¿Se acuerdan de la gran pretemporada de Carroll? Yo tampoco, es como si se la hubiese llevado el viento. Hace exactamente un mes le coló 33 puntos a este mismo Jimki, pero claro, era un amistoso. Cuando la tripleta exterior del Jimki (Rice, Shved, Koponen) se pone las pinturas de guerra es mucha tela, más si cuentan con el viento a favor de un arbitraje caserete. ¿Se acuerdan del Eurobasket de Chacho? Yo tampoco. De entre las estrellas blancas es la que peor ha empezado el curso, lamentable en ambos aros tanto en Moscú como el domingo ante Valencia. Sin ninguna chispa en la creación desde bote, que al fin y al cabo es lo suyo (6 asistencias en 44 minutos).
Todo lo contrario que Tyrese Rice, 12pts, 8rebs, que es muy bueno, sí, (menos mal que no cayó en el Barca, que le pretendió en verano), pero además me consta que tiene cruzado al Madrid por cierto roce en la F4 de Milán. Al parecer fue un comentario de Carroll en el túnel de vestuarios en el entrenamiento del día previo a la final, un comentario inofensivo pero que el base se tomó a mal, como un hacer de menos al Maccabi. Rice, animal competitivo, juró venganza, y hasta hoy.
Maciulis, Ayón y Llull fueron los únicos que le echaron bemoles en Moscú, pero ni eso sirvió para dar partido, nunca hubo opciones. Nos falta ahora mismo una marcha, probablemente dos, para optar a sacar algo positivo de una plaza del nivel del Jimki de este curso (roster de campanillas, paga Usmanov, el hombre más rico de Rusia). A Thompkins se le vio algo más implicado en intendencia que en ocasiones previas, especialmente en la segunda parte (5 rebotes, 3 asistencias, 2 tapones), pero en cambio pinchó en lo suyo, anotar. Le secó, tanto a él como a Felipe, un Augustine que cada año me gusta más. Verle en directo impresiona, defensor y reboteador durísimo, una roca, en ataque no es manco, pero sabe limitarse estrictamente a su jurisprudencia. Me consta que el Madrid preguntó en su día por él, pero su sueldo de 800k netos (en Rusia solo se paga un 13% de impuestos) era inalcanzable para lo que el club estaba dispuesto a gastarse por un perfil así.
Lo único positivo del debut Euroliga es que pone fin al arranque de temporada, es decir, a esta tachuela del calendario que ha enseñado todas, toditas las vergüenzas del equipo a estas alturas, que son bastantes. Tres partidos oficiales, tres derrotas, dos estrepitosas y la otra en el Palacio. Nos aguarda una semana reconstituyente, con tres duelos a priori asequibles, Tenerife y Estrella Roja en casa, más la visita este domingo a San Sebastián, por plantilla una de las cenicientas de la competición. Aunque, desde la perspectiva y sabiduría que me aporta este Bombay Sapphire, la verdadera buena nueva de la jornada es que las cheerleaders del Jimki hayan recuperado su mítico número con música de Depeche Mode (Personal Jesus) al final del tercer cuarto. Verlo en primera fila ha justificado más el safari en transporte público a Jimki que el despropósito de nuestros chicos de blanco. Llevo casi cuatro años viviendo en Rusia, vienen cada año y nunca les he visto ganar. Moscú no cree en lágrimas.
