Resultados vs «sensaciones»

El Real Madrid parece haber retomado la velocidad crucero tras la decepción de la Copa del Rey. Suma 8 triunfos en los últimos 9 partidos de Euroliga y lidera la tabla en solitario tras la derrota del Olympiakos en Milán. También comanda la clasificación ACB (7 victorias seguidas), y también en solitario tras ganar en Santiago + la derrota del Barca en Zaragoza. Nótese que no he dado aún mi opinión, no interpreto, solo estoy leyendo la clasificación y los últimos resultados, casi lo único objetivo e irrefutable en este negocio. Bien, pues resulta que esta mera constatación escama a cierto sector de la afición ¿madridista? al chocar con sus previsiones catastróficas tras la marcha de Laso.

Veréis, se me ocurrió mencionar en un tuit la noticia (buena nueva, no?) del liderato Euroliga y estas han sido algunas de las contestaciones recibidas, muestra del disparatado clima de opinión derrotista por adelantado alrededor de la sección este curso. Van entrecomilladas porque son literales, juzguen ustedes mismos.

> «El equipo NO convence»
> «Que desastre !!!!! No es un equipo»
> «Sí, liderato pero sigue sin convencerme el juego. Falta algo»
> «No tengo esperanzas con este entrenador, lo siento»
> «Huele a fracaso, no hay entrenador»
> «Con cualquier entrenador de primera aspirarías a más que con este»
> «Luego viene un cualquiera en semifinales y para casa calentitos»
> «Desastre de gestión del entrenador»

Tengo asumido que la afición blanca es por definición exigente y hace un drama de cada derrota, pero lo de esta temporada es distinto y excede ese listón histórico. Hay una brecha como no había conocido entre los resultados del equipo, objetivamente sólidos, y el desapego de buena parte de la parroquia. Lo siento, es un pesimismo histriónico que me supera, en muchos casos sugestionado por las viudas de Laso en algunos de los medios de comunicación deportivos más influyentes.

Cata a ciegas

Un pesimismo, por cierto, que no aguanta una simple cata a ciegas. A saber… El curso pasado con Laso el balance a estas alturas entre ACB y Euroliga, antes de que comenzase la tormenta, era de 36 victorias y 10 derrotas. El equipo tampoco atacaba fluido pero era un «tren de mercancías», una «roca». ¿Sabéis cuál es el balance de este año con «el becario», como algunos se refieren despectivamente a Chus Mateo? Pues exactamente el mismo, 36 victorias y 10 derrotas. En ambos casos se ganó la Supercopa pero no la Copa del Rey.

Es decir, los resultados, lo objetivo, son idénticos. Así que el pesimismo sería estrictamente subjetivo, «las sensaciones». En la mayoría de los casos explicadas en un compendio de conceptos abstractos y de frases categóricas: «el equipo no convence», «no juega a nada», «no transmite». Como si fuese un walkie talkie. No, el equipo no tiene que transmitir sino ganar, esto es el Madrid. Y en las metas volantes de la temporada hasta el momento va ganando, a excepción de la Copa.

Puedo encender la cafetera y compartir ciertas dudas razonables, detalles de la gestión de finales ajustados, matices en la distribución de roles/minutos cuando se empina la carretera o desequilibrios en la configuración de plantilla (puesto de base). Pero, ¿y qué rival no tiene ninguna duda a estas alturas o una plantilla perfectamente equilibrada? Si ese equipo existe lo que os aseguro es que presenta peor balance victorias-derrotas que el Madrid…

Otro secreto: uno no lidera la Euroliga por casualidad, sin hacer bastantes méritos, aunque a Chus se le nieguen. ¿Porque no le contempla una laureada trayectoria como primer entrenador, porque no tiene un apellido balcánico y formas autoritarias? ¿Pero con quién habían empatado exactamente Itoudis, Xavi Pascual o Laso como primeros entrenadores antes de ganar la Euroliga con CSKA, Barca y Madrid, respectivamente?

