Como España no se bate en partidos serios durante la preparación (excepción de la visita a Francia), es difícil calibrar su verdadero nivel en contexto. Quizá por eso a los menos familiarizados con el método FEB (a esta alturas deben quedar pocos) pueda sorprender una derrota ante Eslovenia tras el 8-0 de la gira previa.
Ganar en Castellón a Inglaterra una pachanga de guante blanco ofrece dividendos a la federación, pero sirve de bien poco como banco de pruebas de cara a un torneo serio (supuesto motivo del partido). Por ejemplo, los rookies Xavi Rey y Pablo Aguilar apuntaron maneras en la gira que no están refrendando en competición. Tampoco es que Orenga confíe demasiado en ellos, aunque al menos se visten de corto, no como Gabriel, que por pena jugó 20 segundillos contra Croacia. Es lo que tienen los entrenadores semi-amateur, que les vienen grandes las citas como esta y a falta de galones toman decisiones conservadoras: «ante la duda, alinear siempre al NBA».
Contra Eslovenia, el amic Claver fue el segundo que más minutos jugó entre los dos equipos, se fue a 28. Ya no es que no meta ni miedo (1 de 8 tiros de campo en lo que va de torneo), es que no le salva ni la excusa de la intendencia: valoración 5 en 50 minutos. Y a todo esto nuestro jugador franquicia, Marc Gasol, con la bombona de oxígeno desde el segundo encuentro… quedan 9. Y con la bombona llegan los airballs en el último cuarto.
Dicho lo cual, y más allá de las limitaciones de nuestra pintura, ya conocidas, y el mediopensionismo del entrenador, igualmente conocido, tampoco la derrota tiene mayor trascendencia. Eslovenia es un rival de nivel, que contaba con factor cancha a favor y mostró gran acierto en la segunda mitad, a destacar varios tiros de bajo % que coló Zoran Dragic, que ha pasado por Unicaja sin pena ni gloria. Maljkovic forzó un encuentro a cara de perro como la España de Orenga todavía no conocía. Mejor ir acostumbrándose, porque este verano no tenemos plantilla como para ir repartiendo palizas.
En realidad, es casi rutina que España pierda alguno de los primeros partidos en torneos que termina ganando. Sigo contando a la selección en el grupo de favoritos al oro, un grupo en el que incluyo a Francia y Lituania, que también conocen ya la derrota. Que Finlandia y Ucrania sigan invictas nos da una idea de la importancia de este primer grupo en un torneo tan largo.