La margarita de Carroll

Me retiro, me quedo, me retiro, me quedo… 14 de julio y Jaycee Carroll sigue deshojando la margarita sobre su futuro. No es serio, la verdad, y la culpa no es suya, sino del club que le marca los plazos. ¿Qué clase de planificación deportiva es esta? Esperando una llamada de un rancho de Wyoming a mitad del verano para saber si se cuenta o no con un jugador de primer equipo para la plantilla del año que viene.

Por lo pronto, hace dos semanas que expiró el contrato de Jaycee con el Madrid y ahora mismo está libre como un taxi. Si se rompe una pierna en sus vacaciones en Riviera Maya o asistiendo el parto de un ternero no hay seguro que le cubra. Todo el sainete parte de que el jugador quiere estar a la vez en misa y repicando. Le pica el gusanillo de seguir pero echa de menos a su familia, que se mudó a EEUU una vez concluyó la construcción del rancho. Le entiendo, es lógico y hasta entrañable, pero no se puede tener todo en esta vida.

Bueno, o sí. Cuenta Encestando que, como solución creativa para facilitar que siga otro curso, el Madrid está dispuesto a renovar a Jaycee y permitirle que se pierda los cuatro primeros meses de competición, incorporándose al equipo en enero (¡!). Nótese la deriva del discurso: lo que hace una semana era «si Carroll cuelga las botas el club buscará un anotador en mercado» se ha convertido en «se le renueva para que se pueda despedir del público, pero estará de vacaciones medio curso, que tenemos jugadores de sobra”. Planificacion deportiva nivel Pajares y Esteso.

Ya no es tanto una cuestión deportiva, de que iríamos tardísimo para buscar un sustituto en mercado, puesto que dudo que se fichara a nadie si finalmente Jaycee se retira. Tampoco es cuestión de si la competición hasta enero es o no de fogueo, o de si hay exteriores de sobra en el roster para ir tirando, que los hay, al menos en número. La cuestión es el mensaje que mandas como club, de un geriátrico a la carta. ¿Qué pasará cuando les llegue el turno a Rudy o a Llull? ¿Cuántos años vamos a estar pagando giras de despedida, sacrificando fichas y masa salarial de primer equipo?

Retirarse a tiempo es una victoria

Jaycee tiene 38 años y ha concluido contrato, creo que es un magnífico momento para colgar las botas, dejando un buen sabor de boca, tras una dignísima temporada final: retirarse cuando aún te echarán de menos, antes de que te empiecen a echar de más, como nos pasó con Felipe. ¿Que todavía puede anotar desde el banquillo? Anda claro, y si le visitamos en el rancho dentro de 10 años seguro que seguirá colando los triples como soles en la cancha privada que se construyó, pero eso no significa que deba seguir de blanco hasta entonces.

Igual que sigue pudiendo anotar cabe recordar que sus minutos en pista son un lastre defensivo, por eso Laso los dosifica tanto, recurso para situaciones desesperadas: los triples son más vistosos que la retaguardia para el aficionado medio, pero el basket aún se juega a dos aros y ambos cuentan por igual.

Y no acepto lecciones de lealtad y cariño: no se quiere más a un jugador por hacerle la pelota, decirle contra toda evidencia que está «hecho un chaval» y desear que alargue su carrera como un chicle, que salga como un vejestorio a saludar en los minutos de la basura. O aún peor, que pase su última temporada vestido de calle, fuera de las convocatorias, como Felipe. Y existe ese riesgo: el roster tiene 16 fichas y un evidente overbooking en el puesto de escolta, lo normal sería que Jaycee fuese descarte habitual en los partidos clave. Porque le quiero, no quiero eso para una leyendaza como él.

Saber cuándo decir basta es el último servicio a la causa, anteponer al club, evitarle ese momento incómodo e impopular de tener que decirte lo evidente, que tu tiempo ha pasado, que te hagas a un lado.

