Una cuestión de oficio: Olympiakos tumba al Madrid en Goya

Dos derrotas consecutivas en Euroliga suelen traer en Madrid la alerta naranja y exigencia de fichajes/despidos. Hoy vengo a echar un hielito, a sujetar los impulsos catastrofistas y a recordar que el contexto importa: han sido pinchazos por la mínima (FCB y OLY) contra rivales de máximo nivel, semifinalistas ambos de la pasada edición. Estos partidos son una moneda al aire y esta vez salió cruz, igual que la final de Supercopa fue cara. Si nos creemos que la temporada va a ser un camino de rosas, incluso contra rivales directos, vamos apañados. Y no hay fichaje posible que te evite sofocos, con el que te den la Euroliga en octubre. El título se decidirá en mayo, en partidos apretados y a cara de perro contra equipos como estos dos, y tanto la plantilla como el cuerpo técnico tienen que aprender de los detalles y optimizar la gestión de finales ajustados.

Hago hincapié en la recta final porque a los puntos fue mejor el Madrid, que mandó en el marcador buena parte del encuentro, por rentas exiguas, todo sea dicho. El juego esta vez sí fue fluido, se fabricaron tiros liberados, nada que ver con el desastre del Palau: 87 puntos anotados y 26 asistencias por 11 pérdidas. El puesto más cuestionado, el de base, resultó el más productivo del equipo: Chacho jugó un señor primer tiempo, acabó con 8 asistencias, y Llull fue de lejos el mejor del último cuarto con 14 puntos (¡!). Y aún así, paradójicamente, es el partido de la temporada en el que más eché de menos un base de corte defensivo como Hanga o Goss, aún en la enfermería, que hubiese permitido una alineación más equilibrada en esa recta final, con Llull de dos.

Me explico. Ni el menorquín ni Chacho están para defender a Sloukas, su par teórico, así que Chus tuvo que recalibrar en el último cuarto los emparejamientos y poner a Causeur con el base griego. Fabien, defensor suficiente pero lejos de ser un especialista, se fue a 23 minutazos en un día aciago: 1/8 tiros y -3 de valoración. Telita por cierto su comienzo de temporada: 14/50 tiros de campo en los nueve partidos oficiales, un 28%, que se dice pronto. Por menos se crucifica a Llull… Ese ajuste defensivo limitó el tiempo en pista de Musa, el más clarividente (17pts en 15mins), y no consiguió el objetivo de contener a Sloukas, decisivo en la recta final y autor de la canasta ganadora.

La mili de Chus Mateo

Al margen de estos detalles, al equipo en general le faltó oficio, lógico hasta cierto punto con los cambios de este verano y bajas como la de Rudy, y cantó especialmente al tener enfrente un animal competitivo como Olympiakos. Hezonja, por ejemplo, no solo estuvo desacertado, que falló varios triples liberado. Eso no me preocupa, otros días han entrado y entrarán, pero tuvo la cabeza fuera del partido, ofuscado con el criterio arbitral. Algo parecido les pasó a Tavares y Poirier, que patinaron sobremanera en el último cuarto, con cantidad de errores en la lectura de juego y la toma de decisiones. Tiros mal seleccionados, faltas innecesarias… Un lastre importante al ser el puesto llamado a dominar.

Y también pinchó un poco Chus Mateo, de nuevo, que con este calendario inicial tan exigente está haciendo una mili apresurada. Conocemos sus espectaculares credenciales como segundo, pero la gestión de los últimos cuartos como entrenador jefe requiere, más que de estrategia, de carácter y capacidad de improvisación, y ahí tiene todavía que doctorarse. Su pizarra en ataques finales por ahora es entre plana y discreta: no es que los dos segundos que quedaban ayer diesen para mucho, pero sí quizá para algo mejor que Tavares recibiendo de espaldas a 5 metros del aro.

También eché en falta su voz en la banda para presionar al trío arbitral ante el reguero de tiros libres griego en el último cuarto (12). Te lo tienes que creer. Eres el entrenador del Madrid y juegas en casa, si no te está gustando el arbitraje debes que hacerte oir. Porque lamentablemente en la Euroliga todavía prevalece la lógica de que «quien no llora no mama», por eso vemos a casi todos los entrenadores presionar a los árbitros y gritarles, jugando conscientemente al límite de la técnica. Los Itudis, Jasikevicius, Messina o Ataman regalan pocas sonrisas al trío naranja…

En fin, que hay cosas que ajustar, pero sin drama.

