
Hay derrotas y derrotas, la de ayer en Moscú apenas escuece, al ser de esas con las que cuentas en el calendario. Es más, tras 12 años seguidos perdiendo allí y siendo el primer partido tras la marcha de Campazzo, lo que se barruntaba era revolcón. Y no sucedió, al contrario, el equipo dio la cara, no se desmoronó. Mantuvo la buena dinámica competitiva de las semanas previas, mandó en el marcador durante largos tramos de encuentro y tuvo opciones reales de victoria hasta el último minuto. Un buen CSKA, en casa y sin bajas, necesitó del clásico empujoncito de Lamónica y de la mejor versión de su estrella para ganar.
Vimos un Madrid de aprobado alto, con Laprovittola, Alocén y Llull alternando el timón, tratando de llenar el vacío dejado por Campazzo. Lapro aprobó en el primer cuarto, que jugó completo, sin protagonismo pero ordenando el juego: 0 pérdidas, +3 el equipo. Sucede que los sistemas de Laso exigen del base también cierta anotación y él ve el aro muy pequeño ahora mismo. No ha metido ni un punto en los tres últimos partidos de Euroliga, 0/10 tiros de campo, y si no eres una amenaza ni sacas faltas se hace muy difícil romper y generar ventajas para el resto, especialmente si careces de explosividad física.
Sabemos que tiene puntos, así que resulta urgente que le quite la tapa al aro y recupere cierta confianza anotadora. Tendrá una oportunidad propicia las próximas semanas, que el equipo afronta un tramo un poco más cómodo de calendario, con Asvel, Zenit y Alba en casa, y visitas a Pao y Olympiakos, que no están este año para tirar cohetes.
Alocén no desentonó dada la magnitud del escenario, hizo como Lapro, no extralimitarse, se dedicó a ejecutar sistemas y a buscar a los compañeros que tienen los puntos, ayer Thompkins, Randolph, Deck o Llull, que sumaron 55 de los 73 del equipo. El único de los convocados que no jugó fue Causeur, pese a la ausencia de Rudy, al esguince de Carroll en el tercer cuarto y a que Llull jugó minutos de base. Laso prefiere alinear a Abalde de escolta antes que poner al francés. No puede ayudar al base ni desempeñarse de alero, tampoco ser perro de presa de la estrella exterior local. Acumula 2 puntos y -4 de valoración en lo que va de Euroliga. Sé que se perdió un par de semanas por covid, pero es que van 11 jornadas… Vaya hipoteca Belgrado.
Llull dio la cara, por si había dudas. Es puro corazón, el más valiente: brilló cuando jugó de escolta y cumplió cuando lo hizo de base, mucho mérito siendo sus primeros minutos de la temporada en ese puesto, al que vuelve obligado por las circunstancias. La hoja de ruta de Laso, reconvertirle a escolta a tiempo completo, aparcada por la cojera de la plantilla. Acertó el balear con algún triple de valor, dio varios buenos pases a Tavares en continuaciones y forzó más de la cuenta en penetraciones (1/7 de dos), pero no dejó de intentarlo. Está a años luz de su versión de 2017 pero es lo mejor que nos queda sin Facu y alguien tiene que dar un paso al frente.

Posdata: la información de Marca sobre la posible salida inminente de Gabi Deck me parece el típico encargo del agente para tensar las negociaciones de renovación con el club. Una estrategia más vista que el tebeo: esta noticia es un calco, también en Marca y data de abril. Me parece que el agente del argentino va a dar en hueso, porque la directiva blanca está en modo tacañón-covid. Las negociaciones se encuentran estancadas desde hace tiempo porque el argentino pide mucho sueldo y poca cláusula, y el Madrid ofrece que ambos conceptos vayan en paralelo. ¿»Interés de varias franquicias NBA»? No, las franquicias no están a estas alturas como para andar mariposeando y cortejando jugadores: «mostrando interés». Ese tiempo pasó: ahora te llaman, te ofrecen pasta y firmas, sino que pase el siguiente, que en cuatro días empiezan allí los entrenamientos. No puedo poner la mano en el fuego de que Deck no salga finalmente, pero si de verás se pirase en tres días a la NBA chirría una noticia en Marca reprochando al club su actitud en las negociaciones.
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