Los títulos no llegan solos, el año del repoker es fruto de mucho trabajo bien hecho en todos los rincones de la sección, también en la planta noble, con operaciones llenas de sentido. Lo demuestra la última incorporación, AC Lima, que sustituye a Slaughter. En otra época se hubiese fichado un Pietrus de la vida, con todos sus contras y sus 34 años, simplemente porque lo ofreció un agente amigo y era lo fácil. Pero el actual Madrid sabe lo que quiere, busca un perfil concreto y no se conforma con menos. El que mejor se ajustaba en este caso no es otro que Lima, un 4-5 muy físico, que juega por encima del aro, con buenas piernas y gran presencia defensiva. Si además tiene experiencia ACB y pasaporte de formación, pues el remate. Me diréis que no es exactamente Slaughter, ya, y el propio Marcus tampoco era el Slaughter que conocimos antes de ponerse a las órdenes de Laso.
La operación tiene todavía más mérito habida cuenta de que Slaughter se marchó el 31 de agosto y sin apenas aviso previo, obligando a buscar sustituto contrarreloj y cuando en el mercado no quedaban ya ni las sobras.
Firma el brasileño por cuatro temporadas y el club blanco desembolsa 250k euros por sus derechos, según adelantaba Encestando, un precio a mi parecer bajo dada la edad (24 recién cumplidos), hechuras e incluso caché presente del jugador, recordamos, el tercero más valorado de la ACB la pasada campaña, 16,6 de media. El principal contra de la operación es que seguirá por ahora cedido, si bien el Madrid puede reclamar sus servicios a partir de enero. En otras palabras, se concede al club Murcia, club con el que median buenas relaciones, como demuestra la cesión de Campazzo, un periodo de gracia de tres meses para que encuentre sustituto. Era un palo dejarles sin su jugador franquicia a una semana del comienzo de la ACB y el Madrid puede sobrevivir tres meses con sus cinco pívots. Habrá minutos para el desarrollo de Willy y la adaptación de Thompkins. En todo caso, recordemos que Slaughter, por asunto de pasaportes tras la contratación de Ayón, no jugó la temporada pasada hasta precisamente enero.
Se completa con este fichaje un plantel de campanillas, el mejor que recuerdo desde que sigo al Madrid. No significa que se vaya a repetir otro año como el pasado en resultados, hay mil variables que la directiva no puede controlar, cómo se acoplen las incorporaciones al sistema, la salud de los veteranos y la química de un vestuario con cuatro nuevos. Pero sobre el papel, en cuanto a potencial, talento y complementariedad de perfiles, es una plantilla redonda.