El Madrid 21/22, en su más pura esencia

Con sus pronunciados picos de sierra, no apto seguramente para todos los paladares (ni corazones), ayer asistimos a la esencia de este Real Madrid 21/22. A una primera parte de absoluta espesura ofensiva, que hasta sonaban tambores de crisis tras el pinchazo contra Andorra, le siguió una segunda de altísimo nivel físico y defensivo, apabullando una vez más en rebote (+17). Un equipo de 6 en ataque pero 9 en defensa, y esa nota media de 7.5 alcanza este año para liderar la Euroliga en solitario. Manque, al parecer, le pese a algunos.

Fue una de esas noches que merece la pena vivir en Goya, no todos los días se remontan 14 puntos a un equipo de burguesía continental. Además se armó ambientillo, que nada enciende a las masas como un arbitraje esquivo al equipo local. Y el de ayer lo fue, vaya que si lo fue. Sabéis que no acostumbro a referirme a los árbitros, darles protagonismo ni usarlos de excusa, y si esta vez lo hago es precisamente porque se ganó. Pero dio por momentos la sensación de que al trío se le iba el partido de las manos, con situaciones ridículas e injustas, como Poirier expulsado por pedir antideportiva en una falta en la que le arrancaron un diente. No es por equivocarse, sino por enrocarse en el error sobre-castigando cualquier protesta.

Tavares y Heurtel

Y suerte que Tavares, sorprendentemente, se mantuvo esta vez al margen de la bulla arbitral. Suerte porque resultó capital en la remontada, dominando insultantemente ambos aros en la segunda parte, sobre todo el propio. Y tenía enfrente a Moustapha Fall, que no es moco de pavo.

Aunque el verdadero protagonista de la remontada fue Thomás Heurtel, un faro en la tormenta cuando la cosa peor pintaba. Su capacidad de anotar en estático resulta un tesoro en este Madrid limitadillo de recursos ofensivos en el backcourt. Es irregular y no defiende un pimiento, a Laso le pone de los nervios a menudo, a mí también, pero con una plantilla de 16 y la escasez de talento que hay en Europa en el puesto de base, bien merece la pena disponer de un joker así en la baraja. Por cierto, y con todos los respetos, la comparación con Laprovittola es un insulto a la inteligencia, salvo que solo te asomes al basket en día de Clásico. Y si lo digo es porque a algún incauto se lo leí, y no precisamente de la parroquia ajena. Ya me diréis cuántas veces habéis visto al argentino en Euroliga, en partido de primer nivel y cuesta arriba el marcador, echarse el equipo a la espalda como Heurtel ayer.

Se notó la baja de Tortuga Deck, el mejor contra Andorra, ausente por problemas físicos, según explicó Laso. Quedan dos semanas para la Copa y sería una baja sensible, porque Hanga también lo es y Abalde sigue cazando gamusinos. Ayer estuvo negadito, ni una decisión buena en ataque con el balón en las manos, y Causeur esta vez tampoco aportó soluciones. Así las cosas, Llull y Nigel fueron el único apoyo exterior que encontró Heurtel. Erráticos en el tiro (3/13), salvo el francés todos lo estuvieron, pero jugaron con aplomo y sus tres canastas llegaron en momentos clave, además de una sólida aportación defensiva, pese a ser los más perjudicados por el criterio arbitral. Un poco como Yabusele, que ha conocido días más brillantes, pero que se dejó el corazón sobre el parqué.

Alocén no jugó ni un minuto, ha regresado fatal de su periodo de baja, diluyendo todas las buenas vibraciones de comienzo de curso, que parecía por fin dar el step-ahead que esperamos. El Madrid no es lugar para hacer la mili, exigencia máxima, no espera a nadie. Tampoco jugó Thompkins, que la mano la conserva pero no está (todavía) al nivel físico que requieren partidos de esta exigencia. El que sí jugó fue Randolph y vaya papelón, ya no por desacierto y malas decisiones en pista, que también, sino por actitud.

