«Un ejemplo de superación ante las dificultades, de espíritu de equipo, compañerismo, sencillez y compromiso«. Solo hace dos años y medio, bajo estas premisas, la selección española de baloncesto fue galardonada con el Príncipe de Asturias de los Deportes. Mucho ha cambiado desde entonces. Las palabras de Marc Gasol tras la derrota ante Turquía en el Eurobasket suponen el certificado de defunción de aquel espíritu y sencillez. «Tras todo el partido luchando, y estando Pau en pista, se la juega el chico que ha llegado el último (Llull)… Y al final pasa esto». La evidencia verbal de una realidad que intuíamos. Las costuras al descubierto.
Al margen de la discusión sobre el acierto táctico de Scariolo en la jugada final (a mí me gustó, el mundo es de los valientes), las palabras de Marc son un dardo al seleccionador. Un signo de falta de unidad del vestuario. Quizá el menor de los Gasol estaba picado por haber visto desde el banquillo los últimos 13 minutos de partido. Una medida justificada dada su pobre actuación (la de todo el campeonato) y el estado de forma de Felipe. Pero intolerable, claro, para un ego NBA.
«El chico que ha llegado el último»

¿Tomará Scariolo medidas contra Marc o se hará el sordo? «Quien esté conmigo, que de un paso al frente».
Joder que razón tienes. La humildad se acabo y ahora todos somos estrellitas y muy buenos. El hermanísimo ahora se cree imprescindible y más que otros y así no se va a ningun sitio.