dirigirá en Cleveland al trío lalalá. Tampoco incluyo a PAO, que desde que se marchase Zeljko tiene cada año peor plantilla (¡su fichaje estrella este verano ha sido Batista!), top-16 es non plus ultra. Sí concedo alguna opción a Olympiakos, que básicamente mantiene el bloque (cambia a Perperoglu por Darden), al que añade un par de americanos conocidos de la ACB, como Lafayette y Othello Hunter.

CSKA no se ha reforzado copiosamente este verano, De Colo, Nichols y Markoishvili por Pargo, Micov y Krstic. Así dicho pesa más la balanza del talento saliente, si bien ninguno de los tres rindió como se esperaba en Moscú. Tampoco es que el problema de los rusos fuese de recursos de plantilla, sino más bien de gestión. A veces un poco menos puede ser más. Si una vez liberados de Messina, Teodosic se centra (modo Mundial es el mejor jugador del continente) y Vorontsevich da por fin un step-ahead, la plantilla es igual la más potente de Europa. Será clave el papel de Itudis, un entrenador poco experimentado pero que, a diferencia del Messina 2.0, sí habla el mismo lenguaje que los jugadores. 

El otro gran plantel (Madrid y Barca aparte) es Fenerbahce, no incluirlo en la terna de candidatos sería un sacrilegio. Ha sumado a dos anotadores exteriores de campanillas, como Bogdanovic y Goudelock, además de a Jan Vesely, que en Euroliga puede ser un factor en ambos tableros. Se marchan Kleiza y BojanB, cuya competitividad queda bajo sospecha tras el pertardazo del curso pasado en el top16. Cambios también en el puesto de base, con la llegada de Hickman por McCalebb y en el de center, con la adquisición del sólido Samih Erden. Sin olvidar a los que siguen, Bjelica y Preldzic, que son caviar. Si esta gente, dirigida por Zeljo, no llega lejos, pensaré que lo del baloncesto turco y la F4 es verdaderamente un mal de ojos. 

Los otros reyes midas del basket europeo este verano han sido Efes y Barca. Los otomanos han fichado nada menos que a Saric, Krstic, Lasme, Peperoglu y Draper, al frente de los que se pone Dusan Ivkovic. El Barca, a mi juicio principal candidato junto al Madrid, ha derrochado dinero en el juego interior. El mayor gasto fueron esos casi 3 millones de euros a Lorbek para que se vaya. El sustituto, Doellman, ha firmado por otros 2 millones anuales. Pleiss cobra el triple (1.8mill) que Dorsey, al que sustituye, además de los 600k que se pagaron al Baskonia en concepto de traspaso. Por último, veo a Milán, Valencia, Unicaja y Kazán como alternativas para colarse hasta en cuartos de final.

En cuanto a nombres propios, seguiré este curso con interés los muletazos en Kazán del dúo Jerrels-Langford, así como la evolución de la chavalada de Milán, Gentile-Melli, y el debut Euroliga de Darío Saric.

Llull, rehabilitado para la causa

Llull pasó un mes en un notable valle de juego. Llamémosle barbecho. No le entraban los tiros, vale, pero además encadenaba malas decisiones en pista, que en su caso se hacen muy visibles al ser uno de los que más juega. En concreto el tercero de media, con 24 minutos, sólo por detrás de Rudy y Mirlo, en 26. Durante los aproximadamente 10 partidos que duró su crisis (entre ACB y Euroliga), Llull firmó un ominoso 10 de 46 triples y una valoración media de 4,7. Pero Laso no es el clásico entrenador europeo de error-castigo, más bien al contrario. No le retiró la confianza, sino que se la redobló, aumentando incluso su tiempo en pista, de 24 a 26 minutos de media durante ese bache de juego. Y Llull ha despertado por fin de su letargo. Promedia 15 puntos y 4 asistencias en los 3 últimos partidos, con 10/16 triples. Clave en el estirón contra el Bayern en el tercer cuarto y liderando ayer en San Sebastián con 18 puntos la 31ª victoria consecutiva del equipo blanco.

Llull ya no es primera espada del Madrid en ataque, ese papel corresponde a Rudy, Mirlo y Chacho, pero la capacidad del menorquín de alternar con ciertas garantías los puestos de base y escolta (no encontrarán muchos casos en a élite) le convierte en un comodín clave en la rotación blanca. Su papel ya no es el de generar desequilibrios, sino el de aprovechar los que generan los tres jugadores franquicia. Un sólido defensor exterior y un tirador fiable con espacio, nuestro factor X.