La diferencia está en el precio


1) Primer ‘round’, fuera de la Copa. De esto sirve el cartel de favorito si uno viaja en modo turista. El Madrid salió a uvas, defendió con la mirada y regaló el primer acto (¿cuántas canastas bajo el aro ha colado Mickeal?). El peaje fue conducir a remolque el resto del partido, que se remontó hasta la prórroga por bemoles y algún milagro de los Sergios. La moneda al aire salió cruz y deja una semana para preparar el encuentro en Estambul. La trascendencia de esta derrota se suaviza en el contexto de una magnífica temporada, pero uno se vuelve con el sabor amargo de la inmejorable ocasión perdida.

2) La diferencia está en el precio (parte 1). El Barcelona se puede permitir gastar 1 millón de euros a mitad de temporada en el traspaso de un Oleson para sólo la ACB. Un dislate que eleva el presupuesto anual de la sección azulgrana hasta casi 30 millones de euros, lejos de los 23 del Madrid. El caso es que la operación Oleson será un disparate financiero, pero ha resultado clave, secando a Carroll atrás y con un triple mortal de necesidad allá por la 2ª prórroga, compensando la baja virtual de Navarro y borrando el agujero en la rotación que suponían Abrines/Rabaseda (sus minutos eran ‘la hora feliz’ del rival de turno).

3) La diferencia está en el precio (parte 2). Para que meta canastas como la del final de la primera prórroga paga el Barca a Lorbek el mayor salario de la historia de la ACB. Luego está amic Tomic, que cobra más que los dos ‘pívots’ del Madrid juntos. Eso sí, esta tumba nos la cavamos nosotros solitos. Se le largó por blando (‘afeminado’, incluso, según Iñako), pero nos casca 4 mates, 11 rebotes y 4 tapones, para valoración 33 (por cierto, vaya respeto que le tienen los árbitros desde que viste azulgrana). Las comparaciones ofenden: Begic ha fallado los 4 tiros que ha lanzado en sus 20 minutos en pista y Hettsheimeir en 9 no ha trincado ni un solo rebote, siendo precisamente él quien no atinó a cerrar el rebote al final de la 1ª prórroga.

4) Rudy desacertado (5/15 tc), ha seleccionado mal sus tiros… se le debe exigir más. Mirotic de más a menos, desapercibido cuando se cortó el bacalao. Felipe, como en todos los derbis, desdibujado por su manifiesta inferioridad física. Carroll, preocupantemente secado por Oleson, y Slaughter bien… en lo suyo. Draper y Suárez, intrascendentes. Llull y Chacho, con sus defectos, han ejercido de jugadores franquicia, de salvapatria. Sus canastas bajo presión alargaron un encuentro que a los puntos el Madrid siempre mereció perder.