Muchos apenas le conocían hasta hace unos pocos meses, pero Chus Mateo no es nuevo, simplemente estaba en un segundo plano. Lleva nada menos que ocho años como asistente del Real Madrid, le hemos visto cientos de veces junto a Laso cuando el realizador enchufaba al banquillo, pero no reparábamos en él. Percepción selectiva y tal. Algunos no pusieron nombre y cara a Chus Mateo hasta el pasado diciembre, cuando Laso dio positivo por covid y él pudo dirigir al equipo unos días, que incluyeron la machada en cuadro contra CSKA.
Para entender algunos matices presentes sobre CM hay que hacer un poco de arqueología y recordar las circunstancias de su llegada al Madrid, en verano de 2014. El equipo acababa de perder contra pronóstico la final ACB y Juan Carlos Sánchez, que nunca confió demasiado en Laso, aprovechó la coyuntura para cortar la cabeza de sus dos asistentes: Jota Cuspinera y Hugo López. Terminaban contrato y sencillamente no fueron renovados, en contra del criterio de Laso. Se puede decir que Chus Mateo llegó al banquillo blanco, en cierto modo, como una imposición de JCS a Laso.
Sin bendición
En todo caso, la relación profesional entre asistente y entrenador estos ocho años no podría haber sido más fructífera, al palmarés me remito. La destitución de Laso hace 20 días pilló a Chus Mateo recién llegado de viaje de vacaciones a EEUU: el club le llamó a filas y él regresó en el primer vuelo para formalizar su nuevo contrato, ya con rango de primer entrenador, y grabar el vídeo oficial de presentación. Un detalle que en mi opinión demuestra que no estaba al tanto de los idus de julio que había orquestado JCS para deshacerse al fin de Coach L, con la venia de Florentino.
Sin embargo, no parece que al técnico vitoriano le haya hecho ninguna gracia que Mateo acepte el cargo y tome el testigo. A sus palabras en la rueda de prensa me remito: «Si yo ya no entreno al Real Madrid, ¿cómo me voy a preocupar de quién lo entrena? Como si lo entrenas tú (en referencia al periodista). He trabajado mucho con Chus (Mateo) y le deseo la mejor de las suertes COMO PERSONA».
Podía haber dicho que le deseaba la mejor de las suertes en este nuevo reto, quién mejor que él para continuar el proyecto, etc. O al menos desearle «la mejor de las suertes», sin más, en genérico, y pasar de puntillas. Pero no, remarcó que le deseaba suerte (solo) «COMO PERSONA». Después de 10 años al frente de un Madrid, dando varias ruedas de prensa a la semana, Laso tiene las suficientes tablas ante un micro (además de que traía preparado a conciencia lo que iba a decir) como para pensar que descuidó un detalle así. No, sencillamente Chus no tiene su bendición.
Y tras todo este circunloquio, regreso a la pregunta del titular: ¿cómo de fiel será Chus Mateo al libreto de Laso? Mi apuesta, y es solo eso, una apuesta, es que a botepronto bastante. Primero porque el propio Chus Mateo es en parte también arquitecto de este Madrid, desde un cargo inferior. Por otro lado, tampoco tendría sentido reconstruir algo que en líneas generales ya funciona. Ahora bien, ese continuismo tendrá matices, porque Laso y Chus no son clones y seguramente no estaban de acuerdo en todo. Por ejemplo, con Mateo al frente, Jeff Taylor (fetiche de Laso) jugó menos minutos. En playoffs ACB: 21 de media con Laso, 14 de media con CM.
Además, con Chus Mateo el Madrid recurrió de forma mucho más insistente a la opción de Gabi Deck al poste como referencia de generación en estático. De hecho, el fichaje de Cornelie pareciera ir en esa dirección: liberar a Tortuga de la responsabilidad de jugar regularmente como alapívot reserva, donde no tiene ventaja física y se pierde el recurso del posteo.
¿Más diferencias? Bueno, quizá sea mera coincidencia, pero Williams Goss cuajó sus dos mejores partidos de la temporada en diciembre, justo cuando Laso faltó por covid y Chus dirigió al equipo: 18 puntos y 25 de valoración en Murcia, y 17 puntos y líder en la recta final contra CSKA. Cierto que NWG dispuso de más minutos de los habituales por la baja de compañeros, pero el problema de Goss durante la temporada, lesiones al margen, más que la falta de minutos fue la falta de confianza. Y en esos partidos con Chus dio la sensación de tenerla.
Gestión de las viejas glorias
Laso demostró muchas virtudes en el Madrid, pero con el paso de los años fue también acumulando algunos dejes, igual que los desarrollamos todos en nuestros respectivos puestos de trabajo transcurrido cierto tiempo. En su caso, y visto desde fuera, la mayoría de esos vicios parecían concentrarse en el juego exterior, en el reparto de minutos y tiros, sobre todo en lo que tocaba a las viejas glorias, su guardia pretoriana. Unos dejes que condicionaron en los últimos años la integración de nuevo talento exterior, especialmente si eran fichajes de JCS…
Bien, pues si un reto tiene precisamente por delante Chus Mateo este curso, el que mostrará sus preferencias y personalidad, el que le granjeará críticos y defensores, será la gestión del disparatadamente largo juego exterior blanco. Que si ya de por sí era profundo, lo alarga aún más la improvisada renovación de Causeur, para quien ya se había fichado a Musa como sustituto. Hablamos, con matices, de ocho jugadores para dos puestos, es decir, para repartirse teóricamente 80 minutos. Eso implica que, salvo lesiones, Chus va a tener que dejar fuera de la convocatoria de partidos clave a uno o hasta dos exteriores con salario por encima del millón bruto de euros. Los equilibrios de egos y la administración de picos de forma puede ser endiabladamente compleja.
¿Mantendrá contra viento y marea el estatus en la rotación y las convocatorias que tenían con Laso las viejas glorias? ¿O se atreverá a aplicar una estricta meritocracia y eventualmente relegarles a un rol Felipe Reyes 2020/21, apostando por el talento exterior joven fichado este verano por el jefe? Ya os adelanto que no va a llover a gusto de todos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.