¿Inferioridad presupuestaria o incompetencia directiva?

La que conocemos será aproximadamente la plantilla del Madrid 2012/13. Las cartas están sobre la mesa y no hay más tela que la que arde. Podría llegar un pívot americano, atlético y mediocre + la salida de Pocius si algún incauto se hace cargo de su salario más propina simbólica. Pero la plantilla podría sencillamente quedarse tal cual, subiendo a un pívot canterano.

Parece ser que “no hay dinero para más”. Por una parte es cierto, es difícil competir con el Barca, que cuenta con un 15-20% de presupuesto más, que se traduce en unos 4-5 millones anuales que marcan diferencias de plantilla. ¿Cómo el Barca mantiene uno de los presupuestos más altos de la Euroliga y de lejos el mayor de la ACB con 3.000 personas en el pabellón y 20 millones de déficit anual tras el anuncio de recortes en todas las secciones de su presidente hace un año? Misterio. No aceptaré lecciones de moralidad o cantera, pero mejor para ellos.

Sin embargo, la inferioridad de presupuesto no lo excusa todo. Todo presupuesto es flexible con los directivos adecuados (pregunten a Chichi con la renovación de Lorbek), unos valientes que se planten en el despacho del jefe con un órdago. “Cierto que la sección es deficitaria, pero el año pasado aumentamos significativamente los ingresos, reduciendo pérdidas. Además, ya que no te puedes cargar la sección, huyamos adelante e invirtamos 5 millones más, para ser al menos deficitarios ganadores. De lo contrario dejo el barco”. Pero no, aquí cada uno está por salvar su puesto, el sueldito un año más. Así que le dicen al jefe lo cómodo, lo que quiere oír, que con este dinero es suficiente, que ‘este año sí’. Y a final de curso, cuando se vuelva a perder la final con el Barca, sonará la cantinela habitual: “mala suerte, equipo joven e ilusión”.

Siempre puede darse el caso de que a tu jefe verdaderamente se la resbale el baloncesto y no entre en razón, entonces tendrás que optimizar lo que tienes (que no es poco), al menos como para no empeorar lo presente.

1) “Hemos fichado a Rudy, que lo compensa todo”. Por una parte, no es cierto que lo compense todo. Es bueno, mejor que Singler, pero no tanto como para compensar por ejemplo la fuga de talento en la pintura. Por otra parte, Rudy no ha fichado por el Madrid este verano, ya lo hizo el pasado. ¿Cuántas veces esperan colgarse la misma medalla? Regresa con el rabo entre las piernas, a cumplir un contrato en vigor por un sueldo fuera de mercado. En fin, es nuestro vellocino de oro, pelillos a la mar.

2) “Los mejores fichajes se cierran en marzo, no en julio”. Verdad, si es referida a estrellas continentales, cuyo precio se dispara en el mercadillo veraniego, pero que no aplica a la clase media. ¿Acaso los grandes de Europa pelearían por un Slaughter de la vida? No, porque como él hay 20. Quizá Draper tenga mayor valor de mercado (y como tal se ha pagado traspaso), por la escasez de bases y el pasaporte croata. Pero su precontrato a destiempo suponía igualmente un riesgo innecesario. Chacho remontó el vuelo, opción nunca descartable, y Draper pasó a no hacer falta. Como consecuencia, y en vez de envainártela, recompones el juego exterior en base a un precontrato a destiempo, no a las necesidades reales de la plantilla. Es decir: vuelves a caer en el error de Llull como escolta y de paso crucificas a un buen activo como Pocius. Como a Laso le vale todo, porque su premio es estar y para remate le han renovado, aquí no se queja nadie.

3) El sainete del pívot. Se dio patada a Tomic con la excusa del estilo, que pronto quedó desacreditada. ¿Son Troy Murphy, N’Dong con 34 años o Thiago Splitter, por los que se ha pujado activamente, el pívot atlético que supuestamente prefería Laso? También se blandió la excusa económica, pero Tomic hubiese renovado a la baja por 1.3mill, los mismos que ha firmado de azulgrana, una cantidad justa y asumible. Pero no había voluntad negociadora, sino ganas de quitárselo porque fue fichaje de Messina. Como en el baloncesto mundial sobran pívots buenos y baratos, regalamos a nuestra primera opción en la pintura al rival directo sin alternativa apalabrada o al menos una hoja de ruta. ¿Acaso esperaban mejorar a Tomic ofreciendo un millón anual? Por hacernos una idea, Ibaka, ese negrito tan majo y cachas que jugó un par de meses el curso pasado, ha firmado 12 mill$ anuales. Así funciona el mercado de pívots. Así que justo ahora, tras dos meses de búsqueda improvisada y de toparse con la cruda realidad del mercado de pívots, se esgrime la excusa de la inferioridad económica. No me vale.