Run & Gun party

Tras varias euro-victorias en guarismos bajos algún escéptico corrió a profetizar que el Madrid de Laso había renunciado a su estilo, la muerte del run&gun. La explicación era mucho más sencilla: pólvora mojada. Oiga, es que no siempre entran. Si la hoja de ruta es el acierto exterior conviene guardar un plan de contingencia en el cajón. En es este caso, y a falta de talento en la pintura, sirva la defensa. Pero el sol ha vuelto a salir: 41 triples en los últimos 3 partidos. El Madrid suma 7 victorias seguidas, ha ganado en 4 días en Kaunas y Vitoria metiendo 205 puntos, motivo suficiente para dejar atrás el pesimismo generado tras la Copa del Rey.

La visita al 2º clasificado era el partido más difícil de lo que restaba de calendario ACB (matizada por la baja de Lampe). No lo digo porque el primer puesto corriese peligro, perder no hubiese supuesto ningún contratiempo, sino pensando ya en el mejor balance de la historia de la liga regular. Tampoco es que te den el título, pero a nadie le amarga un dulce. Vamos 23-1, nadie había llegado a estas alturas con semejante récord. Quedan 10 partidos y sólo 4 ‘comprometidos’: las visitas a Valencia, Zaragoza y Granca + Barca como local.

Fue un triunfo con miga el de Vitoria, remontando 16 puntos en el 3º cuarto, algo que por otra parte comienza a convertirse en rutina. El Madrid, que firmó una pobre primera parte (especialmente atrás), desenfundó las pistolas en la segunda: ¡61 puntos! Mención especial para Carroll y Rudy, con 46, que cuando se ponen en ese plan resultan dominadores a nivel europeo. También destacó Chacho, cuya dirección resultó clave en la remontada: +23 el equipo durante sus minutos en pista.

Felipe Reyes mejoró sus prestaciones tras unos días francamente cenizos, abortando un conato de crisis: 11 puntos y 6 rebotes desde el banquillo. Mirotic se resarció tras una primera mitad aciaga (0 de 5 tiros, valoración -2), acabando con sus números habituales de MVP. Slaughter y Begic cumplieron sin brillar, mientras que Hettsheimeir cuajó otra actuación tormentosa. Aunque lo peor del Madrid en el partido fue sin duda Carlos Suárez. Superado holgadamente por Nocioni en el arranque, Laso le sentó en el minuto 4 para no volverle a alinear. Toque de atención. Coach L optó por probar con Mirlo como alero, experimento que evidentemente no funcionó. Soy ferviente defensor de Suárez, pero si nos vamos a jugar las castañas en ACB contra Barca y Baskonia (Mickeal-Nocioni) convendría que espabilase.