Cuando le sustituyó Laso se fue corriendo al fondo del banquillo, para evitar al coach, saltando la valla y sin saludar a nadie. Era el segundo cuarto pero sabía que, tras semejante esperpento, no volvería a jugar. Y así fue, en la segunda parte Laso recurrió a Rudy durante el descanso de Yabusele antes que repetir con Randolph (o dar la alternativa a Trey). Aviso a navegantes, para quien quiera verlo. Se cumplen dos meses del regreso de Toñejo, hay tiempo para reconducir la situación, pero las señales son preocupantes: tercera ficha más alta de la plantilla, cumple 33 en junio y, al parecer, le queda otro año de contrato. Hipoteca.

Mañana Zenit, que también es un hueso. Febrero es así, un no parar de calendario por los partidos aplazados y con la Copa del Rey en el horizonte. Las conclusiones categóricas caducan en cuestión de días, pero mientras tanto el Madrid sigue líder.

Atasco en El Pireo: el Madrid se deja la imbatibilidad

Siete partidos ha durado la imbatibilidad blanca en este comienzo de curso, suficientes para levantar un título y superar a los dos finalistas de la última Euroliga. Lo digo para no ponernos ya alarmistas, que os conozco. Cayó el Madrid en El Pireo, una derrota asumible, en pista de un claro candidato a top8. Con las incorporaciones de verano, la madurez de Vezenkov, que le ganó claramente el duelo a Yabusele, y los 10k aficionados apretando en la grada de nuevo, este Olympiakos oposita a los puestos del 6 al 8.

Fue duelo sin acierto exterior ni fluidez en estático, de bajar al barro y trazo grueso, donde este Madrid tan atlético se desenvuelve teóricamente bien… Pero el rival de hoy también. Y en el cara o cruz del último cuarto, con el marcador igualado, Olympiakos desequilibró acertando varios tiros seguidos de teórico bajo porcentaje. Me refiero al parcial 9-0 del minuto 34.

Tavares volvió a ejercer de mejor pívot de Europa, que es lo que es, y Nigel Williams-Goss calló bocas de quienes le sentencian antes de verle jugar ni un mes. Firmó en plaza grande su mejor partido en el Madrid hasta la fecha. Lo sé, no es el tipo de jugador que genera efecto wow, no tiene pinta de estrella, con esas muñequeras de tenista trasnochado. Como dice Manu Suárez, no es un 10 en ninguna faceta, pero a cambio es un 7-8 en casi todo. Me quedo con su capacidad para fabricarse tiros de buen porcentaje caracoleando por la zona, entre bloqueos y jugando con el cuerpo, hasta lanzar esa bombita bastante fiable. 16 puntos en El Pireo, sostén anotador exterior, pero demasiado solo. Causeur, Abalde y Taylor rayaron a un nivel realmente discretito, y Llull, desatascador oficial este curso, desentonó un poco en defensa, lo que lastró sus minutos, solo 10. Dada la caraja ofensiva, me hubiese gustado ver más minutos juntos en pista de Nigel y Heurtel, con el francés al volante, que hoy no le entraron los tiros pero cumplió en la dirección, 5 asistencias, la mayoría habilitando a los interiores.

No meto en la ecuación exterior a Rudy, que sí, que se lanzó cinco paraguayas, pero tuvo que volver a jugar de ala-pívot y, claro, demasiado hace. No pienso señalar desde esta tribuna a quien se está comiendo un marrón que no le toca. Me quedo con que Vukcevic, por X o por Y, está desaprovechando una oportunidad de oro para jugar minutos de calidad, y no está yendo ni convocado. Cuando vuelvan Randolph y Trey, que no queda tanto, que ya están entrenando con el grupo, sus opciones de tiempo en pista se reducirán a la mínima expresión. Quizá no estaba tan preparado como asumimos a final del curso pasado.

3 de 24 triples

Y Carroll sigue en su 'rancho'

Por mucho que defiendas, resulta difícil ganar en una pista Euroliga exigente con 3 de 24 triples, es otra conclusión evidente del partido. El típico día en que la gente se acuerda de Carroll y se achina con sus fotorreportajes desde el rancho, cual Casa de la Pradera. Yo, sencillamente, es que no cuento con él, le veo a todos los efectos un exjugador de baloncesto, y cada día un poco más. ¿O pensáis que si apareciese por año nuevo, tras seis meses sin entrenar, sería para algo más que una gira de despedida?

