Sin Llull, Randolph, Thompkins, Kuzmic ni Taylor, o sea, en cuadro, barrió el Madrid a un rival Euroliga, Unicaja, y es que pesa más la inercia que las bajas. Mucho mérito, que aún recordamos cómo se le salió la cadena al equipo hace dos años durante una plaga de lesiones similar. ¿Os acordáis de Maurice N’Dour? …
Vencieron los blancos con holgura (20 arriba al final del 3º cuarto) y con picos de gran baloncesto, 99 puntos a la mejor defensa de la ACB (encaja 71 de media). Continuando la saga Fuenteovejuna, le tocó brillar a un secundario, Carroll, que se fue a 29 puntos sin tiros libres, un homenaje que buena falta le hacía tras un arranque de curso preocupante. Son ya 34 años, el declive es lógico, la diferencia reside en cómo sea su ritmo, sostenido como Felipe o súbito como Navarro. Recordemos que a Carroll le resta otra temporada garantizada de contrato.
Como Jaycee estaba en vena se fue a 30 minutos, pero la noticia fue Radoncic, 28 minutazos, casi todos como ala-pívot, sin destacar pero sin desentonar tampoco. Ahora bien, que haya hecho un quite hoy, en unas circunstancias extraordinarias, no cambia mi opinión de que le vendría bien una cesión. Es el canterano blanco en proceso con el techo más alto, pero son 18 años y necesita horas de vuelo como el comer. Por comparar, hasta hoy había jugado sólo 33 minutos ACB en su carrera, por los alrededor de 1.000 que contemplan a Yusta.
Ante Unicaja, contrariamente a lo que cabía suponer, no hizo falta quemar a las dos estrellas disponibles, Luka y Ayón, que se quedaron en 21 y 22 minutos, respectivamente, importante de cara a una maratoniana semana con doble jornada Euroliga. Ambos rindieron al nivel estelar al que nos están acostumbrando, aunque volvió a ser una victoria colectiva, con Campazzo y Rudy repitiendo las esperanzadoras sensaciones que dejaron ante CSKA.
Salvo nuevo sobresalto, lo peor de la plaga debería remitir pronto. Parece que Taylor no tiene nada grave, que Thompkins podría regresar esta semana y jugar ya Euroliga, mientras que se negocia por Gasper Vidmar como sustituto de Kuzmic (Tavares se subió a la parra). Titular en la Eslovenia campeona de Europa, es bastante limitado de recursos, pero también un gran atleta, defensor y definidor, al fin y al cabo lo que le pone a Laso en un pívot. Tiene contrato en vigor en el Banvit turco (de hecho renovó en verano por dos temporadas), así que toca al Madrid pasar por caja, eso que tan poco le gusta a Florentino en basket. Al parecer se ha decidido apartar una cantidad concreta y dejar que sea el jugador quien negocie con su club. Cuanto menos pague de tránsfer más salario se le queda, una fórmula que ha utilizado el Barca en varios fichajes procedentes de Baskonia.
Con una victoria de oficio sella el Madrid por la vía rápida su pase a otra final ACB, camino del tercer doblete consecutivo, lo que nadie ha hecho nunca en el basket español. No se descompuso en el arranque, pese al desacierto propio y al predecible arreón local ante su público (8 abajo, min 16), y en la segunda mitad el encuentro cayó como fruta madura, desde la defensa.
Con una atronadora lección de baloncesto en el segundo de semis (+29) despeja el Madrid parte de las dudas surgidas tras la F4 y se reafirma como gran favorito a la ACB. Es el primera actuación redonda del equipo desde Estambul, porque en cuartos se promediaron muchos puntos pero no necesariamente por méritos propios, que Andorra defiende de aquella manera.
«Puedo parar el partido, colapsar a tres defensores sobre él, pero cuando coge la moto… es puro talento, entre todos hemos creado un monstruo», dijo resignado Joan Plaza, su primer entrenador en el Madrid. No era para menos, lo ganó Llull solito, una expresión algo exagerada a veces, típico recurso periodístico para personalizar el titular y hacerlo más vendible, pero que sí resume este primero de semifinales: 28 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes en un duelo a 65/70 puntos. Es la misma competición pero pareciera otro deporte, si contra Andorra todas las jornadas eran de puertas abiertas (el Madrid promedió 93), ante Unicaja espera una serie de cemento, en la que cada canasta es un triunfo, de ahí el valor añadido de esos números del menorquín.
Una derrota de ley pese al escaso margen (4). Un pinchazo, el del Madrid en Málaga, que afea la previa copera, pero sin mayores consecuencias clasificatorias. Sigue líder en solitario y no deja de ser una de las salidas más exigentes del calendario ACB, más aún con Nedovic en vena (25 puntos). Es uno de los grandes talentos de la competición, tremendo en la creación desde bote, y en Málaga con Plaza ha recuperado el rumbo de su carrera, tras pasar con más pena que gloria por Golden State y Valencia. Tiene 25 años y hechuras de titular Euroliga, aunque tendrá que esperar porque renovó por dos años en verano.
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