Laso no debió salir, en eso creo que estamos todos de acuerdo, y desde luego no así, pero ya está, pasemos página o hagámonos del Fuenla. Pero seamos mínimamente justos con Chus, que está cumpliendo como para por lo menos posponer a junio los juicios categóricos.

La injusticia con Tomic

ante tomic real madrid barcelonaNunca he compartido ni entendido la inquina de buena parte de la afición blanca hacia Ante Tomic, a quien en ocho años en el ‘eterno rival’ no se le ha escuchado una mala palabra o exabrupto hacia el Madrid, y mira que le han puesto como un trapo. Una inquina, por cierto, construida en buena parte sobre un chascarrillo intencionadamente malinterpretado, aquello de «me voy para ganar títulos», frase que llevan años echándole en cara y que en realidad nunca dijo así. Me explico…

No se fue del Madrid, le ‘echaron’

Para ser más exactos, el club blanco decidió en su pleno derecho no ejercer la cláusula para extender el contrato del croata por otro año. Esa cláusula estipulaba un aumento salarial en caso de ser utilizada, y el sueldo de Tomic subiría hasta los 1.8 millones brutos, si la memoria no me falla. Eran años en los que la economía de la sección no estaba tan boyante como ahora y se optó por otro perfil de pívot titular, más económico y que encajase mejor en el sistema Laso, es decir, más móvil y defensivo (Slaughter). El Madrid ni se molestó en intentar negociar con Tomic una renovación por menos dinero, sencillamente tenía otros planes para ese puesto.

Si alguna de las partes patinó aquellos días no fue el jugador… «Tomic es un hippie, donde sería feliz es en una caravana en Tarifa, jamás en un gimnasio», dijo al diario AS una fuente anónima del club, entendemos que para liderar el relato y justificar la decisión. Lo mismo una carta estándar de agradecimiento por los servicios prestados habría sido más elegante que echar mierda desde el anonimato, ¿no? En fin, que Tomic no eligió irse del Madrid, sino que fue el Madrid quien eligió que no siguiese, un detalle que modifica sensiblemente la historia.

«Ganar títulos»

Tomic cayó en el Barca como podía haber caído en cualquier otro equipo. Aquel verano de 2012 era agente libre, que es el eufemismo del deporte de élite para estar en el paro, o «en búsqueda activa de empleo«, que se dice ahora. Su agente recibió propuestas de varios equipos y la más interesante, tanto económicamente como por el rol que le ofrecían, resultó ser la del Barca, así que la aceptó. ¿Qué delito hay en ello?, me pregunto: ¿acaso debía declinar la propuesta por ‘respeto’ al club que le acababa de echar?

Durante la presentación le preguntaron por sus objetivos en Barcelona y respondió lo siguiente (cito textual): «Daré todo lo que pueda para ganar partidos y con ello títulos». Es decir, exactamente lo mismo que responden todos los jugadores a la misma pregunta durante su presentación con el Madrid y el Barca, ya sea de fútbol o baloncesto. Luego vino la interpretación descontextualizada de sus palabras y el chascarrillo, todo muy injusto.

Durante aquella rueda de prensa, por cierto, también dijo lo siguiente: «Va a ser un poquito extraño (cuando me enfrente al Madrid), pero en esta vida solo quiero jugar al baloncesto, ya está». A mí me parece intachable, chicos, qué queréis que os diga, nada que ver con Mirotic, que en cada declaración pública rezuma resentimiento e inquina hacia el club que le crió.

El papel de Xavi Pascual

Si el Barca apostó por Tomic en su día fue por la insistencia de Xavi Pascual, que le encanta jugar sistemas en estático para castigar desventajas 1×1 al poste, que resulta ser la principal virtud de Tomic, seguramente el center con más y mejores recursos ofensivos de la Euroliga en la ultima década (lógicamente la defensa nunca ha sido lo suyo). Ocho años después la historia se repite y Tomic, a quien el Barca no parece haber hecho ni ademán de renovar, se marcha con Xavi Pascual, en este caso al Zenit de San Petersburgo. удачи!