Sin contar con él, hay nueve exteriores de primera plantilla disponibles para tres puestos, más que casi ningún otro equipo Euroliga, lo que debiera ser claramente suficiente. Estamos apañados si cada partido desacertado desde el triple vamos a añorar a un jugador de 38 años que terminó contrato hace cuatro meses.

Si falta triple, que está por ver, la causa en todo caso no sería que Jaycee esté recolectando miel en Wyoming sino más bien que 1) faltan dos de los mejores tiradores de la plantilla, Randolph y sobre todo Trey, y 2) que este año se ha apostado por un perfil de juego exterior más rocoso y con menos tiro que otros cursos. El resultado de cambiar a Carroll por Hanga. Y de eso no tiene la culpa Jaycee, ni sus paseos a caballo, en todo caso JCS, Herreros y Laso, que suya es la apuesta y, en honor a la verdad, está funcionando bastante bien por ahora.

Si queréis que hablemos de Carroll y del disparate de oferta de renovación sine die que impuso Florentino a la dirección porque es su jugador fetiche, me remito a las palabras de Laso esta semana, en eldebatecom, claramente hasta los cojones ya del tema: «No gano nada hablando de Jaycee. Si te digo que va a venir pasado mañana y no viene, pierdo. Si te digo que no va a venir y al final viene, también pierdo. Me preguntáis mucho sobre ello pero nadie le pregunta a Carroll, que es al que yo preguntaría. Él tiene una oferta de renovación del club desde antes del verano, pero ahora mismo está sin contrato. Y yo en lo que pienso es en el próximo partido, y Jaycee no lo va a jugar».

¿Qué hacemos con Garuba?

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Con Trey ya en dinámica y Randolph en buena línea (anoche hasta le vimos sonreír en la segunda mitad, será el espíritu navideño…), se le queda al Madrid un dúo de alapívots de muchos quilates. Nada que no supiésemos. El problema es que no hay minutos para todos, y el principal damnificado está siendo Garuba, una decisión previsible vista a comienzo de curso, bajo la lógica de los galones, pero dolorosa tras rayar el muchacho a gran altura en octubre y noviembre. La vuelta de Trey le ha sacado de la rotación y la de Mejri (ayer) directamente de la lista. En ACB sí debería entrar al menos en convocatoria, pero es evidente que su panorama se ha encapotado en cuestión de un par de semanas, y eso que aún falta por regresar Felipe. Laso siempre se ha movido bien en esa fina línea entre el respeto a los galones y la meritocracia (pregunten a Luka), y va a tener que hacer gala de esa mano izquierda en la gestión de vestuario con el overbooking en la pintura una vez regresen todos.

Por lo demás, el Madrid sigue instalado en velocidad crucero en Euroliga, ayudado por un tramo de calendario más o menos amable: 8 victorias seguidas, además cómodas, por una media de 16 puntos de diferencia. Ya sabemos que no dan premios en otoño, pero se está dejando adelantanda faena para cuando más adelante la carretera se vuelva a empinar. En una competición tan igualada, 8 triunfos seguidos te granjean necesariamente cierto colchón, de cara al objetivo de la fase regular, terminar entre los cuatro primeros y jugar con ventaja campo los cuartos.

La víctima anoche fue Olympiakos, en su versión más lastimosa de los últimos años, un grande de la última década en Europa claramente venido a menos. Veremos si es cosa de dos años malos o un ciclo entero de transición, lo de abandonar la liga griega por ahora le ha salido rana. Anoche compareció con una colección de jornaleros haciendo la guerra por su cuenta, y el ventilador de estadística de Milutinov atrofiadito según se topó con nuestro Gigante Verde. Esos 8 de valoración son su cota más baja del curso. El Barca, ya sabéis, le pretendió este verano y no es descartable que vuelva a la carga el próximo, que Tomic termina contrato y tendrá ya 33 años.

causeur Euroleague Olympiakos Real Madrid

Causeur fue el mejor de los blancos en la velada, pese a que sólo jugó en la segunda mitad, suficiente para subir 18 puntos. De esos días, tipo final de Belgrado, en que ve el aro como una piscina. Con él sabemos que hasta abril no podemos esperar su mejor nivel, pero dentro de su irregularidad diría que este curso ha cuajado un otoño más homologable. Está aprovechando que Rudy atraviesa un ligero valle de forma post-Mundial y que, poco a poco, Laso va restando protagonismo a Carroll, su media de minutos ha bajado a 12 en Euroliga.

