¿Contra quién nos jugamos las castañas?

Tras la intrascendente derrota en Valencia, llega la hora de la verdad para el Real Madrid de Laso. Meses de conjeturas y debate cristalizan en un puñado de partidos. Dos objetivos en la temporada blanca (clasificación para la F4 y título ACB) que dependen de sendas series a 5 partidos, la final nacional contra el Barca en un par de meses… y los cuartos de final de Euroliga que comienzan este miércoles contra el Maccabi.

Aunque algunos madridistas piensan que jugamos solos y los rivales son poco más que atrezzo, resulta que nos medimos al Maccabi, una de las organizaciones de baloncesto más importantes de Europa, lo mismo hasta merece una entrada del blog, vamos, digo yo. Dejémos de mirarnos el ombligo por 2 días y conozcamos algo mas de con quien nos jugamos las castañas. Para empezar el Maccabi presente es el equipo de David Blatt, uno de los mejores entrenadores del continente, para mí el mejor tras Zeljko y Ettore. En comparación con un novato en estas lides como Laso, la presencia de Blatt implica respeto arbitral y experiencia en élite.

«El Madrid tiene más talento y recursos ofensivos, pero la serie llega en un gran momento para Maccabi, tras un pequeño milagro, no olvidar que tenía pie y medio fuera tras un comienzo 2-5 en el top-16. El mismo equipo que a alturas de enero no era digno de la élite europea, hoy está acoplado y compite con corazón. Este Maccabi puede eliminar a equipos de más talento». No lo digo yo, me lo cuenta Elaad Zeevi, compañero de Deportes de la agencia israelí de noticias Haaretz.

Maccabi va a jugar con una rotación muy corta, tanto como 6-7 jugadores, de los que 5 son americanos (sin comentarios). Por medias de minutos, tiros de campo y valoración habría tres jugadores franquicia. Dos son casi idénticos, afroamericanos bajitos, calvos y con perilla, Ricky Hickman y Devin Smith, escolta y falso-alero, respectivamente, aunque ambos se dedican a exactamente lo mismo: anotar. Son habilidosos y tienen buena mano, racheados, que diría Andrés. Entre los dos se cascan 20 tiros de campo por partido. Me preocupan un poco los minutos que Carroll defienda a Hickman, que penetra y saca faltas con cierta facilidad (líder en esa categoría estadística en el top-16). Importante la labor defensiva de Llull, una pena no disponer de Pocius.

El tercer jugador franquicia es conocido por los habituales del blog pues está en las quinielas del Madrid para sustituir a Hettesheimer, me refiero a James Shawn. Pívot atlético, ligero, gran taponador, limitado de recursos en 1×1 pero con buena mano y movilidad, juega fácil por encima del aro. Es decir, un Fischer D’Or 2.0. Ejerce como 5 nato en Maccabi, para lo que le falta quizá algún kilo/cm (2.09m). Si Begic mantiene lo demostrado en las últimas semanas, puede hacerle daño al poste. Claro que, a cambio, sufrirá para salir a puntear los tiros de Shawn. El americano se juega mucho en esta serie, un gran escaparate. Termina contrato en verano y todo apunta a que no seguirá en Israel, donde este año cobra sólo $400k y Maccabi tiene política de no pagar sobresueldos a extranjeros. Ni pugnó por retener a Langford, Hendrix, Anderson, Fischer, Pargo o Sofo.

Dos viejos conocidos de la ACB como David Logan y Caner-Medley forman también parte de la rotación de David Blatt. El primero, trotamundos de la Euroliga (Prokom, Baskonia, PAO y Maccabi en cuatri años), primer y casi único reserva exterior, no le faltan minutos aunque su rol se limita a quedarse en la esquina y tirarse lo que le caiga. Aunque sabemos que es capaz de crear en 1×1, el balón en Maccabi no pasa por sus manos, sirvan como dato únicamente 5 tiros libres en 335 minutos del top-16. Caner-Medley ha estado perdidísimo casi toda la temporada hasta hace un par de meses (coincidiendo con el repunte del equipo), cuando le ha comido la tostada al mismísimo Eliyahu como ala-pívot titular, por intensidad y cojones. El base titular sería el israelí Yogev Ohayon, limpio y aseado él, tirador correcto y buen pasador. De bastantes menos minutos que los anteriores disponen dos veteranos del club, los anotadores Guy Pnini y Eliyahu, y la joven promesa, el pívot croata Darko Planinic.

Un factor tabú de la eliminatoria es el económico. Maccabi es de largo el club que más afluencia de público garantiza en Londres, importante en un año en que la mayor preocupación de Euroliga es el ticketing de la F4, que por ahora va de pena (normal con esos precios). Por decirlo finamente, a la organización no le importaría que Maccabi pasase la eliminatoria. En principio somos bienpensantes y no dudamos del árbitraje, aunque no tampoco esperamos precisamente connivencia, especialmente en la ‘Mano de Elías’. Resumiendo: será una eliminatoria larga, a estas alturas no hay rival fácil, pero si ganamos el primer partido pondremos un pie en Londres. Al toro pues.