El tercer base se llama Ayón

Ayón Gist EuroLeague Real Madrid PanathinaikosPodría recitar loas a una nueva victoria holgada del Madrid en Euroliga, pero sería hacernos trampas al solitario. El pabellón estaba casi lleno, el apellido del rival lo merecía, pero acabó la velada en poco más que un entrenamiento con público por incomparecencia del PAO de Pascual. El peor equipo que ha pasado por el Palacio en Euroliga en lo que va de curso, sin carácter y con una plantilla muy desmejorada respecto a la del año pasado, con las salidas de Mike James, Singleton y Rivers. En su lugar, la única incorporación potable en verano fue la de un Langford crepuscular (35 añicos ya), pero el único que ayer se molestó al menos en maquillar para evitar un bochorno mayor. Son un hueso en Oaka, pero sudarán tinta para meterse en top-8. Al final las acciones tienes consecuencias: es difícil retener y reclutar talento con semejante mamarracho como presidente, que si castigo a los jugadores con viaje de 20 horas en autobús, que amenazo con salir de la Euroliga. ¿Quién va a querer ir allí?

El Madrid jugó un partido muy serio, tras el revolcón dominical en Lugo, que vino por cierto a recalcar cierta facu-dependencia, al menos en este momento de la temporada y hasta que Llull recupere el karma. Quizá sea la paternidad, que no duerme bien, porque su arranque de curso fue notable, el caso es que ha cambiado su lenguaje no verbal, transmite ansiedad, frustración y hasta crispación por momentos (anoche se llegó a enzarzar con Randolph).

En defensa ni está ni se le espera, ya antes de la lesión se empezó a dejar llevar en ese segmento, un proceso relativamente lógico dada su edad, status y las minutadas que se metía entre pecho y espalda. Una carencia que, por otra parte, queda enjuagada en la profundidad de plantilla con una lapa como Facu y un comodín como Taylor. El problema es en ataque, su dirección errática y su mala selección de tiro, abusando del triple en escorzo. Ya he escuchado a alguno pedir que se fiche otro base, a rebufo del domingo de turismo en Galicia. Un disparate con el equipo en balance 11-2 en Euroliga, con un roster de 16 fichas y con ambos bases sanos. Una buena idea, hasta que Llull recupere sensaciones, es cambiar como hizo ayer Laso el quinteto titular para juntarle en pista con Ayón (5 asistencias ayer), cuya movilidad y visión de juego hacen de contrapeso y engrasan el ataque que, sólo bajo la batuta de Llull, queda un poco encefalograma plano.

El mexicano sigue de dulce, su Euroliga está siendo estratosférica, casi al nivel de su segundo año de blanco (sus ratios estadísticos por minuto son aún mejores). Además, por segundo partido consecutivo, coincide con una versión apañada de Tavares (disfruto sus ‘mates mastuerzo’, tan feos y humillantes), una suma en el puesto de center que marca enormes diferencias. Atrapó el Madrid 18 rebotes más que los griegos, así es difícil perder… Causeur se reencontró con el acierto, benditos los ojos, y Facu volvió a poner el ritmo adecuado. Fue regresar él a pista y abortarse con un bofetón el conato de remontada griega al final del tercer cuarto. Dos partidos quedan para terminar la primera vuelta, dos salidas muy duras para el Madrid, este viernes visita a un Bayer en racha (sexto clasificado) para terminar en pista del líder Fenerbahce. Será un termómetro del momento del equipo, porque lo que fue ayer no da para mucho más análisis.

Un regreso de Disney

20180425_230407.pngPartido clave, pabellón lleno, arranque difícil, villanos malvados, recuperación heórica y final feliz, el regreso de Llull fue propio de una película de Disney. Es una alegría inmensa, no sólo como seguidor blanco sino en general como aficionado al basket, volver a ver disfrutar sobre una pista a esta leyenda en activo. Se lo ha currado de veras, lo sabemos porque ha retransmitido casi en directo por redes sociales estos 8 meses de recuperación, haciendo a la afición partícipe del proceso, que hoy felizmente ha tocado a su fin.