El que no levanta cabeza por ahora (en Euroliga) es Laprovittola, el único que desentonó ante Olympiakos: mala selección de tiro (0/5) y 3 balones perdidos en situaciones no forzadas, para valoración -4 en 20 minutos. Os juro que no disfruto escribiendo esto, de hecho, estoy deseando que cuaje alguna actuación europea potente y poder contarla. Contra Valencia y Zenit firmó minutos decentes al menos, pero es que el listón está muy bajo. Lo que más me preocupa es que está desaprovechando el viento de cola de la baja de Llull, el tramo amable de calendario y la buena dinámica del equipo. Hablo siempre de competición europea, el máximo nivel, su asignatura pendiente. Se dio una hostia en su día con Baskonia y se la está volviendo a dar por ahora en Madrid, poniéndoselo fácil a los que auguraban que no es base para un equipo Euroliga, que nació para ser cabeza de ratón. Queda todavía temporada para que se reivindique, lo que no sé si se repetirán son circunstancias tan propicias como las presentes.

Garuba, aporreando las puertas del primer equipo

usman garuba real MadridSus padres, Mustapha y Betty, huyeron de Nigeria en los noventa y se asentaron en Madrid, previo paso por Bélgica. Usman, el primero de tres hermanos (el segundo también juega en la cantera), nació en el hospital 12 de octubre, en Usera, y se ha criado en Azuqueca de Henares, más madrileño imposible. Lo que no es madrileño, ni seguramente africano sino de Marte, es su físico para los 16 años que tiene. 203cms y complexión física de 25, muscularmente desarrolladísimo, hasta con un poco de culo pollo, que hunde al poste incluso a los mayores.

Confieso que hasta el viernes no le había visto jugar, quiero decir entre adultos, que los vídeos de niños grúa dominando campeonatos juveniles hacen las delicias de Twitter pero no son siempre una referencia válida. Y he quedado boquiabierto de sus dos partidos en el torneo Costa del Sol, 18 puntos y 30 de valoración en 27 minutos en pista, ante nada menos que Olympiakos y Unicaja. Y la sensación, aunque de esa no tenemos estadística, de que el equipo era mejor con él en pista.

Dos facetas llamaron especialmente mi atención, y ninguna técnica. Por un lado, juega con agresividad, sin miedo al contacto, algo que se debería traer de serie cualquier interior pero cada vez menos habitual en el siglo XXI, de culturistas reconvertidos en tiradores. Por otro lado, impresiona su entendimiento del juego para su edad y puesto, aquello de IQ en pista que dicen los yankees. Tiene buenas manos y técnicamente hace de casi todo. Puede echar el balón al suelo, rebotea como un jabato, gran timming de salto para taponar y un tirito ya bastante consistente. Por sus estadísticas con el filial sabemos que puede colar triples si se queda liberado, aunque en Málaga se cortó bastante, lógico en el debut con los mayores.

Dicho lo cual, si una conclusión sacamos de estos partidos es que tiene nivel para aportar desde ya al primer equipo. Desde luego más que Kuzmic, de cuyo regreso no podríamos alegrarnos más, pero que transmite sensaciones de exjugador, frágil y de un equilibrio inestable. Si antes de la lesión ya iba justo para un Madrid, con un tren inferior muy poco desarrollado, temo que tras romperse la rodilla no tenga nada que aportar. Le queda esta temporada garantizada por contrato, 600k euros; y puestos a indemnizarle por despido, mejor quedársele, por si viniese otra plaga de lesiones y para que ayude en los entrenos.