Gracias y hasta siempre: Felipe Reyes en cinco apuntes

El triunfo del trabajo

Felipe Reyes distaba de ser el mayor talento de su generación, la que a la postre lo cambió todo en el basket español, la del oro en el Mundial júnior de Lisboa (1999). Raúl López, Pau Gasol, JC Navarro y Germán Gabriel eran talentos naturales mucho más evidentes. Sí, Germán Gabriel, a quien el propio el seleccionador Sáiz de Aja veía como la estrella del grupo. Pero el talento es solo una parte del éxito, y en todo lo demás el dechado resultó Felipe. En fe, coraje, voluntad y trabajo. Fue así como convirtió una debilidad en fortaleza (tiro libre), como incorporó la zurda a su repertorio al poste y un interesante tiro de media distancia. Pasó de ser un reboteador aguerrido pero muy limitado, cuando aterrizó en Madrid, a dominar las pinturas ACB durante casi dos décadas, que será por lo que le recordemos.

Retirada a destiempo

A Felipe le han sobrado las dos últimas temporadas, una coda innecesaria a su gran carrera, y no creo que admitirlo (ni siquiera hoy) esté reñido con reconocer su enorme contribución a la causa. Ha estirado el chicle innecesariamente cuando ya no estaba para jugar y el club, por respeto, le concedió la indulgencia contra todo criterio deportivo. Ha sido un poco triste verle este año, el último, vestido de calle partido tras partido, pese a la plaga de lesiones en el equipo: Laso ha sido capaz de inventarse a Rudy de cuatro, a Thompkins de center y hacer debutar a Vukcevic antes que dar tiempo en pista al capitán. Lo recalco en este día porque tenemos la retirada de otras leyendas del basket blanco a la vuelta de la esquina y sería deseable que tanto el club como los jugadores tomen nota para evitar un deslucido capítulo final como el de Reyes. Porque una retirada a tiempo es una victoria, la última contribución a la causa.

MVP con 35 años

A Felipe le contemplan chorrocientos títulos colectivos con el Madrid y con España, reconocimientos individuales e hitos estadísticos, sobre todo en rebotes. Pero si tengo que quedarme con un logro en su carrera, con el más singular y valioso, el que le define, es ese MVP de la liga regular ACB en 2015, con 35 años. A esa edad algunos están ya retirados y otros, la mayoría, en el ocaso de su carrera. Como mucho te regalan un destello aislado en una final, para la que llevan todo el curso reservándose. Lo que no te dan es un jartá de puntos y rebotes cada fin de semana en una fase regular a 34 partidos. Pero es que Felipe se cuidó mucho y supo adaptarse a lo largo de su carrera. En 2015, en concreto, moduló el repertorio y el físico a la nueva realidad: ganó músculo y volumen para jugar de cinco y fajarse con gente más grande en la zona, una vez que había perdido buena parte de su movilidad.

Leyenda Supermanager

Me vais a disculpar, pero un freak de la Supermanager como yo no podía pasar sin despedir a una de las grandes leyendas del juego. Por su facilidad y consistencia para valorar durante muchos años, incluso cuando jugaba mal o estaba ya muy mayor, tengo a Felipe por uno de los mejores que ha conocido el juego, a la altura de otros mitos como Curtis Borchard o Shermadini. Lo comentaba esta semana con la cuadrilla con la que tengo una liga privada desde hace años: Felipe reunía todos los atributos para valorar fácil, reboteaba, sacaba faltas, jugaba cerca del aro y metía los libres. Un auténtico ventilador de estadística, con esa «jugada de cinco» como plato de la casa, un clásico: rebote ofensivo, falta recibida, canasta (2x) y tiro libre.

Dignidad de Vistalegre

Los títulos colectivos a Felipe le llegaron principalmente en Goya, con Laso, pero a esos contribuyó en general desde un papel secundario. Sus mejores años desde un punto de vista individual, el cenit de su carrera, fue en Vistalegre. Seguramente aquella etapa no nos trae ahora los mejores recuerdos, pero Felipe hizo de dique de contención, de garante de la dignidad de la sección en horas bajas, la diferencia entre llegar a una final, aunque se perdiese, y ver los playoffs por la tele. Porque de eso veníamos, de ver los playoffs ACB por la tele y ser el segundo equipo de la ciudad, no hacía tanto, en los últimos años en el Raimundo Saporta. Y este que escribe, que ya empieza a peinar canas, se acuerda de verlo en directo.