Dicho lo cual, tampoco es cuestión de engañarnos ni chuparnos las pollas todavía, Llull está fuerísima de ritmo de competición, como no podía ser de otra manera. Sus minutos en la primera parte fueron un despropósito, restó más que sumó, ansioso y sin confianza en el tiro. Una pedrada tras otra se fue diluyendo la euforia por su retorno y la gente se concentró el partido, bronco, sin ritmo y relativamente igualado, con estrechas ventajas locales. Fue en el mejor momento de PAO, sólo un punto abajo con 4 minutos por jugar, con sudores fríos ya por lo que había en juego y dudas sobre la conveniencia de dar tantos minutos a un recién regresado, cuando Llull se reencontró al fin con el aro, 8 puntos seguidos, incluyendo dos mandarinas marca de la casa que pusieron el Palacio patas arriba. Uno de los momentos más mágicos de basket que recuerdo haber vivido en directo en Goya. Tanto así.

Pero resulta que PAO es un muro y se levantó, empató de nuevo el duelo y el que apareció entonces fue Carroll, un triple con personal para cerrar la puerta a los verdes. Se fue a 17 puntos (¡sin fallo!), los mismos que en el segundo partido, está cuajando una serie de campanillas, el mejor del equipo. 35 primaveras, otra leyenda, lo entenderemos mejor cuando no estén.

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El recurso de Felipe

Bajando al detalle, Thompkins estuvo negado con el aro y en Randolph quise ver una mejoría en el segundo cuarto, 8 puntos trabajados en la pintura gracias a su ventaja sobre Gabriel, sensaciones que no confirmó en la segunda mitad. Rudy jugó una gran primera parte pero desapareció en la segunda por problemas de faltas, mientras que Tavares sumó por primera vez en la serie, con un tramo modo Gigante Verde entre el primer y el segundo cuarto.

Se quedó en 9 minutos porque hay que dejar tiempo en pista a Felipe, que Laso ha sabido leer que supone un problema para la defensa griega. Su corpulencia para ganar la posición y su habilidad para sacar personales le convierten en un recurso recurrente en momentos de sequía: 6 faltas provocadas en 9 minutos. Doncic sigue sin tomar el ritmo a la serie, regañado con el aro, 5/20 de campo en la eliminatoria. Al menos ha sabido dar un paso atrás y centrarse en intendencia: 15 rebotes y 7 asistencias entre el segundo y el tercer partido.

La pataleta de Pascual

Viendo la actitud en pista de Pascual y sus declaraciones post partido, sospecho que ha terminado asumiendo el discurso victimista e histriónico del Jesús Gil 2.0 que tiene por presidente, populismo y Eurolig ens roba. En Barcelona enseñó algún ramalazo, pero esta semana se ha venido arriba. Ya se quejó airadamente del arbitraje tras el segundo partido («espero que en Madrid nos arbitren como a ellos aquí») y la cosa sólo ha ido a más tras el tercero («no sé si hay alguna razón para jugar el próximo partido si todo está predeterminado»). Sabe que quien no llora no mama y que las opciones de su equipo en la serie pasan por un nivel altísimo de agresividad defensiva, que requiere de cierta tolerancia/listón arbitral. En realidad, el criterio cambió ya en el segundo tiempo, tras su técnica los árbitros consintieron más contacto y PAO recuperó el pulso al encuentro. De eso ni palabra, claro, difama que algo queda.

Arbitraje muy sensible el del próximo viernes, con semejantes declaraciones y la amenaza de abandonar la competición de uno de los principales clubes. En todo caso es su problema y decisión, el Madrid está a una victoria en casa de cumplir uno de los dos objetivos de la temporada, clasificarse para la F4, una hombrada en una campaña tan accidentada.

