Y con la consecución de la intercontinental completa el Real Madrid de Laso el répoker de títulos de un año para enmarcar. Puso picante a la serie la intrascendente derrota in extremis del primer partido, con un desorbitado acierto exterior local, así como la connivencia arbitral. Uno de los colegiados es todo un hooligan del Barca en redes sociales, la FIBA ha abierto una investigación… El Bauru, además, se destapó pese a su escaso apellido como un rival de nivel de playoffs ACB o 1ª fase Euroliga, con una defensa aguerrida y una rotación corta pero muy apañadita. Me apunto a Leo Meindl y Ricardo Fischer, 22 y 24 años, respectivamente.
Sin embargo prevaleció la lógica y se impuso el Madrid pese a las bajas sensibles de Rudy y Taylor, y al apagón de Chacho y Felipe, desactivados por el arbitraje. Cuatro pilares tuvo la victoria blanca, Llull, Carroll, Thompkins y Ayón. El primero, MVP con 38 puntos y 12 asistencias, se ha erigido desde el final de la pasada campaña en jugador franquicia del equipo. Sí, todo es muy coral, cualquiera puede dar un paso al frente como demostró la F4, Rudy y Chacho son también estrellas y los ‘rústicos’ son bonos del estado suizo. Que sí, pero nuestro go-to-guy es ahora Llull. Su status y su confianza han subido otro peldaño. No me importa su rendimiento los veranos con la selección, vistiendo de blanco es cada año mejor jugador, ha pulido sus dos principales defectos, la selección de tiro y la lectura de juego en estático, hasta convertirse en una indiscutible estrella continental.
Carroll, que bien podía haber sido también MVP, está sencillamente al mismo nivelazo al que terminó la pasada campaña, solo que con las bajas de Rudy y Taylor dispone de aún más tiros por partido y su anotación se dispara (40 entre ambos partidos). Digna de elogio su profesionalidad, siendo cada verano el que más en forma llega a la pretemporada. Ayón ofreció una exhibición rústica, con 15 rebotes y 0 pérdidas en 31 minutos. Sin destacar, contribuyó también a la victoria la intendencia de Maciulis, que retoma su rol deslucido tras un verano de guitarrazos con Lituania, y Doncic, que cumplió en los 16 minutos de que dispuso por la expulsión de Chacho.
Y dejo para el final la novedad, Thompkins, que ha enseñado en su debut oficial el enorme talento ofensivo que atesora y por el que se le fichó. Quizá no fuese tan desencaminado cuando que vaticiné en junio que bien podía ser el mejor americano interior en el Madrid desde Arlauckas. Por estética y ortodoxia suple a Rivers como mi jugador fetiche. 12/15 de campo entre ambos partidos, con canastas de todos los colores, siempre tiros bien seleccionados: al poste, de media distancia, echando el balón al suelo o desde la cruz que tiene puesta en los triples desde la esquina. Sus 17 puntos tras el descanso del segundo partido declinaron la balanza. Correcto en defensa, debe poner mejores bloqueos al base para habilitar situaciones de picknroll e implicarse más en el rebote, sabemos que puede dar más en ese segmento por sus números en Nizhny (8,1 de media en Euroliga). En todo caso, tampoco nos vengamos arriba, si con 2.08m, 25 años y ese repertorio ofensivo, además defendiese y rebotease como Ayón, no estaría en el Madrid sino en la NBA cobrando 8-10mill$ anuales. Con una versión parecida a esta de Brasil, Thompkins supone ya una mejora sensible respecto al Bourousis del curso pasado. El griego, por cierto, que ha fichado por CajaLá.