Y, creedme, viniendo del lodazal de mierda del que veníamos, aquel título de ULEB en 2007 (la actual Eurocup), me pareció el olimpo mismo del baloncesto. Recuerdo ver desde el gallinero de Vistalegre, con mi hermano y Turpin, la vuelta de la semifinal contra el Unics de los gemelos Lavrinovic. El Madrid tenía que remontar y Felipe se cascó aquel día 23 puntazos y 16 rebotes, para 35 de valoración. Una de las mejores actuaciones que he visto en directo en mi vida. Parad un momento, id a la ficha del partido y comprobad la chusta de roster que teníamos entonces. Comparadla con las plantillas del último lustro y pensad que Felipe lideró a aquella banda al título de algo. Respect eterno, capitán.

A la Copa con muchas dudas

Al Real Madrid se le salió la cadena con la lesión de Llull y no parece haber vuelto todavía a su sitio, a solo tres días de la Copa del Rey, cogido con alfileres y las dudas de Garuba y Taylor.

En diciembre el regreso del balear al puesto de base, y encima a un nivel notable (sus mejores partidos desde la rotura de ligamentos), maquilló el socavón de la marcha de Campazzo, la clave de bóveda para sostener el precario andamiaje de esta plantilla desequilibrada y envejecida. Pero dieron las doce y la carroza se volvió a transformar en calabaza. Lesionado el balear, quedaron a la luz las costuras. Y su vuelta al equipo hace diez días, superados los enésimos problemas musculares, es por ahora testimonial, muy lejos del pico de forma física y confianza que alcanzó en diciembre, el que necesita el equipo para competir en la elite con garantías.

En esta versión de Llull el Madrid sencillamente hace aguas, como nos recordó el viernes Baskonia con todo dramatismo (+20 en Goya). Un baño a lomos precisamente de sus bases, Vildoza y Henry, que cualquiera de los dos sería titular hoy en el Madrid. Las recientes victorias en ACB contra Estudiantes, Granca y Murcia, equipos de otra liga, la de zona media o baja, fueron meros trámites de los que se podemos extraer pocas conclusiones. Me niego a analizar al detalle cada partido de Alocén, a cantar victoria por cada buen primer cuarto y a enterrarle en el tercero.

No soy futurólogo ni pretendo serlo, no tengo ni idea de si llegará o no a la élite algún día. Comento la actualidad en pijama desde casa, como todos en este año de mierda, y a día de hoy lo único que me parece evidente es que el chaval todavía no está ahí. Lo normal, por otra parte, para un jugador de su edad, llegado hace solo unos meses en rol de tercer base baratito. Está al nivel lógico, creciendo despacito, y el camino es largo. El precedente Doncic ha impregnado a la parroquia blanca de realismo mágico, como si todos fueran a echar la puerta abajo en vez de cocerse a fuego lento.

Piernas cansadas

El equipo está fundido físicamente, sobre todo Tavares y Thompkins, más solos que la una en la pintura. Tyus, por ejemplo, que llegó para darle resuello a Edy, parece ser que tras un mes y 11 partidos en el equipo todavía está solo para 5 minutos contra Estudiantes y 8 contra Murcia. Y eso que llegaba en forma, compitiendo en el Galatasaray. ¿Y qué decir de Felipe, convocado para 0 minutos? Quizá algún día alguien nos explique el por qué de esa renovación, yo todavía no me la explico. El más incomprensible de los gastos en este año de contracción económica, un cierre feo e innecesario a una gran carrera.

Entre el uno y el otro es como tener un primo en Graná y el resultado es que Laso no puede (o no se fía lo suficiente como para) rotar en los trámite ACB. Y esa acumulación se nota en Euroliga, cuando cuenta: Edy estuvo desconocido contra Baskonia, fallando bajo el aro en ataque y más lento que de costumbre en el desplazamiento defensivo, ese que marca la frontera entre llegar al tapón o conceder una canasta bajo el aro. Se llama cansancio.

