Si efectivamente Garbajosa y Prigioni/Ricky fichan por el Madrid, la plantilla contaría con 4 pasaportes nacionales, suficientes para una plantilla de 11 jugadores. 2 bases+4 aleros+5 pívots. De esos 11, y dando por hecho la salida de Massey, Oleson, Lazaros y Tomas (que no es poco dar), faltaría por cerrar la incorporación de un tres. El único alero bajo contrato sería Travis Hansen (si se le puede considerar alero midiendo 1,94 m).
Con el capítulo cupos cubierto, Maceiras tendría las manos libres para buscar ese alero. El Madrid negociaría desde una posición más fuerte con Estudiantes por Suárez, pues su incorporación ya no es una necesidad. Lógicamente, la opción De la Fuente sería desterrada como una mala pesadilla.
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¿Qué pide Messina? La Luna…

El gran inconveniente es lógicamente el sueldo, unos inasumibles 6 millones de euros anuales. Delfino ya ha sido ofrecido al Madrid, que le exige rebajar sus pretensiones salariales para sentarse a hablar.

Tras una gris temporada debut en la NBA, a Gallinari le sentarían bien un par de temporadas en un club puntero europeo para alacanzar el punto óptimo de coción (estilo Ilyasova). Pero los Knicks tampoco son tontos (aunque lo parezcan a menudo). Por muy compatriotas que sean Messina y Gallinari y por mucho apellido spaghetti que tenga el entrenador de Nueva York (D’Antoni), ¿por qué ceder al chico a Madrid cuando puede jugar minutos en los propios Knicks (que tienen una de las peores plantillas de la NBA)?
Visto lo visto en el fútbol, por pedir que no quede. Es Navidad en el Real Madrid, ¿también en baloncesto?