100-62, acariciando La Novena

Debe ser la primera vez en las más de siete primaveras de historia del blog que escribo un resultado en el titular, pero estaréis conmigo en que la ocasión lo merece. Para que no os perdáis cuando busquéis la entrada dentro de unos años, como el que abre un album de fotos para recordar los tiempos mejores. No son los gintonic, no, son +38 al Barcelona en una semifinal de Euroliga. Resulta que no estábamos en baja forma, simplemente en hibernación. Llegada La Hora hemos retomado el nivel de diciembre (¡¡100 puntos en una semifinal!!), el equipo que mejor juega colectivamente y la plantilla más redonda relación calidad/precio/equilibrio, lo que me recuerda que en esta hermosa tarde de baloncesto han caído dos de los tres mayores presupuestos de Europa (el otro es Fenerbahce, que se apeó tiempo atrás). Espera el domingo un Maccabi de recursos limitados. Respeto sus cojones, el partido que han remontado al CSKA, admiro el trabajo de Blatt… pero juegan otra liga. Defensa y concentración. Con carburar un tercio que hoy nos traemos la copa, les hemos ganado los últimos seis duelos directos.

Grande Mirlo contra el Barca, rehabilitado para la causa, cerrando bocas (la primera la mía), con una gran defensa y esos 
19 puntos, todos cuando calentaba el Sol, tras un comienzo titubeante. De Chacho, que se ha cascado 21 puntos, luciendo MVP en plaza mayor, me quedo con la estadística de +/-. En sus 20 minutos en pista, +35, en sus 20 minutos en la banca, sólo +3. Pero más allá de los nombres brilla el colectivo, un alarde de baloncesto. Ocho jugadores subieron al menos un triple. Exceptuando el primer cuarto, el Madrid firma un encuentro digno de los grandes del basket moderno en Europa, como el Maccabi 2003-05. Regresamos a la final dejando impronta, arrasando al Barca (el rival más en forma del continente) y encandilando al espectador. El domingo, final de trayecto, estación La Novena.