El Madrid, al menos, recibe refuerzos para la Copa. Lapro estará en la cita, ya concluido el confinamiento por covid. Que le hayamos echado de menos habla de lo jodidos que debemos estar. También Jaycee llega a la Copa, una vez superado su feo esguince, de hecho subió ayer 17 puntos. Otro al que hemos echado de menos, el último recurso cuando el resto de luces se apaga, que últimamente pasa a menudo…

¿Y si Carroll continuase otro año más?

Tenemos que hablar de Jaycee, parroquia. Ha llegado el momento de replantearse la hoja de ruta, esa que marcaba esta como su última temporada en activo, con la idea de que se retirarse en junio a la limón con Felipe Reyes, cual cuento de Disney. Sucede que el cuento no obedece a la realidad deportiva, porque lo único que tienen en común ahora mismo es la edad, ser los dos jugadores más veteranos del vestuario. Las similitudes terminan ahí.

La renovación de Felipe en verano apestaba a indulgencia diplomática, a contratito de agradecimiento, y el devenir de la temporada está sirviendo para confirmarlo. Y conste que no es plato de gusto ni verlo ni contarlo. Su ostracismo estas semanas ha sido el baño de realidad definitivo, inédito pese a la plaga de bajas en la pintura blanca, que hasta Rudy Fernández ha tenido que jugar de ala-pívot. Laso ya no cuenta con el capitán porque sencillamente ya no está para jugar, no lo está desde hace tiempo, y el desembarco de Alex Tyus es la puntilla. Una pena este deslucido e innecesario epílogo a su carrera. Sería bueno que la sección tomase nota, para evitar que se repita la historia, de cara a la ya cercana retirada de otras leyendas: pienso en Carroll, Rudy o a más largo plazo Llull. Cabría recordar que los clubes cuentan con resortes para agradecer los servicios a sus veteranos y brindarles despedidas a la altura sin condicionar la configuración de la plantilla. Retirada de camisetas, partidos homenaje, etc.

Pero volvamos a Jaycee… Os confieso que yo mismo era el primero convencido de que se retiraría el pasado verano, una vez terminada la construcción del rancho en Wyoming y con Baylee ya instalada con la prole. Según contó Prepelic, la parte perjudicada, Carroll cambió de opinión hasta tres veces sobre el asunto durante el pasado curso. Pero la decisión final fue seguir, en lo que debió influir que su hija mayor, Bella, se instalase una temporada con él en Madrid. Y suerte que lo hiciese…

También supuse que esta temporada, ya sí, se le empezaría a notar el bajón, que cumple 38 palos en abril. Pero ni por esas, oiga, ni por esas. «Se conserva en formol», «el que tuvo retuvo», «es incombustible», etc. Son tópicos que habéis escuchado docenas de veces para ensalzar a leyendas en la recta final de sus carreras, exageraciones desde el cariño. El asunto es que con Carroll son piropos rigurosamente merecidos.

Laso tiene que dosificar sus minutos, sí, y tiene carencias defensivas, vaya novedad, pero es que sigue siendo la máquina de anotar de siempre, y eso son palabras mayores. El go-to-guy indiscutible cuando está en pista, sobre todo cuando la carretera se empina y el equipo va por debajo en el marcador, como evidenció el partido ante Milán de forma un poco dramática. Y es la referencia ofensiva por el sencillo motivo de que, pese a la extensa y lustrosa plantilla del Madrid, pese a su edad, sigue siendo la mejor opción en ataque, con ese jodido tubo al aro. Tiene el mejor ratio de punto por posesión de toda la liga ACB, promedia 11 tantos en 15 minutos y acredita un disparatado 70% en tiros de dos entre ambas competiciones (¡el mismo % que Tavares!), eso lanzando bastante (52/75).