Y la pregunta ahora es: ¿dónde encajamos a Garuba? No creo que entrase en los planes del club verse en este dilema tan pronto. Lo lógico era repescar el próximo verano a Sebas, que se está saliendo en pretemporada con Tenerife, y dentro de dos incorporar a Garuba a la primera plantilla. Pero los plazos se están acortado. A botepronto, está jodido encontrarle encaje al chaval, porque es interior y el Madrid tiene seguramente la mejor pintura de Europa. El puesto de ala-pívot está copadísimo, con Trey, Randolph y Felipe. Como center, que es de lo que ha jugado estos días en Málaga, tiene por delante a Tavares y Ayón. Teóricamente también a Kuzmic, pero no sacrificaría ni un minuto de Garuba en el primer equipo para darle cancha al serbio. Suena cruel, el deporte profesional lo es. Selección natural. Garuba seguirá por ahora en el filial, suponemos que entrando en algunas convocatorias ACB.

A Belgrado por la ruta sinuosa

HORIZONTALRANDOLPH_3AM9282-2Thumb.jpgFinales apretados que se escapan, una plaga de lesiones infinita y para acabar el castigo ayer en la carambola del triple empate. Todo lo que en la última jornada pudo salir mal, salió. Ganó Panathinaikos de 1 en la prórroga en Milán (tras llegar a ir hasta 14 abajo) y Olympiakos cayó también en la prórroga y también de 1 en El Pireo ante un Zalguiris que no se jugaba nada. Ejem. Se consumaba así la única combinación matemática posible que dejaba al Madrid quinto, una carambola que convirtió en mero trámite el encuentro en Goya, a no ser que los blancos especulasen para cruzarse en cuartos con Olympiakos. No fue el caso, y cierra el equipo la fase regular con un balance 19-11 (el mismo que el del tercer clasificado), dignísimo dadas las circunstancias.

Ante Bamberg, bueno, se dejó llevar el Madrid en la primera parte, pero vino a dar igual no están los alemanes como para asaltar el Palacio. Además que Ayón y sobre todo Randolph tenían ganas de jarana. Sin la sombra de Tavares (baja por un esguince) y Thompkins (que jugó muy limitado por problemas musculares), el dúo de teóricos titulares se dio un homenaje. Tras meses a trompicones, necesitan minutos, continuidad e importancia para parecerse a lo que dicen sus salarios.

Ayón sufrió para contener a Musli, como es costumbre con pares grandes y voluminosos, pero a cambio reboteó profusamente y le bailó con su velocidad sin balón y repertorio desde pivote (6/7tc, val 24). Aunque el nombre fue Randolph, uno de los más criticados desde esta tribuna en el último par de meses, que cuajó el mejor encuentro de la temporada (val 38). Es difícil echar cuentas con él, cuya foto aparece en el diccionario junto a la definición de ciclotímico, igual lo de esta noche queda en un festín pasajero que es el comienzo de un repunte de forma, bien necesario para lo que viene. Lo que hemos aprendido a estas alturas es que Randoph tiende a jugar mejor, incluso a compartir más el balón (4 asistencias ante Bamberg), cuando falta Thompkins o no amenaza su titularidad hegemónica, como hoy, al estar muy mermado por problemas musculares.

encuesta

Aunque en esta encuesta en mi Twitter la gente se decante por PAO, particularmente hubiese preferido un cruce con Olympiakos. Primero, porque veo una marcha más a PAO en potencial de plantilla; la postrera incorporación de Mike James, aunque no sea santo de mi devoción, ofrece alternativas ofensivas, evitando esos momentos de colapso en ataque tan típicos de los equipos de Pascual. Segundo, y principal, porque la serie no es un examen atemporal sino una prueba que se enmarca en un contexto muy concreto, en un momento dado de la temporada. Y Olympiakos resulta que ha perdido cuatro de los últimos cinco partidos, mientras que PAO ha ganado los últimos cinco. Quedan 10 días para analizar el cruce, que arranca el 17, para el que en un papel u otro estará seguro Llull, que ya entrena a pleno ritmo con el equipo, y para el que la principal preocupación blanca es la rodilla de Campazzo, con la que se está siguiendo un «tratamiento conservador», que no sé a vosotros, pero a mí es una expresión que me suena regular.

PAO es un hueso, con factor campo aún más, el camino largo a Belgrado, negarlo sería de necios. Pero si el Madrid comparece con la plantilla al completo o casi, como parece, y a poco que Randolph y Ayón se asomen a su versión de hoy, tiene PAO más que temer que del Madrid que viceversa, por mucho que la carambola del triple empate le haya salido esta vez cara.