7 claves para la madre de todas las eliminatorias

logoConviene recordarlo cuando se acerca la batalla, porque esta no es una cualquiera. La temporada del Madrid arrancó en octubre con dos objetivos, recuperar la corona ACB y llegar a Belgrado. Digo llegar y no ganar porque el formato a partido único de la F4 es una lotería, nos pongamos como nos pongamos. «A las F4 se llega, y si llegas varias veces alguna vez la ganas», advirtió en su día cierto entrenador italiano del Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme. Ese primer objetivo de la temporada pasa por los cuartos contra Panathinaikos, la madre de todas las eliminatorias…

EL FACTOR OAKA. Es un tópico en las previas, pero claro que influye, Panathinaikos ha ganado 13 de 15 partidos como local en fase regular, sólo cayó ante Olympiakos en prórroga y ante CSKA por 5. OAKA es el mayor pabellón de la Euroliga, 19.250 espectadores (un 50% más que el Wizink), que estará lleno y buena parte serán hooligans, a los que ese Jesús Gil que preside el club lleva semanas predisponiendo contra los árbitros.

DUELOS DIRECTOS. OAKA es un hueso, claro está, pero un Madrid en cuadro, sin Randolph, Ayón ni Llull, y con Tavares recién incorporado, tuvo un triple de Thompkins para ganar allí en la ida, 24 de noviembre. Si los duelos directos este curso fuesen un combate de boxeo, el Madrid lo habría ganado con claridad a los puntos, pues el partido en el Palacio, 9 de marzo, fue muy claro para los blancos (92-75). Si recordáis, fue ‘La noche del mosquetero’, con aquella actuación superlativa de Causeur (26 puntos).

GIGANTE VERDE. Panathinaikos tiene cierto déficit de centímetros en la pintura, salvo Voigoukas, que apenas juega (8 minutos de media). Un déficit que se acentúa ante una grúa tipo Tavares, +18 en sus minutos en pista en el duelo de hace un mes en el Palacio, dejando a Gist y Singleton en 5 de 19 tiros de campo. Una rotación interior lógica del Madrid en la eliminatoria podría ser 22 minutos de media Tavares y Randolph, titulares, y 18 Thompkins y Ayón, quedando Felipe, que sufre atrás ante rivales tan atléticos, de comodín en caso de problemas de faltas.

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FACTOR JAMES. Lo dije y lo repito, Mike James no es santo de mi devoción (suena por cierto para Milán), una versión mejorada del americano combo zumbón de toda la vida, pero ha tenido bastante que ver en ese valioso sprint final de los verdes, ganando los últimos cinco de la fase regular. Su fichaje postrero aporta alternativas ofensivas, de las que iban algo escasos. El scouting parece claro en su caso, invitarle a lanzar de tres (7 de 42) y ayudas cuando rompa al aro, pues su peligro reside en la explosividad en dribbling y ese poderosísismo primer paso, que su tren inferior es una burrada. Su mejor defensor posible, Campazzo, será baja, así que la tarea caerá en Taylor y Causeur.

DUELO DE BANQUILLOS. Tengo gran respeto por Xavi Pascual y su capacidad táctica en eliminatorias a cinco partidos, que algun título ACB en la era Laso le ha costado al Madrid. Sin embargo, a estas alturas de la película no creo en las sorpresas tácticas. En lo que sí creo es en el clásico karate press de Xavipas, aliñado con cierto grado de permisividad arbitral, que es donde entran en juego los 19.250 hooligans de OAKA.

PARTE MÉDICO. Llull no va a jugar la eliminatoria, seguramente podría pero no debe, y Rudy llega así asá por problemas en un tobillo, este hombre no se libra de un achaque. Aunque el verdadero factor es la baja de Campazzo para toda la serie, confirmada este lunes, que ha venido a lesionar en pleno pico de forma y en el desenlace de la temporada. Se someterá a una artroscopia y será baja unos dos meses, es decir, la temporada se ha acabado para él. El Madrid vuelve a estar en manos de Luka que, por suerte, parece haber recuperado el nivel MVP a su regreso de aquellas tres semanitas fuera.