El factor económico

Con esos números, ponerle sobre la mesa una oferta de renovación no sería una cuestión diplomática sino pragmática, intentar retener a un activo valioso de la plantilla. Porque, para más inri, recordemos, su precio es asequible: tras sucesivas renovaciones a la baja a lo largo de los años Jaycee se mueve en el barrio de los 800k euros brutos / temporada, una ganga a estos niveles. Ya os digo que el Madrid no va a encontrar un sustituto digo en Europa por menos del doble de esa cifra (si le sumamos transfer), y se viene un verano en que la prioridad de gasto debería ser el puesto de base.

Ahora bien, que el club le proponga renovar no significa automáticamente que Jaycee acepte, al contrario, no está nada claro que posponga otro año el rancho, que la paciencia de Baylee tiene sus límites. Eso sí, sería bueno conocer con antelación la decisión, si se cuenta o no con él para el próximo curso, para en caso negativo poder moverse con tiempo en el mercado. Y ya os digo que Marius Grigonis (Zalgiris) me parecería la opción más atractiva entre los exteriores Euroliga fichables. Tiene un perfil distinto a Carroll, menos francotirador pero con más recursos desde bote. Su experiencia ACB, que hable español y sea comunitario representa un plus.

Si se busca un perfil táctico más similar a Carroll, Francis Alonso (Unicaja) puede ser una opción. No está todavía en la élite pero progresa adecuadamente y tiene margen de mejora, además son 24 años y cupo nacional. Una opción de futuro. Ahora bien, ninguno de los dos termina contrato, así que habría que revisar letra pequeña y pasar por caja. De entre los que sí terminan contrato destaca Jordan Loyd (Estrella Roja), cuya principal pega sería el pasaporte extracomunitario. Son nombres interesantes, pero insisto en que la mejor opción sería la renovación de Jaycce y posponer así el problema de su sustitución para cuando haya más certidumbre económica y se hayan arreglado otras goteras más urgentes en la plantilla.

¿Puede Garuba ser el pívot reserva del Madrid?

La salida de Mickey y el fichaje frustrado de Zizic han dejado un agujero en la plantilla del Madrid en el puesto de pívot reserva, y no parece que se vaya a tapar por ahora, dada la precariedad económica del club. Toca buscar soluciones de circunstancias dentro de la propia plantilla y la más evidente parece Garuba, dado que a sus 40 años Felipe no está para muchos trotes.

La temporada pasada, recordemos, la primera de Usman con ficha senior, demostró con creces nivel para el primer equipo, muy útil en algunos tramos de la temporada, incluida Euroliga, con esa energía contagiosa que cambia partidos. «La pantera de Azuqueca», le apodamos con todo el cariño. Su protagonismo varió en función de lesiones y descartes por cupos, pero la evolución fue positiva, a la altura de las expectativas.

También quedó claro que Laso confía en él, que suena a tópico pero no es asunto menor en la sección, dados los precedentes con interiores. El técnico vitoriano tiene sus manías, recordemos cómo puso una cruz a Augusto Lima, con un perfil teóricamente similar, y más recientemente a dos jugadores importantes como Hunter y Mickey, en ese caso por su indolencia atrás. Tampoco Willy Hernangomez era santo de su devoción. Garuba (18 años) tiene aún sus carencias, pero entiende el juego como un veterano y defiende, y mucho, el peaje impepinable de los minutos en la rotación Laso.

La duda de si puede jugar de pívot no es por su nivel sino desde un punto de vista táctico, por perfil. Su posición natural desde categorías inferiores ha sido la de ala-pívot, también lo fue el curso pasado en el primer equipo. Pero los minutos en el Madrid están caros como cuatro, con Randolph y Thompkins por delante y el valioso comodín de Gabi Deck. Quizá el puesto mejor cubierto de la plantilla y que, además, en el sistema Laso requiere de puntos y una fiabilidad exterior de la que Garuba por ahora carece.

