ACB – La segunda primavera de Raúl López

Si una tarde de verano de 1998 vieron la final del Mundial Junior (Portugal) y apagaron la televisión hasta el pasado domingo, no se extrañarían de asistir a semejante clínic de baloncesto como el que Raúl López impartió ante Akasvayu en Vistalegre. Pero en los años que mediaron desde aquel oro de Lisboa, las lesiones no respetaron al jugador de Vic, su rodilla se rompió una y otra vez, lastrando su progresión. Desde entonces, nombres de otros grandes directores han emergido en nuestro baloncesto eclipsando su figura (Calderón, Sergio Rodríguez, Ricky Rubio), dejando atrás los días en que a Raül se le comparaba con el mismísimo Corbalán.

Se formó en Badalona y en julio de 2000 el Real Madrid desembolsó por su traspaso 300 millones de las antiguas pesetas. El único galáctico de la era Florentino en la sección de baloncesto. Una lesión (la primera importante), el co-protagonismo con Djordjevic, la rigidez de los sistemas de Scariolo y la pronta marcha a la NBA dejaron ‘a medias’ a los aficionados blancos. En Utah tuvo al mejor maestro de baloncesto posible, John Stockton, pero fueron los cursos en que el infortunio más se cebó con sus rodillas. Su fragilidad no tenía cabida en la NBA, así retornó a España en 2005. Raül ya no estaba de moda.
.
Vuelta a Europa
Una temporada de ni fú ni fá en el nuevo rico Akasvayu Girona (su nombre ni sonó para el Mundial de Japón’06) y vuelta a la capital, donde había dejado una ‘deuda’ pendiente con el club y su afición. Fue el abanderado en pista del proyecto Plaza en sus incios: transiciones cortas y circulación solidaria. Sus primeros partidos evocaron la magia olvidada, haciendo fluir la maquinaria blanca en cotas de excelencia no conocidas en años. Pero la campaña se le hizo larga, perdió la frescura física y mental, y su magnífica puesta de largo se diluyó en la vorágine de la temporada. Pocos cuestionaron su ausencia en la lista de Pepu para el Europeo, a pesar del pobre año de Sergio Rodríguez.

El comienzo de la presente campaña apuntaba las mismas coordenadas: co-protagonismo con Tunçeri alternando claroscuros. Sin embargo, algo ha cambiado en el último mes para Raül López. Dirige con la clarividencia que se le supone, rompe en penetraciones y encesta desde el exterior. Además, se ha destapado en una nueva faceta: como jugador de finales de partido, el que pide la bola que quema. La pelota está ahora en el tejado de Pepu. Calderón es base titular sin discusión. Sergio Rodríguez dificilmente irá si no juega en su equipo. Ricky aportaría defensa y dirección, aunque le faltaría experiencia y algo de tiro exterior. Cabezas es intensidad y experiencia. Raúl, la creatividad. Puede que sólo sea un buen momento de forma, que como viene se vá, pero reconforta comprobar que el talento puede volver a florecer. Es primavera.

Comentar

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s