CAMBIO HORARIO. El ambiente en Goya estará enrarecido en el tercer partido de la serie, algunos no podrán ir y otros llegarán tarde, porque finalmente la Euroliga ha accedido a la petición del Madrid de cambiar la hora, moverla de las 21h originales a las 1845h… no vaya a coincidir con la RETRANSMISIÓN POR LA TELE de un partido de fútbol que se juega en Alemania. Como abonado que seguramente no vaya a poder asistir por el cambio de hora, me indigna esta falta de consideración y respeto, sobre todo en uno de los cuatro encuentros más importantes de la temporada como local, del tipo por los que uno se rasca el bolsillo por un abono o por las entradas más caras del año (una media de 50 euros). Sirva de recordatorio de lo que somos, la sección de basket de un club de fútbol, un equipo puntero… de la segunda división del baloncesto mundial.

La noche del mosquetero

_3AM0977Panathinaikos era una ‘final’ y faltaba Doncic, baja dos semanas, alguien debía dar un paso al frente y fue a darlo uno de los menos esperados, el mosquetero Causeur, rompiendo un ciclo de cuarto menguante, tras un esperanzador inicio de temporada. Tan bien jugó el francés, que obligó a Laso a cambiar la rotación, Carroll chupó banquillo y se hizo buena la canción de Bowie: We can be heroes, just for one day. Ejerció Causeur de Luka, diría que de los mejores partidos de un jugador del Madrid esta temporada, 26 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Sus penetraciones por la izquierda fueron un martillo (8/10), alguien en Atenas no trajo hechos lo deberes de scouting, para rebote de Xavipas. Con semejante actuación, dada la importancia clasificatoria, diría que Causeur justifica como la mitad de su salario del curso, que tampoco es tan alto.

Pero no estuvo solo, el Madrid vivió de otras dos destacadas actuaciones individuales (Facu y Tavares) y, por qué no decirlo, de una decepcionante versión de PAO, con un Calathes ridículo, Lojeski en modo exjugador y Gist secado por el doctor Gigante Verde, que volvió a pasar consulta. Enganchan los griegos su quinta derrota consecutiva a domicilio, quedando a una victoria más average. Si el Madrid cumple, se jugará el deseado cuarto puesto en la visita de Zalgiris. Ya avisamos la semana pasada que la derrota ante Fenerbahce era más dolorosa por la forma que costosa en la clasificación.

Campazzo cuajó un partido superlativo una demostración de madurez y personalidad, que por otra parte tampoco debe ya sorprender dada su evolución del último mes. Valoración 28 defendido por el supuesto mejor base puro de la competición, ni una sola pérdida de balón en 32 minutos en pista. Y los suyos no son minutos de mariposear, de subir la pista y esconderse en la esquina, no, son de driblar, asistir y dirigir a tiempo completo. Es canchero y muy argentino, se le nota disfrutar en pista en partidos así, sentirse protagonista, tomar decisiones. Su step ahead, en pleno nudo de la campaña, es una realidad incontestable. Si la temporada fuese un videojuego Sega diríamos que ha pasado a la siguiente pantalla, el next level. Siendo reserva es mejor que unos cuantos bases titulares de la Euroliga. Este Facu más Llull bien pueden el curso que viene enjuagar en gran medida el impacto de la salida de Doncic. Quiero pensar que la renovación del argentino está apalabrada, sino ya están tardando…

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El tercer pilar blanco fue Tavares que, por primera vez en mes y medio, vuelve a exportar a Euroliga su nivel de dominio ACB. Retrató a sus pares, Gist y Singleton, y fue clave en ese pobre 43% de dos de Panathinaikos. Además, 7 rebotes, 3 tapones y 6 canastas, no todas mates tras asistencia, como acostumbra, sino que esta vez exhibió un ganchito de derechas bien curiosón, tan ortopédico como indefendible. El domingo viaja el Madrid a Barcelona, seguramente pierda y, advierto, no pasará nada, por muy de azulgrana que vista el rival. Tan poco se juegan los blancos que casi le pediría a Laso que diese descanso a Facu… si no fuese porque me jodería la Supermanager.