203 cms y 104 kgs

Como pívot tiene una autopista y de paso taparía las miserias de la planificación deportiva, pero ¿puede realmente jugar de pívot con 203cms? Kyle Hines lleva una década sacándose la chorra en ese puesto con 1.98cms, pero es peligroso tomar la excepción como referencia. En principio Garuba va un poco corto de talla para aguantar el envite al poste de los vitorinos de la Euroliga, los Milutinov, Vesely, Pleiss o Dubljevic, por decir algunos. La temporada pasada ya sufrió en la defensa 1×1 al poste cuando ocasionalmente le tocó jugar de center y se emparejó a este tipo de pívots.

Felipe Reyes - ¡¡¡Felicidades por tu debut con Real Madrid ...

Esa desventaja de centímetros se puede llegar a compensar con músculo, inteligencia y velocidad, ahora bien, las transiciones de puesto ni tienen garantías ni suceden de la noche a la mañana. Requeriría un proceso de aprendizaje, y aquí es donde podría ser útil Felipe, como padrino. Pocos como él han dominado en Europa el arte de fajarse y sacar petróleo en inferioridad física. En el fondo el perfil de Garuba en el sistema Laso (obviando el hándicap de la altura) es mucho más de pívot que de cuatro: pocos puntos pero gran defensor en ayudas, rebotedor solvente, pone buenos bloqueos y sabe jugar las continuaciones.

Ante Zizic: claves del fichaje que no fue

Llegó a estar apalabrado pero finalmente se escapa el fichaje de Zizic, que pone rumbo a Maccabi, dejando en la parroquia la sensación de oportunidad perdida. 23 años, agente libre y techo alto, no todos los veranos se presentan oportunidades de mercado así, un lugarteniente digno para Tavares y a precio justo. 1.6M€ brutos era el sueldo apalabrado, por comparar, aproximadamente lo mismo que cobró Mickey el año pasado.

Tantas ganas tenía Zizic de vestir de blanco que ha esperado un mes y medio al Madrid, del que sólo recibió largas después del preacuerdo inicial. Varias veces envió su agente la documentación al club para que la devolviese firmada y formalizar el contrato, pero obtuvo el silencio por respuesta. He escuchado versiones de todo tipo, que si había dudas de su físico por una fascitis plantar, que si pedía una cláusula muy bajita de salida a la NBA… Al final, el factor determinante es el conocido: que Florentino ha cerrado el grifo, y ni para un fichaje estratégico de medio-largo plazo ha hecho excepción.

La lógica del flujo de caja

La ecuación es sencilla, de primero de contabilidad: la reducción de ingresos por el covid obliga a contener los gastos en todas las secciones, dando prioridad total a la obra del Bernabéu, que está acortando tiempos gracias al cierre por la pandemia. Florentino no deja de ser empresario y constructor, y como tal piensa y prioriza.

En su cabeza tiene lógica asociar el fichaje de un pívot reserva a la venta del base titular, pero deportivamente es una astracanada, y de paso señalar a Facu por algo de lo que no es responsable. El flujo de caja no coge rebotes y la plantilla de basket queda ahora completamente desequilibrada para lo que se vaya a jugar este curso. 16 fichas de primer equipo, once para los tres puestos exteriores y solo cinco para los dos interiores, incluido Felipe camino de 41 años como único reserva de Tavares. Por cierto, que vista en perspectiva, apenas un mes después de su anuncio, la renovación diplomática del capitán tiene todavía menos sentido. En tiempos de ajustarse el cinturón como los presentes es cuando mas toca recortar los gastos superfluos. Pero este se cerró antes de que Florentino hiciese click tras leer algún informe de perspectivas económicas.

Las alternativas ahora son que Garuba y Thompkins jueguen minutos de pívot, pescar algún jornalero random realmente baratito (Ndour en el recuerdo) o, idealmente, que ninguna franquicia NBA ofrezca en diciembre un contrato a Willy Hernangomez y quede libre como un taxi, obligado a regresar a Europa. Pero que nadie se emocione demasiado con esto último, no deja de ser un supuesto hipotético a cuatro meses vista, y la competición oficial empieza (teóricamente) en tres semanas.